Son los años noventa y la Argentina vive por encima de sus posibilidades; el lujo se importa plástico y brilloso, y el consumo surfea el despilfarro. Pero en la intimidad los cuerpos se enferman, se vuelven adictos, se endurecen. Rosa, que fue una niña huérfana criada por unos tíos desamorados y tuvo sus primeras experiencias sexuales como mojones, llega a la gran ciudad y se emplea en una peluquería exclusiva de Barrio Norte donde la apodan Rose. Allí aprende todo: la forma de feminidad que está de moda, el arte del peinado, del manoseo, de embellecer la decadencia con entusiasmo y con fijador de pelo. Y también aprende a servirse del sexo para conseguir cosas y después seguir... En una orgía conoce a José, un taxista que está casado con una prima, y fruto de esa unión endogámica tiene dos hijos ciegos.
Esta peluquera de voz narcótica y ojo quirúrgico cuenta con obsesión y sordidez una época de revolución de las costumbres. Una historia extravagante que narra la vida secreta de una clase media extendida, con escenarios que van desde el chalet humilde del conurbano hasta Miami y Punta del Este.
Salvador llega hondo en el retrato de una subjetividad femenina y pronuncia fuerte. Un debut esperado y prometedor.
Me habían recomendado mucho esta novela y por un motivo u otro fui postergando su lectura hasta que hace unos días por fin la encaré. Me gustó mucho a pesar de unos cuantos peros.
Los peros tienen que ver con la edición. Siento que la novela empieza cuando ya pasaron unas 50 hojas. De hecho, si le hiciera el peor elogio que se le puede hacer una novela "da como para una película" diría que la película debería empezar en esa escena del bar.
En esas primeras 50 hojas hay como breves textos de taller de escritura, uno de ellos, tal vez el mejor, es una impecable radiografía de la fiesta menemista. Los otros se podrían haber resuelto como flashbacks o directamente sacarlos que no pasaba nada.
Ahora, después de esa escena en el bar, la novela se pone tremenda. Sorprende en cada página y abre un mundo alucinante.
Finalmente me da un poco de pudor ajeno el parrafito después de los agradecimientos que habla de las influencias. En fin, si tenés cuarenta y algo y cierta saudade del 1 a 1, leela y después la comentamos. Te va a gustar.
"...en la playa nocturna, con el cielo nocturno y el mar que masticaba la noche", qué hermoso escribía Ángeles. Me encantaron sobre todo las dos primeras partes.
Una novela enmarcada en los 90s de la Argentina, esa época de apariencia, mentiras, opulencia, sexo y despilfarro, en definitiva una época de aprendizajes, nefastos algunos y erróneos otros tantos. Todo eso es lo que va narrando Rosa/Rose a medida que crece; sus ausencias, miedos, desprecios, sus búsquedas.
La lectura es ágil y te acompaña pero no pude empatizar con la narradora, me resultó absurdo casi todo lo que hizo y eligió, me molestó además no encontrar un sólo personaje femenino con algo de valor a los ojos de Rosa como sí la justificación de actitudes funestas en los hombres. Las elipsis en lugar de sumar interés me confundieron. En fin, no supe si en realidad todo fue parte de una ironía de la que yo evidentemente me había quedado afuera.
Libro raro. A su favor puedo decir que se deja leer a buen ritmo. La autora maneja bien las elipsis y el libro avanza de manera fluida.
Habiendo dicho lo anterior aclaro que no me terminó de gustar. La voz de la narradora es extraña, no es para natural (lo cual es válido) y muchas veces la asociación de sustantivos con adjetivos desconcierta (lo cual puede ser un recurso).
Lo sentí como un libro sobre trabajado, para nada orgánico. Empieza como un retrato y reflexión de los 90s para luego volverse una exploración sexual para terminar con una trama de drogas y violencia muy bizarra. Senti que eran 3 historias que podrían haber sido relatos separados, pero q estaban pegados a la fuerza.
Una novela que no nos deja indiferente. Es extravagante, cínica, irónica. Una crítica social a la exagerada vida de los '90, a los nuevos ricos.
Rosa es una persona que no sabe lo que quiere, que siempre estuvo sola, que nunca tuvo contención. Huérfana, cuidada por unos tíos que no se preocupan, va por la vida aceptando lo que encuentra. Tiene un vacío existencial y toma siempre malas decisiones. Ella es peluquera, amante, y en cierto momento hasta madrastra de unos mellizos, personajes totalmente siniestros. Algunas escenas me resultaron intolerables, otras disparatadas, bizarras. Mención aparte para el final, que es hermoso.
Una novela distinta, que maneja el absurdo, con un humor negro, muy negro, que molesta, que pasa el tiempo y seguís recordando. Porque cuando te metes en el espiral de Rosa, querés gritarle y ayudarla a salir.
Narrada en primera persona, nos podemos meter en el cuerpo, en los pensamientos y en los sueños de Rosa. Una niña huérfana criada por unos tíos apáticos en la Argentina de los 90.
Una joven que solo a través del sexo encuentra los rumbos de una vida marcada por la soledad, la frivolidad y muchas veces la violencia. Leerla duele y genera angustia.
A los treinta años Rosa se convierte en la amante de un taxista, padre de dos niños ciegos y casado con su prima. Esa vida que ya no tenía rumbo aquí se descontrola más aún.
Un libro exquisitamente narrado que cuenta una historia que ya desde las primeras páginas se plantea como oscura y a medida que transcurre todo irá en un increscendo descomunal. Ya sobre el final estás inmerso en esa oscuridad profunda y el título tiene sentido porque empieza a faltar el oxígeno. Otra de las joyas de esta novela es que se sitúa en una época poco contada como la exhuberancia y el ascenso social de los años 90, la implosión de los shopping, de los viajes afuera, del champagne. Es un gran libro que no hay que perderse.
Una novela muy buena. Es una lectura muy rapida y entretenida, no hay tiempo muerto....es bastante dinamica. Se compone de tres partes con capitulos cortos que la hace agil. Las primeras dos partes son tremendas, pero al mismo tiempo te moris de risa. En la ultima parte, me parece que un poco descolgada pero no impacta de manera negativa. Lo primero que leo de esta autora.
Que buen primer capítulo. Una chica huérfana, criada sin amor, inicia su vida sexual. Contada con simpleza, y que parece desangelada pero por detrás aparece toda la potencia de la pasión.
Pero luego la novela pierde cualquier encanto, y para no abundar en críticas, digamos que simplemente no me gustó nada.
Me enganchó desde la primera página. Lo que más me gustó es estilo de escritura de la autora, es muy natural y fácil de leer. No tengo costumbre de leer libros escritos de la forma en que se habla en Argentina, o sea, con voseo, modismos, etc, así que por eso me resultó ameno.
Es un libro corto y la historia avanza bastante rápido. Es de esos que cuentan toda la vida de la protagonista desde jóven hasta grande. Me gusta cómo va evolucionando el personaje hasta el final.
Todo el libro está lleno de referencias a cosas de la Argentina de los 80 y 90, y hechos y lugares específicos de Buenos Aires, y como yo nunca viví en Buenos Aires, algunos detallitos me los perdía.
Todo viene bien hasta la segunda mitad. Acá hay un giro argumental importante que no voy a contarlo para no spoilear, pero a partir de acá la historia decae muchísimo. No avanza. La protagonista se ve imposibilitada de actuar y lo único que puede hacer es pensar y observar. Se me hizo muy aburrida esta parte. Para mi gusto, le sobraron páginas. Me hubiese gustado que esa parte sea más corta y haber dedicado más páginas a otras cosas, como las relaciones con los personajes que va conociendo en el camino.
En conclusión, me gustó la historia y los personajes, y cómo retrata a la Argentina de los 90s, pero no le pongo una valoración muy alta por las cosas que comenté recién.
El libro tiene una velocidad tóxica, circula por donde la vida se pone sórdida. Un gran retrato de la época menemista, la política como la administración cualitativa y cuantitativa de lo que se considera la felicidad.
Intrascendente,, personajes y hechos confusos e irritantes con algún viso de interés en los comentarios de la época, los últimos capítulos sin sentido. Nada recomendable. Mucha narración, poco "mostrar" . Dónde quedó el show don't tell de Flannery??? Cambio brusco de narrador y punto de vista...mucho ruido y pocas nueces.