Los ensayos políticos de George Orwell son una de las mejores fuentes de resistencia contra el uso corrupto del lenguaje y las versiones manipuladas de la realidad. Su pasión por la verdad y su esfuerzo infatigable por desmantelar las mentiras le convierten en una referencia inexcusable en estos atribulados tiempos.
Eric Arthur Blair was an English novelist, poet, essayist, journalist and critic who wrote under the pen name of George Orwell. His work is characterised by lucid prose, social criticism, opposition to all totalitarianism (both fascism and stalinism), and support of democratic socialism.
Orwell is best known for his allegorical novella Animal Farm (1945) and the dystopian novel Nineteen Eighty-Four (1949), although his works also encompass literary criticism, poetry, fiction and polemical journalism. His non-fiction works, including The Road to Wigan Pier (1937), documenting his experience of working-class life in the industrial north of England, and Homage to Catalonia (1938), an account of his experiences soldiering for the Republican faction of the Spanish Civil War (1936–1939), are as critically respected as his essays on politics, literature, language and culture.
Orwell's work remains influential in popular culture and in political culture, and the adjective "Orwellian"—describing totalitarian and authoritarian social practices—is part of the English language, like many of his neologisms, such as "Big Brother", "Thought Police", "Room 101", "Newspeak", "memory hole", "doublethink", and "thoughtcrime". In 2008, The Times named Orwell the second-greatest British writer since 1945.
Es interesante para conocer el porqué de las obras de Orwell, y creo que hará las delicias de una persona filóloga. A mí algunos ensayos se me han hecho cuestecilla, la verdad.
Qué mente más privilegiada y qué maravilla de ensayos. ¿Lo mejor? Haberme enamorado de Orwell. ¿Lo peor? Que estás leyendo ensayos de 1940 y estás viendo que estamos en la misma situación. Qué mal...
Orwell siempre es recomendable, y con este libro no lo iba a ser menos. Nueve ensayos y una adenda a 1984 en los que Orwell vuelve una y otra vez a la importancia del lenguaje y las palabras en el discurso político y viceversa. El autor ofrece además su visión sobre cómo debe ser el compromiso del escritor con su profesión y su obra, así como dónde debe estar el límite entre creación literaria e ideología política. Muy recomendable.
1. Descubriendo el pastel español 2. Palabras nuevas 3. Literatura y totalitarismo 4. Lenguaje panfletario 5. Propaganda y lenguaje popular 6. La destrucción de la literatura 7. 8. 9. 10.
«A matar fascistas». ¿Para qué si no se alistaba uno al ejército republicano? Cosas de Doy scout, razonó Miller, un acto idiota. Orwell replicó con vehemencia que se trataba de asegurar que hubiera un futuro para escritores como ellos. Si el fascismo se imponía no habría jamás libertad de expresión ni espacio para la literatura.
la disolución de las viejas milicias obreras —que estaban organizadas con un sistema genuinamente democrático y en las que los oficiales y los hombres cobraban la misma paga y se mezclaban en pie de igualdad— y su sustitución por el Ejército Popular (de nuevo, en la jerga comunista, el «Ejército del Pueblo»), estructurado en todo lo posible a la manera de un ejército burgués convencional, con una casta privilegiada de oficiales, diferencias inmensas en la paga, etcétera, etcétera.
En términos generales, la propaganda comunista se sustenta en el terror que infunde en la gente en relación con los horrores (por entero reales) del fascismo.
Me he dado cuenta de que mucha gente nunca se ríe estando sola, y supongo que si un hombre no se ríe cuando está solo su vida interior debe de ser relativamente estéril.
Todas las profecías se equivocan y, por tanto, esta también lo estará, pero me arriesgaré y diré que, aunque la guerra tal vez acabe pronto o acaso se prolongue durante años, terminará con una España dividida, ya sea por fronteras reales o en zonas económicas.
Son tiempos de tomar partido, no de desapego; unos tiempos en los que resulta especialmente difícil ver los méritos literarios de un libro con cuyas conclusiones no estemos de acuerdo. La política —la política en el sentido más general— ha invadido la literatura hasta unos extremos que no acostumbramos a encontrar, y esto ha llevado hasta la superficie de nuestra conciencia la lucha constante que existe entre el individuo y la comunidad.
Vivimos tiempos en los que el individuo autónomo está dejando de existir; o quizá deberíamos decir: en los que el individuo está dejando de tener la ilusión de ser autónomo.
hay varias diferencias fundamentales entre el totalitarismo y todas las ortodoxias del pasado, tanto en Europa como en Oriente. La más importante es que las ortodoxias del pasado no cambiaban, o al menos no lo hacían rápidamente. En la Europa medieval, la Iglesia dictaba lo que debíamos creer, pero al menos nos permitía conservar las mismas creencias desde el nacimiento hasta la muerte.
en cualquier pub uno puede comprobar todas las noches que los discursos retransmitidos y los noticiarios no causan ningún efecto en el oyente común, porque están pronunciados en un lenguaje afectado, pedante y, por cierto, con acento de clase alta.
al leer la prensa de izquierdas uno tiene la sensación de que, cuanto más alto pontifican algunos sobre el proletariado, más desprecian su lenguaje.
Por descontado, el lenguaje popular no consiste solamente en ser coloquial y evitar palabras que den lugar a confusión. Está también la cuestión del acento.
En nuestra época, la libertad intelectual está siendo atacada por dos flancos. Por un lado, están sus enemigos teóricos, los apologistas del totalitarismo, y, por otro, sus enemigos más inmediatos, los monopolios y la burocracia.
. La libertad intelectual es la libertad de informar de lo que uno ha visto, oído y sentido, sin estar obligado a inventar hechos y sentimientos imaginarios.
Desde el punto de vista totalitario, la historia es algo que se crea y no algo que se estudia.
los enemigos más inmediatos de la verdad y, por tanto, de la libertad de pensamiento, son los magnates de la prensa y la industria cinematográfica y los burócratas,
• La literatura en prosa, tal como la conocemos, es el producto del racionalismo, de los siglos de protestantismo, del individuo autónomo, mientras que la destrucción de la libertad individual paraliza al periodista, al escritor sociológico, al historiador, al novelista, al crítico y al poeta, por ese orden.
la prosa consiste cada vez menos en palabras escogidas en aras de su sentido, y cada vez más en expresiones y frases ensambladas como si fueran las piezas de un gallinero prefabricado.
Ahora bien, si el pensamiento corrompe la lengua, también la lengua puede corromper el pensamiento. Un mal uso del lenguaje puede extenderse mediante la tradición y la imitación, incluso entre aquellas personas que deberían saber que es algo nefasto.
en el caso de todos los partidos, desde los conservadores hasta los anarquistas— está diseñado para que las mentiras suenen a verdad y los asesinatos parezcan algo respetable; para dar aspecto de solidez a lo que es puro humo.
La reducción de los salarios y el aumento de las jornadas laborales son medidas consideradas intrínsecamente antisocialistas y que por tanto deben ser descartadas de antemano, al margen de la situación económica que se viva.
. Al pueblo ruso le enseñaron durante años a pensar que estaba más acomodado que cualquier otro, y los carteles de propaganda mostraban a familias rusas sentadas en torno a comidas abundantes mientras el proletariado de otros países se moría de hambre en los barrios bajos.
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El libro es consistente en toda su extensión, en declarar los peligros del mal uso del lenguaje cuando se emplea como un instrumento más, para lograr el cumplimiento - sin reparos ni miramientos - de objetivos políticos, así como, las dificultades que enfrentan diferentes grupos poblacionales - como los escritores - para ejercer su labor o simplemente vivir su vida, ante las limitaciones que impone un lenguaje dictatorial en la formación del pensamiento y la libre expresión.
Definitivamente es un libro retador, por todo lo que expone, y por el conocimiento previo que exige en diferentes disciplinas. Pero si o si vale la pena intentarlo.
No me gustaría estar en la piel de los tres traductores de este libro: terminarían dudando de sus nombres con tanta reflexión sobre la lengua y las palabras. Más allá de la curiosidad del artículo que profundiza en la nuevalengua, son muy interesantes los que exploran la relación entre lenguaje y política y nos fuerzan a reflexionar sobre ella. También me ha gustado en especial el artículo sobre el compromiso del autor de literatura y comprobar cómo sienta el paso del tiempo a las reflexiones de una mente lúcida: qué diferentes y qué iguales son los dos contextos.
Un libro lúcido e inteligente. George Orwell no sólo es 1984 o rebelión en la granja, de hecho, muchos de los grandes aportes de este autor están en la NO-ficción y este compilado de 10 ensayos es prueba de ello. De una manera clara y contundente, el autor desglosa distintos temas con una gran capacidad de análisis. En especial relacionados con el uso del lenguaje, son imperdible y deberían ser materia de estudio obligatoria en facultades de derecho, ciencia política, periodismo y afines. Qué gran y lúcida visión aporta al entendimiento de la política y el poder.
Todos conocemos a Orwell por sus críticas políticas y sociales en 1984 y Rebelión en la granja, pero conocer sus opiniones políticas entre 1930 y 1950, sus reflexiones frente al uso del lenguaje, la escritura y la propaganda política en épocas de fascismo y dictadura, es, como mínimo, interesante. ¿Lo más triste? La sentí como una lectura actual porque los instrumentos de manipulación hoy son los mismos que ayer.
2.5 🌟 Excelentes ensayos sobre el lenguaje y la política. Se entiende el por qué de la escritura de Orwell, que sin duda es una eminencia respecto a la literatura. Estos ensayos son una mirada muy crítica respecto a la deformación del lenguaje en todo su expendedor. Sin embargo, no fue una lectura muy amena para mi, no es mi tipo de libro, aunque sin duda está muy bien escrito.
Recomiendo esta obra a aquellos seguidores fieles de George Orwell que no pueden ni quieren parar de leerlo, que quieren estar de alguna manera cerca de el, a través de sus obras y de sus brillantes ensayos.
Esta obra nos muestra la manera en la que Orwell entiende el poder de la palabra y de como puede ser utilizada en la política.
Posee pasajes interesantes pero mayoritariamente se hace eterno leerlo ya que, a ratos se vuelve muy lento y denso. Ensayos de muy buena calidad con temas controversiales por lo que permanece vigente.
Esta es su mejor faceta, permite además descubrir la génesis de su pensamiento. Su ensayo descubriendo el pastel español, muestra el origen de su aversión al totalitarismo. Ensayos brillantes para ser cuidadosos con el lenguaje escrito. Ser liberales.
Escuché el audiolibro, y si bien, perdí la concentración en algunos momentos, siento que casi freí mi cerebro intentando hacer las traducciones cuando empieza a hablar de lingüística. Creo que sería mejor leerlo o escucharlo en inglés y no traducido o gran parte de lo que dice se pierde.