Obra ganadora del I Premio de Novela Gráfica Ciudades Iberoamericanas.
«Desde hace unos años mi segundo trabajo es cuidar casas de amigos cuando se van de viaje. Pago sus impuestos, riego las plantas y paseo sus perros. Todo el tiempo soy una vecina nueva, en algunas casas no llego a averiguar cuál es la mejor verdulería del barrio y en otras me quedo varios meses y hasta aprendo el nombre de las calles. Cuando no puedo dormir me imagino que el ruido de los autos es el mar. Me aguanto la respiración y llego nadando a una casa transparente en la que me dejan pagar el alquiler con dibujos». María Luque
No sé si sea relevante la historia acá, lo que sí es que me quedé enamorada de la ilustración qué pre-cio-si-dad. Los detalles, los trazos, la forma en que dibuja la noche, las casas trasparentes, los viajes, las amistades. Siento que hay cierta melancolía en lo que nos cuenta, buscarte un lugar, habitarte, ir planeando un viaje, las sorpresas, los que conoces en el camino. ¡Quiero ver más de María Luque! Es un libro para tener en tus manos, sin duda.
Casa Transparente ganó el I Premio de Novela Gráfica Ciudades Iberoamericanas organizado por la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI), el Ayuntamiento de Madrid y la Editorial Sexto Piso. Y entiendo por qué. La autora nos presenta un recorrido, ¿su recorrido? por varias ciudades en la búsqueda de un lugar propio. O, más bien, un ser propio.
El arte es lindo, la propuesta interesante, pero tengo la sensación de que me quedé a medio vuelo y no, no porque este sea un final abierto, sino porque la autora precipitó el cierre sin haber dejado al menos un apunte sobre su brújula.
Amé mucho las ilustraciones-llenas de color y humor-y ritmo de esta novela gráfica. Me quedé con ganas de más anécdotas y reflexión sobre su vida nómada. Mi parte favorita fue, sin duda, la casa transparente.
Este libro me lo prestaron, no conocía a la autora, pero me gustó. Me pareció interesante esa ocupación de cuidar casas de otros y ser una especie de nómade de profesión. Las ilustraciones me parecieron hermosas, y en cuanto a la historia, está bien contada, tiene lindos momentos y me gustó también el final.
Disfruté mucho el estilo de la ilustración y las pequeñas anécdotas sobre cada ciudad y cada espacio que visita y cuida o que decide no cuidar. Su relación con los dueños de las casas o con las personas que se encuentra en su camino me mostraron cierto distanciamiento con las personas y los espacios, un ligero dejo de melancolía entre tantos colores. Ese no pertenecer a un lugar completamente o no querer hacer lo que los turistas de una ciudad harían y sin embargo no poder dejar de hacerlo porque no tiene tiempo de profundizar en los espacios. Extranjera todo el tiempo.
Mi parte favorita fue su sueño sobre la casa transparente que puede pintar a su gusto. Me recuerda las implicaciones de habitar un espacio propio y acondicionarlo tal como uno lo desea. La casa transparente como posibilidad de creación de la identidad vs la vida nómada como posibilidad de exploración.
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Por la descripción del libro que aparece en la contraportada esperaba más de la historia, que explicara más su relación con los lugares y cómo se desenvuelve ella en estos. Los dibujos son bonitos pero en cada ciudad uno se queda con ganas de saber más. Como que no hay un hilo conductor y al final no vuelve a hablar de la casa transparente de la que habla al principio. Esperaría que al final hubiera tenido su casa como ella quería.
Dibujos hermosos e historias con los toques de gracia que ya definen el estilo de María Luque. No me resultó tan interesante como el anterior o el siguiente en su totalidad pero podría mirar horas su trabajo.
Me hubiera gustado conocer más historias pero sé que es difícil por la forma en la que está hecho el libro. Las ilustraciones son excelentes. Amo la forma en la que representa la noche. Espero que saque parte dos. Ojalá a mi también me dejen pagar la renta con dibujos.
Esta es una novela gráfica que te puedes terminar en una sentada, pero vale la pena releerla. La historia en sí puede parecer incompleta en algunas ocasiones. Yo diría que, más que una novela, es un conjunto de pequeños relatos "inconclusos" que giran en torno a la vida de la protagonista, quien se dedica a cuidar casas en distintas ciudades de América Latina. Sin embargo, más allá de ser un libro que no cuente precisamente con la típica estructura literaria (inicio, desarrollo y final), creo que "Casa transparente" es una invitación a reflexionar sobre el significado de una casa. En esta época donde los millenials difícilmente podemos acceder a contar con una propiedad, es posible identificarse con esta obra: podemos tener "muchas casas" (la de nuestros padres, nuestros amigos), pero aún si tenemos un estilo de vida donde estemos en constante movimiento, dentro de nosotros siempre hay un anhelo de contar con una casa que llamemos "nuestra", que podamos pintarla como queramos, dejar nuestras cosas y soñar otras más.
El estilo de ilustración se "sale" de las normas de proporción y formas que estamos acostumbradas a ver en el dibujo más "apegado" a dichas reglas. Pero es precisamente esa transgresión lo que convierte a estas ilustraciones en algo bello y fuera de lo común.
En conclusión, este libro no es solamente para leerse, sino también para pensarse e identificarse con él.
Como forma narrativa empezando por los dibujos fue algo increíble. Sus dibujos son muy sencillos pero bellos. La forma de colorear es muy tenue y los colores que escogió dan mucha vida a cada página.
María viaja de país en país para cuidar las casas de sus amistades. Realizó muchas cosas geniales en sus viajes pero de repente se cansaba de ir de un lado a otro... Una vida recorriendo lugares geniales tiene un lado reflexivo. ¿Así quiero vivir siempre? ¿Cuánto puedo seguir cuidando casas? Historias, museos, cultura, amistades por doquier y conexiones con gatitxs y perritxs es lo que llena de alegría a esta chica.
Un bello libro donde se conocen formas distintas de vivir. Y está bien. En sus dibujos conocemos las historias de otras personas y en los diálogos nos acercamos a lo que piensa y es María.
Me gusta que nos cuenta su historia de forma honesta, viajera y libre, como la personalidad de María. Todos los trazos tan bien cuidados, la forma en que se esfuerza porque nos adentremos en sus recuerdos, la noche desde el lápiz, el cómo "borra" intencionalmente una parte del diálogo que, como todo recuerdo, a veces quisiéramos que no fuera verdad.
Es un libro sincero, sin pretensiones. Nos da mucho qué pensar sobre cómo habitar los lugares que ocupamos, cómo hacerlos nuestros, cómo cuidar esos otros espacios que nos son confiados y cómo ir encontrando nuevas formas de vivir.
Toda esta edición se encuentra tan cuidada que nos deja un atisbo de los mismos cuidados que María ejerce sobre sí misma y quienes la rodean.
Me gustó mucho. La ilustración nos lleva a romper las creencias de que lo estético tiene que ser perfecto; aunque en realidad sí que es perfecta a su manera. Me encanta la precisión y los detalles. La historia me dejó a medias, pero bien es cierto que a veces se dice más con lo que no se dice. No dejo de pensar en el anhelo que todas tenemos de tener un espacio al que podamos llamar hogar y en la presión que la gente ejerce sobre nosotras al no tener un espacio propio.
La idea de la casa transparente nace de lo onírico de la autora, lo que permite a uno como lector dejarse envolver fácilmente por una historia sincera y divertida. Me encantó el poder sentirme cercana a la autora, pues el libro comparte tanto de ella que al final sientes que acabas de tener una grata conversación. En cuanto a las ilustraciones me encantó el caos (que yo lo veo así) en los trazos, en el rellenado de las imágenes que lo hizo aún más ameno.
🖌️Sigo sorprendida por el nivel de detalle de las novelas gráficas, sea el estilo de dibujo que sea. Y amé la paleta de colores de este libro
🖌️En cuanto al argumento en sí, me gustó mucho la forma de plantear la idea de que, el lugar que sea donde estés, puede ser tu hogar o lo puedes hacer tu hogar. La decisión es de uno.
«—Mi casa es para allá? —El hotel no es tu casa. —Esta semana vivo ahí.»
Me gusta el estilo de las ilustraciones y la idea inicial. Pero siento que le falta algo, me quedé con ganas de saber más sobre el cuidado de casas, quizá porque el libro es más largo sentía que hablaría más y no sólo el inicio.
A pesar de lo sencillo resulta interesante el estilo de vida de Luque, no muestra mayor cosa, los textos son poco elaborados, las ilustraciones bastante planas, pero termina dejando una buena sensación en medio de toda su sencillez.