«A mí me encanta Cortázar. Lo conocí, además en México, hace muchísimos años. Para mí fue como conocer a un dios» - Roberto Bolaño Los primeros pasos de Julio Cortázar en el ámbito de la novela no fueron sencillos. Por voluntad propia, su debut novelesco, Divertimento (1949), nunca fue publicado en vida, y el manuscrito de El examen (1950), del que posteriormente se desprendió Diario de Andrés Fava , fue rechazado por el sector editorial. No sería hasta 1960, con Los premios , que una novela de Cortázar vería la luz y anticiparía los temas y el estilo inherente al autor argentino, culminados en Rayuela . Así, mucho encontramos del celebérrimo Club de la Serpiente en el grupo de amigos Vive como Puedas . Y en las largas digresiones sobre arte, literatura y política bajo la lluvia de la triste Buenos Aires. Y en el viaje, en crucero o a pie, eterno motivo cortazariano de la ilusión de un corte con una vida que quiere dejarse atrás. ENGLISH DESCRIPTION"I love Cortazar. I met him in Mexico many years ago. For me, it was like meeting God." –Roberto Bolaños Cortazar’s first steps into the realm of long narrative fiction such as novels, were not easy. As a personal wish, his first-ever written novel Divertimento , was never published while he was alive, and El examen / Final Exam , was rejected in manuscript by publishers; this later turned into, and was published as Diario de Andrés Fava / Diary of Andres Fava . It wasn’t until 1960 with Los premios / The Winners , that the first Cortazar novel was published, setting precedent to the author’s inherent themes and writing style that climaxed in Rayuela / Hopscotch . In these works, we get insight into the famous "Serpent Club" and the "Live as You Wish" group of friends, and their long conversations about art, literature, and politics that were discussed under the sad Buenos Aires sky; as well as Cortazar’s eternal leitmotif, a journey of cutting ties with a life that he would like to leave behind.
Julio Cortázar, born Julio Florencio Cortázar Descotte, was an Argentine author of novels and short stories. He influenced an entire generation of Latin American writers from Mexico to Argentina, and most of his best-known work was written in France, where he established himself in 1951.
El diario de Andrés Fava, como elemento de la novela “el examen”, se encuentra poco reseñado y poco comentado, o como mucho, cuenta con descripciones vagas, haciendo alusión a que se trata de una antesala de la novela, y una premonición de cuentos como “continuidad en los parques” (pues menciona la idea en este diario, años antes de la redacción del cuento) en todo caso, al leerlo, se comprenden las descripciones vagas sobre el tema, y personalmente, quise entenderlo bajo la mirada surrealista que inquietaba y atraía a Cortázar.
Un Surrealismo no en el sentido de lo que hubiese creado como obra literaria, sino como práctica sin más, no en el parecer de los personajes o situaciones a crear, pues son cotidianas, y que además acaecen en la mente, y prácticamente quien lo escribe es el único personaje; no, surrealista por la manera en que ejecuta las tempranas ideas de André Bretón, sobre el pensamiento automático sin mediación, o al menos sin pretensión de mediación de la razón o factores externos que no fuesen el mismo pensamiento, siento, que este diario o al menos varios de sus fragmentos fueron escritos de “tirón”, de manera que, si describiendo o recordando cómo tocó la puerta, saludó a un amigo, o tomó un café, venían pequeñas reflexiones del que sobrepiensa, no las aparta de la oración en sí, las integra sin interés en el orden, y sin reparar en abandonar la imagen que lo llevó al pensamiento o viceversa.
Ejercicio de escritura espontánea, en donde incluso -y por ello lo intuyo- en varios apartados del diario, y en el único fragmento en donde describe un diálogo y tiene un interlocutor, gira y divaga en torno al lenguaje, las palabras y las ideas, reflejando una fascinación y un miedo por lo que se dice, cómo se dice, y qué lo genera, señala, por ejemplo: “ Esa halitosis del alma que revelan ciertas frases, sin razón alguna en sí, nada más que en la entonación, el modo de insertarlas, el gesto que las acompaña”, traduce su reflexión lingüística de cómo lleva el lenguaje el pensamiento, o sobre cómo el poeta hace de la palabra su pensamiento, no como herramienta, sino como hecho, sobre esto nos concluye: “Nos hemos inventado una sustitución de lenguaje, una especie de sistemas de referencia no tanto a los objetos mentados, sino a los signos primitivos. Con bastante frecuencia hay que levantar la primera capa de palabras para atender a la segunda”. Es, en definitiva, su ejemplo, su demostración de cómo trascendió dicha pugna, o por lo menos, la evidencia de su proceso experimental sobre la frontera (si es que la hay), entre la palabra y el pensamiento. Pero es sobretodo y sin más, un diario, como debe ser un diario, como la manera en que nos reflejamos a nosotros mismos nuestros pensamientos y emociones.