Valeria Santaclara necesita reunir la fuerza necesaria para abrir un sobre cerrado que está en su poder desde hace años y en cuyo exterior alguien ha escrito «El perdón». Para ello, y no por casualidad, acude a la consulta de la psicóloga Laia Vallverdú, quien a través de las sesiones de terapia la ayudará a recomponer el puzle de su existencia desde la infancia acomodada en el Gijón burgués de finales de los años 20, la relación conflictiva con su hermana, las circunstancias históricas de un tiempo convulso, y la culpa que vive en el fondo de su ser y cuya naturaleza última no es capaz de confesarse.
La noche que no paró de llover explora desde una triple vertiente los mecanismos del mal: el infligido de forma deliberada, el que jamás imaginaríamos haber causado y el que creímos ocasionar y que no fue tal. A través de la historia de Valeria Santaclara y de las vidas que se cruzan en ella, se van trenzando los destinos de todos los personajes, con el poder de la palabra como elemento redentor, y con la ciudad de Gijón como telón de fondo. Una novela sobre el mal, la culpa y la redención, y sus efectos sobre la vida de unos personajes náufragos en su propia memoria, en el marco histórico de los últimos cien años.
Laura Castañón nació en Revallines en el año 1961. Pasaría toda su infancia y juventud, hasta los 20 años, en esta localidad limítrofe entre el concejo de Mieres y el de Aller. Más tarde se trasladaría a Gijón, donde reside actualmente.
Desde mediados de los años ochenta se dedica a la enseñanza en talleres de creación literaria, siendo una de las pioneras en este ámbito en Asturias. Principalmente imparte talleres relacionados con la escritura y literatura, aunque también ha realizado talleres vinculados con la comunicación.
Relacionado con la comunicación, también ha trabajado tanto en radio como en prensa y televisión. A su vez, trabajó como jefa de prensa en diversos festivales como la Semana Negra de Gijón.
Junto a todo esto, ha sido también correctora de textos, lectora de obras originales y ha publicado artículos, poemas y relatos, entre los que se incluye un libro para niños cuando su hija era pequeña. Además trabajó como Relaciones Externas par una importante empresa, donde se encargaba de la programación y organización de diversas actividades culturales.
Debido a la aparición de la fibromialgia se vio obligada a prescindir de su trabajo y de su dinámica participación en la vida cultural de la ciudad. Pero esto le proporcionó tiempo para, tras tanto tiempo trabajando en creaciones ajenas, planear y escribir una novela.
Su primera obra, “Dejar las cosas en sus días”, fue publicada en el año 2013, forma parte de una trilogía de la que acaba de ver la luz su segundo libro “La noche que no paró de llover”.
Es madre de dos hijos, siendo Sofía Castañón (Diputada de las Cortes Generales y Secretaria de feminismos interseccional y LGTBI de Podemos) una de ellos, además de abuela de un nieto.
Historia que conmueve, que hace vibrar, que enseña a ver el pasado como parte de un presente y un futuro y te muestra, que los secretos más terribles son los que no nos atrevemos a confesarnos a nosotros mismos.
“No pronunciar en voz alta los miedos es privarlos de carta de naturaleza. Lo que no se menciona no existe” “Tienes que aprender a ser feliz, Valeria, no pierdas el tiempo enrocándote en las contrariedades, cuando se cierra una puerta, con el golpe, se abren ventanas, pero si estás mirando con rencor la puerta cerrada, jamás las verás”.
Valeria Santaclara, una mujer mayor, lleva 18 años postergando la lectura de una carta que le dejó su difunta hermana, para ello decide ir a consulta con la recién llegada psicóloga Laia. ¿Qué es a lo que teme Valeria? ¿Cuáles son sus temores? ¿Qué es eso con lo que no quiere lidiar?
Un libro bien escrito, con sus momentos emotivos, que nos habla de temas universales como la culpa, de la maternidad, la muerte, el pasado, el amor. Yo lo disfruté mucho.
A través de un preciosa forma de escribir, Laura Castañón nos cuenta la vida de cuatro mujeres que representan una variedad de situaciones de nuestra sociedad actual. Y en la que se tocan temas como el amor, el miedo, el mal o la forma de liberarnos de aquello que nos atormenta. Además hace un homenaje a su tierra, a Gijón y a las historias pasadas de la Guerra Civil que se ocultan en su cotidianidad.
Llevaba parte del año buscando un libro que me enganchara y me incitara a seguir leyendo para descubrir qué ocurriría a continuación. Personalmente la historia me ha transmitido mucho porque conozco muy bien los escenarios en los que se desarrolla (está ambientada en Gijón, Asturias).
El relato se va dividiendo en partes contadas por tres protagonistas diferentes y las historias están entrelazadas. A mí me sobraron los capítulos de Felicidad, la relación entre las historias estaba bien hilada pero se quedó un poco coja al final, me dio la sensación de que apuntaba en una dirección que no llegó a desarrollarse del todo y finalmente se "cerró" con una situación que era bastante esperable.
Me hubiera gustado también una redacción en la que aparecieron más palabras en asturiano, ya que hay mucho diálogo, pero eso ya es una opinión muy personal. En general me gustó bastante, es entretenido, tiene buen ritmo, fácil de leer... ¡Lo recomiendo!
Había leído muy buenas impresiones de este libro y no me ha decepcionado. Con una prosa sencilla, la autora nos va relatando la vida de 4 mujeres cuyas historias, por azares del destino o casualidades, se entremezclan. Bien escrito, con una trama bien desarrollada y unos personajes inolvidables y bien perfilados. Una novela que atrapa desde el principio y que no decepciona en ningún momento. Me ha gustado mucho como perfila a los personajes, sin ahorrarse detalles que puede hacer que odies a algún personaje. Y las historias de estas 4 mujeres también me ha gustado mucho, la autora sabe darle ese toque de realidad que hace creíble la historia. Muy recomendable.
Una verdadera joya. Una narrativa natural y amena para contar varias historias entrelazadas, con varios giros de tuerca y temas comunes elevados por medio de personajes complejos, humanos y hasta adorables.
Leí este libro con mucha ilusión luego de haberlo adquirido en la librería Hoja Blanca en Toledo, España, luego de pasar dos semanas por allá estudiando en la Fundación Ortega - Marañón y que la dependienta de la tienda me convenciera al decirme que "es buenísimo".
El breve resumen en la parte trasera del libro fue lo que sin duda me convenció, ya que como estudiante de psicología, todo el asunto de las sesiones de terapia a las que Valeria, personaje principal de esta historia, acude para tener el valor de poder abrir un sobre que tiene en su poder desde hace años, fue lo que me hizo esperar de esta historia algo más.
Fue interesante conocer detalles de la historia de España y de la provincia de Gijón, a veces tan difíciles de imaginar, al punto de que una que otra búsqueda en Google acerca de los paisajes de este lugar, me ayudaron a centrarme más en la historia. La lectura, algunas veces redactada en frases tan largas y párrafos interminables que luego parecían incapaces de retomar, me hace pensar que fueron estrategias de la escritora para darle voces a sus personajes. Ya que, como profesional que trabaja y desarrolla talleres literarios, según su biografía, me costaba seguirle el hilo a tanta palabrería de la autora que a veces, parecía innecesaria.
Sin embargo, el contraste de la redacción en los pasajes de Valeria, que es muy detallado, perfeccionista y pulcro, contrario a los pasajes interminables y graciosos de Emma, son evidencia de el arte gramático de Castañón. A su vez, fue agradable seguir las conversaciones de los personajes, con detalles tan característicos de los diálogos y frases que los españoles depositan en sus conversaciones, haciéndola entretenida y jocosa. Que en vez de leerlo, sientes que ellos te lo están contando.
Finalmente, esperaba más de la historia, porque siento que al final, un evento clave que podía darle un giro total a la narración, quedó como parte de la imaginación de la protagonista, quien luego te das cuenta, es una narradora poco fiable acerca de los sucesos de su vida e historia.
Me ha encantado, no solo porque transcurre en mi ciudad y es un gustazo leer sobre sitios que conoces de primera mano, por los que has pasado toda tu vida, sino también por la historia en sí. Todos los personajes son interesantes así como las cosas que tienen que contar.
Hoy os traemos la reseña de la segunda novela de la autora asturiana Laura Castañón, La noche que no paró de llover. Valeria Santaclara ya octogenaria y...
3.5... quizás 3.75? Siento q debí prestarle más atención, pero es que de verdad que se extendió más de lo que debió, lo que lo hizo bastante pesado para la mitad. Y eso que me gustó la historia, y la escritura es muy muy buena, en serio amé eso, pero es que estuvo largo de más!!! Sobre todo la historia de Feli, de que entiendo el porqué la autora tomó la decisión de ponerla, pero es que no era necesaria en nadaaaa (a lo mejor en el final, pero eso apenas), de q pudo no haber estado y daba igual, pudo cortar sus capítulos y habría dado lo mismo!!, lo cual no es bueno para un personaje con TANTOS capítulos... No c, pero creo que sí estuvieron muchas cosas de más. Igualmente las narraciones de Valeria... Muyyyy largas para tan "poca" historia. Que de hecho, y repito, me gustó bastante, pero es que, de nuevo, fue DEMASIADO, llegando al punto de ser, incluso, algo repetitivo. Ahoraaa, las lesbianas. Mis mamás, amé mucho su relación jsjsjsj, el cómo estuvo construida, se sentía todo muy real, las dudas, y los extractos del diario de Emma. Mis máximos. Aparte quedé muy encariñada con Laia. En cuanto al final FINAL. ptm ps quien sabe jajaja, de que no sé qué pensar, porque... En serio fueron "ilusiones" esas muertes? O quizás sí pasaron? Sobre todo creo que con el final de Valeria es un poco más incierto todo... En fin... resumen, me gustó bastante, pero es que creo q la extensión fue un gran error por parte de la Laura. Creo que como escritora, valía la pena aprender cuando es necesaria tanta labia (ojo que fue buena pero lo innecesario le quita bastantes puntos) y cuando no. En esta ocasión, y por el tipo de historia que quiso contar, creo que menos era más. Tal vez en otra vida sí le ponía 5 estrellas jsjsjs.
Pues me ha gustado mucho este libro, sin ser de esos que te dejan enganchado desde el principio. Las 3 historias hiladas entre si, cuentan mucho y te hacen ver distintas perspectivas de sus historias con un nexo común y un final que no te esperas
Llego a este libro por ser lectura recomendada de mi club, no se por qué, pero ni la portada ni el titulo me atraen; y aún así comienzo a leer. Son dos protagonistas: Laia y Emma, bueno y la perrita Frida, viven las tres juntas desde hace poco en un bonito y centrico piso de Gijón, regalo de la madre de Emma por aprobar la oposición para dirigir el programa de Salud Mental .- una ciudad, que no he visitado, pero en la que según todo el mundo no deja de llover.- Antes vivian en Madrid. Hace poco que Emma lleva un diario de casa y se explaya en los detalles de su relación, en como se conocieron, en sus gustos, en sus pequeñas cosas; por ejemplo, en la importancia que tiene para ella, el que Laia haya descubierto la verdad de su condición sexual. Ya que en un tiempo estuvo casada y luego salió con varias parejas masculinas hasta que por casualidad, conoció a Laia. Laia también es psicologa, antes tenía consulta en Moratalaz, pero acaba de alquilar a la madre de Emma un pequeño apartamento como consulta, y aún tiene pocos pacientes. Así que de momento se aburre y ve la tele, y lee, y echa de menos a Emma .-en fin, lo que hacemos todas en algún momento determinado de nuestra monotoma existencia. Pero un día por fin llega su primera paciente seria: Valeria Santaclara. Es una anciana muy pija y parece muy segura de sí misma, entra, lo mira todo, se sienta, pide un café, pero se mantiene en silencio. Justo cuando Laia va a a hablar se pone a llorar. Dice: Volveré el próximo día. Y vuelve muchos martes después de la peluquería. Es una viuda rica que vive desde hace tiempo en una residencia, tiene dos habitaciones y en una de ellas mucha ropa que no se pone. Por una casualidad, para hilar las historias, antes vivía donde Laia tiene montada la consulta; de ahí la emoción del primer día y el interés por visitar a la psicologa. Su “problema” es que necesita reunir la fuerza necesaria para abrir un sobre cerrado que está en su poder desde hace años y en cuyo exterior alguien ha escrito «El perdón». A través de las sesiones de terapia Laia la ayudará a recomponer el puzle de su existencia desde la infancia acomodada en el Gijón burgués de finales de los años 20, la relación conflictiva con su hermana, las circunstancias históricas de un tiempo convulso, y la culpa que vive en el fondo de su ser y cuya naturaleza última no es capaz de confesarse. Otro personaje a mencionar es Felicidad, ahora Feli, la limpiadora de la residencia donde vive Valeria. Quiere ser escritora, y se nutre de todas las historias que va encontrando en la residencia. Asiste un taller de escritura y allí ha conocido a un chico que le gusta mucho: Guille. Pero su existencia es muy triste, vive con su padre ya mayor… y apenas le apetece volver a casa por las tardes después del trabajo. Cada uno de los capítulos está dedicado a una de las mujeres protagonistas, personajes que están muy bien perfilados por la autora. A medida que avanza el relato comprendes más a las protagonistas, que al principio parece ser Emma con esa chacharra que no para ni en su cabeza, pero no deja de gustarme también Laia, su forma de ser, más recatada e incluso algo introvertida cuando le preocupa algo; tanto que incluso es capaz de plantearse dejar su relación. Qué le preocupa?… no llego a comprender si pasa después de varias sesiones con Valeria recordando lo mal que se sintió por no poder tener hijos o nace de antes la idea, el caso es que Laia quiere tener un hijo. Se lo comenta a Emma, que la conoce y encuentra muy rara, después de varios días y ésta, no demasiado convencida, nunca se vió en el papel de madre, pero como está locamente enamorada, cede y decide compartirlo con Laia. Y no quiero dejar de mencionar la descripción tan cariñosa que hace la autora de la ciudad y los paisajes desde la ventana del piso, ese mar de Gijón, ciudad donde viven. Es una novela que nos hace reflexionar sobre la culpa, los celos , la envidia. Sentimientos acrecentados por la terrible época en la que transcurre la vida de alguna de estas mujeres. Frases a tener en cuenta: “Una vida normal. Definición según Valeria. Una vida en los márgenes de lo esperable según que edad y condición… Frase de Valeria… porque si algo trajo de bueno la guerra fue que colocó las cosas en su lugar, que antes era todo un galimatías, los pobres querían ser ricos o por lo menos querían que los ricos no lo fueran, una sociedad igualitaria, decían, el comunismo, todos iguales. Como si eso fuera posible… “…La politica es el arte de complicar las cosas y terminar por hacer mal lo que podría hacerse bien…” Más opinión es en mr.ebook.eu

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Leí este libro como si fuera una segunda parte de "Todos los naufragios" y me encantó; un cierre final increíble para una de las historias que más me conmovió. Resulta que no era una segunda parte, ¡sino la primera! Siempre me quedará la duda de qué habrá pensado la persona que lo leyera en el orden correcto al leer los dos libros... Sin duda, sigo declarándome fan incondicional de Laura Castañón (aunque no tenga muy claro el orden de sus libros)
Me encantó la forma en la que cambiamos de foco al personaje para adentrarnos en ellos y al final poder sentir ese grado de emoción puesto que se nos presentaron los personajes individualmente sin comunicarse de manera directa con Valeria si no hasta después, en algunas ocasiones se me hizo tedioso el cambio que se daba pero aún así fue una lectura muy grata de leer 😁