Un viaje íntimo a las entrañas de una joven creadora que siente y entiende lo real desde el prisma de su peculiar sensibilidad. Y mientras reivindica una historia que poder vivir desde el principio hasta el final, va entendiendo que las declaraciones de amor más valiosas no se pregonan sino que se hacen en silencio; que la vida es más sencilla cuando uno tan solo se deja fluir; y que sí, definitivamente, hay que permitirse el lujo de vivir sin los ojos cerrados.
Alejandra G. Remón (Calahorra, La Rioja, 1985) tiene una curiosidad insaciable y practica una escritura desordenada que inunda cuadernos desde la adolescencia. A veces cree habitar en las películas de la Nouvelle Vague, y en su cabeza resuenan ritmos de la Motown, la bossa nova, la psicodelia y el jazz. Tiene predilección por las fotografías de Vivian Maier y Francesca Woodman y, en el terreno literario, por autores como Roald Dahl, Stefan Zweig, Clarice Lispector y los escritores de la generación beat, que fueron su inspiración para definir sensaciones, cuestionarse la vida y empezar a escribir. Ha colaborado en distintos medios (Vogue, Smoda, Telva) y participado en varios proyectos editoriales. Numerosas firmas han contado con su creatividad y su imagen para diferentes campañas; algunas de ellas son Chloé, Loewe o Samsung Cultura. Su experiencia en el mundo de la moda se ha traducido en una participación activa en diversas acciones (Fundación Botín, Museo Thyssen Bornemisza, Asociación de Creadores de Moda de España). Merecen especial atención sus facetas como fotógrafa de estilo intimista y como artista plástica especializada en la técnica del collage. Con ellos ha realizado varias exposiciones y muestras. Es autora de Cuando nadie mira (Lunwerg, 2017), Todas aquellas veces y otros asuntos pendientes (Lunwerg, 2019) y A pesar de todo, te pienso (Lunwerg, 2020), libros de arte en los que combina prosa poética, fotografías, collages y otras piezas de arte visual. Su estilo personal, artístico y singular ha conectado con miles de lectores que buscan en sus obras un objeto o pieza de arte que trasciende una simple lectura. Su cuenta de Instagram (@alejandraremon) es un pequeño alfabeto de estilo y emociones.
✒️ Alejandra G. Remón ofrece un amplio abanico de reflexiones a través de sus textos y fotografías, en los que invita al lector a pensar, a sentir y a emocionarse. Siguiendo el estilo de su perfil en Instagram, Alejandra remueve sentimientos y no deja indiferente a quien se acerque a sus textos dispuesto a abrirse a las emociones.
🔝 Puntos fuertes: - La carga emotiva de a lectura. - La sensibilidad y delicadeza que transmiten los textos. - La reflexión introspectiva a la que invita la lectura. - La cuidada fotografía y presentación de la obra.
“[Me gusta la idea de amontonar libros como recuerdos, asumir que, sin ellos, quizás no hubiera aprendido nada.] Hay historias de puntos suspensivos, de punto y seguido y de punto final. Todas ellas son nuestro temario, componen esa biblioteca que da forma a nuestra cabeza y nuestro corazón. “
Sigo a Alejandra G. Remón desde hace años en instagram, y su cuenta es una de mis favoritas: me encanta la delicadeza y simplicidad de sus fotos y los textos que las acompañan, que hablan de emociones universales con las que todos podemos conectar en algún momento u otro. Su primer libro, "Cuando nadie mira", plasma perfectamente la esencia de su perfil en papel. Es una colección de fotografías y textos en una edición cuidadísima.
Como suele pasarme con las recopilaciones de textos, hay algunos que me llegan al corazón y otros que no logran transmitirme nada, pero en general, creo que es un libro que merece la pena. La mejor manera de averiguar si es para ti es que te des un paseo por el Instagram de Alejandra: si te gusta lo que publica, te gustará su libro. Asegurado.
No he empatizado con los pensamientos de la autora….la perspectiva tumblr me ha sacado bastante del libro, probablemente a la Daniela de 15 años le hubiese encantado, pero a la Daniela de 26 se le ha quedado bastante corto
He tenido una relación amor-odio con este libro, a veces me encantaba, a veces me aburría al infinito. Para mi, no ha sido el típico libro que no puedas dejar de leer, aunque el concepto me encanta y las fotografías me han gustado mucho. No termino de darme cuenta si ha ganado el amor o el odio...
Le doy 3 estrellas (técnicamente serían 3'5) porque me encantan las fotografías, la edición del libro y las ideas. Pero algunas de ellas se quedan en nada, se escapan y no las puedes atrapar. Aún así, es un libro especial.
Cuando un libro consigue decirte mucho en cada parrafo es porque es un gran libro, la sensibilidad y la forma que tiene de escribir Alejandra G Remon me parece admirable
Bonito cuaderno. Me ha gustado la idea del libro. Es cierto que muchos textos no me llegaron a transmitir, pero la verdad es que me guarde también algunas de tus palabras porqué realmente me gustaron
Es una maravilla de lectura introspectiva, con una delicadeza visual y sensorial que me ha fascinado. Es un libro al que vuelves. Yo lo he marcado por todos lados.
A través de diversos textos que van acompañados de toda una serie de fotografías, la autora nos presenta una explosión de sentimientos enfocados en la expresión que tendríamos que querer llevar a cabo en cada ocasión en la que se presentan. Porque qué sentido tiene reprimir aquello que nos revuelve por dentro. Si lo encarcelamos en nuestro interior, nos quedaremos también con esa sensación de incomodidad, que viene dada del propio fluir de la emoción. Porque si retenemos lo que debe existir de manera pasajera, le estamos cortando las alas y su propia razón de existir. Los sentimientos aparecen en nuestra vida para transmitirnos cierta información, y una vez que cumplen con su función, tienen que proseguir su camino. Somos una carretera por la que transitan, no nos corresponde poner barreras a su paso, simplemente saber que han pasado por ahí y sacar partido de ello.
Vivimos en el mundo de lo efímero, de no disfrutar el momento, de devorar instantes, personas y situaciones, sin otorgarles el valor y el tiempo que realmente merecen. Tenemos ante nosotros oro y lo tratamos como si fuese latón, porque no somos capaces de detenernos y nos dejamos llevar por la espiral de lo nuevo. Somos destructores de sueños, consumidores masivos de lo excelso, y perdemos lo más importante de nuestra existencia, pasamos por ella de puntillas y no estamos, vivimos sin vivir, nos arrastra la corriente y nos obstinamos en no sentir lo que el universo nos tiene que decir.
Somos infinidad de almas, cada una de ellas siguiendo su propio camino, en su particular momento. Queriendo únicamente ofrecer, a su manera, aquello que todas y todos sabemos que mueve la existencia. Para ello es necesario dejarnos sentir.
La autora apunta con sus palabras al mismísimo centro de nuestros corazones y a mí me ha dado de lleno.
Que todo pasa por algún motivo y si intentamos evitarlo, se nos presentará con otro disfraz, una y otra vez, hasta que pasemos por ello de manera consciente. Lecciones de vida, pruebas a superar, que nos vendrán bien en algún momento.
Este es uno de esos libros que me resultan inspiradores y que sacan lo mejor de mí a la hora de expresar lo que he sentido al leerlos.
Nos habla también sobre la autenticidad. Cuando somos nosotros mismos, el amor fluye por nuestras venas y la vida se convierte en el lugar más bonito de toda la galaxia, donde la felicidad nace de nuestro corazón y no de todo lo que reside fuera.
Si buscas una obra que sume en ti, estás ante la candidata ideal, porque Alejandra hace magia entre sus páginas, te abre los ojos un poquito más y te transporta más allá del mar de los sentidos. Es para tenerla bien cerca, para abrir al azar y revisar en todo momento, porque una vez que entras en ella, ya nada es igual.
La escritura de este volumen es hipnotizante y mientras avanzaba sentía como mi corazón asentía ante cada frase, cada sentimiento y cada certeza. Somos almas amorosas y hay un mundo entero a nuestro alrededor, con lugares especiales para todas aquellas personas que se quieran quedar. Para estar en un lugar hay que quererlo, obstruir un espacio porque sí no es nada bueno para el que lo ofrece, ni tampoco para el que lo ocupa, la fluidez amorosa solo entiende de movimiento incondicional y en esencia.
Que más vale una pequeña acción, que mil promesas que nadie sabe hacia donde irán. Lo real es lo que cuenta y alguien que no está, no puede hacer nada.
"Cuando nadie mira" es un regalo hecho de ventanas inspiradoras que reflejan lo nombrado para que nuestra mente ponga el resto. Seamos nosotros mismos, sin condiciones, los demás lugares ya están ocupados.
Date un baño de palabras que se impregnan en ti, traspasando los límites de tu piel y prolongando ese aroma sincero más allá de toda esencia. Siente esa alegría, ese bienestar y esa satisfacción que proporciona el cerrar las tapas de un libro que tanto ofrece y dará por siempre jamás.
He metido este libro en la estantería de poesía, pero no creo que lo sea. Para mí es su subtítulo, un cuaderno de recortes y de momento, un cuaderno de reflexiones e imágenes de vida, una versión moderna de los diarios de poetas. La autora, Alejandra, lleva una cuenta de instagram, en la que básicamente es esto que he descrito para el libro además de cosas que conllevan las redes sociales, pero por esta razón no me parece un libro que me haya sorprendido y me explico. Me gusta mucho el estilo que tiene esta autora, su estética, la fuerza con la que siente y como se vierte en lo que comunica, apoyo lo que reivindica por lo que al igual que su cuenta de instagram, de la que soy seguidora, he disfrutado de este libro, ya que es a materialización de todo esto que se encuentra en red. Este libro considero que es para aquellas personas que les guste tener cosas en cierto sentido, ya que yo no siento que me haya aportado más que lo que comparte en su cuenta. Es cierto que es una edición preciosa y muy cuidada, ordenada con mucho mimo y para darle una realidad consistente. Desde que te adentras a apartar las flores de la portada y te zambulles en pensamientos saltando de un a otro. Es un libro bonito, un cachito de realidad a la que puedes acudir para tener un momento de reflexión, fuera de lo que puede ser la sobreestimulación digital. Del contenido del libro me gustan más las fotografías que los escritos y eso que me gusta bastante como escribe. También me gusta más como escribe que lo que escribe, aunque encuentro mi hueco con facilidad agrado en sus palabras. Es un libro reconfortante y que he disfrutado más que Milk and honey por ejemplo que bajo mi punto de vista sigue la misma ola estilística, aunque no es que sea comparable. Ahora se cuida más la cuestión estilística de los libros y lo considero algo importante, ya que con la masificación se pierde el cuidado y sólo preocupa sacar las tiradas. Un libro es un objeto, puede representar un mundo concreto en la estantería y preocuparse por construirlo desde el mínimo detalle es algo que aprecio y se nota.
En esta nueva novela de la autora, nos trae textos a modo de vivencias, de momentos inmortales y de miles de emociones que te harán reflexionar.
Este libro nos habla de la vida, de aprovecharla y de disfrutarla en cualquiera de sus variantes, de la perdida del amor, del reencuentro con los demás y con uno mismo. De ver las cosas pequeñas que nos rodean. Nos habla de personas, de amistades, de gente que viene y va y de momentos creados por personas especiales.
Y lo que más me ha gustado es que habla de convertir lo ordinario en extraordinario, del día a día, los libros, las risas, los momentos con uno mismo...
· Tengo que decir que este libro me ha parecido más profundo que Diario de azules, o así lo he sentido yo. He conectado muchísimo con lo pretende transmitir estos textos. Como punto fuerte podemos mencionar la preciosa edición, me atrevo a decir que el tacto de la portada y la edición es de las más bonitas que he visto. Respecto al interior, y como acompañamiento a los textos que os menciono, encontraremos maravillosas fotografías y dibujos. Si os gustan los textos para reflexionar y las frases especiales, os recomiendo mucho este libro.
·Seamos realistas, pidamos lo imposible.
·¿Sabes que mientras te ciegas mirando pozos sin fondo estás perdiendo de vista un montón de pájaros que revolotean encima de ti?
·No elegimos a las personas que vamos a conocer y a veces incluso desconocemos a aquellas que tenemos al lado.
Cuando nadie mira se destapa un corazón, abierto, que comparte sus reflexiones y aprendizajes.
Trata de las cosas que sólo pasan una vez, las que pasan cuando se vive con los ojos abiertos, cuando se cometen insensateces, cuando se cumplen cosas pendientes; de la crudeza del mundo real, los miedos y las sombras que tenemos, cómo desprenderse de lo que ya no eres, cómo seguir a pesar de todo, cómo salvarse y brillar; de ser, de vivir.
Las imágenes y las palabras se mezclan, se hacen inseparables. No sabes si las imágenes acompañan a las palabras o viceversa, pero con sus páginas comprendes que ni lo uno ni lo otro; las obras que se ven en conjunto son indivisibles. Un corazón que late a uno, un todo sin partes.
Se podría decir que no es un libro cualquiera, posee un concepto muy bonito, tanto por su estética fotográfica y mimo en cada detalle (como la playlist), como por la delicadeza de la escritura de Alejandra que en muchos de sus textos te cala las entrañas.
No obstante, creo que a partir de la mitad del libro la mayoría de textos pasan desapercibidos, no llenan, e incluso llegan a aburrir porque son repetitivos y abordan practicamente los mismos temas de siempre.
Había oído hablar tan bien de este libro que sinceramente me quedo un poco decepcionada.
La primera vez que lo empecé a leer tuve que dejarlo porque me parecía muy triste y no podía seguir. Cuando lo volví a leer por segunda vez ya me gustó más. Las fotos son bonitas y puedes perderte en ellas durante mucho rato. Los relatos, algunos tristes, otros más alegres, te hacen pensar y reflexionar. Sin duda recomiendo este libro mucho.
Segundo libro que me leo de Alejandra... La verdad es que la manera que tiene de expresar las cosas me produce una tranquilidad increible. Hablar de desamor nunca me ha parecido tan curador... Cuando compro un libro de Alejandra, nunca sé qué esperar. Y en este; no me esperaba encontrar reflexiones tan buenas y bonitas sobre temas mundanos Un libro precioso
Es un libro de prosa poética. Esta es una edición súper cuidada, con fotografías que son parte de los escritos formando así auténticas piezas de arte. Para leer con calma en tardes de invierno en el sofá.
Sin duda el libro más especial que hay en mis estanterías. Me ha conmovido de principio a fin y de tantas formas distintas que sé que volveré a él en muchas ocasiones. Solo puedo dar las gracias a su autora por compartir algo tan íntimo, tan auténtico, tan único. Gracias.
Aunque la edición de Lunwerg es un placer óptico y manipulativo, el contenido extenso provoca que algunos ensayos no sean lo que yo esperaba. Ejemplo de calidad es " La mentira" pero no otros muchos de este libro que también están incluidos, como por obligación, al recopilar.
Una maravilla de libro. Las fotografías no están mal, pero sin duda el plato fuerte son los textos tan bien escritos con los que te puedes sentir identificada.