Segunda parte de las columnas de Sacheri publicados en El Gráfico.
«Estos años de escribir columnas fueron, para mí, un estupendo modo de dialogar con otras personas. De hablar de fútbol. Fue como conversar en la tribuna, mientras esperás que salgan los equipos.»
Historias de vida y de fútbol, casi cuentos, postales, diatribas, tomas de posición, declaraciones de principios es lo que ofrece este nuevo libro de Eduardo Sacheri, que reúne textos escritos entre 2013 y 2015 para la revista El Gráfico, así como Las llaves del reino recopila los publicados entre 2011 y 2013.
Un gol de tiro libre como método para combatir el insomnio, críticas a nuevas y antiguas costumbres del deporte más famoso del mundo, el viejo asunto de ganar o perder, la cancha como experiencia compartida o evocación solitaria de una ausencia, hablar y escribir de fútbol, un viaje en avión en espera de lo mejor o lo peor, y hasta una lección de historia son los temas de estos artículos que, revisados por su autor, se engarzan uno a uno en la más cercana y radiante conversación con los lectores.
Eduardo Sacheri (Buenos Aires, Argentina, 1967) es un escritor argentino. Licenciado en Historia, ejerce como profesor de secundaria y universitario. Comenzó a escribir cuentos a mediados de la década de 1990, relatos futboleros que encontraron una amplia audiencia gracias a la difusión que de ellos hizo Alejandro Apo en su programa “Todo con afecto”, que se emitía por Radio Continental.1 Reconocido hincha del Club Atlético Independiente, Sacheri expresa en los relatos su gran pasión por el fútbol de una manera atrapante, entretenida, y amable, demostrando un perfecto entendimiento de la cultura futbolera popular argentina.
Además de varios libros de relatos, ha escrito dos novelas. La primera, La pregunta de sus ojos (2005), fue llevada al cine por el director Juan José Campanella con el nombre de El secreto de sus ojos y ha cosechado numerosos premios, entre ellos el Oscar a la mejor película extranjera 2010. El guion de la película fue escrito por Campanella y Sacheri.
Algunas de sus narraciones han sido publicadas en medios gráficos de la Argentina, Colombia y España, e incluidas por el Ministerio de Educación argentino en sus campañas de estímulo de la lectura.
Su obra está siendo traducida al alemán, francés y otros idiomas.
Actualmente, Sacheri está trabajando en la adaptación de un cuento de Roberto Fontanarrosa para la nueva película animada de Juan José Campanella, y que llevará el título Metegol. Su última obra, "Papeles en el viento", publicada en agosto del 2011. Por último, su mejor frase: "Hay quienes sostienen que el fútbol no tiene nada que ver con la vida del hombre, con sus cosas más esenciales. Desconozco cuánto sabe esa gente de la vida. Pero de algo estoy seguro: NO SABEN NADA DE FÚTBOL"
Obras Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol, editado en España como Los traidores y otros cuentos (2000) Te conozco Mendizábal y otros cuentos (2001) Lo raro empezó después: cuentos de fútbol y otros relatos (2004) La pregunta de sus ojos (2005, novela) Un viejo que se pone de pie y otros cuentos (2007) Aráoz y la verdad (2008, novela) Papeles en el viento (2011, novela)
“A veces me gusta la idea de que el fútbol nos importe tanto. Me parece un gesto gratuito, en una época en la que casi todo tiene un precio. Que nos importe algo tan ingenuo, tan primario, tan inconsistente como un juego que tiene algo de antiguo y trasnochado y noble. Una especie de mueca carnavalesca que se burla del espíritu práctico y de las buenas costumbres de la civilización burguesa.”
Hace poco más de un mes, días antes de que comience el mundial de Qatar 2022 leí Cerrado por Fútbol de Eduardo Galeano. El título tuvo algo de destinado: 64 partidos, incontables pláticas, miles de comentarios, artículos, libros y otro tipo de contenido después, me reabro al mundo.
En el presente libro, Sacheri escribe que “el fútbol siempre nos sirve para algo, aunque desconozcamos para qué.” Siempre he mantenido, como el artículo con la frase lo implica, que sería una persona mucho menos paciente, perseverante y precavido si no fuera fan del balompié. Eso de irle al Cruz Azul te lo imprime y te lo implanta.
Frases como las anteriores, de la interacción y la semejanza del fútbol con la vida, es el tema central de la compilación de artículos en Del fútbol de la mano y Las llaves del reino de Eduardo Sacheri. De distintos ángulos, nos enseña al fútbol en su rostro más puro, más humano: aquel que nos conecta con nuestros sentimientos, nuestra identidad, nuestras relaciones interpersonales o nuestra infancia.
Sacheri es de otra generación que la mía, entonces no comparto la nostalgia por un balompié como el que describe, pero me identifico en la hinchada y en la manera de vivir el fútbol.
Tras el mundial más controvertido de la historia fuera de la cancha y el más divertido dentro de ella, culminado con la coronación del futbolista más grande de la historia, no habría mejor manera de cerrar el ciclo de contenido exclusivo futbolístico que leyendo a Sacheri, que conoce íntimamente el fútbol de Argentina, el país campeón del mundo. Como lo implica el autor en uno de sus artículos, la Copa del Mundo también se trata de aprender, conectarse y enriquecerse de otros pueblos.
Este libro es para leerlo mucho, muchas veces. Trata de lo humano que rodea al fútbol. Ni jugadores ni estrellas, ni torneos. Habla de experiencias cuyo punto en común es el fútbol. Me ha hecho recordar el ir al Sánchez-Pizjuan desde bien pequeño con mi padre, luego mi tío, luego Migue, luego Sandra. Todas las anécdotas que podría recordar podrían ser otro capítulo. Todos tenemos nuestras propias anécdotas yendo, volviendo, estando. Me hizo revivir el bonito broche con el que terminé de ser abonado una noche de Junio en Madrid.
Me ha hecho recordar campos de tierra, jugar con amigos y recordar que aunque fuésemos malísimos, eramos felices. Porque no importaba nada de ganar o perder, sino el estar ahí con ellos. Madrugar cada sábado, campos de tierra con frío, lluvia, quedarán siempre como bonitos recuerdos.
A lo que respecta el libro, hay capitulos realmente preciosos, de los que Sacheri mete un girito y te hace sacar una lágrima con la que no contabas. (361 noches, Marchando un epitafio) Te hace ver lo bueno y lo malo de la gente que vivimos el fútbol con pasión. Es duro y crítico con aquellos que lo afean y se agradece.
Hay muchas frases que destacaría, pero con la que mas me quedo es que "el mundo seguirá siendo el mundo" dando valor a que salvo 2 horas a la semana, el resto de la vida gira fuera del césped.
Mi abuela es y fue el fosforo de la pasión que me condena. La condena del amor al futbol. El fútbol fue de su mano, de una mano que quizá muchas veces fue esquiva al sentir en otros ámbitos.
Este libro a ella le remitió mucho. A mí poco. La idea de los cuentos o columnas (Estas eran columnas de un diario conocido "El gráfico) me sabe a poco. Ya bastantes satisfacción fugaces y efímeras me encuentro como para sumar una más.
Que el goce se sostenga en la larga espera de poder llegar. El cuento me da una espera vacía o casi sin espera. No me termina de entusiasmar.
Sin embargo hay lindos relatos. Relatos algunos con algún tinte machista pero sabiendo que el autor lejos está de serlo. Simplemente a veces es difícil hablar en un discurso que siempre tuvo al machismo como estandarte sin tener alguna palabra machista. Lo bueno es advertirlo, no criticarlo.
Otros relatos me parecieron más vacíos, no me llegaron tanto a mis ojos. Sin embargo, quería seguir leyendo. Porque el fútbol siempre estará de mi mano. El futbol, mi pasión particular por mi club (Coincide con el escritor), porque es una forma de nunca soltar una mano que cada día esta más cerca de no estar, es la forma de no caer en un olvido constante de quien uno ama. El fútbol, de la mano. De la mano que siempre tendré, de la mano de mi abuela.
Una recopilación muy interesante de las columnas aparecidas en El Gráfico a lo largo de un poco más de dos años. Como suele suceder en estos casos, algunos relatos me gustaron más que otros. Los que más me llegaron son sobre todos los que rescatan la noción de la familia, esa pasión futbolera transmitida en una casa, en un barrio. Las sensaciones de la primera vez que uno va a la cancha, que son muy personales y tan diferentes a todo eso que nos vende la televisión sobre los grandes eventos y torneos. La última columna creo que es la mejor, haciendo esa diferencia tan necesaria del fútbol y sobre todo de las personas que lo siguen. Recuperar esa cara amistosa, de potrero, de rodillas raspadas, para dejar de lado por un momento todo el universo turbio con que se está cubriendo el fútbol hoy día. Que según creo, no es casualidad, porque como se dice varias veces en este libro, el fútbol es un poco como la vida. Y como en la vida, hay que disfrutar lo mejor que tiene para ofrecer.
Recopilación de artículos publicados en "El Gráfico" de Argentina, entre 2013 y 2015, disparejo pero agradable, como nos tiene acostumbrados Sacheri. Continuando con la colección iniciada en "Las Llaves del Reino", todos los artículos son anécdotas, reflexiones o relatos relacionados con el fútbol. Algunos mejores, o mejor dicho, algunos que generarán más empatía, interés o identificación con cada lector, que otros. Este lo disfruté un poco menos que el anterior debido a que la gran mayoría son para quejarse. Hay sólo un par de ellos, y el artículo de despedida, que tienen una nota positiva o esperanzadora, los demás son para criticar o lamentar algo, y eso, junto, se me hizo demasiado. De ahí en fuera, es el mismo Sacheri que ama al fútbol y lo respeta. El artículo que da nombre al libro, la despedida y por ahí algún otro son geniales.
Para nososotros los locos, donde el futbol nos atraviesa hasta en los instantes más pequeños y cotidianos de la vida, sin dudas que este libro es una caricia al alma.
Recuerdos de la infancia, el compartir esta pasión inexplicable con mi viejo desde chiquito, los abrazos de gol, los llantos y alegrías, las tardes en las calles del barrio jugando hasta que se hiciera de noche sin ninguna preocupación, las charlas infinitas con amigos del mismo cuadro y también las sanas peleas después de un clásico ganado o perdido con los amigos del rival.
Si bien el amor por el futbol y por nuestros clubes es imposible de poder poner en palabras, este libro se aproxima muy bien a lo que siente un hincha por su cuadro.
Lo sabe todo el mundo, el argentino Eduardo Sacheri es uno de los escritores que mejor ha sabido llevar la esencia del fútbol al papel. Autor de la colección Esperándolo a Tito y otros cuentos de fútbol (2000) y la novela La pregunta de sus ojos (2005), llevada al cine por el director Juan José Campanella con el título El secreto de sus ojos, El fútbol, de la mano podría considerarse como la segunda parte de Las llaves del reino (2015), compilación de los textos que escribió para la icónica revista Gráfico entre 2013 y 2015. ---- Puedes encontrar esta review en el #Panenka67. Disponible en tienda.panenka.org.
Muy entretenido para cualquier futbolero, tanto para los que sufrimos en la tribuna como para los que juegan en sus equipos de barrio o de club. Una mirada a nuestra muchas veces irracional afición desde el punto de vista del más irracional hincha, el argentino. Excelentes anécdotas de la cancha de barrio, de la tribuna y el sufrimiento desde la televisión para los mundiales. Altamente recomendable.
Unos geniales cuentos futbolisticos de Eduardo Sacheri, en la cuál nos habla de su pasión por el fútbol, la fidelidad qué se le debe a nuestro club. En estos cuentos habla sobre los grandes futbolistas que vio, su pasó cómo arquero estando en el colegio, las anécdotas qué tiene con sus amigos que siguen la misma pasión, el primer mundial qué vio y muchas otras narraciones más.
Este libro reúne textos escritos por el autor para una revista, todos relacionados al fútbol. Eduardo hace magia con las palabras, de situaciones cotidianas crea relatos profundos y con mensaje.