Esta colección de cuentos reúne sucesos de la vida cotidiana que se encuentran con eventos inusuales. Por ejemplo, que una niña pequeña se ponga a dialogar con un policía y le haga preguntas de toda índole, en particular una sobre las piedras; por ejemplo, que una creciente manada de elefantes reconozca como parte de los suyos a un hombre. Y que una pareja se imagine historias a partir de los ruidos que escuchan en el vecindario. Hacia el final del volumen irrumpe un gorila de zoológico... Relaciones amorosas y familiares, enigmas de la vida cotidiana, irrupciones de lo desconocido: con estos y otros elementos, Brenda Lozano elabora historias cuyos personajes resultaran a los lectores al mismo tiempo cercanos y enigmáticos, como suelen ser los amigos íntimos.
Brenda Lozano nació en la ciudad de México en 1981. Narradora y ensayista, colabora en Letras Libres, entre otras publicaciones. Estudió Literatura Latinoamericana. Ha sido becaria del programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Ha sido antologada en diversas ocasiones. Todo nada (Tusquets, 2009) es su primera novela.
Wow es lo primero que atiné a decir cuando lo terminé de leer.
Cómo piensan las piedras es una recopilación de relatos, uno más extraño que el otro. La joven autora utiliza la cotidianidad banal y la converge con situaciones estrambóticas. Está bellamente escrito pero a la vez resulta muy raro de leer. No sé si me encantó o me disgustó. Me decido por lo primero.
Fan de lxs autorxs que novelizan lo cotidiano y nos dan un producto hermoso incluso describiendo el debate de cómo piensan las piedras.
“La imprecisión a partir de ahora será lo único certero”
“Es por mis subrayados que puedo decir que hay frases con más vida que algunas personas en la calle”
“Qué otra es el sufrimiento sino mirar adentro”
“Tenía los brazos cansados, había hecho tanto, y tan poco, en nombre del miedo”
Mis cuentos favoritos fueron el primero y el último, como lo son todos los relatos con vínculos humanos-animales e infancias jugando con el lenguaje. 🦀🧡
Pienso que el esbozo de los personajes es el punto fuerte de la autora pero un detalle tan minúsculo hasta lo irrelevante al momento de contemplar el panorama general de este volumen de cuentos. Solo con Elefantes se me ocurre que podría asaltarme eventualmente el antojo de la relectura. O ya, quizás también con Cables, en el que se consigue la mayor parte del tiempo la ilación de un idea ciertamente interesante aunque frágil por su narración —autoconscientemente— fragmentada. Después me parece justo salvar a Geometría familiar y al propio cuento homónimo que no tendrán la solvencia de los dos primeros pero que se defienden bastante bien. Y ya del resto (o sea 10 de 14 en total, ojo) en verdad qué flojera gastarse en decir cosa alguna. Fervientemente creo que lo peor que te puede pasar como escritor no es terminar escribiendo los peores libros sino los más insustanciales, insignificantes, intrascendentes. Como irse por el atajo al olvido. Cosa a la que para mí con toda franqueza habría estado destinado este libro de no ser por los cuentos mencionados.
Como yo lo veo, estos textos fallan principalmente al tratar de partir de más de una premisa y/o de un concepto para desarrollar en paralelo. Su fracaso termina por ser aun más estrepitoso dada la contundencia narrativa que exige el formato del cuento. Ni hablar de ese momento frustrante en el que vuelves párrafos atrás del libro por el sentimiento de culpa de haberse perdido de algo al quizá recaer en lectura mecánica para descubrir que no, que efectivamente no estaba ni está pasando nada. Sentir que la autora simplemente ha escrito lo que ha escrito pero que se haya olvidado de hacer que te importe lo que estás leyendo. Entonces su ausencia de preocupación por involucrar al lector en la historia se torna en, cuanto menos, un gesto grosero.
Cómo piensan las piedras está caracterizado de tantas buenas intenciones como de textos faltos de un proceso de corrección de mucho mayor rigor —o, lo que es lo mismo, faltos de cariño— que concluyen en una obra absolutamente prescindible.
Los cuentos de la mexicana Brenda Lozano nos relatan una cotidianidad interrumpida abruptamente por algún elemento disruptivo (sea sobrenatural o no), que cambia radicalmente a los personajes. Los relatos más destacados son "Elefantes", "Martina", "Lugares que nos sobrevivirán", "Cables", "Un gorila responde" y "Cómo piensan las piedras". Libro muy recomendado.
La importancia de lo simple siempre ha sido la característica principal de Brenda Lozano. Cada cuento de esta compilación es interesante porque muestra una serie de ideas aparentemente inconexas que poco a poco van adquiriendo sentido para el lector. Dicho significado puede ser o no el mismo que la autora quiere transmitir y es ahí donde las historias se vuelven relevantes. La narrativa no es la misma en cada cuento, se pasa de la primera persona a la voz omnipresente y de pronto se transforman los animales en personas (y viceversa) y ahí radica la magia de cada historia. De los relatos destacan «Notificaciones», «Como piensan las piedras», «Lugares que nos sobrevivirán», «Cables» y «Martina» principalmente por el apego que sentí a las vivencias de los personajes. Es importante destacar que cada uno de los textos podría ser una novela por sí sola si se le dedicaran las páginas correspondientes y eso es algo que no percibo en muchos otros escritores.
Los primeros dos cuentos me gustaron mucho y también la forma de escribir y de construir una narración. El cuento de Geometría familiar me gustó mucho, porque es muy íntimo y se construye bien la historia entre lo que nos une siempre con nuestra familia y como actos tan simples después se vuelven recuerdos definidos que describen nuestras relaciones familiares . Los personajes de cada cuento se sienten cercanos, personajes que seguro te encuentras en la calle o que se parecen a alguien que conoces, eso me gustó. Esa naturalidad, pero también esa particularidad (que no entendí del todo).
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bueno, en mí opinión este es un lindo libro de cuentos, pero no mucho más. Hay un par de cuentos muy lindos, con frases bonitas o personajes interesantes, está narrado mayormente de manera simple y los relatos son breves, fáciles de digerir. Sin embargo no son tan memorables, algunos no aportan mucho o siento que se quedan a la mitad. Capaz a otra persona le generan más, a mí me gustaron pero no me fascinaron, sentí que les faltaba macerar un poco más de tiempo.
La escritora tiene una forma de escribir y expresar sus ideas de una forma diferente. Me encantó como aborda varios temas y se camuflajea (no sé cómo), parece que estuvieran hablando personas diferentes y es que tiene un carácter muy tenaz, tanto así que ella lo dice hahaha…
Frase fav: “Es sabido que hay que conocer lo terrible para hablar de lo bello”.
Autoficción, este libro me encantó muchísimo, es hermoso conectar cada historia y comenzar a ver detalles que ligan la vida de la narradora/autora. En cada capítulo hay una piedra y es muy precioso prestar atención a esos ínfimos detalles narrativos que transforman el libro en un libro maravilloso 🩷
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este libro no me gustó porque de repente me da muchos datos precisos que no me sirven de nada, como las edades de los personajes o los días que faltan para el cumpleaños o cifras así, muy descriptivo en algunos aspectos que mas tarde no son nada reelevantes, los cuentos me resultaron sosos, se lee muy rápido.
El primer cuento es una maravilla, me saco las lagrimitas; de los otros puedo decir que contienen la magia irreverente de la cotidianidad. Lastima que no me entusiasmo lo suficiente como para poder recordar mas adelante todos los cuentos que contiene.
el primer cuento es bellísimo, hasta suelta unas lagrimitas. creo que si la edición hubiera sido con ese al final se podría disfrutar mas los otros cuentos. Los otros son simples y livianos, destaqué frases que me parecían poesía de la vida.
Compré el libro por corto y barato. Mientras lo leía pensé que nunca acababa y que pagué demasiado. Cuando lo acabé reflexioné que quizás yo también debería escribir cualquier cosa y mandarla a Alfaguara.
Te quiero mucho Brenda, por ser una joven escritura que inspira a los demás, encontrar quiebres en la realidad absoluta para crear nuevas vertientes en la imaginación. Cómo piensan las piedras es un excelente libro de cuentos posmodernos y sabe sacudirte la mente de forma que no puedas apartar los ojos de la lectura.
Lamentablemente, los cuentos no enganchan, si bien son acciones cotidianas, cuando crees que ya toma sentido la acción, esta solo acaba, no hay un buen desarrollo de las ideas.
Es difícil pensar en esta obra como un todo, porque algunos cuentos son increíbles y otros no tanto. Sin embargo, los que destacan lo hacen con tanta fuerza que elevan el conjunto. Me parece muy poderoso cómo Brenda Lozano es capaz de darle estructura y profundidad a todo un relato con apenas una oración. Es una obra que se siente como un agudo estudio sobre las relaciones —y los traumas— entre padres e hijos.
Disfruto mucho de la narración de Brenda Lozano: suele tener formas muy lindas para asociar ideas y la manera en las que las presenta es bella. Sin embargo, salvo por dos o tres relatos de esta colección, me quedo con la sensación de lo inacabado, como si al final sus narraciones no llegaran a ningún lado en realidad.
Algunos buenos, otros demasiado ligeros para mi gusto, para las personas que las gusta la vida diaria y pensar sobre ella es una maravilla. Muy dulce en general.