Una chica que trabaja como camarera en Los Ángeles conoce a un concursante de un reality televisivo e inicia con él una relación que su hermana vigila por Skype desde la distancia; un abuelo se preocupa por su nieta en los tumultuosos años setenta, en los que la gente se marcha o desaparece; un hijo observa a su madre ya mayor, que ronca frente al televisor, y piensa en el futuro; un niño que ha perdido dos dedos por el ataque de unas pirañas se pelea con su hermana; dos hermanas afrontan la muerte de la tercera; una paciente establece una peculiar relación con su médico en la que los papeles acaban invirtiéndose; dos niños juegan con la sirvienta en la oscuridad; la relación de una criada con su señora cambia después de que esta última se intente suicidar; un padre viudo mantiene una complicada convivencia con su hija; una mujer se reencuentra con una pareja amiga que llevaba años buscando sin éxito tener hijos y descubre que por fin lo han conseguido, aunque de un modo muy peculiar.
Diez relatos sobre la institución familiar, los deseos soterrados, el odio y el miedo, los impulsos innombrables, la violencia larvada, la amenaza latente. Diez relatos en los que lo inquietante se infiltra de un modo casi imperceptible en lo cotidiano. Pero, más allá de las historias que se cuentan, destaca el modo en que la autora, con un pulso impecable y contenido, indaga sin contemplaciones ni medias tintas en las tensiones familiares, las relaciones de clase, la infancia... Este libro sutil, matizado, deslumbrante confirma que Vera Giaconi es un nombre a retener, y mucho más que una promesa.
Vera Giaconi nació en 1974 en Montevideo, Uruguay, pero ha vivido toda su vida en Buenos Aires. Trabaja como editora, correctora y redactora freelance para diversas revistas y editoriales.
Racconti rioplatensi, autrice uruguyana e porteña, ambientati in Argentina, a Buenos Aires: interpretano i legami di amore e odio tra persone che non si sono scelte, ma si sono trovate a condividere una relazione di parentela. I personaggi sono animati da istinti, impulsi e desideri che possiedono una forza oscura, un segreto dentro a un altro segreto, una intimità negativa che porta alla luce ciò che resta non detto, inesplorato, inospitale, scomodo. Le nostre fragilità e i nostri compromessi spesso hanno una loro bellezza, eppure si nutrono di crudeltà e pericolosità, di una inquietante spinta a dominare, a mettere la nostra felicità al di sopra di tutto, come recita in esergo liricamente Clarice Lispector. Due sorelle vogliono eliminarsi l'un l'altra dal gioco della vita; un nonno muore di dolore per la perdita della nipote per motivi politici, un figlio pesa il proprio amore filiale per la madre in termini di capitale affettivo, genitori e bambini litigano privandosi di qualcosa di corporeo, un lutto segna chi resta in modo indelebile, medico e paziente si scambiano i ruoli nella malattia, le solitudini dei bambini celano innominabili paure, padri e figlie devono superare l'incomunicabilità della sofferenza; infine, amicizie magiche sono segnate da maledizioni, desideri morbosi e strani eventi. Tutto questo, in pagine piene di energia, costruite con uno stile fresco ma profondo, con una viva immagine di sentimenti e volontà. Ogni cosa è determinata daile intenzioni disorganizzate di un caso meschino e capriccioso. Ciò che manca segna il corpo di chi vive; a volte sia una persona amata, o l'odio invisibile che divora la carne innocente e rende più prossima la degradazione, il lato oscuro del quotidiano a consumare e alterare l'immateriale. La voce di Vera Giaconi si dimostra insistente, incisiva: non smette di dare spazio all'esistenza dell'altro, indissolubile da noi. C'è qualcosa o qualcuno che minaccia l'individuo in queste storie: è il pensiero del male a insinuarsi nelle coscienze, a contagiarne le zone vitali e annientare le inclinazioni che sono fonte di passione.
Piccola pregevole raccolta di racconti di rapporti familiari o affettivi, dove l'affetto tra le persone, anche quando è sincero, è sempre velato da un disagio, un qualcosa che va storto, che non è puro come sempre. Il senso di malessere del lettore cresce da un racconto all'altro, fino a culminare con l'ultimo, il più lungo e il più disturbante di tutti. La scrittura è semplice, diretta, non si perde in fronzoli ed è esattamente come piace a me. Un libro comprato quasi per caso, fidandomi di un passaparola e facendo benissimo.
che alcune persone ci siano particolarmente care non ci esime dalla meschinità, dall’invidia e dalla perfidia nei loro confronti. ce ne rendiamo conto, ce ne vergogniamo, per cinque nanosecondi o per cinque quinquenni, e tiriamo più o meno dritto. lo straordinario di questi racconti è il non detto, che regge e governa le vicende dei personaggi: come la tigre di bestiario, che non si vede ma c’è, eccome se c’è.
Seres queridos es una antología de diez cuentos en la que el foco apunta a las relaciones, que en estos textos se presentan tormentosas, que se establecen entre personas allegadas, no necesariamente familiares pero sí cuyos vínculos tienen a ser afectivos. Hermanas, padres e hijas, médico y paciente, empleada y patrona.
Lo inquietante, además, siempre se entrelaza con lo cotidiano, generando un efecto de extrañamiento hacia lo rutinario. Lo que hacemos todos los días se vuelve extraño, ajeno, distante, por el solo hecho de ponerlo en palabras, de analizarlo desde otro punto de vista. Aquí Vera Giaconi hace un trabajo interesante, porque a través de un estilo sencillo y directo, logra mantener un pulso constante que se mantiene a lo largo de todos los relatos y permite que las historias fluyan naturalmente. Sin embargo, también es cierto que no todos los cuentos tienen la misma potencia narrativa: algunos carecen de fuerza, de remate.
Desde mi perspectiva, hay textos que no llegan a desarrollar un problema, un nudo, y el cuento queda en eso, en algo que podría haber sido. Si bien son todos buenos, porque están muy bien escritos y tienen temáticas interesantes, varios de ellos se quedan a medio camino. Se estancan ahí, justo en el medio que jamás le permitiría al texto ser malo pero tampoco le alcanza para ser sobresaliente. El último cuento, no obstante, no es solo el más largo y el más potente, sino que es definitivamente el mejor. Es en el que yo encontré un desarrollo mucho mayor en la trama, que va aumentando en intensidad hasta llegar a un final muy bueno, que redondea la historia a la perfección. Otros, en cambio, están narrando algo y, de pronto, terminan, sin profundizar en las temáticas más importantes que el relato venía proponiendo.
I tipi di SUR a BookPride me l’avevano presentato così bene che me l’ero intascato senza pensarci troppo. Finali aperti, prosa asciutta, stati d’ansia assortiti che mi hanno pensare a Cortázar. Forse nessun racconto davvero perfetto o indimenticabile, ma ci sono vari momenti su cui fermarsi a pensare. [70/100]
Leggete Persone care se amate la letteratura sudamericana o vorreste conoscerla di più, se vi piacciono i racconti che finiscono male o chissà se finiscono davvero, se anche voi riuscite a mandar giù la realtà solo con un pizzico di fantastico qua e là.
Definitivamente, una autora para tener en cuenta. Este es su segundo libro publicado, diez cuentos que tienen en común narrar historias cotidianas de vínculos que comparten un lazo sanguíneo o no, hermanas/os, madre e hijo, amistades, parejas, médico y paciente, pero que al fin y al cabo, relaciones que terminan por dejar en evidencia los pensamientos más oscuros del ser humano. "Tasador", narra la relación de un hijo con su madre avejentada, que siempre que la va a visitar se pone un reloj carísimo que su madre le regaló pero que odia, mientras la ve deteriorarse cada vez más y se pregunta cuánto tiempo más le llevará hacerse cargo de ella.
"No importa que sólo lo use cuando la visita, porque incluso cuando vuelve a su casa y lo guarda en un doble fondo de su placard, el reloj es como una alarma siempre encendida. Algo caro pero vulgar, algo que le pertenece pero que no puede sacarse de encima, algo que detesta y con lo que no sabe qué hacer."
"Los restos", en el que dos hermanas preparan la casa para el funeral de su hermana menor, y una de ellas encuentra el vestido de novia de la difunta y decide probárselo; "Limbo", la relación de una paciente sin diagnóstico con su médico, que se ve trastocada cuando el médico es el que se enferma y se deteriora. Para mí de los mejores. Muchos discuten los finales, pero el gran giro de un buen cuento no siempre está en sus finales, no hay porque aclararlo todo, dejarlo todo dicho. El foco está en lo que no vemos, o preferimos no mirar. Y creo que ahí está la mejor carta que juega Giaconi, en cada uno de los diez cuentos sabe incluir a un personaje que muestra el pliegue de sus pensamientos más recónditos y todos tienen un denominador común: la pérdida, la falta, la carencia de un ser querido. Las historias te envuelven y te hacen pensar que cualquiera de esos personajes, puedes ser tú misma, te inquietan, te perturban, siempre con un trasfondo desolador.
Dieci racconti che parlano di relazioni: famiglia, amici, coppie… Dieci racconti scomodi, fastidiosi, a volte inquietanti. Con una scrittura semplice e tagliente Vera Giaconi mostra dei rapporti tra persone che si vogliono bene, ma provano allo stesso tempo tanti altri sentimenti più complessi, a volte poco nobili, meschini. C’è l’Argentina di oggi, quella della “ordinaria” quotidianità, ma ci sono anche racconti sull’Argentina degli ultimi anni settanta, con i “desaparecidos” che non vengono mai menzionati con questo nome, perché sono padri, madri, nipoti… insomma, “seres queridos”. In Italia questa raccolta si trova nelle edizioni Sur: Persone care.
Me parece todo un mérito lo genuino que resulta todo: los personajes, las historias, los narradores. Lo que sí es que, de los 10 cuentos que son, algunos dejan queriendo más, pero como al tercero entendí que no era un defecto.
No lo voy a negar, entré aquí con muchas expectativas. Y ha sido lo que esperaba y más. Probablemente hay aquí algunos de los cuentos más interesantes que he leído.
Diez relatos sobre las relaciones familiares. Hermanos, padres, madres, hijos, parejas, abuelos. Relaciones sanguíneas y fantasiosas, porque hay varias cosas que pueden conformar una familia.
Llegué a Vera Giaconi (Uruguay, 1974) a través de Samanta Schweblin. Hay un placer especial en llegar a nuevas autoras favoritas a través de autoras favoritas.
Este recopilatorio de relatos se publicó en 2017 y me encanta la apuesta del título. “Seres queridos”, es esa expresión vacía, casi protocolaria, que usamos de forma automática, desprovista de emoción. Y eso que lleva la palabra querer. Pero aquí Giaconi transforma ese querer ceremonioso, en sentimientos más humanos, más penosos. Es como la cara B del querer.
En esta época donde idealizamos sin límite nuestras relaciones, donde lo tóxico en los demás ganó la batalla compleja del entendimiento de cómo nos vinculamos; creo que el punto de partida de Vera en estos relatos es más que interesante. Cada cuento te va iluminando más en lo poco ideales que somos. Personajes cotidianos en situaciones cotidianas, cuyas motivaciones funcionan como exploraciones de nuestros propios agujeros negros.
L'ho subito iniziato a leggere ed in pochissimo tempo ho terminato tutti e dieci i racconti che compongono questo volume. Questo è uno di quegli esempi di racconti che mi fa venire voglia di approfondire il genere e non demordere quando incontro altre raccolte che invece non mi piacciono. Non saprei scegliere un racconto tra tutti che mi sia piaciuto di più perché ciascuno di essi ha una caratteristica unica che ho apprezzato. Vera Giaconi, autrice uruguayana che vive a Buenos Aires, racconta in poco più di 150 pagine i turbamenti quotidiani delle persone e delle relazioni tra esse. I suoi racconti sono storie di famiglie, di sentimenti, di violenza repressa, di ansie e di paure. Essi sono tutti legati tra loro da un sottile filo di inquietudine che prende il lettore alla gola, che lo porta ad interrogarsi su se stesso perché i personaggi che incontriamo sono reali, concreti e palpabili. Per alcuni aspetti questi racconti mi hanno ricordato Carver con "Cattedrale", ovvero il tentativo di catturare delle "istantanee". Ma se Carver lo fa solo per fermare un momento della vita che sta per portare a qualcosa (anche positivo), la Giaconi invece ci mette il lato più oscuro, ferma un momento e ti dice "guarda: dietro di esso ci sono tante ombre". La traduzione impeccabile fa sì che questo volume sia un gioiello non solo da un punto di vista contenutistico ma anche stilistico. Vera Giaconi scrive bene e Giulia Zavagna sa valorizzare al massimo la sua penna. Insomma, un 2019 iniziato bene e che mi rende ancora più curiosa riguardo alle prossime uscite SUR! *****/5
Nos últimos tempos, tenho pensado muito sobre literatura e as coisas que mais me encantam em um livro. Acho que encontrei pistas importantes nesta coletânea de contos da Vera Giaconi. “Entes queridos” é uma obra que trata sobre a intimidade nas relações entre familiares e amigos, mas é, sobretudo, um exercício de cumplicidade: nenhum dos contos que aqui estão se revela apenas das palavras escritas, é preciso um leitor ativo, construtor, que esteja disposto a completar os silêncios deixados pela autora para poder apreciar a obra completa. A maioria dos textos não tem grandes eventos, reviravoltas ou finais surpreendentes Mas o que é mais interessante é que todos eles ressoam. E como ressoam! A partir desse olhar cúmplice, sentimos a força dos temas discutidos e nos sentimos participantes dos diferentes enredos tratados no livro, todos eles próximos da nossa realidade cotidiana (ou quase, há umas... surpresinhas por aí também). Para aqueles que dizem que querem ler contos e não sabem por onde começar, esta obra premiada é uma boa dica. . “Agora sim começamos a pagar”.
Coletânea um pouco díspar. Os dois primeiros contos são razoáveis, mas nada de especial. Os seguintes são bastante melhores, mas longe de serem geniais. O penúltimo é fraco, o último péssimo. Sinceramente, não consigo gostar muito da dita literatura sul-americana à la urugaio-argentino. It scratches, but doesn't dig. A tradução é competente, mas precisava de uns acertos. Tem pelo menos o dom de não florear a prosa original, como fazem amiúde em Portugal.
Quanto possono ferirci le persone che ci sono più care? Vera Giaconi esplora questa domanda attraverso dieci racconti impeccabili, in cui l’inquietudine si insinua tra le relazioni familiari nell’Argentina degli anni Settanta. Sono storie crude, scomode, pervase da una tensione costante, in cui la percezione dell’altro – e quindi di sé – viene ribaltata, oppure l’incomunicabilità diventa troppo opprimente, portando il protagonista a chiudersi in se stesso. A segnare un punto di svolta nella raccolta è "Al buio", non solo per la sua collocazione centrale, ma per il modo in cui cambia la prospettiva del lettore. Se nei racconti precedenti le ferite portano i protagonisti a chiudersi nelle proprie fortezze, successivamente quelli che possono essere individuati come squarci nella normalità non sono più solo punti di rottura, ma anche di trasformazione. La luce, dal buio, diventa una figura chiave: un simbolo di consapevolezza, di apertura verso sé stessi e di una nuova possibilità di empatia verso quei legami di sangue che non abbiamo scelto.
Dieci racconti. Dieci rapporti con le persone care. Vera Giaconi indaga i sentimenti contrastanti che legano tra loro le persone indagando a fondo nelle dinamiche che si instaurano in ogni rapporto umano, oltre alle apparenze e a quello che il mondo che ci circonda si aspetta da tali rapporti. Ne vengono fuori dei racconti molto inquietanti ma allo stesso tempo, con dei toni che io ho precepito come pacati e distanti: la chiusa finale, che è quasi sempre azzaccatissima, mi ha lasciato con un senso di profondo turbamento e irrequietezza. Forse perché in fondo, in tutti i rapporti che apparentemente descriviamo come perfetti e idilliaci, tutti vediamo parte di quello che Vera Giaconi porta a galla?
Solo tre stelle (ma sono sicuramente tre e mezza) e non quattro, perché ho trovato l'ultimo racconto meno nelle mie corde e in linea con gli altri presenti nella raccolta.
Vera Giaconi logra exponer en Seres queridos el lado "B" de las relaciones entre personas cercanas.
Aborda con un realismo brutal los vínculos de familia, laborales, de amistad e incluso la relación médico-paciente. Giaconi los escudriña, exponiendo sus partes ocultas, sus verdades indecibles. De este modo, lleva al lector a preguntarse por la relación entre sentimientos puros como el amor, la admiración o el deseo y los silenciosos celos, la envidia y el egoísmo ¿Están tan lejos unos de los otros? ¿Los unos excluyen a los otros?
Destacan Survivor, excelente puerta de entrada a esta serie de cuentos; la crudeza de Dumas, muy efectiva a la hora de transmitir un sentimiento tan lejano para el lector joven como el amor de un abuelo por su nieta, siendo a su vez la muestra más descarnada del egoísmo como correlato del amor; Tasador con su efectiva descripción de la repulsión; y el último, Reunión, único en el cual lo fantástico hace su aparición.
Con personajes comunes dentro de entornos cotidianos logra crear tensión gracias a la forma en que revela detalle por detalle. Estos cuentos me recuerdan a Dubliners de James Joyce y a los de Raymond Carver porque parece que no sucede nada en ellos, pero si el lector los analiza, se puede dar cuenta de que en realidad se reflejaron muchos dilemas sociales: me fascina lo profundo que pueden ser unos cuentos tan cotidianos.
Alcuni dei racconti mi sono piaciuti molto (Survivor, Dumas, Beati), mentre altri non li ho capiti o mi sono fatta un'idea sbagliata rispetto a ciò che la narrazione andava poi a svelare (Stimatore, Al buio, Rincontro).
Estoy intentando leer algo más de cuentistas latinxs. Empecé con Vera Giaconi, que me agrada por lo reciente de su voz, aunque no logre llevar el libro a tan buen término. La mayoría de las historias se sienten efímeras, apenas perceptibles; siento que en ellas las palabras no son siempre las más atinadas. Tasador, en cambio, es un cuento casi impecable: todos los elementos de la historia contribuyen para construir una atmósfera en la que pesa más aquello que no se dice, pero se intuye. Aunque algunas tramas son interesantes, y Vera Giaconi es capaz de construirte una atmósfera sin mostrártelo del todo (casi emerge sin imaginarla, de pronto ya estás inmerso en la tensión), en cada cuento hay siempre un traspié.
Hace dos años tuve tres descubrimientos gigantes: Samanta Schweblin, Legna Rodríguez Iglesias y Mariana Enriquez. Sin duda, Vera Giaconi es ese descubrimiento para mí este año. Por un lado, qué refrescante será siempre para mí encontrarme con escritoras, pero más aún, con grandes cuentistas. En los cuentos de "Seres queridos" lo que leo es una precisión de la mirada narrativa para encontrar el instante, para llegar tarde y retirarse temprano, de manera que el relato está lleno de posibilidades para el lector. Giaconi logra una perspectiva universal y su escritura es tan prolija, tan certera, que lo único que tengo es ganas de leerla más y más.
Este libro encaja perfecto en la frase "no juzgues un libro por su portada". Su descripción en el dorso y su horrible portada no le hacen justicia a la genialidad que se encuentra en su interior.
Diez relatos breves, con una narrativa sencilla, fluída y directa. Algunos logran elevar la tensión a niveles magníficos y otros simplemente son muy buenos.
He visto críticas de lectores que esperan "un final". En mi caso, no sentí que ningún relato se sienta inconcluso. En todo caso, lo importante sucedía en el desarrollo del cuento.
Es increíble como no hay ningún cuento que baje del 4 en este libro. Todos ondulan entres 4 y 5, los diez relatos muestran una sensibilidad creadora impresionante y dejan ganas de más Giaconi. Un libro hermoso y merecedor de muchas ovaciones.
Particolare, a tratti surreale (come l’ultimo racconto) . Spesso i racconti ti lasciamo con un grande punto di domanda ma che ti porta inevitabilmente a dare la risposta che appartiene solo a te. Bello