En 1937, días antes de la caída de Bilbao, al final de una jornada de intenso bombardeo de la aviación y la artillería franquista sobre la capital de Euskadi, embarcaron en el puerto de Santurce más de cuatro mil refugiados de cinco a catorce años en el transatlántico Habana. En solidaridad con la República, la expedición refugió a miles de niños vascos y asturianos en Francia y la Unión Soviética en plena Guerra Civil Española. Entre ellos, una niña llamada Marina, la protagonista de este libro. Mientras Marina es separada de su familia y enviada a la Unión Soviética, su hermano Félix es evacuado hacia Francia. Lo que iba a ser sólo una experiencia de unos meses, y no mucho más, termina prolongándose veinte años. Criada bajo esas circunstancias, la niña crece y sobrevive a todo lo imaginable. El sufrimiento, el horror y el desarraigo de una historia personal revelan un aspecto poco conocido de la guerra más dramática del siglo XX. Rodolfo Luna Almeida cuenta en tono íntimo la odisea de la niña bilbaína desde que sube al Habana hasta que desciende en el puerto de Buenos Aires, para reencontrarse con su hermano adorado. Aunque nunca deja de anhelar el reencuentro con sus seres queridos, Marina ha desplegado una personalidad fuerte y templada −ahora se llama Marinka−, se ha construido a sí misma, e incluso llega a ser elegida "la mejor tornera en la Unión Soviética". Desde la almendrada mirada de Marina, el lector se acerca al relato colectivo de la vida de aquellos niños, muchos de los cuales aún viven. Una experiencia estremecedora.
Al estallar la Guerra Civil Española, 35 000 niños españoles son evacuados hacia distintos países y a Marina la destinan a la URSS. Con solo 10 años es separada de todos sus amores y todo lo conocido. Esta es la historia verídica de Marina González, de todo lo que tuvo que pasar para llegar a su nuevo país, un país que en un principio le ofreció esperanza y que luego se ve inmerso en la Segunda Guerra Mundial, por lo que el panorama inicial cambia completamente y luego de vuelta a España, después de 20 años no se reconoce ahí, ni reconoce la ciudad. Puede ser la historia de cualquier repatriado que con la ilusión de regresar a su país puede encontrarse con muchas sorpresas.
Excelente la forma en que Luna Almeida logró contar de manera novelada la vida de Marinka y de paso darnos a conocer una parte de la historia de la Guerra Civil Española y todo lo que vino después de esos niñes que tuvieron que dejar a sus familias para no morir.
Biografía de una vida de lucha, superación y un vacío enorme en el corazón. Muy bien escrito con prosa poética. Nos narra, en cada etapa de su vida, la situación política y social que le tocó vivir después de abandonar su país en guerra. No hay tiempo para la autocompasión, solo para la lucha y la esperanza
Una conmovedora historia acerca el desarraigo provocado por las guerras, las vivencias de unos niños que fueron despojados de sus familias, sus entornos conocidos y sus zonas de confort para ser reimplantados artificialmente en una sociedad totalmente distinta a la suya, con un idioma, un clima, unas costumbres diferentes.
Amé que fuera una historia real, biográfica, que la historia de Marina y el resto de niños de la guerra vaya a subsistir gracias a libros como el presente.