Escritor paraguayo, nacido en Asunción y fallecido en Buenos Aires, Argentina, cuyo nombre completo era Benigno Gabriel Casaccia Bibolini. Realizó sus estudios medios en Argentina (Posadas y Buenos Aires) y se graduó en derecho en Asunción (1927). Tras la guerra del Chaco se instala en el país donde habría de morir y allí desarrolla su carrera literaria. Ésta había comenzado en Paraguay con la novela Hombres, mujeres y fantoches (1927), luego duramente renegada por su autor; prosiguió con una pieza teatral, El bandolero (1932), donde se advierte la influencia de las "comedias bárbaras" de Ramón del Valle-Inclán. Ya en Argentina publica dos libros de cuentos, El guajú (1938) y El pozo (1939), y dos novelas, Mario Pareda (1939) y La babosa (1952), obra que algunos críticos consideran la fundacional en la moderna narrativa de Paraguay. Se trata de una sátira mordaz de la sociedad paraguaya a partir de un pueblo emblemático, Areguá, donde transcurren las vidas áridas y anodinas de una serie de tipos característicos de dicha sociedad. Su autor ha reconocido las influencias combinadas de Fiódor Dostoievski y Marcel Proust, así como de las teorías de José Ortega y Gasset sobre la novela contemporánea
La verdadera novela iniciática en la literatura del Paraguay. Su rico lenguaje, sus complejas situaciones y sus personajes tan bien logrados, hacen de esta "novela consagratoria" de Gabriel Casaccia, un deleite para cualquier lector ávido de experiencias bien mundanas, a la vez pueriles y muy realistas. Lo que se narra en Areguá es algo tan común, que es sorprendente como se convierte en algo extraordinario de leer, gracias a la prosa concreta y sin vueltas de Casaccia. De hecho, saltando la barrera del tiempo, las maneras y las formas de la época en la que se instala la narración, "La Babosa" puede ser encuadrada en cualquier barrio o comunidad de cualquier parte del mundo. Son los motivos, las acciones y los personajes inclaudicablemente humanos, los factores que atan esta historia a la realidad de cualquier época. Excelente novela.
Releyendo de grande sorprendida de que me siguió gustando, dentro de todo, el humor. Ah re argel. Esta novela me hizo reír más que nada porque puedo ponerle (tantos) nombre(s) y rostro(s) a cada personaje, es hasta nostálgica. Es genial la representación de la hipocresía total de un barrio cualquiera, donde la apariencia es lo que importa y los rumores pueden arruinar vidas. El chisme como modo de vida paraguayo.
“La Babosa” es un libro publicado en 1952 por uno de los escritores paraguayos más destacados, Gabriel Casaccia. El escenario, la pacífica ciudad de Areguá; los personajes, gente sencilla de barrio, que tiene por cruz soportar a la vieja chismosa de la comunidad, doña Ángela; su fama no tenía nada de admirable. De aspecto sombrío y aunque frecuentemente asistía a la iglesia, no era santa de devoción de nadie. Hasta el cura párroco la detestaba hasta el punto de ponerle el apodo con que era conocida por todos: “La babosa”, ya que, según la opinión pública, “babeaba por todo el pueblo su maldad”. La genial obra de Casaccia realiza un recorrido por diversas características negativas que conforman la identidad del paraguayo: el conformismo expresado por el popular “péichante”, la envidia y sobre todo los chismes. Una de las ideas más logradas es la de uno de los personajes acusado por doña Angela de infidelidad, q termina efectivamente siendo infiel pero mucho después q el chisme ya haya sido regado por la ciudad por culpa de la babosa. Y el mismo reflexiona, no sin cierta ironía, q antes de pecar, doña Angela ya lo había condenado.
No soy de leer cuentos, me cuesta escribirlos y me cuesta leerlos... Siempre me parecen historias que solo plantean una porción del todo. Sin embargo reconozco que hay buenos autores que tienen el don de sacudirte con sus cuentos como si fueran terremotos ¿Dónde ponemos a este cuento? Definitivamente no en esta última categoría, pero si en un reconocimiento de una narrativa costumbrista muy bien planteada. La Babosa es un cuento pesado, pero que plantea el egocentrismo escrito desde un paisaje lleno de la cultura semi rural de su escenario y consigue ese posicionamiento del lector en una realidad trivial y al mismo tiempo sórdida.
Un Retrato Crudo de la Condición Humana considerada por muchos (según mí edición de colección homenaje del Lector) como “𝘭𝘢 𝘨𝘳𝘢𝘯 𝘯𝘰𝘷𝘦𝘭𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢𝘨𝘶𝘢𝘺𝘢”, 𝗟𝗮 𝗕𝗮𝗯𝗼𝘀𝗮 (1952) de Gabriel Casaccia es una obra fundamental que justifica plenamente la trascendencia de su autor. Considerado incluso por Roa Bastos como «𝙀𝙡 𝙛𝙪𝙣𝙙𝙖𝙙𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙣𝙖𝙧𝙧𝙖𝙩𝙞𝙫𝙖 𝙥𝙖𝙧𝙖𝙜𝙪𝙖𝙮𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙩𝙚𝙢𝙥𝙤𝙧𝙖́𝙣𝙚𝙖», al leer este libro pude entender qué es lo que hace a Casaccia merecedor de ese título.
La novela nos sumerge en la sofocante atmósfera de Areguá, una ciudad que, bajo la mirada crítica de Casaccia, se convierte en un microcosmos de la sociedad paraguaya de su época.La trama se centra en la convivencia y los conflictos de un grupo de personajes, cuyas vidas se entrelazan revelando sus miserias, hipocresías y ambiciones en un marco histórico bien definido. La verdadera protagonista es la sociedad aregüeña en sí misma, retratada sin adornos ni concesiones. Aunque si pudiera añadir, para mí la verdadera protagonista es el personaje de Doña Ángela Gutiérrez, ya que ella es la razón por la que la novela adquiere el título de ‘La Babosa’.
Todos los personajes tienen una cosa en común: la mayoría de los problemas de su vida se originaron por la capacidad de esta señora de ser vil, crear chismes velozmente y tener comentarios maliciosos siempre en la punta de la lengua. Tanto así que es una de las principales causantes de la muerte del personaje del Padre Rosales, de la mudanza de Salvado y Rosalba y del robo de Willy Espinoza a Doña Clara, su hermana, siendo así también la causante de su inminente suicidio al final del libro. Ella es el punto de partida para las desgracias de casi todos, volviendo así a Areguá un lugar inhabitable, siendo nombrado como el infierno en la tierra por los amargados pobladores. Así que le concedo un punto a favor al autor por lograr la creación de un personaje tan odioso pero a la vez tan real. He conocido a varias Doñas Angelas a lo largo de mí vida, al punto de que puedo ponerles varios rostros si quisiera. Casaccia logro crear un personaje tan real que se mantiene incluso a pesar del paso del tiempo.
Lo mejor de todo el libro, es la Maestría del Retrato Psicológico, uno muy bien logrado en el realismo crítico de la novela. Lo más destacable de la novela para mí es la excelente capacidad del autor para penetrar y retratar las conductas humanas. Casaccia fue capaz de dotar a cada personaje de matices psicológicos profundos, con acciones realistas y propias de su tiempo. A través de sus interacciones, uno ve un desgarrador reflejo de las dinámicas sociales, la moralidad dudosa y las frustraciones colectivas. Un aspecto gratificante es el desarrollo de los arcos de los personajes, me alegre bastante de saber que personajes como Ramón obtuvieron un final realista y merecedor para todo lo que hicieron en el libro. Así que en mí opinión, todos los personajes tuvieron un excelente cierre, el de sufrir las consecuencias de sus acciones.
Lo único que no me gustó es que si bien la construcción narrativa es sólida a lo largo de la mayor parte del libro, en las páginas finales (a partir de la página 254), todo se acelera y la trama comienza a volverse débil. En este tramo, se puede sentir una aceleración excesiva en el ritmo. Hay saltos rápidos entre las historias de los personajes sin dar suficientes explicaciones de las transiciones, lo que puede resultar algo apresurado y dificultar la completa asimilación de los desenlaces.
Me parece que excluyendo ese detalle, cualquier joven interesado en conocer las bases de la narrativa nacional, debería de leerse la Babosa alguna vez. Yo lo leí ahora para el colegio y me pareció que la novela no solo es un documento histórico y social invaluable, sino una obra de arte que catapultó a Casaccia a la inmortalidad literaria y que todos deberíamos de leerlo al menos una vez. Es una lectura que desafía, incomoda y, finalmente, ilumina la condición humana dentro de un contexto nacional.
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La Babosa tiene un valor incalculable no solo por tratarse de la obra maestra de un escritor célebre en la historia de la literatura paraguaya, sino por penetrar en una de las ciudades más alejadas de Gran Asunción, en el límite de Central con otros departamentos del Paraguay.
En este libro, Gabriel Casaccia retrata la cotidianeidad de la Areguá del siglo pasado, con sus celebraciones y grandes momentos, pasando por las desgarradoras heridas provocadas por la pobreza, la criminalidad, la envidia y la codicia.
Un libro imperdible para quien busca sumergirse en la realidad paraguaya.
Este libro retrata la vida de un hombre paraguayo que vive en Areguá, y me gustó porque logra transmitir una sensación incómoda pero muy real. Me pareció una reflexión profunda sobre la envidia, la frustración y la autolástima: ese sentimiento de sentirse víctima de todo, aun cuando uno mismo no hace lo necesario por mejorar su vida. El protagonista no es precisamente alguien ejemplar, pero eso es lo que lo hace interesante: es humano, falible, y refleja muchas actitudes que pueden encontrarse en nuestra sociedad. Es un libro breve pero muy potente, que deja pensando.
Gabriel Casaccia describe Areguá y la vida de sus habitantes de una manera tan vívida que uno siente que está allí, siente el calor, la soledad. Es absolutamente increíble cómo abre una ventana al pasado. Muy buen libro.
Suelo ir a menudo de visita a la ciudad de Areguá. Leyendo este libro, me di cuenta que no ha cambiado demasiado. Es como una ciudad detenida en el tiempo. No sería extraño toparse con una Doña Ángela, buscando nuevas situaciones donde meter las narices.
En mi opinión, es el mejor libro para adentrarse en la literatura paraguaya. La historia es buena, pero muchas veces sentía que la historia daba vueltas sin sentido. Así como los chismes que corren en Areguá, tal vez ese sea el punto. Porque todo va lento… muy lento.
Me sorprendió esta novela de Casaccia. La descubrí durante pandemia, cuando me propuse a leer un libro de cada país de Latinoamérica. Esta fue mi elección paraguaya. No conocía nada de literatura paraguaya, y me fuí por lo que investigue sobre Casaccia, considerado el precursor del modernismo de allá. El libro es fantástico! Personajes muy bien acabados, todos absurdos, chismosos, llenos de vicios, rencor y muy muy chistosos. No pocas veces me bajaba el libro para reírme de Espinoza y Ramón y su relación de amistad embasada en la envidia, desprecio y soberbia. El final es un poco apresurado, tal vez por qué me dio ganas de seguir más la historia de estos distintos habitantes de Areguá.
El libro trae interesante retrato del Paraguay, su vida campesina y la omnipresencia del guaraní en la comunicación cotidiana. Algo que sabia, pero no había experimentado (ahora lo hice por medio de la literatura)
Yo le pongo a Casaccia en una mesa con su tereré donde también se sientan Jorge Amado (y su cachacinha), Gabo (y su aguardiente) y Vargas Llosa (y su jerez español, el pituco desagradable de la reunión).