Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) logró abrirse camino como poetisa en una sociedad que no reconocía ninguna actividad letrada a las mujeres. Realizó la hazaña de aprender a leer sola y luego se incorporó a la vida religiosa, único modo posible de mantener el ejercicio intelectual para un joven de su tiempo. A través de una intensa actividad poética y literaria que incluye muy variadas formas líricas y textos en prosa de una gran profundidad, llegó a ser una ineludible representante del barroco novohispánico.
Juana Inés de la Cruz was born in a town in the Valley of Mexico to a Creole mother Isabel Ramírez and a Spanish military father, Pedro Manuel de Asbaje. As a child, she learned Nahuatl (Uto-Aztec language spoken in Mexico and Central America) and read and write Spanish in the middle of three years. Thanks to her grandfather's lush library, Juana Inés de la Cruz read the Greek and Roman classics and the theology of the time, she learned Latin in a self-taught way. In 1665, admired for her talent and precocity, she was lady-in-waiting to Leonor Carreto, wife of Viceroy Antonio Sebastián de Toledo. Sponsored by the Marquises of Mancera, she shone in the viceregal court of New Spain for her erudition and versifying ability. In 1667, Juana Inés de la Cruz entered a convent of the Discalced Carmelites of Mexico but soon had to leave due to health problems. Two years later she entered the Order of St. Jerome, remaining there for the rest of her life and being visited by the most illustrious personalities of the time. She had several drawbacks to her activity as a writer, a fact that was frowned upon at the time and that Juana Inés de la Cruz always defended, claiming the right of women to learn. Shortly before her death, she was forced by her confessor to get rid of her library and her collection of musical and scientific instruments so as not to have problems with the Holy Inquisition, very active at that time. She died of a cholera epidemic at the age of forty-three, while helping her sick companions. The emergence of Sor Juana De La Cruz in the late seventeenth century was a cultural miracle and her whole life was a constant effort of stubborn personal and intellectual improvement.
finjamos que soy feliz, triste Pensamiento, un rato;
sé que estoy triste, e ignoro la causa de mi tristeza.
pocas veces en mi vida me compré un libro para la facultad y lo leí después de ya haber rendido el examen por lo tanto que me gustó estudiar el tema, y esta antología poética de sor juana fue una de ellas. cuando analizamos los sonetos en clase me quedé fascinada, no podía creer lo lindos que eran y también lo modernos que me sonaban! como buena ignorante que soy, conocía a sor juana solo de nombre pero no la conocía en serio, entonces cuando me enteré que era una de las poetas que marcaron la literatura latinoamericana (incluso incorporó el nahuatl en sus poemas), que fue una de las pocas mujeres reconocidas como escritoras del siglo xvii, y que escribió sobre amor siendo una sacerdotisa, me dieron muchas ganas de leer más de ella. todo mejoró aún más cuando me enteré de su posible romance con la virreina y los undertones lésbicos de su obra!! me encantó leer esta colección porque era muy claro el hilo de conexión entre los poemas seleccionados y me gustó la forma en la que está organizada. mi parte favorita fueron la de los sonetos, pero en general mis poemas favoritos fueron: acusa a la hipocresía de mucha ciencia que teme inútil para saber y nociva para vivir, arguye inconsecuente el gusto y la censura de los hombres que en las mujeres acusan lo que causan, décimas que acompañaron un retrato enviado a una persona, porque la tiene en pensamiento desprecia como inútil la vista de los ojos, los sonetos 145, 146, 152, 176, y que expresa sentimientos de ausente. la imaginería de los retratos y el arte, el tema recurrente de la belleza y envejecer, el uso de la palabra "tormento" repetidas veces, la forma de retratar el amor y las relaciones de una manera tan moderna que parecen canciones de lana del rey, las críticas a su época... amé absolutamente todo. ojalá lean a sor juana inés de la cruz y aprecien buena literatura latinoamericana!
siempre pensando en ti, siempre a ti en el pensamiento.
teniendo por mejor, en mis verdades, consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades.
perdón, en fin, te pido de las muchas ofensas que te he hecho en haberte querido: que ofensas son, pues son a tu despecho; y con razón te ofendes de mi trato, pues que yo, con quererte, te hago ingrato.
Sor Juana derrama inteligencia y armonía, de manera impresionante. Sus poemas incluyen una gran diversidad y riqueza de palabras, exhiben una sólida estructura y provocan un gran placer al leerlos o escucharlos.
amé mucho esta antología. me acompañó un buen rato en mis bolsas. es la primera que me permito rayar tanto. la disfruté muchísimo. el Ovillejo final sobre el retrato de Lisarda fue un excelente final a esta antología. gracias Sor Juana por acompañarme siempre, agradezco el poder leerte.
No logré encontrar mi edición, pero quiero decir que es sus poemas son una obra maestra tratando desde religión hasta el amor o el pensamiento. Me encanta.