Tierra de campos

by David Trueba

Con el objetivo de enterrar a su padre en el pueblo donde nació, Daniel emprende un viaje en un vehículo muy particular, un coche fúnebre, conducido por un chófer ecuatoriano, pintoresco y charlatán, de la mejor estirpe cómica. ¿Quién es de verdad Dani Mosca? Quizá, como sostiene él mismo, es sólo un tipo que hace canciones, sobre todo canciones de amor. Pero es también el niño que creció en un barrio humilde; que encontró la amistad más profunda de esa manera accidental en que uno encuentra las grandes cosas de la vida; que viajó y disfrutó de su oficio en la música hasta que la tríada clásica de los excesos (sexo, drogas y rock and roll) desintegró el grupo que había formado con sus amigos del alma; y cuya vida se sostuvo en un equilibrio precario pero resistente entre el deseo y la realidad.

Ésta es una novela que a ratos se lee como una canción. Contiene la visión personal de un tiempo y unos lugares en los que Dani Mosca se construyó una identidad propia a fuerza de ideales y sueños, y también de algunos autoengaños y mentiras. Un viaje profundo e intenso, sensible y directo, donde se perciben las huellas y las cicatrices del paso del tiempo. David Trueba vuelve a desplegar, bajo una estructura poderosa y zigzagueante, hecha de hilos que se entrelazan, su prodigioso pulso narrativo para proyectar una mirada aguda y reflexiva sobre las paradojas y las perplejidades que rodean nuestra existencia y adentrarse con lucidez en el laberinto de los afectos y los sentimientos. El resultado es un libro deslumbrante en cada una de cuyas páginas palpita la vida.

Genres: Fiction, Spanish Literature, Drama, Book Club

408 pages, Paperback

First published April 1, 2017

About the author

David Rodríguez Trueba es un escritor, periodista, director de cine, guionista y actor español.
Es el hermano menor de una familia madrileña con ocho hijos, entre ellos el ganador del Óscar Fernando Trueba. Ingresó en el colegio a los siete años debido al afán de su madre por retenerlo. Desde pequeño adqurió el hábito de escribir con la máquina Lettera 35 que vendía su padre en su trabajo de venta ambulante.
De vocación periodista ingresó en la facultad de Ciencias de la Información rama de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Mientras cursaba sus estudios trabajó en cortometrajes y escribió la película Amo tu cama rica que dirigió Emilio Martínez Lázaro. Al terminar sus estudios completó su formación en Estados Unidos, donde realizó un curso de guion en el American Film Institute, en la que le impartió clase Leonardo Bercovici, y quien le corrigió el primer borrador de su guion Los peores años de nuestra vida, donde se auto-retrató como un joven enamoradizo, romántico, adverso a la idea de estabilidad laboral...
Antes de su viaje a Estados Unidos en 1992, en España ejerció diversos trabajos: letrista para Rosa León, también escribió la letra de la canción de Andrés Calamaro para su película Bienvenido a casa que fue nominada al Goya a la Mejor Canción Original en 2006; periodista para El País y El Mundo; guionista de programa televisivo en Sopa de gansos y Querido Rafael (sobre la figura de Rafael Alberti). Volvería a trabajar en televisión entre 1993 y 1994 como co-director del programa El peor programa de la semana.
Emilio Martínez Lázaro le contrató en 1991 para hacer el guion de Amo tu cama rica. Su buen entendimiento profesional se tradujo en la filmación del posterior guion de David, Los peores años de nuestra vida, a su vuelta de los Estados Unidos.
En 1996 se produjo su salto a la dirección con La buena vida, inspirada en la obra de François Truffaut, Louis Malle y J. D. Salinger. En ella, Trueba rememoró la adolescencia como una etapa vital dolorosa, solitaria, de la que sólo se podría escapar gracias al influjo del amor. Tras una larga búsqueda en los institutos madrileños seleccionó a Fernando Ramallo por su mirada melancólica. Ese mismo año ganó el Premio al Mejor Videoclip al dirigir a Albert Pla en su versión del clásico de Lou Reed Walk on the Wild retitulado El lao más bestia de la vida. Con el mismo cantante rodaría el espectáculo teatral Albert Pla supone Fonollosa.
Al año siguiente la Academia le recompensó con una doble candidatura a los Premios Goya al mejor director novel y al mejor guion original.
Su siguiente largometraje, Obra maestra (2000), se demoró cuatro años y en él narró las vicisitudes de un director de cine aficionado que secuestra a una actriz de éxito para convertirla en la protagonista de su propio film.
Dos años más tarde abordó su proyecto más ambicioso, la adaptación de la novela de Javier Cercas, Soldados de Salamina, una ficción sobre un periodista que investiga los hechos en el fusilamiento de Sánchez Mazas, así como una disertación sobre la relatividad de la heroicidad. El largometraje es seleccionado por la Academia para representar a España en los Oscar, pero no obtuvo la candidatura, aunque el documental Balseros, donde David Trueba fue coproductor y co-guionista con Carlos Bosch, sí lo consiguió. Su trabajo de guionista para otros directores ha continuado con ciertos paréntesis, aunque ha colaborado en películas de Álex de la Iglesia, Tony Gatliff o su hermano Fernando Trueba como Two Much o La niña de tus ojos, cuyo guion escribió junto a Rafael Azcona.
En 2004 aceptó el cargo de vice-presidente de la Academia de Cine Española que dejó tras tres años en la institución.
En 2005 rodó su cuarta película, Bienvenido a casa, sobre una joven pareja (formada por Alejo Sauras y Pilar López de Ayala), que empieza su vida personal -n

Reviews

[Mientras Leo · Rating 1 out of 5]

Esto son un muerto, un ecuatoriano y un músico... y así, cual chiste, se resume la novela. Me ha resultado muy manida, y quizás eso unido al estilo, me ha hecho sentir descolgada frente a las maravillosas críticas que había leído y que, considero, son en muchas ocasiones, mejores que el propio libro.
Pero vamos, seré yo...

[Remo · Rating 5 out of 5]

Novela absolutamente maravillosa. Me ha encantado. Un músico pop español de cuarenta y muchos años repasa su vida mientras viaja en coche fúnebre por los campos de Castilla a enterrar a su padre en su pueblo natal. El viaje es la excusa y a la vez el hilo conductor de la vida de Daniel Mosca, un cantante de moderado éxito que reflexiona sobre la vida e intenta mostrar qué aprendió con cada acontecimiento de su vida que nos narra.
David Trueba muestra una sensibilidad que me desarma. Me encanta. Es sabio, el cabrón. El libro está lleno de frases para recordar. Y la historia, que no es tal puesto que es la vida de una persona, que no es historia sino colección de sucedidos, la historia es fantástica. Empatizamos totalmente con el narrador, que es humano, demasiado humano,y a la vez es un ser capaz de diseccionar su vida ante el lector, señalando ciertas partes y diciendo esto fue importante, esto fue un error.
Me ha encantado la lectura. Fantástica. Cito unas cuantas frases que he subrayado del libro (posibles spoilers pero no es un libro que vaya de revelaciones sorpresa. La mayoría de ellas las retrasnsmite el autor muchas páginas antes).

Cuando se lanzan sobre mi cama ya saben que no abro los ojos antes de cuatro besos. Es una norma de seguridad para que no me engañen hijos que no son los míos. Es la contraseña de mi caja fuerte. Ellos aún consienten mis juegos. Mi hija a regañadientes, papá, ¿cuándo vas a crecer?

Pero no le dije que eludía el bar de Quique, que era mi bar habitual, cuando no quería terminar la noche con ella. Has ganado una amante y has perdido un bar, me criticaba Animal cuando yo proponía ir a otro local. Eso es grave. Los amantes pasan, pero un buen bar es para toda la vida. Amar es no poder tomarte otra cuando quieres.

No he llegado al extremo de Animal, que archiva en su agenda del móvil los contactos sencillamente bajo un Sí o un No, para saber si debe contestar o ignorar la llamada.

La primera vez que deseé morir, pero desearlo de verdad, no hacer la frase llorona, fue cuando Oliva y yo dejamos de estar juntos. He dudado. Iba a escribir me dejó o rompimos, pero la acción pierde fuerza con el paso del tiempo en favor de la consecuencia. Dejamos de estar juntos.

Yo no lloré cuando mi padre se murió. Estaba con él en la habitación y el doctor Inepto me advirtió de que llegaba el final. Eran las siete de la tarde. Mi padre boqueaba como el pez sacado del agua. Y le tomé de la mano. Una mano del material con que se fabricaban las manos hace muchos años en España, cuando todos éramos de pueblo. Una mano tan firme y vigorosa que casi parecía ella consolar a mi mano floja. La mano de mi padre había pasado los primeros veinte años en la labranza del campo y en la guerra; la mía, en esos mismos años de vida, se había dedicado a hacerme pajas y tocar la guitarra.

Me lo avanzaba siempre mi amigo Vicente. ¿Tú sabes lo que hay después de la muerte?, me decía, ¿eh?, ¿sabes lo que hay después de la muerte? El papeleo.

Para protegerme del dolor de una madre inaccesible, me convertí en una especie de escritor que redacta sus memorias con quince años. Alguien que recrea el pasado demasiado pronto. El pasado con ella, nuestro pasado común. Clavé esos recuerdos dentro de mí para que no se borraran, para que no se agriaran, y peleé por no perder la maravillosa imagen de lo que mi madre había sido frente a lo demoledor de la madre en que se había convertido sin ella quererlo. Y hacía sonar ese acordeón de recuerdos protagonizados por mi madre cada vez que me sentía desamparado.

Mis clases con Elisa se prolongaron durante años. Gus la evitaba. Puede que por eso nunca le contara que también me acostaba con ella, con la misma informalidad con que acudía a las clases, salteándolas entre conciertos. Me impactaba, eso sí, que al alcanzar el orgasmo soltara una nota agudísima de soprano lírica de coloratura.

Cuando revolvía el azúcar en la taza entró el dentista y nos ubicó con la mirada. Se acercó a nuestra mesa y la besó en los labios. Nueve de cada diez dentistas me parecieron odiosos

Nunca le niegues el saludo a nadie, me explicaba, no les concedas la ventaja de que sepan lo que piensas de ellos.

No suelo tomar notas, porque sólo creo en las ideas que sobreviven al olvido

¿Te acuerdas de cuando...?, yo os vi en vuestro primer concierto. Una nostalgia que no te permitía gozar si no era con la conciencia de fabricar recuerdos. He visto salas llenas para ver a grupos reunidos en un tributo tras años separados, las mismas salas que no llenaban jamás cuando estaban en activo.

El arte de no hacer lo que se espera de ti exige la precisión del cirujano y la testarudez del loco.

Nadie pierde la dignidad por perder la dignidad un poco, dijo Animal con ese tono suyo de filósofo disfuncional.

Y los niños trajeron otra forma de dormir, con una alarma incorporada, un estremecimiento ante cualquier ruido extraño, un difuso miedo a dormir profundo, como si su respirar estuviera conectado a mi desvelo.

Miré la cara sorprendida de mis hijos. Muchas veces la gente sostiene que tener hijos te empuja a hacerte viejo, que ellos te pasan las hojas del calendario en plena cara, que no hay manera de mantenerse joven si ellos crecen a tu lado. Pero hay otra cosa que tenía que ver con la forma de mirarlo todo en ese momento, allí, Ryo y Maya, pegados al escenario, como si al tenerlos cerca pudieras descubrir la vida de nuevo a través de sus ojos, disfrutarla de nuevo con la pasión de su mirada. Es lo más parecido a la segunda infancia que hemos inventado.

[Masteatro · Rating 4 out of 5]

Una buena novela.
A través de reflexiones guiadas por sus recuerdos, Dani Mosca nos va contando su vida, la de su familia y la de sus amigos.
El principio me pareció absolutamente brillante, lleno de humor e ironía. Luego la historia se va llenando poco a poco de melancolía pero tiene multitud de frases que he tenido que subrayar y que me han hecho pensar y es, en definitiva, una buena novela.

[M.C · Rating 3 out of 5]

Al final una especie de "documental" o falsa autobiografía, o bildungsroman al estilo moderno, que me ha recordado mucho a la obra de Karl Ove Knausgård, con la diferencia de que aquel hace autoficción y Trueba inventa un personaje, pero contando con tantos detalles irrelevantes que diríase autobiografía. Recuento de amores y de éxitos y fracasos hilado con el recurso de la muerte del padre y su traslado a la tierra de origen. Largo monólogo en primera persona con todo lo que uno espera encontrar en una historia que cuenta la carrera de un músico pop (sí, todo lo que imaginen que está, está: drogas, orgías, sexo con groupies, giras, muerte por drogas, deseo de autenticidad vs comercialidad...) sazonado con elevadísima dosis de nostalgia tan de moda en nuestros días, como si fuera una temporada de la serie "Cuéntame" llena de referencias a canciones, películas, acontecimientos y cosas del pasado reciente (años setenta, ochenta, noventa...). No me ha emocionado nada, pero será que el tema que plantea no me atrae o me parece contado "más de lo mismo".

[Come Musica · Rating 3 out of 5]

2,5 stelle.
Troppo lungo, sebbene vi siano alcuni spunti interessanti.

[LIBROCINIO · Rating 3 out of 5]

Estás aburrido mirando Facebook y te topas con una publicación del grupo “Yo fui a EGB” en la que aparece uno de esos “juguetes” que regalaban con los yogures cuando eras pequeño allá al comienzo de los años 80 y sientes una mezcla de nostalgia – por el tiempo transcurrido -, alegría – por el tiempo al que te transporta -, y orgullo – porque la memoria todavía te funciona para acordarte de esa aparente nimiedad -. Esta sensación te dura un momento. Como mucho quizás la compartas con algún colega de la infancia o se lo enseñes a tu pareja mientras ambos dormitáis en el sofá: “mira, ¿te acuerdas de esto? Yo tenía el servilletero amarillo con forma de plátano”. Una vez que se ha compartido, el recuerdo se esfuma con la misma rapidez con la que llegó. Esa misma sensación es la que se tiene leyendo las primeras páginas de Tierra de Campos de David Trueba. Nos transporta a un Madrid de barrio (en su caso Tetuán, pero equiparable al de otros muchos barrios madrileños del mismo estrato) con situaciones tópicas y típicas olvidadas desde la infancia. El personaje, Dani, deambula por el Tetuán de comienzos de los ochenta con todo lo que eso implicaba. Para los que somos madrileños ochenteros, esa cercanía de los nombres urbanos, como el del scalextric de Cuatro Caminos, y de referencias a esa época, como Tino Casal o el “Like a virgin”, nos despierta la morriña que tan amiga es de la atención. Una vez se ha pasado esa ilusión y sorpresa es complicado mantener ese mismo nivel de atención y actitud ante el texto. No obstante, por momentos, Tierra de Campos lo consigue.

Partiendo de una situación costumbrista como es el traslado del féretro con los restos mortales del padre del protagonista hasta un pueblo de la Valladolid más rural, David Trueba hace que su personaje principal, Dani Mosca, rememore su vida como cantante de éxito desde que era un chaval que se apuntó a unas clases gratuitas de guitarra en un piso de Tetuán hasta que, ya convertido en olvidado cantante de éxito de otra época, tiene que lidiar con las vicisitudes propias de una vida como padre divorciado.

El libro está escrito con una prosa fácil que incurre en el uso frases redondas, irónicas y lapidarias (“Uno triunfa no por su genialidad, sino por su menosmalidad”) dichas por y para personajes un tanto tópicos (padre autoritario, colega(s) pasado(s) o japoneses retraídos). Quizás ahí resida la segunda clave del éxito de este libro: su componente humorístico y sarcástico: “Dicen que la mejor prueba de tu ansiedad es cuando tiras de la cadena antes de terminar de mear”. El tercer elemento del éxito del texto podría ser la inmersión en el llamativo mundo de la música con sus fiestas desmesuradas, sus oscuros backstages, esa mezcla de lujo y podredumbre, de pomposa vacuidad, de giras, garitos y litronas, de drogas y sexo apresurado en encharcados baños de tugurio provinciano. Esa parafernalia que rodea a la música como espectáculo y arte es la base de la trama de esta novela. Si os pasa como a mí, y consideráis toda esa parafernalia absurda más allá de, como diría el loco cósmico Homer Simpson, su derecho a escandalizar, buena parte del libro os resultará ajeno y poco estimulante. Insisto, la prosa de David Trueba ayudará a salvar esa situación.

En la segunda parte del libro volvemos a sentir la sensación “egebera” descrita al comienzo, cuando Dani Mosca llega al pueblo de su padre y de su infancia. Allí es recibido por un elenco completo de personajes rurales como si fuera una película de Berlanga: el alcalde, otrora bruto del pueblo, con su mujer con alardes de primera dama, el pomposamente absurdo concejal de festejos, las tropocientasmil tías (primeras, segundas y lejanas) con sus correspondientes tropocientosmil primos (esa familia que todos los que hemos vuelto al pueblo de veraneo jamás hemos terminado de conocer), o el cura moderno, sustituto de aquel de la vieja escuela, que escandaliza un poco a los mayores del lugar. Si a esto le añadimos el alboroto de tener entre sus convecinos a un famoso de la farándula, tenemos el componente definitivo para momentos delirantes y, hasta cierto punto, cercanos para el lector.

En resumen, Trueba logra, con su genial prosa ligera y su ambientación costrumbrista (rural y urbana) y nostálgica, despertar en el lector un sentimiento de cercanía que solo se difumina, como es mi caso, en el momento en que el mundo de la música hace su aparición con su futilidad.

[Daniela Ramírez · Rating 3 out of 5]

Trueba como siempre con la capacidad de expresar las cosas cotidianas y hacerlas memorables a través de frases en las que todos podemos reconocernos. Siempre con un humor que se inclina a la ironía, pero es real y humano. Este libro tiene como hilo conductor la relación de Dani Mosca con su padre y en el fondo es una exploración de la idea de los orígenes, y como estos no solo pueden ser representados por un lugar, sino por personas y momentos. Personalmente creo que es una historia entretenida, pero hasta ahora es lo mas flojo que he leído de Trueba.

[Carlos JG · Rating 3 out of 5]

Sobrevalorada. Aunque tiene momentos realmente bonitos y llegas a empatizar con el bueno de Dani y su forma de ver la vida, quizá había leído demasiadas buenas críticas del libro y esperaba más.
El estilo de escritura además no ayuda precisamente. Esos textos sin guionizar y el hecho de ni separar siquiera por puntos aparte las frases de los distintos personajes hace que en ocasiones te pierdas y no tengas claro quién habla. Además llega a hacer la lectura algo cansada.

[Alessia Scurati · Rating 4 out of 5]

Doverosa premessa: quello che sto per scrivere è stato profondamente influenzato dall’aver ascoltato David Trueba per un paio d’ore parlare della vita, dell’amore e della Spagna. A un cerro punto ho perso il contatto con la realtà. A un certo punto credevo di pendere dalle sue labbra. Alla fine di tutto mi sono anche fatta un selfie che, siccome da qualche parte ho ancora un senso della vergogna non pubblicherò. Comunque siete avvisati.

Partiamo dall’origine del mondo: qualche mese fa scrissi le mie impressioni su un romanzo di un altro giornalista e scrittore spagnolo, Javier Cercas, ’El Monarca de las sombras’. Mi autocito, tirando in ballo la parte che mi interessa recuperare.
«Vi spiego perché David Trueba è la parte migliore di tutto il romanzo.
Trueba e Cercas sono davvero molto amici anche nella vita reale. Trueba (famosissimo regista spagnolo e anche scrittore) ha la parte dell’amico che accompagna Cercas nella prima parte dell’investigazione e raccolta testimonianze sulla vita di Manuel Mena.
Incidentalmente, quando questo avviene, Trueba si sta rimettendo da un divorzio traumatico con la moglie della quale era ancora innamorato.
Vicenda realmente accaduta.
Lei non viene mai nominata da Cercas, che mica per niente è amico di lui - parzialissimo, proprio. Ma vi dico io che si tratta di Ariadna Gil, una delle attrici spagnole che là va per la maggiore. Dunque sappiamo che Trueba è stato mollato e soffre come un pazzo. Cercas ci dice anche che è stato mollato per un attore che è diventato una stella di Hollywood, quando tutto accade. Non nomina direttamente nemmeno il terzo elemento del triangolo, quindi.
Senonché a un certo punto, lo fa Trueba, in un dialogo.
Ma per capire meglio spero che a questo punto o abbiate in mente David Trueba o l’abbiate googlato. Perché il buon Trueba alla fine si riprende dal trauma e supera il divorzio. Anche se, non capisce. E lo dice. Occhio:
-Non capisco: cosa ha Viggo Mortensen più di me?»

Allora: questo romanzo, probabilmente riprende gran parte dell’esperienza autobiografica dell’autore nelle parti delle storie d’amore. Dani Mosca, protagonista del romanzo, ex membro di una band in voga negli anni del Destape della movida spagnola, si sveglia un giorno nella sua dimora: lo studio di registrazione costruito nel giardino della sua vecchia casa, quella che ha lasciato alla moglie dalla quale si è recentemente separato, dove lei vive con i loro 2 figli. A svegliarlo sono appunto i figli, che quel giorno, come da accordi con la moglie, dovrebbero trascorrerlo con lui. Cosa non scontata, perché alla porta bussa anche un signore sconosciuto, un ecuadoreño in tenuta scura che guida un carro funebre. Già perché il buon Dani si è scordato che in quella data si sarebbe dovuto occupare di portare la salma del padre al cimitero del paese d’origine del genitore, un posto sperduto nella Spagna più rurale.
Così durante il viaggio Dani Mosca ha tutto il tempo per ripassare quel che è stato della sua vita. Come da ragazzo imbranato con un’aria qualunque sia diventato una rockstar, contro ogni pronostico del padre e contro ogni legge di natura insita nel contesto sociale spagnolo di quegli anni. È un bilancio fatto di persone perse, amici fidati, parenti lontani che tornano, amori conclusi ma forse poi nemmeno tanto.

A Trueba le storie on the road piacciono un sacco, così come la musica (vedetevi il suo film, Vivir es fácil con los ojos cerrados per farvi un’idea, ha vinto 6 Goya). Lui dice che è perché il viaggio è sempre una metafora della vita, quindi gli piace riprendere questa situazione.
È un romanzo bello corposo che si legge abbastanza alla svelta, nonostante tutto.
Pregi: i personaggi, l’ambientazione, lo stile.
Difetti: lo stile, l’autore. Spiego. Trueba scrive benissimo, ma davvero bene. Solo che Dani Mosca dà l’idea di essere una rockstar che è anche un monaco zen. La tensione delle scene di orge post concerto è la stessa che ci mette per parlare delle pareti nell’appartamento a Tokyo o del fatto che il cane al quale era legatissimo fin dall’infanzia è morto all’improvviso mentre era in tour. Il fatto è che lui è David Trueba. Quando Ariadna Gil, la moglie (attrice su-per-fa-mo-sa in Spagna, livello Penelope Cruz) tornava a casa durante la lavorazione del film Alatriste lamentandosi perché non si trovava con Viggo Mortensen, Trueba le disse una roba tipo: . Quando lei in effetti lo ha piantato per Viggo, lui non ha fatto una piega - sono tutte cose che ha raccontato Cercas tra romanzi e la colonna che tiene su El País. Anche quando Cercas scrive tutto quello che c’è da sapere sulla sua vita privata lui non reagisce. Trueba è fatto così. È talmente colto e razionale che sublima. Ha detto che in fondo lui l’ha conosciuto Viggo ed è davvero simpatico e un bell’uomo. Ecco.
Per cui se il romanzo a volte è un po’ piatto e senza nerbo: ora capite.
Però David è una persona stupenda, sappiatelo. Simpatico, alla mano. Sono io che sono milanese e non sopporto quelli che camminano facendo un passo ogni 2 minuti.

[Vizmo · Rating 3 out of 5]

Me cae muy bien David Trueba desde que pasé por Saber perder (hace años) y Cuatro amigos (hace muchos años), y procuro prestarle atención cuando saca libro, para abrirle la puerta y hacerle un hueco en la estantería, porque a algunos autores se les acoge en la familia.
Tierra de Campos recoge muchas emociones, en una narración muy fluida y con ciertos toques ya característicos de la firma, como el humor con que se acompañan algunas situaciones de la narración, sobre todo la escena de la visita al pueblo.
Sin embargo, aunque he tarareado algunas de las canciones citadas, he conocido a seres irrepetibles del estilo de Gus, he tenido amigos parecidos a Animal –el batería de Dani Mosca–, y me ha sacado unas cuantas sonrisas, alguna risa y hasta un par de carcajadas, el viaje durante el que transcurre el relato de nostalgias, éxitos y fracasos se me ha hecho un poco largo.
De todos modos, la descripción de los personajes mediante sus propias acciones, el hilo narrativo con un ritmo alegre pero no demasiado, y el secreto familiar que abre los ojos al lector le dejan a uno esperando en la ventana, para cuando toque el timbre de casa el siguiente libro, darle la bienvenida y que entre.
Lo recomiendo si eres un cuarentón o cuarentona que disfrutaste de la música en tu ciudad durante la adolescencia y primera madurez, o si no tienes prejuicios contra la España rural. Si los tienes, lee a Delibes. No lo recomiendo si las emociones no han influido en tus decisiones, si la música te resulta un entretenimiento inútil, o si la poesía te parece otra pérdida de tiempo incomprensible.

[Marisolera · Rating 4 out of 5]

Un viaje al pasado de manos de un cantante y escritor de canciones, Daniel, que repasa su vida el día en que lleva a su padre a enterrar al pueblo que le vio nacer. Un repaso que te suena si has nacido en el año 70, como él. Un montón de frases y párrafos de los que apropiarse, sobre los que reflexionar, de esos que te dejan un pinchazo en el corazón por su tristeza o te hacen reir a carcajadas.
El libro está estructurado en dos partes llamadas Cara A y Cara B. En la cara A nos cuenta su vida hasta llegar a Japón y la B el resto, aunque en ambas están mezcladas esas historias con la actual de su viaje en un coche fúnebre con el cadáver de su padre y un conductor ecuatoriano que le da charla, y la posterior recepción como hijo predilecto en un pueblo en el que apenas había pasado unos días en verano. La verdad es que la cara B se me hizo un poco cuesta arriba, aunque al ir mezclada con la historia de la llegada al pueblo y la recepción de las autoridades, puedes superar el repecho y acabar.

Los amigos, la familia, la música, la sociedad de los años ochenta, la vida sin móvil, todo eso que tanto nos suena a los de esa quinta te hacen sentirte reflejada. Un libro para para pensar, para reir y carcajearte.

[Lu con Menta · Rating 5 out of 5]

Qué enamorada estoy de este libro. Me ha fascinado.
Esperaba... no sé. Un canto sensible y profundo de amor de un padre a un hijo. Y qué va. Me he encontrado con una biografía tan real que no te acabas de creer que sea ficticia.
Me ha gustado como Daniel describe su vida sin florituras, hablando de sentimientos y de personas que te tocan y que te llegan, y te duele cuando alguno se va de su vida como si se fuera de la tuya (que en realidad se va, porque solo está en tu vida por ese personaje... en fin). Además la narrativa es súper original, de corrido, hablándole solo al lector y con una estructura no del todo lineal que te mantiene pegado al libro de principio a fin. Magnífico.
No sabía que Trueba tenía más libros, pero me los quiero leer todos.

[Patricia · Rating 2 out of 5]

David Trueba escribe bien, es gracioso y tiene un estilo propio. ¿Por qué le doy dos estrellas?, os preguntaréis. Pues bien, simple y llanamente, porque el personaje principal, Dani Mosca, no me termina de convencer. Me parece entre insufrible y poco creíble. Entended que 400 páginas de la vida y obra de alguien que te cae mal desde el principio pueden ser una tortura. Eso sin mencionar la ausencia de capítulos. Que se divida en dos partes (salvo por ese vago intento de subdividir la historia con frases en cursiva) lo hace especialmente cargante. Más que un libro, siento como si hubiera escuchado un audiolibro de mil horas en el que una voz incesante no me diera tregua. He acabado agotada.

[Cristina · Rating 2 out of 5]

Me ha gustado el libro, pero en general lo he encontrado bastante androcéntrico. Las mujeres y chicas pasan como meros seres bonitos alrededor del protagonista y el resto de personajes más importantes (todo hombres). Parece que están allí para rellenar el espacio, o incluso para molestar en algunos momentos.
La historia es interesante y está bien escrita, así que se disfruta al leerlo, pero es una historia en realidad trascendental.

[Patricia G. · Rating 5 out of 5]

Tal vez sea que "Cuatro amigos" dejó el listón muy alto, pero no lo disfruté tanto. OJO que también tiene frases para enmarcar y lecciones inolvidables para la vida, pero no sé, a mi no me gustó tanto como el otro. No obstante, se lee muy bien y os lo recomiendo a todos los seguidores de Trueba.

Relectura: enamorada de este libro. Lleno de frases de ingeniería literaria. Es un sí rotundo 🖤

[DrHolmes · Rating 2 out of 5]

Típica literatura adolescente de músicos y sus aventuras sexuales que nos gustaba leer a los que fuimos adolescentes en los 90. Si te quedaste en esa etapa, te gustará, si te gusta leer cosas inteligentes, maduras y bien escritas, no vale la pena el esfuerzo.

Una novela del montón, del montón de las novelas malas, inflada por la popularidad de su autor.

[Rubén Sarabia Jofre · Rating 4 out of 5]

Un inicio brillante para una historia divertida y llena de melancolía. Un buen libro para entretenerse.

[Susana Terciado · Rating 5 out of 5]

¿Sabéis esas madrugadas que hemos acabado en compañía de un buen amigo, a esas horas donde es más fácil sacar los secretos a flote y acabamos haciendo un repaso de los tiempos pasados? Pues algo así me ha parecido este libro... Una charla entre viejos amigos, el autor y nosotros, donde repasa su vida, sus comienzos en la música y sus éxitos y fracasos tanto personales como profesionales.
Está escrito con un lenguaje coloquial, de la calle, pero a la vez tiene frases y pensamientos bellísimos. Pasa con una facilidad asombrosa del humor a la tristeza, de la alegría a la melancolía, del pesimismo al optimismo pero todo ello con un punto canalla que me encanta.
Lo recomiendo totalmente. David Trueba ha sido todo un descubrimiento!!

[José Luis · Rating 2 out of 5]

No me ha gustado mucho, la verdad. No he logrado empatizar con el protagonista y lo he acabado a trancas y barrancas. No me ha interesado nada de lo relacionado con su historia musical, o sea, el grueso del libro, ni la historia con el padre, que podría haber sido algo atractiva si el personaje hubiera sido algo más simpático, ni su vida en general. Lo único que me ha parecido algo más atractivo han sido los personajes del pueblo, ya al final del libro. En fin, un fiasco, con lo que me gusta David Trueba (aunque he de confesar que otra de sus novelas, Saber perder, tampoco me entusiasmó demasiado).

[Tensy Gesteira estevez · Rating 5 out of 5]

Me ha enamorado la prosa de David Trueba. Un libro sobre la vida, sobre el pasado y sobre lo que dejamos atrás. Me ha apasionado.

Reseña completa aquí: https://lecturafilia.com/2017/11/21/t...

[Crismm · Rating 4 out of 5]

Se me ha hecho largo pero por falta de tiempo. Subrayaría cientos de párrafos de Trueba, con su permiso los hago míos. Un libro que te hace reír y también te pincha en el corazón. Creo que se ha convertido en uno de mis flechazos de 2017.

[Luis Román · Rating 5 out of 5]

Literatura.

[Luisseff · Rating 2 out of 5]

Me apasiona como escribe David Trueba, estoy de acuerdo en muchos de sus puntos de vista y me gusta lo bien que argumenta su forma de pensar. Le sigo en su columna de El País que publica cada martes y me había gustado mucho anteriormente su novela "Cuatro Amigos", pero en esta nueva novela, si bien empieza con muy buen arranque, poco a poco pierde gas e interés, y acaba siendo una novela amable pero nada mas. Lo peor la descripción de los habitantes de cualquier localidad y su forma de actuar con un famoso, ejercicio de kitsch patrio que si bien tiene cierta base real, acaba siendo una parodia que se queda con lo más básico de la gente que vive en pueblos. . En fin, que ni pena ni gloria.

[Marie · Rating 3 out of 5]

Dani Mosca es un Ted Mosby de 2017 que ve la vida pasar a su alrededor, con un sentido retorcido del amor, de la amistad y sin ningún atismo de ambición. Alguien a quién le ocurren decenas de cosas emocionantes pero carece de la capacidad de disfrutarlas. Arrastrado a cometer tanto el bien como el mal, sin sentir nunca nada parecido a un sentido de la responsabilidad u orgullo personal alguno.
Una historia cuyas páginas pasan con comodidad, sin pena ni gloria, que entre lo entretenido y el chiste eventual se dejan ir sin marcar huella.
Un "road book" cuyas primeras cincuenta páginas son la mejor parte aunque pudieran parecer la promesa de una historia más intensa.

[Toñi · Rating 5 out of 5]

Me ha sorprendido muy gratamente este libro. Aunque pertenece al género de ficción, por momentos sentía que estaba leyendo una autobiografía muy bien conseguida. La mezcla de melancolía con humor e ironía, los saltos temporales bien hilados que daban movimiento a la historia y los personajes tan diferentes pero muy cercanos, me han atrapado desde el primer momento. Es un libro del que extraer muchas reflexiones, muy recomendado.

[Pablo Paz · Rating 5 out of 5]

ufff...este libro... una joya

[Malongolo]

Muy bueno.

[Naviru Shorno · Rating 5 out of 5]

La novela «Tierra de campos», obra del renombrado autor David Trueba, irrumpió en el panorama literario en 2017 con sus 408 páginas de ficción contemporánea. La trama se desarrolla en torno a Dani Mosca, un destacado artista nacional que emprende un viaje a la localidad de origen de su padre para enterrarlo por segunda vez, desencadenando así una profunda introspección sobre su vida.

Lo que distingue a esta obra es, sin duda, su prosa exquisita y meticulosamente elaborada. Trueba logra tejer una narrativa rica en matices, donde el fino humor permea cada página y los ingeniosos chistes salen a relucir en los momentos más inesperados, añadiendo un toque de frescura y ligereza a la trama.

Es cierto que la trama podría considerarse secundaria en comparación con la forma en que se cuenta la historia. La novela está impregnada de profundas reflexiones sobre el arte del amor y la amistad, ofreciendo al lector una mirada introspectiva sobre estos temas universales. Pero lo que verdaderamente eleva esta obra son sus personajes, desde los principales hasta los secundarios, todos ellos están magistralmente delineados con una delicadeza sobresaliente, lo que permite al lector sumergirse por completo en sus vidas y emociones.

En conclusión, «Tierra de campos» es una lectura imprescindible para aquellos que aprecian tanto la música como la literatura, especialmente aquellos que buscan una prosa excelente.

[Mon · Rating 4 out of 5]

Voy a empezar con lo que me gustó: La prosa es AAAAHHH. Como me gustan, de esas prosas que yo leo y suelto un UFFF. GUS. GUS. GUS. El personaje de Gus fue de lejos el que más me gustó. Animal me hacía reír mucho. Oliva, yo siento que de todas, was THE girl. Kei(ko) era una reina y merecía mucho mejor y, según yo, al final lo tuvo. Toooooda la relación de Dani con su padre fue A LOT, fue de lo que más me atrapó del libro. Cómo se puede querer y odiar tanto a un familiar, con el constante desprecio por su vida laboral y sus decisiones. La enfermedad de la mamá también me golpeó mucho y cómo empezó con que se le olvidó dejarle un beso de las buenas noches. DESGARRADOR.

De lo que no me gustó tanto, aunque supongo que es una elección del escritor, es no tener separación de diálogo, que hacía que a veces fuera algo pesada la lectura. Y jfc, Dani era más mujeriego de lo que llegué a pensar empezando el libro. Pereza. Me recontramega cabreó que Dani le puso mil veces los cachos a Oliva pero cuando Oliva se enamoró de Fran, que, ok, era el amigo y tal... entonces él fue quien quedó ofendido? Uff.

Pero bueno, con todo y todo, la verdad es que siento que las 4 estrellas son los que se merece el libro. Hasta las estrellas y más allá, mi Gus.

[Marta Hernández · Rating 5 out of 5]

Gracias Inés por esta maravillosa recomendación.
Lo he disfrutado de principio a fin, con lágrimas y risas incluidas. La vida más superflua, las dudas más profundas, todo está en este libro.
¿Dónde quedan las raíces del pueblo español? ¿Merecen la pena recordarlas y regarlas?
El arte, la música, la belleza son temas que trata con frescura antigua, así como la relación padre-hijo, la amistad y el amor.
Un libro que es un vinilo para reproducir en tardes calurosas de verano, en momentos de soledad o en días lluviosos bajo las sábanas.