Sólo unos renglones, mis jóvenes lectoras, para presentaros este nuevo tomo, en el que palpitan, llenos de emoción los misterios de la vida. PUREZA Y HERMOSURA ha sido escrita con el más sincero deseo de iluminar vuestras cabecitas juveniles con la luz que llena el alma de verdad y alegría; porque yo sé que en vuestros corazones se plantean problemas muy serios al entrar en la juventud. ¡De cuántas dudad y curiosidades espero sacaros! Pensando en la sensibilidad de vuestras almas de lirio, he procurado tratar las cosas de nuestro sexo con la mayor delicadeza, pero, al mismo tiempo, con gran veracidad. No quiero herir vuestro candor, mas tampoco ocultaros la verdad. Pureza no es ignorancia, sino saber limpio, claro, sin malicia. Ser pura significa ser limpia de corazón. Eso intento al mostraros en este libro el verdadero sentido de la pureza. Pureza que a la vez convive con la hermosura y el buen parecer. ¡Fuera, pues, las muchachas gazmoñas e hipócritas! La joven de hoy ha de cifrar su ideal en conquistar una pureza llena de sonrisas y alegría, encajada dentro de la virtud cristiana y hermanada con la elegancia y la higiene. Con este fin he adaptado esta obra de monseñor Tóth, (Energía y pureza), dedicándola a la juventud femenina. Todas mis esperanzas las pongo en ella. ¿Habré acertado?