Daniel Mella (Montevideo, Uruguay, 1976) is one of the key figures in contemporary Latin American literature. He published his first novel Pogo (Mosh, 1997) at the age of 21, followed by Derretimiento (Melt, 1998). Both books were lauded by critics and quickly gained Mella the reputation of a cult writer, with his unique take on violence and moral decline. He cemented his place on the literary scene with his third novel, Noviembre (November, 2000). After a decade without writing, Mella returned with Lava (2013), a collection of short stories for which he was awarded the Bartolomé Hidalgo Prize, the most prestigious literary prize in Uruguay. Older Brother appeared in 2017, garnering jubilant press internationally and winning Mella the Bartolomé Hidalgo Prize for the second time. Considered by some critics to be the ‘Dostoyevsky of the River Plate’, this is Mella’s first book in English.
Nació en Montevideo en 1976. Publicó Pogo, su primera novela en 1997, a los 21 años, a la que siguieron en 1998 Derretimiento (que llegó a ser publicada en España por Lengua de Trapo) y en el año 2000 Noviembre.
En 2013, vio la luz el libro de cuentos Lava, ganador del premio Bartolomé Hidalgo de narrativa, con lo que se convirtió en el autor más joven en recibir dicho galardón. En 2016 publicó la novela El hermano mayor, obra autoficcional basada en la muerte de su hermano, que fue muy bien recibida por la crítica de su país.
Ha estado a cargo de talleres literarios.6 Es colaborador habitual del suplemento Cultural del Diario El País y la Revista Lento, editada por el periódico La Diaria.
Simplemente no es la literatura que busco. No me gusta este género, no lo disfruto, no me aporta nada el leer tanta violencia explicita Simplemente para dar cuenta de una enfermedad o resentimiento. No volvería a leer nada similar.
Sentí asco, casi todo el tiempo estuve leyendo la novela con el ceño fruncido y ahora siento que no me conduce a nada. La obra estará muy bien escrita pero eso no me alcanza. No es para mí, perdí mi valioso tiempo. (Fue una lectura obligatoria, por eso no la abandoné y no hice lo que Levrero, lanzar este libro por los aires)
Es super oscuro y violento pero ya no espero otra cosa del autor :)
Me encantó, me parece que está tan bien escrito y todo tan bien manejado. El protagonista está tan bien construido, estamos en la mente de un psicópata y es increíble.
Me advirtieron que era difícil de terminar y no lo terminé. No sé si es bueno o malo desde el punto de vista de los literatos, con el que en general no coincido, pero este libro no fue para mí. Todo sucede como muy rápido, con una violencia medio bizarra de película zombie. Una forma de escribir que le generaría claustrofobia a varias personas ermitañas y una cosa algo surrealista, porque hay algo raro con el tiempo de la narración, como en los sueños. Verdaderamente pasaba las páginas y me preguntaba qué onda.
Una historia brutal de violencia, que lo deja a uno perturbado por la maestría con la que un chico de 22 años pudo escribir semejante historia. Aquí mi reseña completa. http://unperroromantico.blogspot.com/...
Lo leí en dos horas y todo el tiempo estuve con cara de asco. La forma en que está narrada la violencia es asqueante pero al mismo tiempo intrigante. Nunca había leído algo así y me dan ganas de seguir con otras novelas de Mella.
《¿qué es de mí? eso es lo que no sé. hay un punto en el que todo se va al carajo y la tristeza y la oscuridad es lo único de lo que se tiene conciencia.》
me asqueó, mi cara era de repugnacia pero me encantó me pudiese generar asco y rechazo. la violencia, apatía total me fascinó.
Este libro es fabuloso. Hubo escenas que me perturbaron mucho. Es una novela recomendada para los amantes del gore y las películas de terror. Quién busque otra cosa, no creo que vaya a disfrutarlo demasiado.
Leí la edición publicada por Orsai del 2021, la cuál incluye una mini narración de como el autor publicó sus dos primeros libros, y me pareció fantástica.
Lo sumo a mis autores uruguayos favoritos junto a Marosa Di giorgio y Felisberto Hernandez ❤️❤️❤️
El problema, en realidad, es que no es mi tipo de libro. Igual reconozco que es fácil de llevar en tema lectura. Daniel Mella escribe muy bien, tuve la posibilidad de conocer esta obra gracias a un taller literario que estoy haciendo. Con una experiencia es suficiente.
Pura violencia física, brutal. Resulta sorprendente el giro que da el relato hacia la mitad, inesperado. El comienzo me parece bastante bueno, que incita a continuar. Creo que me ha faltado un poco más de atracción por el personaje. Es cierto que no empatizar con alguien que actúa de tal forma, pero sí sentirme atraído de alguna forma.
Brutal, crudo, impiedoso, pero maravilloso en cómo está escrito. Es increíble que todo este universo salga de la cabeza de un joven de 22 años. Por momentos sentí muchas ganas de dejarlo, me dio asco, me espantó, pero es corto y eso me permitió terminarlo. Es un libro atrevido y único.
Excelente. Es tan pertubador que es difícil de dejar de leer, un poco porque se vuelve adictivo y otro poco porque todo el tiempo esperás que en algún momento la cosa se relaje (spoiler: nunca pasa). No recuerdo haber leído otro libro como este. Me encantó.
No es tan mi estilo de libro, pero la perspectiva del personaje está muy elaborada, ni me imagino la cantidad de concentración que debe requerir desarrollarla tanto como hace Mella.
“Yo representaba la perfección del horror”, relato de un sueño o una pesadilla, de cambios de estados, recuerdos y divagaciones.
“Una máquina o un perro amordazado”, la humanidad, el concepto de ser humano relegado, vejado, una transformación violenta y animal. “El odio me consume, la muerte no es el final”, pues todo esto que puede frenar a un individuo –instintos e impulsos– se quiebra en un desenfreno físico y psicológico hasta el límite: la muerte.
Derretimiento (Santuario Editorial) es una hazaña, qué duda cabe, conociendo la edad en la que fue escrita –apenas 22 años. Daniel Mella nos conduce así a una lectura imparable que al lector no le tomará más de dos horas. Derretimiento es para devorarse. “El sueño no termina, porque mi cuerpo tampoco”, dice. Porque antes que todo comportamiento agradable o desagradable lo que termina por imponerse es la composición física del hombre y su desequilibro social.
¿Qué puede llevar a un individuo a regocijarse en sangre, intestinos, membranas? Casi al vínculo con la coprofagia, la antropofagia.
Aquella repugnancia hacia otro ser humano incomprensible, más bien intolerante, puesto que todo lo que se desprende son los enormes deseos de hacer daño, parece no tener un móvil más que la satisfacción propia. La práctica común de un psycho. Por ejemplo, así lo expresa cuando el individuo conoce a Adela, una gorda de cincuenta años, a quien deja morir de hambre. Pienso en ese personaje que Kevin Spacey interpretó en Seven, una especie de predicador que comete sus crímenes tan minuciosa y fríamente, sin escatimar crueldad, que sacude al espectador. En Derretimiento sucede algo similar con dotes terroríficas de King y tensiones psicológicas de Poe.
La fascinación y el horror a un tiempo. El personaje de Mella, pues, registra paso a paso –anotaciones, dibujos, etc. – el proceso de descomposición del cuerpo de Adela hasta solo quedar esqueleto y pellejo. Todo por sentir repugnancia hacia otro ser humano con dichas cualidades, por no encontrarle ningún tipo de belleza de su placer. La belleza es la muerte, cómo ocasionarla, el dolor, transformarla, ser impune simplemente.
Brillante libro de Daniel Mella. Luego de la lectura el lector puede sentir alivio, porque que sea o no cierto, en la ficción todo es tan chocante al pulso de la misma realidad.
¿Qué hace que algunas existencias se derritan como velas en la mesa oscura y siniestra del abandono? ¿Qué cuerpos importan y qué cuerpos se desmadejan para convertirse en recipientes vacíos de otredad de un capitalismo salvaje que muta y se hace eco ? ¿Qué hace que algunas existencias se derritan como velas en la mesa oscura y siniestra del abandono? ¿Qué cuerpos se desmadejan para convertirse, tarde o temprano, en recipientes vacíos y sin signos de otredad? Las estructuras que preceden a los sujetos determinan a los sujetos y la vulnerabilidad se convierte en la definición que es el epicentro de la novela. Con un personaje tan enfurecido como abandonado a sus instintos, Derretimiento demuestra la constitución de la otredad, pero en su manera más violenta y absurda. El contacto de las manos, los golpes y la furia se combinan a la perfección con la piedad obsecuente de la deshumanización. La reconstrucción de una infancia azotada por el abandono hace eco en la percepción de un yo, a tal punto que el yo se deshace en la tragedia y el sometimiento que conlleva el esfuerzo sobrehumano por sobrevivir. La palabra dice pero no muestra, hasta que se convierte en imagen; más precisamente en un entramado de imagenes sofocante y monstruoso en el que Mella y su narrador operan.