El terror se esconde en las entrañas de Barcelona, extiende sus tentáculos por entre los recovecos de la realidad, hurga en la cordura de sus habitantes desde hace eones. Pastillas, drogas alucinógenas, policías violentos, adolescentes sumergidos en la sangre burbujeante de los monstruos durmientes…
Una novela sobre seres depravados, una ciudad que esconde cadáveres bajo los adoquines y un dios tan antiguo que solo puede despertarnos pavor.
'Ciudad tumba' es un libro extraño, pero no por ello se lleva una valoración tan baja. Si bien su autor nos demuestra en esta novela breve que tiene mucho potencial, las ideas que pretende transmitir no acaban de llegar con la eficacia esperada. El texto es confuso, sus párrafos demasiado largos. En ocasiones, la narración es excesiva y divaga sobre hechos que nos hacen perder el ritmo de lectura. A ello le sumamos el uso excesivo de onomatopeyas gratuitas que, en mi opinión, entorpecen la lectura; varias comas mal colocadas y el uso sin aparente sentido de mayúsculas y cursiva, entre otros. En mi opinión, el texto merece una revisión más exhaustiva. A favor del autor, no obstante, diré que la historia en la que nos sumerge lleva un trasfondo que combina drogas, alcohol, sangre y monstruos que parecen salidos del universo de Lovecraft y que, quizá, el estilo caótico que presenta guarde cierta unión simbólica con su trasfondo.
Pues me lo he pasado genial. Divertido, aventurero y lovecraftiano hasta la médula. Quizás abuse de las onomatopeyas, pero consigue su objetivo, entretener al lector y crear una buena atmósfera.
En la jerga de la novelette: me lo he fumado del tirón. Es interesante la versión actualizada de los mitos que hace Kadmon, acercándolos a la capital catalana. Y a pesar de la fuerte inspiración lovecraftiana, el estilo dista mucho del recargado lenguaje del autor de Providence, siendo una lectura rápida y frenética. A veces demasiado. Tiene algún que otro momento confuso debido a esto. Por otro lado, ¿existe algún término que unifique pulp y edgy? Porque Ciudad Tumba sería exactamente eso y, ojo, no para mal. Leer sobre un tío que "está tan jodido que no van conseguir joderle" me ha hecho hasta gracia.
Kadmon ens proposa el descobriment d’un «Horror tan pur que es trobava més enllà de qualsevol descripció» a través de la psicogeografia de la Ciutat Comtal (el Raval, Vallcarca, Collserola) i salts, endavant i endarrere, a través del temps (un període de vint-i-nou anys) on assistirem a l’enfrontament entre deixebles (religiosos, per una part) de deïtats cabra i devots (policies corruptes, per l’altra) del déu gripau per tal de validar l’arribada dels horrors còsmics. S’enfrontaran a ells un grapat d’okupes entestats a arruïnar-los els plans i un expolicia acostumat a utilitzar la violència de forma brutal (que ha rebutjat ser La Clau) i que cerca la redempció tot lluitant per evitar la nova vinguda dels primigenis com un paladí empestat. Enmig d’aquest Caos, «pastis» amb el dibuix d’octòpodes capaços de fer explotar als seus consumidors; llibres de poemes que són invocacions; esglésies que desapareixen; torres roges enfonsades en cavernes descomunals sota la mar; monstruositats que nien a la Mediterrània; angules alienígenes carnívores; obres que situen les coordenades de l’altiplà de Leng, Kadath i R’lyeh en antics mapes del supercontinent de Pangea. I, per sobre de tot, una fortor a peix i putrefacció que infesta els carrers, l’arquitectura, les festes més salvatges i els arxius digitals d’oracles cíborgs. Per acabar d’adobar-ho, descripcions dels martiris de les verges del santoral, Joan Perucho i Mossèn Cinto Verdaguer enredats en una trama de destrucció pel control de la humanitat que es remunta a l’origen dels temps. Albert absorbeix i digereix els Mites i la cosmogonia lovecraftiana, tot adoptant-la i adaptant-la al territori urbà d’una Barcelona, camp de batalla de forces primordials en lluita constant, que crema i s’ofega a l’horror ignot i sembla desaparèixer sota el fum dens d’un mai de maria afgana.
Me ha costado mucho decidir si dos o tres, pero he tirado por lo alto porque el autor tiene un estilo muy evocador en las descripciones y, salvo algún detalle sin demasiada importancia, escribe muy bien. El problema es que la historia se embarcó la, acelera y los capítulos se estorban y la historia se atranca. Hay además un tono monocorde en las escenas que disipa la tensión y hace que, al final, los protagonistas dejen de importarte. En otros momentos, además, el obvio homenaje a Lovecraft me habría animado, pero ya son tantos que pasa todo lo contrario.
La verdadera protagonista de esta novela es Barcelona o, al menos, una versión desconocida de la ciudad con sus miserias y sus zonas grises, con sus personajes vencidos por las circunstancias y con seres que parecen sacados directamente de nuestras pesadillas. Dale una oportunidad a esta aventura de punkies, yonquis e iluminados... no te arrepentirás.
SINOPSIS El terror se esconde en las entrañas de Barcelona, extiende sus tentáculos por entre los recovecos de la realidad, hurga en la cordura de sus habitantes desde hace eones. Pastillas, drogas alucinógenas, policías violentos, adolescentes sumergidos en la sangre burbujeante de los monstruos durmientes…
Una novela sobre seres depravados, una ciudad que esconde cadáveres bajo los adoquines y un dios tan antiguo que solo puede despertarnos pavor.
OPINIÓN Amantes del horror cósmico, un nuevo mesías ha llegado para sembrar de pavor nuestras pesadillas. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan cerca de H. P. Lovecraft y he de de decir que me he quedado con ganas de más. Kadmon presenta una Barcelona corrupta de policías violentos, yonkis, putas y punkarras... y algo más. Algo que se mueve en las entrañas de la tierra, entre las ruinas de altares profanos, algo que lleva eones entre nosotros, acechando, soñando con planetas lejanos en universos imposibles, mientras crece alimentado por hombres cada vez más deshumanizados, deseando reclamar lo que otrora fue suyo, reclamarnos a nosotros. Y, en medio de toda esta acción horrorosa, depravada y trepidante, una cosa está clara: la química nos hará libre.
Si bien el setting me llama la atención (Barcelona y Lovecraft, ¿qué más se puede pedir?), hay demasiadas cosas en esta novela que no me han dejado disfrutar la historia. En primer lugar, me ha resultado muy incómodo que todos los personajes femeninos que salieran estuvieran sexualizados. Aparentemente todas las mujeres de 'Ciudad Tumba' son irresistibles. Vale que le quieras dar a la historia ese punto macarra de los '80, pero no hace falta ponernos nostálgicos con el sexismo. Otra cuestión es que el ritmo es irregular. La primera mitad del libro las descripciones son más pausadas, mientras que el resto (sobre todo de cara al final) se atropella. Finalmente el tal F. me ha resultado cargante y bastante estereotipado y como es el protagonista ya no he podido disfrutar del resto. En conclusión, tengo la sensación de que como partida de rol habría estado mejor. Es una lástima porque el worldbuilding está bastante bien y me da la sensación de que se ha desaprovechado.
Una muy interesante historia de terror cósmico ambientada en el bajo mundo de Barcelona, con una trama de invocaciones, sectas y volúmenes malditos que se inicia a mediados de la década de los ochenta y se extiende por treinta años. Me llamó mucho la atención que el argumento estuviese protagonizado por personajes y situaciones totalmente barriobajeros como policías corruptos y yonkis, lo cual sumado a la minuciosa descripción del paisaje urbano y el deliberado alejamiento de los referentes académicos son cosas que lo separan del arquetipo lovecraftiano y lo asemejan más bien a la obra de otros autores del género como Fritz Leiber, quien sin duda habría aprobado su espíritu pulp pese a que en ocasiones se me hizo algo confusa, sobre todo cerca del final. De todas maneras la premisa es muy buena y el hecho de que metiera sus referencias de horror a través de las drogas, la música y otros aspectos de la "baja cultura" le da un toque de originalidad que aprecio mucho.
Tiene un ritmo difícil de seguir, no sabes qué esta pasando, los personajes entran y salen de forma caótica y no terminas de cogerlo. Los personajes, además, son estereotipos andantes de los 70.
Personalmente, veo que hay un exceso de onomatopeyas y están muy mal escogidas e introducidas.
La historia en sí tiene algo que ha hecho que termine de leerlo, aunque no sea yo muy fan de Lovecraft. Y esto apesta a ese tipo de seres gigantes y malvados per se.
La historia está entretenida pero la forma de contarla me ha hecho plantearme un par de veces dejar de leerlo. Demasiadas onomatopeyas y adjetivos, la forma de describir las cosas me ha parecido pesada.
Los saltos temporales de la historia (se mueve en varios años distintos) hacen la lectura caótica. Aparte posee unos personajes clichés, sobre todo F.
Repito que la historia en sí me ha parecido interesante, solo que la forma de contarla me ha aburrido mucho.
Hay partes entretenidas, pero otras partes (desde mi punto de vista) eran bastante mejorables con respecto a la narración: la lectura se hacía algo pesada y demasiado larga, por no decir el abuso de las onomatopeyas en algunas escenas.
Creo que el concepto era bueno, pero narrativamente, podría haber mejorado, sobre todo con los personajes, que se introducen de manera aleatoria y no se profundiza mucho en ellos, no llegas a sentir empatía por ninguno
No me encantó, no me desencantó. Como cualquier novelette de Cerbero, rápido de leer y tragar (aunque no recomiendo leerlo a las 4 de la mañana como yo), pero aún así, a veces la narración se hacía algo confusa, tal vez por la velocidad del plot o por el largo de los párrafos.
Un libro simpático, sin mucho más. Empieza muy bien, la parte central es un poco así, así, y el final es frenético y muy bien llevado. Un buen homenaje a Lovecraft.
La otra cara de la ciudad, la de los locos, los drogadictos, los mendigos; las fiestas turbias y casas ocupadas. Sí, esa cara oculta más de lo que pensabas.
La combinación del horror lovecraftiano con las drogas y esta ciudad, me ha parecido una pasada; tanto que he empezado a adaptarla para una historia de rol en mi ciudad. Es interesante ver como esta gente desplazada es tan ignorada que sus muertes en circunstancias sospechosas y desapariciones no llegan a oídos de nadie ni interesan a nadie.
El ritmo de la novela tiene algunos problemas y los saltos temporales a veces no parecen aportar demasiado a la historia. Los personajes son estereotipos pero no están mal, pero a F. lo he visto en miles de obras, hubiera sido refrescante otro tipo de personaje.
El primer capítulo, el de Lía y Silvia, me ha parecido brillante, es una declaración de intenciones de toda la obra, el tono y la atmósfera nos acompañarán hasta el final. Sin embargo, a partir de entonces el uso de descripciones y metáforas encadenadas se vuelven demasiado enrevesadas y cortan demasiado la lectura.
Vale la pena para leer horror de este subgénero un poco más actual y con unas dinámicas y temáticas añadidas, con un importante componente urbano.