Análisis de la realidad y los principales mitos sobre la América Latina principalmente los mitos indigenistas y marxistas sobre la región y las marcas que han dejado la destrucción y posterior idealización de las culturas indígenas nativas,la administración hispana y el desprecio por el trabajo, el latifundio, las repúblicas aéreas, el trauma de las guerras de emancipación, las ciudades parásitas, los clanes universitarios, el caudillismo y el militarismo.
Índice Prólogo (Jean-Francoise Revel) Introducción Española y no latina
1. Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario 2. Latinoamérica y los Estados Unidos 3. Héroes y traidores 4. Ariel y Calibán 5. Latinoamérica y el Marxismo 6. Latinoamérica y la Iglesia 7. Algunas verdades 8. Algunas verdades más 9. Las formas del poder político en América Latina (1) 10. Las formas del poder político en América Latina (2) 11. Las formas del poder político en América Latina (3)
Cáustico pero acertado en su crítica demoledora, más de 30 años después de publicado, la obra de Carlos Rangel sigue siendo una lectura obligatoria para entender la realidad latinoamericana.
Este libro cambio mi vida. Apoyado en solida evidencia historica, Rangel destruye los mitos del tercermundismo latinoamericano: que somos un continente "expoliado"; que nuestras debilidades institucionales se las debemos a explotadores, en vez de nosotros mismos; el militarismo; etc.
Aunque fue escrito a mediados del siglo pasado, los problemas de latinoamerica que describe Rangel siguen siendo vigentes. Lo recomiendo si les interesa la historia y la política latinoamericana.
A casi cuarenta años de su publicación ―aún existían la Unión Soviética y, consecuentemente, el Muro de Berlín―, pudiera intuirse que el libro habría perdido vigencia. No es así. De hecho, dado que estuvimos en aquello que estuvimos, estamos en lo que estamos, y en lo mismo continuaremos, pareciera que Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario jamás hubiese sido escrito o leído.
¿Es éste un libro voluntariamente olvidado como todo lo que por vergüenza no queremos recordar?
Lejos de fanatismos y arrebatos, correcta y escrupulosamente documentado, el autor deja a Latinoamérica sin excusas frente a la propia responsabilidad de su destino. Pero las verdades se nos hicieron aborrecibles y las mentiras, mágicas. Hubiésemos, los latinoamericanos, podido ser "nosotros y nuestras circunstancias", pero resultó extraordinariamente rentable ser apenas "nuestras circunstancias".
¡Todos los signos! ¡Todas las advertencias, las señales, los ejemplos, los aprendizajes en cabeza ajena que hemos tenido enfrente todos estos años! Terminar de leer este libro agrega un tono de resignada amargura ante la realidad que nos ha tocado -que me ha tocado- vivir en la Venezuela actual; nada se ha inventado, ni las ideas políticas han hecho algo para proponer salir del círculo vicioso de los complejos de inferioridad, de las reacciones sociales viscerales, de los autoengaños, de la vía cómoda del populismo, de las taras colectivas, de la comodidad del fracaso.
Podría parecer que 40 y tantos años después, alguna parte del contenido de este libro tendría que ser revisada, a la luz del discurrir de la política en Venezuela y Latinoamérica desde su publicación; no sé si la realidad ha rebatido algún planteamiento (por lo demás, Rangel prácticamente no propone: explica, muestra en potente radiografía, resume en precisos y duros capítulos), pero sí queda claro que los vicios del pensamiento colectivo, las ideas sobre las que nos justificamos como sociedad y los caminos trillados que una y otra vez nos hacen tropezar y volver a empezar están allí desde hace mucho: tanto, que los usamos y los recorremos y los justificamos como si estuviéramos pensando "a la libre", y no fuéramos en realidad presos de esas trampas del pensamiento, esas excusas colectivas, esos razonamientos acomodaticios.
Son reveladores los aspectos que se exponen sobre las principales ideas-rémora que nos aquejan, como el indigenismo que nos hace anhelar una falsa felicidad primigenia interrumplida por la conquista (siempre me hizo ruido cómo una sociedad hija de una mezcla tan completa podía intentar renegar de gran parte de esa mezcla); la enraizada cultura del extractivismo, la temporalidad y la falta de pertenencia; las insospechadas pero ineludibles consecuencias del esclavismo en la idea del trabajo; la desconexión de la realidad social con las ideas políticas, etéreas y exógenas a esa realidad; la influencia de las ideas marxistas -a menudo en interpretaciones ocasionales, interesadas, circunstanciales- en las formas políticas; las ¡eternas! nociones del imperialismo, el imperio, la explotación, la pobreza de unos como consecuencia de la riqueza de otros... tantas que no pueden resumirse sin hilarlas tan objetivamente como lo hace Rangel.
Otro aspecto muy iluminador y fruto de la exposición de las ideas expuestas y su saturación en nuestras sociedades es la que se refiere a las formas de poder en Latinoamérica: las ensayadas, las fracasadas, las exitosas, las arrastradas en el inconsciente colectivo, las más parecidas a las ideas autocomplacientes que nos arropan...
De nuevo, intentar proyectar en los siguientes años a la publicación de este libro -en nuestra realidad actual- la consecuencia lógica de esas ideas políticas queda de parte de cada quien. Solo algo es seguro: da para muchas acaloradas discusiones. Este libro tendría que estar en los pensum de liceos, universidades, en las listas de más vendidos... en la perenne discusión, a ver si en algún momento se rompe el círculo vicioso de las ideas dañinas, retrógradas, acomplejadas y acomodaticias que nos han traido a este presente.
Este libro es un análisis de la realidad de América Latina, enfocado en los mitos indigenistas y marxistas sobre la región y las marcas que han dejado la destrucción e idealización de las culturas indígenas nativas. Rangel apoya su pensar bajo la idea de una “América Española” y no Latina, que se ha visto transformada y que aborda a través de 11 capítulos titulados: “Del buen salvaje al buen revolucionario”, “Latinoamérica y los Estados Unidos”, “Héroes y traidores”, “Ariel y Calibán”, “Latinoamérica y el Marxismo”, “Latinoamérica y la iglesia”, “Algunas verdades”, “Algunas verdades más” y “Las formas de poder político en América Latina” (3), que desmienten los mitos del tercermundismo de nuestro continente y que concluye que nuestras debilidades tienen distintos causantes.
Así como “Las venas abiertas de América Latina”, este libro ha cambiado mi vida. A más de 30 años de su publicación, esta obra es una lectura obligatoria para entender nuestra realidad, que sigue reproduciendo los mismos fracasos, impotencias e ilusiones. Rangel nos compara con países desarrollados, bajo la premisa de “el que tenga ojos que vea, el que tenga oídos que escuche”, a través de elementos como la historia, la psicología y la filosofía, para rechazar el victimismo nacionalista y admitir que la realidad siempre será diferente a la de Occidente.
En pleno siglo XXI, seguimos tropezando con piedras como el populismo, el clientelismo, la corrupción, entre un montón de cosas más. Es por ello que Del buen salvaje al buen revolucionario no es sólo un ensayo más, pues a diferencia de los otros, teoriza sobre nuestro origen y destino, sí, pero además, se atreve a señalar las violentas consecuencias que ese origen tiene en nuestro presente. Es decir, cómo ese legendario buen salvaje, bueno y manso que complació a Colón, con el paso del tiempo, se convirtió en el revolucionario bravo y justiciero, heredero de los libertadores, dispuesto a vengar su historia y construir la sociedad que nos merecemos que somos hoy en día.
Conjugando una serie de elementos, Rangel estudia la proyección de esos mitos en nuestra realidad, dejando de lado la idea de que hemos sido “corrompidos” y mantiene la convicción de que seguimos adoptando doctrinas obsoletas que nos mantienen como estamos, intentando luchar contra un “imperio” que siempre estará por delante. Se despoja de la idea de que existe un “buen salvaje” y un “buen revolucionario, para concluir que la “ambición secreta que vive en el corazón de cada latinoamericano consiste en desafiar a los Estados Unidos, romper con los Estados Unidos, como desquite no sólo por los atropellos y humillaciones particulares y concretas sufridas por los latinoamericanos colectiva e individual a manos de los yaquis, sino sobre todo por la humillación y el escándalo general que significa el éxito norteamericano y el fracaso latinoamericano”.
Así, el libro es un intento de explicar ese abismo, bajo la convicción de que sólo abandonando esos mitos, seremos capaces de asumir nuestras responsabilidades y superar el complejo de inferioridad que se esconde bajo la idea del buen salvaje y el buen revolucionario.“¿Llegaremos a ver en América Latina gobiernos ‘socialistas’ tiránicos que liquiden toda disidencia, encarcelen, torturen y fusilen a sus opositores y a los miembros caídos en desgracia de su propio personal, bajo el pretexto de estar extirpando actividades de espionaje o connivencia con el extranjero, según el modelo de los juicios de Moscú, Praga y Budapest?” Se cuestionaba Rangel hace unas cuantas lunas. Y si eres venezolano, ya sabes la respuesta.
En definitiva, Del buen salvaje al buen revolucionario habla del miedo a la libertad que aún pesa sobre nosotros, pues esta implica una serie de responsabilidades, que para muchos resultan difíciles y prefieren refugiarse en un sometimiento a una autoridad que “decida por nosotros”. Así, la obra parece haber sido escrita ayer, pues contiene muchas de las problemáticas venezolanas en los tiempos del chavismo, que nos llevan a cuestionarnos si realmente hemos avanzado siquiera un poco desde que este libro fue escrito. Yo creo que no. Pero léanlo. Capaz y un día lo hagamos.
De las mejores obras de política latinoamericana que he leído. Aunque fue escrito en 1976 es una obra que sigue perfectamente vigente para la realidad de la región. Desmonta el mito que siempre hemos creído sobre el buen salvaje sin justificar la exterminación de los colonos e indaga sobre los orígenes del resentimiento hacia los Estados Unidos de los pueblos del sur, el cual termina llamando un complejo de inferioridad. Finalmente se pasea por gobiernos históricos que dejaron huella durante el siglo XX. Empezando por Perón en Argentina, Juan Vicente Gomez, Perez Jimenez, Rómulo Betancourt y Carlos Andrés Perez (de quien me sorprende tenga tan buena opinión) en Venezuela, Salvador Allende en Chile, y habla de la revolución socialista en Perú la cual el autor no llegó a ver su desenlace en la dictadura militar de Fujimori. Leyendo este libro y viendo la forma en la que el autor hablaba de Venezuela, uno no deja de pensar en todo momento: Si tan solo viera lo que está ocurriendo ahorita...
Me gustó conocer el pensamiento de Carlos Rangel. Es un libro que contiene la opinión de este autor venezolano fundamentada en datos históricos, cifras y su experiencia personal. En palabras del primer prologuista: "Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario es un libro indispensable no sólo para la comprensión de Latinoamérica, sino de una buena parte del mundo contemporáneo, donde se reproducen los mismos fracasos, las mismas impotencias, las mismas ilusiones." Lo recomiendo a todos los habitantes de la América de habla hispana.
Del buen Salvaje... es el manual definitivo de desmitificación histórica que necesitamos para quitarnos la venda de los ojos. Un punto de quiebre del repetido mensaje populista que nos hace sentir víctimas de sucesos a los cuales no tenemos control y negando la herencia occidental de la cual formamos parte. Este libro deberían regalarlo en las universidades para que la gente abra los ojos del mundo en el que vivimos.
Es la primera obra que leo de Carlos Rangel, bastante útil para seguir desestimando las ideas que infundieron libruchos de izquierda como el de Galeano, argumentos concisos que describen el origen del victimismo latinoamericano.
The most comprehensive explanation of "how" Latin America ended where it is today. With specific "clarifications" for each one of the countries. Timeless and profoundly illuminating!
Fantástico libro, indispensable para entender la exaltación de los indígenas latinoamericanos como mecanismo para manipular a las masas y crear enemigos políticos que no existen (ej. el imperialismo).
Este libro fue publicado en 1976. 23 años antes del inicio del fin de la democracia venezolana.
Carlos Rangel estaba muy claro en todo lo que significaba el marxismo latinoamericano y el tercermundismo como filosofía política. Lamentablemente, el venezolano promedio no gusta mucho de leer. Este libro debió haber sido lectura obligatoria en los liceos. Quizá le hubiese dado mejores argumentos a los venezolanos a la hora de haberse decidido en su mayoría por el proyecto izquierdista-tercermundista de Hugo Chávez, el cual terminó destruyendo al país.
Rangel desmonta una por una, con argumentos históricos, bien documentos y razonados, todos esos mitos del tercermundismo, de que la culpa de todos los males latinoamericanos es la "opresión imperialista", de la idealización del indigenismo, del pensamiento revolucionario, y otros tantos más.
Cuando este libro fue publicado, el izquierdismo en Venezuela era una especie de moda, un anhelo de los intelectuales y de los "ñángaras" en las universidades, aún y cuando los gobiernos de la llamada "4ta República" siempre fueron, esencialmente, izquierdistas en sus políticas.
Recuerdo cuando en mi infancia se imponía la narrativa de que "en Venezuela lo que hacía falta era un militar que pusiese mano dura", para frenar la corrupción y la delincuencia. Ese militar llegó y con un proyecto izquierdista-populista bajo el brazo. Y no solo no acabó con la corrupción, sino que la exacerbó hasta niveles nunca antes vistos ni en Venezuela ni en el resto de América Latina (o la "América Española", como la llamaba Rangel) y, además, "empoderó" a la delincuencia para proteger su sistema de gobierno.
Rangel dedica bastantes párrafos en este libro a hablar sobre Fidel Castro. ¿Qué se iba a imaginar que ese funesto personaje iba a dirigir los destinos de Venezuela desde la distancia, gracias a su títere militar, Hugo Chávez, finalmente logrando su propósito de mantener la economía de Cuba a flote, a expensas de Venezuela? En lo personal me parece muy triste que Castro haya muerto tranquilo en su lecho de vejez, sin pagar por sus crímenes. El mal no siempre es derrotado.
Hoy por hoy, Del buen salvaje al buen revolucionario sigue siendo lectura obligatoria para entender de dónde venimos, y ver si así logramos ponernos de acuerdo sobre a dónde ir como continente. No perdamos de vista el riesgo siempre presente para los demás países latinoamericanos de caer en las garras del populismo tercermundista, izquierdista y "revolucionario". Ya lograron destruir a Venezuela, su recuperación tomará generaciones enteras. No dejemos que destruyan a otros países. Es imperativo para Latinoamérica superar la mentalidad "buensalvajista" y tercermundista. Ningún país necesita pertenecer al "Tercer Mundo".
For those who speak english, and have found this book, allow me to recommend you this book. While I do not intend to translate my whole review, I can assure you that this book will give you an insight about the world conquered by the Spaniards, and its ideological evolution throughout time. And maybe you'll find, as many of us did, the reason why we could not develop any further than what we did, while our neighbor, the USA, did; this without using the imperialist explanation often given by those on the left, but given by an author that is, to the best of my judgement, not willing to forgive those on the right when they were wrong. Hence, I can say that this author is not biased enough to make you want to stop reading any further. In short: this book focuses on destroying the myths that are well known in this side of the world.
Español:
Muy pocos libros tienen el gran privilegio de merecer una puntuación de las más altas posibles. Este, sin lugar a dudas, es uno de esos.
Durante la mayor parte de la lectura, debo decir, estuve siguiendo los eventos desde la perspectiva de alguien que, como quienes vivieron en los lugares que comenta Carlos Rangel, bajo esas específicas situaciones, conocieron el desenlace de lo que Carlos Ranger critica y advierte. Para quienes están al tanto de la situación de Venezuela, no será, de ninguna manera, una sorpresa la precariedad en la que se encuentra la sociedad venezolana: pero la pregunta que quizá se hagan quienes estén con dudas será «¿por qué han llegado a donde están?; ¿cuál es la causa de la regresión de un país que muchos —erróneamente— consideran de las «más ricas» de el planeta?
Si esas son las preguntas que usted, quien está leyendo esta crítica, ha desarrollado; entonces se ha topado con el libro que le puede dar una respuesta bastante lúcida y satisfactoria. Este libro, Del Buen Revolucionario al Buen Salvaje, escrito en el año 1974-1975, por Carlos Rangel, presenta un análisis sobrio y lo suficientemente imparcial a muchos de los argumentos que han aquejado a Latinoamérica —tal como se encontrará en las primeras partes de el libro, con Latinoamérica se refiere, al igual que yo en estos momentos, a las naciones hispanodescendientes—, e inclusive a el mundo. Derrumbando mitos y mitos, uno tras otro, sobre el desarrollo de Latinoamérica, y su relación con los Estados Unidos; sobre los caudillos, sobre las teorías hasta hoy sostenidas sobre los «buenos salvajes», entre algunas otras.
Por otro lado, debo decir que esta obra, tan buena como pueda ser, también tiene un pequeño problema, que disminuye la intensidad de uno de los argumentos de el autor; y es que el autor toma como referencia una tendencia que es ahora no es bastante aceptada, y es la estimativa de la población de Latinoamérica para el tiempo de la llegada de los colonos, y en adelante. El autor toma como referencia una tendencia que da números algo bajos —en el libro se mencionará varias veces de quién toma estas cifras— sobre la cantidad de personas que vivían en estas zonas. Hoy día de considera que esa estimativas son muy bajas, pero también hay que tener en cuenta que muchas veces se han utilizado estimativas que también son demasiado altas. Si bien esto afecta a el argumento, no elimina el punto que el autor quiere hacer.
Carlos Rangel también nos ofrece varias explicaciones sobre por qué se han llegado a crear y mantener algunos argumentos que hoy escucharemos muy frecuentemente, de los cuales aquí dejaré uno que me ha gustado lo suficiente: «Las colectividades humanas, enfrentadas con la realización de que otros formulan proyectos envidiables y los cumplen con éxito, pueden intentar la emulación, o bien el rechazo de los valores implícitos en los proyectos y los éxitos envidiados. También es posible (y este es el caso de América Latina) intentar la emulación, y al no tener el éxito esperado, refugiarse en la mitología como explicación para el fracaso e invocación mágica de un desquite futuro».
Este libro, en mi humilde opinión, es magnifico ejemplar de la realización de un trabajo de quien yo tendría el placer de llamar un verdadero intelectual venezolano; y es por esta misma razón que, con mucha tristeza, uno difícilmente podría ignorar la gran decadencia en la cual, la nueva oleada intelectual nacional, se encuentra. Es particularmente triste saber que de el mismo pueblo de donde salió un Carlos Rangel, también ha salido un Hugo Rafael Chavez Frías, sin mencionar el auge de este nuevo intelectualismo rancio al que Venezuela está sometida gracias a el aparato propagandístico, que es un punto que hace el mismo Carlos Rangel.
Lo que por mucho tiempo me ha parecido incomodo, y es algo que se podrá encontrar en el epílogo hecho por Carlos Alberto Montaner, en el 2006, del cual me limitaré a citarle más adelante; es que, este llamado de atención, esta advertencia sobria y bastante elaborada, fue ignorada no sólo por los Venezolanos, sino por un continente entero que, nuevamente, cayó bajo estas ideas profesadas por demagogos, Latinoamérica fue, una vez más —y tengo razones para sospechar de quien diga que esta será la última vez—, y las cuales nos han negado el progreso que de otra manera habríamos conseguido. Pero, para evitar caer en el error que es criticado en el libro, no han sido los demagogos los que han arruinado Latinoamérica, ni mucho menos las teorías baratas y erróneas de imperialismos, profesadas con mayor frecuencia por la izquierda, o los gobiernos autoritarios de la derecha —los cuales veremos ser criticados en esta obra—, sino el pueblo mismo, el latinoamericano, que ha permitido que estas situaciones se desarrollen, y que es de donde todos los gobernantes han salido.
Carlos Alberto Montaner nos deja estas palabras en su epílogo: «A tres décadas de esa fecha[1976], la pregunta inevitable es por qué Venezuela, el país en el que toda la clase dirigente leyó o tuvo noticia de la obra de Rangel, cayó voluntariamente (por lo menos en sus inicios) en las redes del chavismo, quintaesencia del tercermundismo denunciado en este libro. Y la respuesta apunta a varias razones: lamentablemente, el ensayo fue percibido como una argumentación ideológica sin conexión con la realidad nacional. Muy poca gente lo vio como algo que también era: una severa advertencia contra el aventurerismo político de la izquierda colectivista antioccidental. En aquella Venezuela saudita de mediados de los setenta, cuando el país crecía exponencialmente, convirtiéndose en la meta y el sueño no sólo de media América Latina, sino también de bastantes españoles, italianos y portugueses, casi nadie se daba cuenta de que una sociedad que mayoritariamente abriga ideas equivocadas o juicios absurdos, acaba por cometer serios errores».
Si algo debemos de rescatar de esta obra, es que es hora de que nos dejemos de víctimismos, y que comencemos a tomar responsabilidad por nuestras acciones y fracasos.
Un excelente repaso por la historia hispanoamericana, abordando males de pensamiento y excusas para nuestro estancamiento o retroceso: nuestro culto a la victimización, nuestra tendencia a culpar a otros de todo lo que nos aqueja, nuestra poca orientación a la innovación, nuestra ley del mínimo esfuerzo, el afán de querer pertenecer a la élite explotadora (e ignorante), el deseo de vivir a expensas de otro, etc... Enfatiza cómo la sociedad esclavista instalada por el Imperio Español contribuyó a disipar los incentivos al trabajo, la acumulación de capital, la innovación y el desarrollo económico. Como pocos en Hispanoamérica, nos conecta con nuestro origen occidental, y defiende de una manera excelente los valores de Occidente y del Liberalismo, como pocos se atreven a hacerlo en estas latitudes. Es un muy buen libro, un gran ensayo sobre nuestra cultura, que está muy vigente todavía, un ensayo de calidad mundial escrito en un subcontinente donde las producciones de este nivel no abundan. Leí por ahí que es una respuesta a Las Venas Abiertas de América Latina. Un libro que toda persona educada y culta de nuestro subcontinente debería darse el trabajo de leer y entender, para que ojalá estas ideas puedan estar más representadas en la política. Carlos Rangel se suicidó en 1988, un año antes de que el Liberalismo triunfara a nivel mundial como la mejor alternativa de gobierno (que ahora está lamentablemente subvalorada)... Qué ganas de revivirlo y contarle que el mundo, a pesar de todo, escoge lo que él defendió en este excelente ensayo.
I had to read this book for my Political Sociology course to understand the mythology of Latin America and why some countries are where they are now. As a Venezuelan living in Caracas, I have seen the destruction of one of the most influential countries during the second half of the 20th century. Most of the intellectuals consider the issue to be economic and political. While I do agree with them, because this government's policies have destroyed economic opportunities and development, this book has taught me that there is another problem that is not about Venezuelan, but Latin American people. It is an anthropological issue that exists since the colonization of the XVI century. This book is an exam of why Latin American tend to prefer authoritarian regimes with a centralized power source. It is a psychological and sociological study on the Latin American anthropology and once you read it, you understand. And when you understand, you can change. This is why I believe this book to be one of the most important documents we must read during our lifetime.
🤯 Este libro explica de forma objetiva de dónde viene el pensamiento victimista de Latinoamérica, que siempre ve la culpa de todas nuestras desgracias en todos menos a la especie de tara existencial de sentirnos robados primero por los europeos y luego por los gringos. Para terminar creyendo en los cuentos marxistas. Pero no se reflexiona en la forma en que EEUU nació, con condiciones similares a nosotros y lograron ser una super potencia. ¿Será porque nos oprimen a nosotros los pueblos pobres? NO, lo lograron porque su mística y ética es diferente, no sienten que nadie les deba nada y tienen claro que lo quieren todo y luchan por ello. Nosotros esperando que alguien nos dé, que alguien nos ayude. Un poco de por favooor. Este libro hay que leerlo porque sí.
Excelente obra, a pesar de los años que tiene encima aun sirve para retratar lo que se vive en este lado del mundo y más hoy, cuando la mal llamada progresia hace de las suyas, ahora con el disfraz del feminismo, indigenismo y con nuevos apoyos en la iglesia y de millonarios. pero no ha cambiado plenamente el buen revolucionario, ni siquiera su discurso, ha cambiado sus métodos. ya no busca al obrero, sino a las minorías oprimidas.
excelente. es literatura que al día de hoy permanece vigente y se hace cada vez más necesaria para soportar los delirios irracionales de la izquierda latinoamericana. también es lectura necesaria para cualquier venezolano al día de hoy, enfrentándose a una pared de inconsistencias ideológicas y de mentiras dispersadas durante ya más de un siglo.
Tendré que leerlo de nuevo más adelante. Excelente representante del liberalismo venezolano. Muy buen libro para contextualizarse un poco sobre la historia de la izquierda latinoamericana. Sólo por la ominosa mención de lo que se terminaría convirtiendo en el MV5 se merece un premio. Life-changing moment para mí. Lástima que el pana no llegó a ver la caída del muro.
Maravilloso libro que retrata la realidad histórica de Latino américa. Hay muy pocos latinoamericanos que se atreven a decir las realidades innegables y Carlos Rangel fue uno. Una lastima que solo abarque hasta mediados de los años 70. Si el hombre hubiese vivido más, seguramente su obra hubiese sido muchísimo mejor.
Una suma de artículos de opinión poco comentados en la época que fueron publicados. Rangel es un defensor acérrimo de la doctrina de Chicago Boys, poco optimista con la geopolítica mundial de esos años. Ácido, sin pena ni gloria ya que Venezuela fue una excepción democrática en ese período donde él logra editar esto.
Excelente libro, claro y contundente. Muestra la historia de Hispanoamérica y del mundo como no está en los libros de texto escolares. Evidencia la profunda carga ideológica de nuestra educación, tanto escolar como universitaria. Escrito en la década de los 70 del siglo pasado, pero aún vigente.
Este libro da una óptica diferente al rumbo del porque América latina es como es, desde la epoca de la conquista y que tiene mucha vigencia en la actualidad, desde mi punto de vista el enfoque de este libro es mas realista que la visión victimista del libro de Las venas abiertas de America Latina
Obra magistral, recuerdo haberla leída en mis años de estudiante en la U.C.V. Éramos idealistas, soñadores y creyentes de que podía hacerse política de manera distinta a la que conocíamos en Venezuela en aquel entonces.
Un libro esencial e indispensable para entender cómo llegó Latinoamérica hasta acá. Solo entendiendo de dónde venimos y dónde estamos podemos pensar en cambiar su futuro.
Alguna vez te has preguntado por que Norteamérica muestra niveles de desarrollo humano, tecnológico, y educativo altísimo y América Latina navega entre la desesperación de lo que es, y lo que pudo llegar a ser, sin entender; ¿Por qué, ellos sí, y nosotros no? Es muy probable que algún político autóctono y muy popular te haya respondido esa pregunta así; “Ellos son ricos, porque nos han robado, y por eso nosotros somos pobres”
Carlos Rangel, te enseñará otra verdad en este libro; “Del Buen Salvaje, al buen revolucionario”. Pero quizás esa verdad no le guste a nadie, pues no es popular. Estamos como estamos por nuestra propia responsabilidad, en especial por el liderazgo político que hemos estado eligiendo, o apoyando desde hace 200 años. Escrito en 1975, pero increíblemente vigente. En un extraordinario ejercicio de autocrítica, que nos presenta un espejo de lo que somos, y los caminos que nos han llevado hasta aquí. Es una de las lecturas más enriquecedoras que he tenido y la recomiendo ampliamente!
¿Sabías que Ciudad de México, Lima, Buenos Aires, eran infinitamente más ricas y que New York, Houston o California hace 300 años, comparado con estas ciudades latinoamericanas eran pueblitos miserables? --- “un inconcebible psicoanálisis colectivo de los latinoamericanos para que Latinoamérica pueda mirar de frente las verdaderas causas del contraste entre las dos Américas. Es por esto que, aunque sabiéndolo falso, todo dirigente político latinoamericano está obligado a sostener que nuestros males encuentran su explicación suficiente en el imperialismo norteamericano, el cual claro que ha existido y existe todavía, pero se produjo como una consecuencia y no una causa de nuestra impotencia. “ Carlos Rangel.
Una lectura, que te responderá muchísimas dudas sobre lo que somos, y lo que podemos ser.!