Un pasquín que hará las delicias de los amantes de lo acojonantemente majareta que resulta la realidad política de todos los tiempos. Si aquí nos creemos en la cumbre de lo top de lo más alto en cuanto a personajes de bizarrismo maléfico, debemos dejar un lugar en el podio para Licio Gelli, habitante de Villa Wanda y gran maestre de la logia Propaganda Dos. Promotor de golpes de estado, terrorismo internacional, mafia, tráfico de armas y drogas, financiación ilegal de partidos, dinerete mangarrán, extorsiones y asesinatos, qué digo asesinatos, matanzas. De forma amena y sencilla se adentra en la historia de la segunda mitad del siglo XX, y hará que se le dilaten las pupilas y se te contraiga el yeyuno, al conocer con testimonios de primera mano, quién y cómo corta el bacalao. Del género periodístico desasosegante que de puro alucinante, aterriza en el humorismo
Una serie de artículos amenos y con mala leche sobre Licio Gelli, la Propaganda Due y demás historias alucinantes de Italia en los 60 y 70. Conspiraciones y grupos secretos de verdad, de los que dan miedo, y no las milongas esas que cuenta Iker Jiménez.
Qué cosa más loca de libro. Masones fascistas, mafiosos (entre ellos Berlusconi) y las Brigadas Rojas. Todo mezclado y revuelto en lo que fue la Italia de los años 60, 70 y 80. Una pasada de edición y de maquetación, casi como si fuera un folletín situacionista o un pasquín incendiario. El libro está escrito muy guay, tratando temas oscuros como la operación Gladio, asesinatos en plan cloacas del Estado y terrorismo de ultraderecha, con un humor finísimo que sobre todo se deja ver en los textos de los pies de foto. El principio, en primera persona, es una pasada.
Lo he disfrutado muchísimo. Totalmente obnubilado por el Fraile Metralleta y por el señor Feltrinelli, editor importantísimo y terrorista, todo a partes iguales.
Me ha parecido un poco desastre. Da la impresión de que el autor ha decidido encuadernar y editar la documentación previa al desarrollo de una novela en bruto, sin tratamiento. El hilo conductor entre todas las historias de la novela no es muy consistente, cuando existe (dando por sentado que quiere ser la logia P2). Se necesita bastante contexto histórico de la Italia del siglo XX para no perderse en la historia
Comencé este libro en navidades. Empecé a devorarlo pero tuve que parar por miedo a acabármelo muy pronto. Quería llevármelo conmigo a Montevideo, quería tener un amplio horizonte de días por delante, sin el estress que supone tener que hacer maletas para un largo viaje. Este libro, su edición por supuesto, me encandiló desde el principio, el papel, la tipografía, las fotografías, el bitono verde. Es un libro muy bien escrito. Es cierto que en algunos temas me hubiera gustado que el libro profundizara más por que son excesivamente interesantes. Como es el tema de la banca Vaticana y de Enmanuela Orlandi (¿Quizás un libro sobre las oscuridades papales a lo largo de la historia, señor Bravo?). Os gustará a los que ameis Italia. En mi caso particular sólo se me venía a la mente, una y otra vez, el Giusseppe Bergman y H.P. de Milo Manara. Como en aquellas primeras hojas hacia la aventura se exponía de manera sucinta la contraposición de una sociedad italiana entre la anarquía y el socialismo, la lucha obrera, frente al estado recio y duro de los más derechones, señores calvos, con gafas grandes y cuadradas, con traje y corbata. Lo dicho, Villa Wanda es una delicia.
3,5⭐️ Un librito trepidante, ameno y divulgativo sobre la historia sociopolítica italiana después de la Segunda Guerra Mundial. Hay masones, mafias, atentados, corrupción, secuestros... Me parece idear para leértelo en un bar, tiene un tono folletinesco que engancha y una ironía y uso de la mala uva que es honestamente divertido. Solo los pies de foto ya son una fiesta. Lo que no termino de encontrar es un hilo conductor, me parece una recopilación de pequeños estudios de personajes y escenas compilados en formato libro, con un par de entrevistas (que matizan en gran medida ciertas exageraciones del autor) y una relación de personajes final cuya pertinencia no termino de entender. En cualquier caso es un libro divertidísimo que ofrece una visión contundente de que la democracia es poco más que ilusioria (mucho menos en Italia) y de que Estados Unidos, amén de Rusia, es probablemente el estado más mezquino, criminal e instigador de la violencia de la historia reciente. Gracias por vendérmelo tan bien en aquella feria de cómics, Eduardo, en el libro hay exactamente lo que me dijiste que encontraría en él.
Un libro corto, compuesto de escuetas y directas crónicas de un tiempo y un país, la Italia post WW2, que nos ayuda a conocer y comprender la importancia del poder y su uso en el devenir de la historia. Si Villa Wanda fuera relato de ficción, se le podría elogiar al autor la imaginación de crear una telaraña tan rebuscada y a tantos niveles de personajes sobre los que descansa la (negra) historia contemporánea de Italia. Sin embargo, es un libro de no ficción y, a pesar de todos los cabos que deja sin atar (irremediablemente al tratar de las alcantarillas del estado), la sensación al acabar de leerlo es una mezcla de frustración, resquemor y temor. Que la vida humana sea sacrificable en aras del poder no es algo que debiera sorprendernos a estas alturas, pero la exposición tan clara, bien escrita y, a ratos, mordaz que nos da Villa Wanda de algo que ha ocurrido tan cerca y hace tan poco deja su marca (8.5/10).
Libro que relata una serie de hechos históricos poco conocidos ocurridos en la Italia de la segunda mitad del siglo XX. Escrito con mucho humor, a pesar de tratar temas muy sórdidos. Al estar compuesto de episodios sueltos, resulta un tanto deslabazado en lo narrativo, pero igualmente me resultó interesante.
La verdad, para un desinformado como yo, la lectura de este ensayo abre grandes dudas sobre la veracidad de los hechos más recientes y da que pensar que estamos realmente controlados por unos pocos, y que democracia, poca. En cierto sentido, Villa Wanda me ha traído al recuerdo el...more