Además de extraordinario narrador y ensayista, Borges fue un excelente poeta. De hecho, puede decirse que la poesía es el alma de su obra. Indisociable de sus cuentos y ensayos, estos poemas son parte indispensable del universo borgiano y constituyen una indagación paralela a los asuntos que siempre le apasionaron: los libros, la memoria, los laberintos, los espejos, Inglaterra, el amor o la eternidad. Dueño de un fino oído y una deslumbrante capacidad para crear imágenes memorables, Borges revive en sus grandes poemas la intensidad que recorre la gran tradición occidental desde Homero hasta Eliot.
Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo was an Argentine short-story writer, essayist, poet and translator regarded as a key figure in Spanish-language and international literature. His best-known works, Ficciones (transl. Fictions) and El Aleph (transl. The Aleph), published in the 1940s, are collections of short stories exploring motifs such as dreams, labyrinths, chance, infinity, archives, mirrors, fictional writers and mythology. Borges's works have contributed to philosophical literature and the fantasy genre, and have had a major influence on the magic realist movement in 20th century Latin American literature. Born in Buenos Aires, Borges later moved with his family to Switzerland in 1914, where he studied at the Collège de Genève. The family travelled widely in Europe, including Spain. On his return to Argentina in 1921, Borges began publishing his poems and essays in surrealist literary journals. He also worked as a librarian and public lecturer. In 1955, he was appointed director of the National Public Library and professor of English Literature at the University of Buenos Aires. He became completely blind by the age of 55. Scholars have suggested that his progressive blindness helped him to create innovative literary symbols through imagination. By the 1960s, his work was translated and published widely in the United States and Europe. Borges himself was fluent in several languages. In 1961, he came to international attention when he received the first Formentor Prize, which he shared with Samuel Beckett. In 1971, he won the Jerusalem Prize. His international reputation was consolidated in the 1960s, aided by the growing number of English translations, the Latin American Boom, and by the success of Gabriel García Márquez's One Hundred Years of Solitude. He dedicated his final work, The Conspirators, to the city of Geneva, Switzerland. Writer and essayist J.M. Coetzee said of him: "He, more than anyone, renovated the language of fiction and thus opened the way to a remarkable generation of Spanish-American novelists."
Lo último que fue Borges es poeta, y él fue el primero en saberlo. El hombre fue tan culto, talentoso e inteligente que no le salió mal, pero un solo poema de un espíritu genuinamente poético (Lorca, Rimbaud, Pound, César Vallejo, Ted Hughes...) basta para superar un poemario suyo entero. Con todo, es una lectura interesante (sobre todo su poesía a partir de 1960, pues sus tres primeros poemarios son infumables). Mi favorito: «Cristo en la cruz» (noto la influencia de Blake, y se agradece).
A lo largo de varias semanas, justo después de bañarme, cuando mi voz no ha despertado del todo, leí los poemas de Borges en voz alta; conforme avanzaba, pensé en lo desafortunado que era todavía no conocer Argentina ya que Borges le dedica demasiado amor a su tierra, en especial a Buenos Aires.
Por suerte Borges ama muchas cosas.
Este libro reúne cada volumen de poesía de Borges, desde 1923 hasta 1985 en el que se puede apreciar la evolución de uno de los más grandes escritores en español pero también hay una constante visible y es que el poeta tiene una fórmula simple que inspira cada verso: hay que escribir sobre lo que amamos.
Borges ama a Buenos Aires, sí, pero tiene otros motivos universales y unos que van a derretir a todos los aficionados de la lectura. Ama a los tigres, sin duda, hasta mira con desdén al león al que debe dedicarle un poema por su importancia y parece casi detestar que no sea el tigre quien recibe esa devoción mundial. Ama a Heráclito, que se presenta en cada río que atraviesa sus poemas. Ama La Ilíada. Ama La Odisea. Ama a Cervantes pero ama más al Quijote y todavía más al lector que se lo encuentra. Ama a Cristo y lo ve con compasión y luego lo reduce al mortal que fue. Ama los sueños y les tiene miedo a la vez. Ama sus libros. Ama la lectura. Ama el sentido y la búsqueda del mismo. Ama el paso del tiempo. Ama Islandia. Ama las milongas y hasta acepta que hubiera disfrutado ser músico. Ama la historia del inglés. Ama los sonetos. Ama el inglés, repito. Ama los tankas y los haikus. Ama a los sajones. Ama a Edgar Allan Poe y a Arthur Conan Doyle. Ama poetas que fueron olvidados y los trae de nuevo a la vida. Ama la poesía.
Y quien ame al menos una de estas cosas, hallará algo hermoso en sus versos.
La época que más disfruté de él son los años sesenta. En particular, "El otro, el mismo" (1964) es el volumen que más cambió mi manera de observar lo que me rodea. "El hacedor" (1960) y "La rosa profunda" (1975) también me asombraron de manera consistente. Dicho eso, no hubo volumen de poesía que no tuviera al menos un poema que me asombrara.
Y lo dejo en eso porque todo está en abrir cualquier libro de poemas de Borges en una página al azar y es probable que se topen con algo hermoso.
Acabo de abrir el libro y me topé con "A un gato".
"No son más silenciosos los espejos/ni más furtiva el alba aventurera;/ eres, bajo la luna, esa pantera/ que nos es dado divisar desde lejos."
Entonces dejen de leerme, compren su libro de poemas de Borges y sean felices.
Algo que me queda claro sobre Borges, con lo poco que he leído de él (El aprendizaje del escritor y llevo parte de Ficciones), es que reconoce los niveles en los que debe operar según el discurso. En sus seminarios habla en un lenguaje común y presenta con facilidad temas complejos; en sus cuentos, arroja todo lo que tiene, incluyendo su biblioteca y te exige que pongas atención, que investigues, que dialogues con el texto para descifrar su valor y aunque esto lo puede hacer parecer un poco pedante, cuando descubres lo que ofrece es sin duda maravilloso (hablaré de eso cuando termine Ficciones); su poesía, vive en un lugar intermedio ya que toca temas universales y otros más exclusivos, al grado que tiene poemas que parecen ser exclusivos para él y algún amigo, y los demás solo podemos observar desde lejos y preguntarnos de qué hablan (lo bueno es que siempre suena bien). Lo interesante sucede cuando le atina a algo que todos podemos observar, una realidad humana que habíamos ignorado hasta que él la observa y nos obliga a detenernos. Tal vez sea entonces su poesía el mejor lugar para empezar.
Casi 700 páginas de lo que podría considerarse el alma de la obra de Borges: Su poesía. Fecunda, necesaria e indispensable lectura para todo bibliófilo. Entre mis poemas favoritos destacan "Otro Poema de los Dones", "Ajedrez", "Ausencia" y "Arte Poética". Es impresionante que Borges con apenas 23 años (casi mi edad actual) ya había fundado dos revistas literarias en Argentina y a los 24 publicado su primer libro de poemas "Fervor de Buenos Aires", en el cual ya se podía deslumbrar su gran genio. Por mucho de mis escritores favoritos. 5 estrellas le quedan pequeñas al gran maestro Jorge Luis Borges.
Two English Poems... Acá dejo el que más me gustó, en definitiva es de los apartados más bonitos (para mí) en la obra compilada en más 647 páginas. Lo soñé, fue definitivamente una lectura que repetí una y otra vez por su honestidad, su rechazo a los estereotipos de cariño ideal... es un hombre, diciendo que solo eso puede ser... un hombre.
What can I hold you with? I offer you lean streets, desperate sunsets, the moon of the jagged suburbs. I offer you the bitterness of a man who has looked long and long at the lonely moon. I offer you my ancestors, my dead men, the ghosts that living men have honoured in bronze: my father's father killed in the frontier of Buenos Aires, two bullets through his lungs, bearded and dead, wrapped by his soldiers in the hide of a cow; my mother's grandfather --just twentyfour-- heading a charge of three hundred men in Peru, now ghosts on vanished horses. I offer you whatever insight my books may hold, whatever manliness or humour my life. I offer you the loyalty of a man who has never been loyal. I offer you that kernel of myself that I have saved, somehow --the central heart that deals not in words, traffics not with dreams, and is untouched by time, by joy, by adversities. I offer you the memory of a yellow rose seen at sunset, years before you were born. I offer you explanations of yourself, theories about yourself, authentic and surprising news of yourself. I can give you my loneliness, my darkness, the hunger of my heart; I am trying to bribe you with uncertainty, with danger, with defeat.
I'm definitely in the minority, but I much prefer Borges as a poet than as a writer of short stories. No hate towards his short stories, however his poetry is sharp, real, and full of longing. I think I'm just not big on his style of magical realism, which makes sense because I don't see many elements of magical realism (if any) in his poetry.
He tenido rachas y rachas con este libro, tal vez sea porque lo he relegado a un segundo plano, pero he de decir que lo he tenido abandonado durante dos meses y pico y ha sido que lo he terminado ahora porque el de Freud es complicado de leer en el transporte público.
A mi parecer Borges tiene de cuentista todo lo que no tiene de poeta. Realmente se traslada mucho a sí mismo a la trama poética y para mí sus mejores composiciones tienen que ver con lo estrictamente personal, pero te inunda de referencias literarias en todo momento, y llega un punto en que pasa de hacer poesía a revolcarse en su pasado lector por escrito con demasiada nostalgia y orgullo, llegando a ser muy repetitivo.
La poesía de Borges tiene que ver más con la literatura que lee y la interpretación que hace de ella que con la expresión emocional que reviste el poema. Hasta que punto puede ser pecado decir que leído un poema suyo, leídos todos, pero muchas veces me he sentido así. Tiene destellos de poemario en poemario, sobre todo en su época de madurez.
Gracias a Víctor (elector del libro), Nick y Diana por regalármelo el año pasado por mi cumple, os quiero mucho.
En un principio, leí fascinado los poemas; después, asistí a la lenta y monótona tragedia borgiana: ser siempre Borges. Y cuán aburrida y regular sentí su poesía. Posteriormente (y no duré mucho en el error) comprendí algo que ya sabía bien de su prosa: la poesía de Borges es personal, profundamente personal, íntima, suya (y nuestra, creo que ese era su verdadero fin). A la manera de Montaigne, Borges nos invita a conocer el mundo a través de sus manías, reflexiones, sinsabores. Un hombre viejo, cansado, resignado; ante la derrota, no queda sino la simple resignación. Los poemas de Borges son todos el mismo (como para él eran la misma todas las rosas, somos el mismo todos los hombres): el poema del dolor, de la escasa felicidad, del profundo hastío, de la triste melancolía, de la cansada derrota. Sus poemas, en conjunto, tal vez no sean sino un puñado de versos más; sin embargo, también allí, he encontrado dos, tres, un par más, de las líneas más hermosas, universales, increíbles, que me ha sido dado leer. Como siempre con Borges, no queda sino un hasta luego, a un muy querido amigo.
3.5* Me gustaron mucho algunos poemas y ciertos versos. No logré conectar del todo con la poesía de Borges. Espero poder encontrar más poesía que me agrade en su totalidad. Un poco de lo que me gustó:
"El viento trae el alba entorpecida. El alba es nuestro miedo de hacer cosas distintas y se nos viene encima.
Ya la luz raya el aire. Mis años recorrieron los caminos de la tierra y del agua y sólo a vos te siento, calle quieta y rosada. Pienso si tus paredes concibieron la aurora, almacén que en la punta de la noche eres claro. Pienso y se me hace voz ante las casas la confesión de mi pobreza: no he mirado los ríos ni la mar ni la sierra, pero intimó conmigo la luz de Buenos Aires y yo forjo los versos de mi vida y mi muerte con esa luz de calle. Calle grande y sufrida, eres la única música de que sabe mi vida." (Calle con almacén rosado)
"El mar es solitario como un ciego. El mar es un antiguo lenguaje que yo no alcanzo a descifrar." (Singladura)
"Con lento amor miraba los dispersos colores de la tarde. Le placía perderse en la compleja melodía o en la curiosa vida de los versos." (Susana Soca)
I think that it is rather difficult to review a poetry collection because there will always be parts of the collection that speak to you more than others. If I were just evaluating those pieces, I think that I would end up giving this 5 stars, but not everything clicked with me. I wouldn't go so far as to say I disliked any of the poems (besides the Milongas, but I think that had more to do with reading them rather than hearing them performed), but I definitely felt very neutral about some of them.
I also loved the brief prologues Borges wrote for each section. If you're interested in his poetry, I'd recommend reading this collection.
Uno de los libros más sublimes que he leído. Algunos de mis poemas favoritos: -Poema de los dones -El reloj de arena -La luna -Poema del cuarto elemento -El Golem -Heráclito -Lo perdido -Cosmogonía -Endimión en Latmos -La larga busca
No pretendo hacer un análisis exhaustivo sobre la obra poética de Borges porque carezco de los conocimientos literarios para ello, pero puedo definirlo como un excelente escritor. Es que he conocido gente que dice aberraciones como "Borges no es tan grande porque necesitas el diccionario a lado para entenderlo". ¡Mira nada más! ¡Qué insensibles son las selecciones de Brasil y Alemania que meten tantos goles! Deberían atender las súplicas de los otros equipos: "Por favor, no nos metan tantos goles porque somos muy torpes en la defensa" 🙂
Escritorxs hay muches, de todas las épocas e idiomas y con diversos estilos como estilos hay en vinos, alfajores o tacos. En español definitivamente Borges debe ser parte de un grupo selecto. A mí me encantan Sor Juana, Ernesto Cardenal, Nicanor Parra, Benedetti, García Lorca, y muches más.
El Nobel de Literatura se otorga desde 1901, cuando Borges tenía 2 años de edad. Murió de casi 87 años en 1986. Pasaron 30 años entre 1956 y 1986, cuando ya tenía una obra consolidada a sus 57-87 años de edad, pero por alguna extraña decisión en Suecia, decidieron no darle dicho premio literario. ¿Se lo darán a Ken Follet o a Dan Brown? 🙂
Tal vez la proximidad ideológica de Borges a dictaduras militares le impidió ganar el premio, pero ese tema no ha sido obstáculo para que criminales como el israelí Yitzak Rabin o el yanqui Barak Obama hayan ganado ...¡el Nobel de la Paz! ¿Por qué no otorgan un Nobel post-mórtem? Sería digno que se lo asignen a Borges.
¿Y por qué ese pretexto de los vínculos políticos no se aplicó en el caso del híperfascista Mario Vargas Llosa a quien sí le dieron el Nóbel de Literatura? El tipo anda promoviendo golpes de estado y reuniéndose con lo más abyecto de la derecha mundial. Aparte, ¿De verdad hay quien lo crea mejor que Borges? Al menos yo no. Entonces, ¿no sería mejor dejarse de pavadas y programar un algoritmo que imparcialmente asigne el premio a quien se lo merezca?
Bueno, con o sin Nobel, Borges siempre será grande. Creo que la literatura argentina quedó marcada con un antes y después de él. Leer este compendio de poesías borgianas me motivó a leer más de su vida personal porque cada poema me llevaba a hacer anotaciones: dónde vivía ese año, ¿ya se estaba quedando ciego?, eventos políticos de la Argentina mientras escribía tal libro, su relación con María Kodama, etc.
Cada uno de sus poemas son en sí mismos una obra entera para la imaginación, una especie de sueños anidados. En su obra poética, recurre a menudo a palabras como "hexámetro", "clepsdira". Es una pena que haya sido próximo al fascismo porque quien es antifascista no saluda a Pinochet ni a Videla, y mucho menos les recibe un premio. Empero, ello NO reduce su grandeza literaria, la cual es eterna. Pasarán siglos en la Argentina para que vuelva a nacer alguien que supere su obra. MMmmh, tal vez nunca. No ha nacido quien supere a Maradona, más difícil se ve que nazca alguien que rebase a la máxima gloria de la literatura argentina.
Aquí van mis comentario sobre cada poemario.
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"Fervor de Buenos Aires" 1923
Fue el primer libro de poesía de Jorge Luis Borges, escrito a su regreso de Europa a inicio de los años 1920. Nos permite conocer su vínculo con los barrios del viejo Buenos Aires.
Hay un poema titulado "Barrio recuperado", pero lo he visto en otras ediciones como "Barrio reconquistado".
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"Luna de enfrente" 1925
Pareciese una continuación de la melancolía por la matria que el autor describe en su primer poemario "Fervor de Buenos Aires".
De este libro, me gustó mucho "Al horizonte de un suburbio" porque es un poema que habla de la pampa, característica de la Argentina.
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"Cuaderno San Martín" 1929
Este libro fue publicado en 1929 y forma una trilogía de poemarios junto a los dos anteriores: "Fervor de Buenos Aires" (1923) y "Luna de enfrente" (1925). Tendrían que pasar 3 décadas para su siguiente poemario, "El Hacedor" (1960).
Aquí escribió Borges poemas lúgubres relacionados con la muerte y recurrió a metáforas más vastas para referirse a tal evento. Me gustó mucho el poema "La noche que en el sur lo velaron".
================= "El hacedor" 1960
El prólogo de Borges es hermoso porque es una dedicatoria a su colega Leopoldo Lugones. Este es su cuarto poemario, publicado en 1960, el que más me ha gustado. En él, toma conceptos filosóficos o históricos y los detalla con su mente expansiva para lograr rimas espectaculares.
Me gustaron los poemas "El reloj de arena" y "Ajedrez". En el primero hace una descripción del paso del tiempo; en el segundo hace bellas referencias al milenario juego indio.
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"El otro, el mismo" 1964
Han pasado 4 décadas desde que el autor escribiese su primer poemario, y este es el quinto. Sus poemas son más vastos y de una belleza extraordinaria. Me gustó mucho "El mar".Se distancia de la prosa y hasta incluye un poema en inglés.
El poema que más me gustó fue el de "Página para recordar al Coronel Suárez, vencedor en Junín". Es un homenaje a los movimientos de independencia en Sudamérica, liderados por Bolívar.
Está en su apogeo como escritor.
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"Para las seis cuerdas" 1965
Es un homenaje a las milongas, características del Río de la Plata y a las vivencias musicales y ataques en el barrio. Algunos de estos poemas serían musicalizados posteriormente en diversas películas.
A Borges le parece romántica la manera en que algunos hombres mueren gustosos en pleitos de arrabal, fundiendo dolor y amor.
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"Elogio de la sombra" 1969
El poema que más me gustó fue "Los gauchos". Es un libro cuya temática se enfoca en la vejez y en analizar la vida con más calma porque ya comenzaba a mermar la salud de Borges con diversos achaques, además de la ceguera.
Tendría Borges alrededor de 70 años de edad al momento de escribir ese libro en el que dedica 2 poemas al escritor irlandés James Joyce.
============ "El oro de los tigres". 1972
En estos poemas hace menciones a escritores que leyó en sus primeros años como Walt Whitman o Joyce. Quizá usó el símbolo del tigre, asociado a la fuerza y agilidad para contrastarlo con la temática lúgubre de su anterior libro. Su destreza literaria es enorme tanto en los poemas como en los relatos en prosa.
Me gustó el poema dedicado a Islandia que se titula justo así: "A Islandia". Habrá que visitar ese país.
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"La rosa profunda". 1975
La rosa es una especie de botana previa a la reflexión para muches poetas. Ahora Borges escribe sobre el porvenir, la muerte, y el yo. Le parece algo dura la vida en soledad.
Me gustaron mucho los poemas titulados "El suicida" y "Simón Carbajal".
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"La moneda de hierro". 1976
Me gustaron los poemas titulados "México", "El remordimiento" y "A Johannes Brahms".
En este libro viene la famosa frase borgiana "He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz".
También queda manifestada su admiración por Escandinavia, en particular Islandia y personajes mitológicos de esa región del norte de Europa.
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"Historia de la noche" 1977
Es un libro de poemas que dedicó a María Kodama, de los que me agradó mucho "Milonga del forastero". Oscilando entre realidad y temas fantásticos también le dedicó poemas a Japón, al espejo, a los arabescos, a las 1000 y 1 noches, a Alejandría, a felinos, nuevamente a Islandia y su cultura, a Francia, a la noche.
En "Buenos Aires, 1899", describe ágil y elegantemente eventos en versos tomando como soporte las áreas de una casa antigua.
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"La cifra" 1981
Hacia la parte final de su obra poética, Borges se sabe mermado físicamente y lo manifiesta con referencias a la vejez, a noches que "pueden ser la última" como dice en el poema que da nombre al título del libro, "La cifra".
"La dicha" implica una especie de epifanía en este libro, en el cual nos regala 17 haikúes derivados de un viaje que hizo a Japón.
Con tantas series que se hacen en Netflix, ¿para cuándo harán una sobre Borges? Vamos, sin sexo a cada rato, sin abdomen marcado, un Borges que sea auténtico. ¿Un personaje así "no vende"?
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"Los conjurados" 1985
Los poemas que más me gustaron son "Cristo en la cruz" y "Son los ríos". Dedicado también a María Kodama, este libro escrito en Suiza y Japón cierra su obra poética porque Borges habría de morir al año siguiente. Tal vez desde el libro anterior la ceguera le llevó a pedir ayuda a alguien para dictarle los versos.
Se inspira en escritores y mitologías del pasado con temas como el paso del tiempo, el esoterismo y la melancolía.
No leí este libro, sino que lo atravesé; así como uno atraviesa el río correntoso y es otro al llegar a la orilla. No pretendo extenderme en mi reseña, pues se ha dicho y seguirá diciendo mucho de este escritor que ha logrado un grado de inmortalidad, no sé si para su pesar o dicha. Además, como él mismo dice en el prólogo de La rosa profunda: «Prefiero lo verdadero a lo original».
Conviví con sus símbolos durante meses, conociendo primero aquellos rumores de alamedas, las multitudes bonaerenses, las banderas y las conquistas en su trilogía compuesta por Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente y Cuaderno de San Martín. Luego hay un lapsus de treinta años–mayor a lo que yo mismo llevo de vida. Entonces deviene el Borges más conocido, de las bibliotecas, el sumamente libresco, el que se ha quedado incrustado en la retina de la literatura universal, el de El hacedor, El otro, el mismo, el que hace homenaje a la milonga en Para las seis cuerdas, el de Elogio de la sombra, El oro de los tigres, La rosa profunda, La moneda de hierro, Historia de la noche, La cifra y finalmente el de Los conjurados. Fueron dos meses y medio de absoluto Borges… Sin embargo la extrañeza de que acá uno, como lector, le bastasen unas cuantas noches para abarcar las noches enteras de un poeta, deja un sabor a luz efímera; a padecer tribulaciones del tiempo… a padecer de Borges.
Mis poemas preferidos: “El mar”, “Heráclito” y “Cristo en la cruz”, aunque añadiría también “Insomnio”, “Invocación a Joyce” y el mini-relato “Las hojas del ciprés”. Basta decir que Borges, intimista, sacude y lustra los mismos símbolos porque para él el laberinto puede ser tanto un desierto, un jardín o un círculo; porque el tigre es quizás lo que alcanza a ver su ceguera y porque su pasión por Islandia, Oriente y Germania revive ante el mínimo recuerdo y porque los espejos, al ser multiplicadores de las cosas, tienen la abominación de ser infinitos. Entonces, claro, encuentro en Borges un lector orgulloso de sus lecturas –es conocida su afirmación–, pero sobre todo un Borges poeta obsesionado por contar lo que ve en sus sueños, incluso si esos sueños son repetidos. Un Borges que en su vejez decidió prodigar las intensas páginas que contenían su existencia.
Me ha gustado este libro de relatos. O de ensayos. O de poemas, eso, de poemas. Lo he leído como supongo que mejor se lee a Borges: de un libro de segunda mano, de aquí allá, con poca luz.
"Esta lluvia que ciega los cristales Alegrará en perdidos arrabales Las negras uvas de una parra en cierto
Patio que ya no existe. La mojada Tarde me trae la voz, la voz deseada, De mi padre que vuelve y que no ha muerto."
"Defiéndeme de ser el que ya he sido, El que ya he sido irreparablemente."
"Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo."
خورخي لويس بورخيس الكاتب الارجنتيني والموسوعي والذي يعتبر تاثيره الادبي ومحاضراته من اهم التاثيرات الادبية في القرن العشرين -الاعمال الشعرية الجزء الاول هي أحد اوجه بورخيس الادبية .
Obra antológica de las mejores poesías de Borges, totalmente recomendada para los enamorados de la vida y de todo lo que nos rodea. Estoy feliz de que haga parte de mi Colección. Mi poesía favorita, "El Remordimiento" ...He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz..."
Borges escribe con una sensatez feroz y con una pasión austera. Sus poemas te hacen sentir conectado con él, muchas de las cosas que él dice te hacen decir: "¡Yo he estado ahí!", te hacen recordar momentos por los que tú has pasado o por los que quieres pasar. "El Amenazado" y "El Remordimiento" son los dos poemas que más me llegaron y con los que más pude relacionarme.
Me encanta el amor y cuidado que tiene Borges hasta por los elementos más pequeños, escoge las palabras más pulidas y delicadas para explicar situaciones tanto comunes como inusuales, pero que si tú has pasado por una de ellas, puedes leer sus palabras y relacionarte con ellas; al sentir su prosa tan auténtica es como si Borges quisiera implicarte que él y tú tienen algo en común, que sabe lo delicado que puede ser el dolor en el corazón humano, pero que él entiende y quiere que lo sepas. De la manera que yo lo tomo, uno puede conectarse con Borges porque escribe de una manera tan pasional e innata que sus palabras parecen ser tanto naturales como espontáneas; por sus palabras puedes captar de que él realmente te entiende. No está tratando de usar demagogia ni usa frases sensibleras y trilladas, te da la vibra que él es honesto, y no hay algo más bello en un escritor que eso.
Few things could be said about Jorge Luis Borges that others have not said already. He was one of the greatest talents of his time, and also one of the best writers of the 20th century. To this day, Borges’ stories still make the reader wonder, question himself, and discover the well-crafted maze of his language, which sometimes holds an almost secret message which Borges was trying to communicate as clear as possible. Despite him being a very important author of his time, few people actually now his facet as a poet. Not only a prolific writer of short stories, Borges published 13 volumes of poetry throughout his entire life, ranging from 1923 with his first “Fervor de Buenos Aires” (Fervor of Buenos Aires), to his last book of poems, “Los Conjurados” (The Conjured), just one year before his death. Many people have considered Borges’ poetry to be a secondary part of his oeuvre, but it is actually a primordial core of his universe. With his poems, Borges not only shares with the reader the same questions he constantly asks in all of his short stories (time, mirrors, labyrinths, space, humankind, history, books), but he actually accomplishes a sharp sensitivity that touches the reader’s heart, and perhaps it is in his poetry that we see him not just as a writer, but more as a human being. This poetry collection, since it’s complete, offers one pretty interesting feature: the reader can see Borges evolve from that “muchacho que en 1923 lo escribió”, (“young man who wrote it in 1923”) to “el señor que ahora se resigna o corrige” (“the sir who now resigns or corrects”) (Borges 15). The evolution of Borges is almost palpable: from the first experiments of language and his descriptions of the Argentinian life of a real gaucho he changes into a more solid poet who is beware of his craft, who knows how to spare some words, and who has “aprendido ciertas astucias” (“learnt some tricks”) (Entrevista). His style shifts from singing about his beloved Argentina and Buenos Aires to a more globalized artist: from “El Sur” (The South) and “Plaza de San Martín” (Plaza of St. Martin) we see poems moving drastically, such as “En Islandia el Alba” (At Iceland the Dawn), and “Einar Tambarskelver”. While the first two consider that “-esas cosas, acaso, son el poema” (-those things, perhaps, are the poem” (Borges 21) from the Argentinian environment of Buenos Aires and that “la honda plaza igualadora de almas/se abre como la muerte, como el sueño” (“the deep soul equalizer plaza/opens itself like death, like dream” (Borges 23), the two latter praise other lands and other customs to the point of calling them “el cristal de sombra en que se mira/Dios, que no tiene cara” (“the shadow crystal in which God, who is faceless, looks at himself” (Borges 457). However, it cannot be said that his poetry is easy to read. Borges himself was not an easy writer: his constant flow of time and space, his false encyclopedic quotes and facts, his language sometimes vague and in some sort secret is not easy for even the most skilled reader. The knowledge that Borges possessed was such that these stories come easy to his hand: references to Persian poets of the 10th century; direct translations from Latin or German that he quickly figures in his head are splashed into the stories; dates, books, times, places, are all called into the story to bring back a language that can be read and another one that lays behind the legible one. His stories are what was mentioned before and what he is constantly worried about: a labyrinth, a giant maze where he is trying to explain an idea thoroughly, and trying to make the reader understand what he means in the clearest way possible. Nevertheless, Borges wasn’t just a poet: he was a great one. Through the years of constant effort to improve and enhance his writing skills, Borges went through a more rigorous writing scheme, making his style shift from the first free verses to a more stylized and musical poetry. It takes a whole volume for him to change from that original free verse into something different: the first glimpse of technicality in his writing comes from the second book of poems, Luna de Enfrente, where there are a few attempts at assonant rhymes with “El General Quiroga Va En Coche Al Muere” (Borges 68), agua-alba-araña (water-dawn-spider), and even the first attempt of what Borges would’ve been reminded mostly for: his sonnets. The first almost-sonnet comes from the same book, “Manuscrito Hallado en un Libro de Joseph Conrad” (Manuscript found in a book of Joseph Conrad) (Borges 72), where he first attempts the precise consonant rhymes that had an exact amount of syllables. Borges shifts from the originally free verse to a specialized type of verse in which the cadence doesn’t work exactly right, but maintains the margins and the structure of the old metrics. The manuscript, as an example, shows the count of 14 syllables per verse, alternating the first two stanzas of A-B-B-A to the third’s A-B-A-B. When Borges rhymed, he usually shifted from these two schemes, and even in some of his sonnets he shifts from the A-A-B-C-C-B (such as “Ajedrez”, Borges 115) to the rhyme scheme of A-B-B-A-C-C (such as “Susana Soca”, Borges 120). Many years after losing his sight he would say in a poem whose title was in English, “On His Blindness”, that while “A otros les queda el universo;/a mi penumbra, el hábito del verso”, that is, “Others were left with the universe; I with gloom, the habit of verse” (Borges 609), and that’s exactly what is left here in this great book: the habit of verse from a man who cultivated knowledge and literature throughout all of his life, who deserves to be praised for his talent not just as a great writer, but as one of the greatest poets of the 20th century too.
one year ago i was getting myself into borges' writing thanks to one of the best people in my life and immersing into his poetry at this point in life just seemed perfect. and it was. he was such an honest, simple and yet full of wonder, of lessons and life and love. every poem or jut every thought contains a beautiful or magical sentence that gets to you, just the perfect one, the one that gives everything a sense. worth reading just because of that and for everything else. thank you thank you
Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.
Híjoles, cómo empezar a hablar de esto. Borges es un autor con un lugar muy particular en mi vida y su poesía no es la excepción. El libro estaba significado por una carga emotiva muy especial, con una dedicatoria de mi mamá del 7 de enero del 2016. En una ocasión intenté leerlo pero no pude y de ahí sólo lo hojeaba deteniéndome en poemas que me gustaban mucho. Sintiéndome con la fuerza lectora del último año, me atreví a emprender su lectura completa de principio a fin.
Habiendo conocido su obra cuentística, la poesía de Borges es lo que uno se espera que sea la poesía de Borges. Y sí, entiendo por qué no pueda ser del gusto de mucha gente, pues no es una poesía particularmente apasionada, sino bastante fría, se usa mucho el adjetivo “intelectual”, pesimista en su sentido de vida. Incluso acepto que Borges no era un Gran Poeta, a la manera de muchos contemporáneos suyos, como fue un Gran Cuentista. Pero la suya es una poesía profundísimamente personal.
Algo que no veo tan comentado y se pierde mucho de vista, es que en su gran mayoría es una poesía de la vejez. Los primeros poemarios de Borges, Fervor de Buenos Aires (1923), Luna de enfrente (1925) y Cuaderno San Martín (1929) son poemarios escritos en sus 20s, de ahí se da un salto hasta El hacedor (1960) cuando tiene ya 60 años, con Ficciones y El Aleph ya a sus espaldas. La mayor parte de su obra poética fue escrita cuando Borges era ya el Borges que conocemos. Es curioso además porque termina editando de tal forma sus primeros poemarios en esta edición, modificándolos a tal punto que podría hablarse de poemas y poemarios completamente distintos; en la entrevista del programa “A fondo” en 1980 que apenas escuché, menciona que muchas de esos cambios fueron las anotaciones que su padre hizo pero nunca le compartió. Y aun así es notorio el cambio de tono que aunque sea el mismo parecen dos autores diferentes, idea muy borgeana además, como su cuento de “El otro”. También señalo esto de la vejez porque no es una poesía que brille por su atrevimiento vanguardista, de hecho mucho del ultraísmo juvenil es limado en esa edición, y eso creo que también explica la frialdad y hasta aburrimiento que mucha gente pueda tener al acercarse.
Como decía, uno se encuentra lo que espera encontrarse en Borges, es un autor sobre autores y sobre libros, sus obsesiones parecen de forma muy reiterada: la literatura nórdica, los cuchilleros, los espejos, las guerras decimonónicas argentinas en las cuales se ven sus antepasados, los cuchilleros, la Odisea (curiosamente no la Iliada, autores anglosajones, el Quijote, un poco de Oriente aunque no tanto como en su narrativa, la noción platónica de la realidad, los sueños y el tiempo.
Un poco prejuiciado por mi primer acercamiento a su poesía, pensé que me iba a resulta muy pesada, pero, sorprendente, me gustó bastante y marqué muchos poemas que me gustaron y que podría citar poemas y poemas que me gustaron y hacer de esto una tesis ja porque de hecho quería hace una tesis sobre eso (esa es otra capa emotiva que está presente). Pero Borges es de esos autores que suele gustar no en una primera lectura sino en las siguientes, así me pasó co sus cuentos, que la primera vez que leí uno me pasó de noche porque no le entendí y al final, en lecturas posteriores, terminó siendo de mis autores imprescindibles.
Aunque, como comentaba arriba, Borges no fuera un autor apasionado, mucho menos erótico (es quizás el autor latinoamericano más asexual que hay), sus poemas de amor reflejan una intensidad que contrasta mucho con el resto de su obra. Escribir en “El amenazado” algo como “Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo” es wow. Y también cuando en un sentido menos lindo se deja desbordar un poco ante el paso del tiempo, encontramos poemas de una contundencia emotiva muy tremenda. En otro universo, otro Borges dejó desbordarse un poco más por la pasión y escribió otros poemas impresionantes.
Nunca terminaría de hablar de Borges y siempre volveré a este libro, como se referencia un capítulo de Los Simpson (lo digo en serio, no con sorna), pues de alguna forma muy particular han tocado aquellos puntos esenciales de la vida. Al menos de mi vida.
El libro Poesía completa de Borges recoge todos sus poemarios, a saber:
Fervor de Buenos Aires (1923), Luna de enfrente (1925), Cuaderno San Martín (1929), El hacedor (1960), El otro, el mismo (1964), Para las seis cuerdas (1965), Elogio de la sombra (1969), El oro de los tigres (1972), La rosa profunda (1975), La moneda de hierro (1976), Historia de la noche (1977), La cifra (1981), Los conjurados (1985).
Se puede identificar una clara cesura entre 1929 y 1960, treinta años en los que no aparecen libros de poemas y en los que tal vez Borges se centra en su otro género, el cuento. Los primeros poemarios tienen un tono distinto a la poética que desarrollará a lo largo de su vida, y resultan hasta demasiado personales para el lector desprevenido. De alguna forma se sienten como una búsqueda, y descolocan de la misma forma que aquel primer libro de relatos, Historia universal de la infamia (1935).
No es en los primeros libros líricos, ni en los últimos, donde Borges despliega plenamente su estilo. Los primeros son un preludio, son una afinación de los violines, y los últimos un éxodo en el que se reiteran melodías que ya sonaron en el clímax y que, aunque al espectador lo siguen atrapando, sabe que no las oye por primera vez.
Borges es un autor para siempre. Él decía que antes que escritor era lector, y ciertamente en su labor de escritura se ve su afán de lectura. Leer estos poemas es como andar por su biblioteca y escucharlo decir unas palabras —predominantemente en la forma del soneto— cada vez que toma algún libro aparentemente al azar. En ese sentido podría ser metaliteratura o intertextualidad: es el poema que reflexiona sobre los poemas que lo antecedieron.
Los cuentos completos los leí hace mucho tiempo, y ya quedaron demasiados andenes atrás como para hacer una comparación que fuera justa. Sin embargo, la hago, aunque con ese reparo mencionado. Borges es un gran cuentista. Pero es igualmente grande —¿o le ganará por una cabeza?— en lírica. Su lenguaje en este otro género es distinto, pero es igualmente bueno. Su poesía es altamente simbólica, intelectual, pero también trágica. En sus textos dibujó variaciones de un par de temas que no podría enunciar acá, pero entre ellos estarían la historia, los libros, la mitología, el gaucho y Argentina, y la tragedia de ser «el que cuenta las sílabas» y el que no podrá aprender otro idioma y el sediento que ve, a lo lejos, oasis que no tragará.
Yo creo que Borges fue un hombre feliz de haber aprendido a leer. No importa ahora su persona, la arrogancia o la humildad —yo acaso estoy diciendo Borges como se habla de un personaje ficcional, acaso estoy diciendo su nombre para decir algo más que yo lírico—, lo que importa es que en su poética se construye una mirada feliz de haber nacido en este mundo poblado de humanos que hacen libros, y de humanos que pelean y mueren.
Son tantos los textos que me interesaron por distintas razones que el trabajo de citar cualquiera acá sería insuficiente e injusto. Solo diré que sus poemas pasaron a ser de mis obras favoritas de todos los tiempos.
Lean a Borges. Uno termina agotado porque entre esas seiscientas treinta y cuatro páginas le toca ser de tantos lugares y de tantos tiempos —y no es por nada que nadie vive más que un solo siglo—, pero el viaje vale la pena.
Leer a Borges, pero sin que se note. En primer lugar, porque la influencias tienden a ser elementos exteriores y porque Borges, el poeta, tiene profundidad. Si tratamos de transplantar algunos de sus poemas a nuestro suelo personal, corremos el peligro de no tener fuerzas para cargarlo y, además, inmediatamente nos aplastaría. En segundo lugar, tiene demasiadas grandes palabras, olvido, tiempo, infinito, teología, las cuales igualmente sepultan cualquier intento de buen poema. Ahora bien, incluso una ligera manchita de su influencia en una obra poética es demasiado evidente. Siempre se nota que el autor ha leído a Borges, que se deslumbró, y que no resistió poner algo suyo en el rincón de una estrofa para aparentar genialidad. Pero siempre se notará algo ajeno. Ahora bien, no quiero decir que no haya que leerlo, y que no debamos de desear una influencia suya. Además, sería imposible. Media literatura tiene su marca. Pero sí deberíamos de tener conciencia de algunos aspectos de su obra. Vuelvo a enumerar. Que esas grandes palabras son usadas en un sentido irónico y, sobre todo, literario. Dios, por ejemplo, no pasa de ser un personaje con ciertas características. Y el tiempo, un recurso retórico. La Filosofía, una bromista que intenta convencernos de algo. La ironía es el hilo que une todos los elementos de su poesía. Debemos de pensar que Borges, antes de darnos a leer sus poemas, se ha leído a sí mismo con una notable capacidad de desdoblamiento, y se ha dado cuenta de que aquí falta mucha perfección. No se engaña, y sabe que a su obra le falta algo sorpresivo. A lo largo de los años y de trece libros, hay demasiadas repeticiones. Leyendo en orden, uno se da cuenta de que repetidamente aparecen las mismas ideas, con mayor o menor fortuna. No es extraño que Borges haya dicho que hay poetas a los cuales favorecen ser antologados, y otros a los que es mejor leer en conjunto. Naturalmente, él se situaba entre los primeros. Tampoco debe de sorprender que Borges haya tenido siempre la idea de que la mejor versión de un poema se haya quedado en un borrador. De alguna manera, su poesía era una serie de borradores. Me quedé asimismo con la idea de que algunos borradores pudieron haber contenido mejores momentos. Leer la misma idea en diferentes reescrituras puede ser incómodo. Las ideas sorprendentes van perdiendo brillantez. Eso, si se lee la obra de poética de Borges como un proceso, como una serie de ideas que se van puliendo con los años. Artificios inofensivos que nos hacen olvidar el amor por unos minutos. Pues Borges decía que escribía para olvidarlo. Es cierto, el amor prácticamente es un tema que no aparece en estos versos. Es suplido con otros, como la eternidad, el infinito, el tiempo. Así de grande es el hueco que pretenden llenar.
Jorge Luis Borges. Obra poética. México, Lumen, 2011.
depois de quase um ano me acompanhando, acabei a leitura da poesia completa de borges. não lembro de em algum momento anterior ter lido um livro completo em espanhol, então essa foi minha estreia, com meu precário espanhol colegial e muita vontade de conhecer borges no original, principalmente a poesia. aprendi as palavras novas necessárias para entender a linguagem que variava entre o erudito e o falado nas ruas da buenos aires de tantos anos atrás. da erudição de borges jamais tenho a pretensão de compreender tudo (passei flanando por algumas referências a textos ingleses que ainda não constam - e um dia vão constar? - na bibliografia do que já li). borges é um excelente poeta, na minha opinião. claro que ainda prefiro seus contos fantásticos, que são onde ele foi maior (é o que leio e releio e releio sem fim), mas a sua poesia também tem as belezas do fantástico, do sublime. um amor transcendental por buenos aires, a repetição dos temas (da bíblia, dos ingleses, dos antepassados, da cegueira) e mesmo dos objetos (a espada, a clepsidra), tudo se destaca numa obra vasta (são mais de 10 livros reunidos). ler tudo em ordem, em sequência, mesmo que ao longo de um ano, me levou a conhecer melhor (muito melhor) a forma do pensar desse grande escritor, que segue sendo um dos meus favoritos (agora não só contista, mas um dos meus favoritos poetas). p.s.1: destaco como livros preferidos El Otro, El Mismo; Elogio de La Sombra e La Cifra. (é muito evidente, até na distribuição de meus poemas favoritos, que houve uma evolução muito grande entre o borges dos três primeiros livros de poesia - publicados ainda nos anos 20 - e o borges a partir de El Hacedor - publicado só em 1960. a mudança favorece a sutileza de sua poesia, a beleza das imagens que ele cria e recria, monta e remonta como um caleidoscópio - esse aliás, mais um dos objetos de repetição na obra). p.s.2: Milonga de Los Morenos é um poema que vai me acompanhar sempre na voz de Vitor Ramil e Caetano Veloso (Ramil incluisve eleva borges com suas versões musicas das milongas presentes em Para Las Seis Cuerdas). p.s.3: a frase final de Fragmentos de un Evangelio Apócrifo carrego como lema.