En esta conversación, Claudio Bertoni reflexiona sobre casi todos los temas que encontramos en sus diarios y poemas y en su trabajo como fotógrafo y artista visual. Las obsesiones que han animado su obra se desarrollan en exten la música, las mujeres y lo místico, la enfermedad y la finitud, el humor, la memoria e, incluso, las mismas entrevistas que le hacen al poeta cada vez más a menudo. Estructurada en forma continua y transcrita sin alterar el fraseo natural del habla, la conversación que aquí se presenta —en la que participaron Felipe Cussen, Daniela Escobar, Andrés Florit y Cristóbal Joannon— fue realizada durante 2015 en Concón e incluye imágenes de las obras visuales de Bertoni. A veces aforístico, a veces dado a peroratas luminosas, este diálogo nos acerca sin restricciones a la intimidad de su vida y sobre todo a la intimidad de su mente.
Claudio Bertoni (Santiago, 1946). Poeta, fotógrafo y artista visual. Sus primeros libros de poesía son El cansador intrabajable (1973) y El cansador intrabajable ii (1986), reunidos en versión definitiva en 2008. Ha publicado además Sentado en la cuneta (1990), Ni yo (1996), De vez en cuando (1998), Una carta (1999), Jóvenes buenas mozas (2002), Harakiri (2004), No faltaba más (2005), En qué quedamos (2007), Rápido, antes de llorar (2007), Piden sangre por las puras (2009), ¿A quién matamos ahora? (2011), El tamaño de la verdad (2011), Adiós (2013), No queda otra (2014), Nadie muere (2017) y ¿Puede aceptarse todo esto? (2017). Su obra poética ha sido seleccionada en importantes antologías y ha recibido diversas distinciones. Como artista, ha montado exposiciones individuales desde comienzos de los 80 y ha participado en numerosas muestras colectivas. Parte de su trabajo visual y fotográfico ha sido reunido en los libros Chilenas (2009), Desgarraduras (2009), Desnudos 1973-2008 (2013), Un mar de zapatos (con texto de Eugenio Dittborn, 2014) y Reloj no marques las horas, haz esta noche perpetua. 1965-2014 (2014).
Hay muchos párrafos que emocionan y ayudan a comprender a Bertoni. Eso sí, la lectura se hace complicada cuando, por ejemplo, hablan de música refiriéndose a otros artistas que no conoces.
Conversar será siempre un ejercicio de acercamiento, de conocerse y destrabar reticencias. En una extensa conversación con el poeta Bertoni, en enero y agosto de 2015, este cuenta desde sus inicios, como llega a la poesía, porque sigue escribiendo, de su recolección de zapatos por las playas de Concón, de sus últimos trabajos con su propio semen, qué escritores los han marcado, porqué sigue leyendo y lo que ha sucedido en una vida de más de 70 años ligados al arte. Cuando recién comencé su lectura, me pareció grande (más de 200 páginas), pero se me hizo pasajera su lectura, muy rápida, porque entretiene leerlo de forma tan directa y amena, contado de todo un poco. Es un excelente libro para descansar de preocupaciones.