Siglo XIX. El egiptólogo Émile Brugsch intenta averiguar la procedencia de algunos objetos valiosos que han aparecido en las tiendas de antigüedades de Luxor. Su instinto le dice que, detrás de esos objetos que se venden como recuerdos a los turistas, subyace una tupida red de traficantes que actúa sin el menor escrúpulo amparada por unas autoridades locales corruptas.
Lo que tanto él como los ladrones de tumbas ignoran es que ese lugar que está siendo saqueado sin piedad también esconde la prueba de algo que sucedió muchos siglos atrás, cuando los faraones gobernaban Egipto: una terrible historia marcada por la codicia, la traición y la más cruel de las venganzas.
Una aventura que recrea uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del siglo XIX al tiempo que nos sumerge en las apasionantes intrigas cortesanas del antiguo Egipto.
Sumergirse en el Antiguo Egipto siempre es una aventura tentadora, y Nacho Ares nos invita a hacerlo con su novela, que nos transporta a dos épocas cruciales: el Egipto faraónico en su declive y el siglo XIX, cuando un grupo de egiptólogos descubre la tumba DB320 en Deir el-Bahari, un hallazgo que cambió la historia de la arqueología. Ares entrelaza estas dos líneas temporales con habilidad, ofreciendo una visión bien documentada y rica en detalles históricos que sin duda fascinará a los amantes de esta civilización.
Sin embargo, a pesar de la precisión histórica y la autenticidad de los personajes, la novela a veces pierde fuerza. Los momentos de tedio se intercalan con pasajes interesantes, y la falta de tensión y detalles sensoriales en algunas escenas deja al lector con ganas de más. Aunque la historia tiene su encanto, su estructura predecible y la abundancia de personajes pueden hacer que la lectura se sienta un poco pesada en ocasiones.
Por otro lado, la trama, aunque interesante, peca de ser predecible y no consigue enganchar por completo. A veces, la novela se siente más como un ejercicio didáctico que como una narrativa emocionante. Esto, sumado a la confusión que pueden generar los numerosos personajes y la estructura en dos tiempos, hace que la lectura sea un poco pesada.
A pesar de sus altibajos, Nacho Ares demuestra una vez más su profundo conocimiento y pasión por Egipto, lo que siempre es un punto a favor. Aunque esta obra no logra alcanzar su máximo potencial, es un viaje que, con sus luces y sombras, vale la pena emprender, sobre todo para quienes desean explorar más a fondo los misterios del pasado.
Esta novela se basa en el descubrimiento de Deir el-Bahari uno de los mayores descubrimientos arqueológicos del siglo XIX . Está narrada en dos tiempos presente y pasado y explica que fueron los mismos lugareños los que comenzaron a saquear los templos en busca de sus tesoros para huir de la miseria y el hambre. Los saqueadores vendían estas reliquias en las tiendas de anticuarios que a su vez, se llenaban los bolsillos gracias a los turistas y coleccionistas de arte. Como buena novela ambientada en Egipto encontramos misterio, momias, muertos, peligro y por supuesto algún que otro sacerdote corrupto ( como no ... )
Está chula aunque reconozco que se me ha hecho pesada a trozos .
Esta novela cuenta el descubrimiento de la cachette DB320, una de las historias que más me gusta del antiguo Egipto y los saqueadores de tumbas. Creo que la novela está súper bien documentada, los hechos narrados se ciñen bastante a la realidad que se conoce y los personajes son casi todos reales y esto la hace ser una manera muy accesible de acercar la historia.
Sin embargo, le he puesto dos estrellas porque como novela en sí, me parece bastante simplona y no me ha acabado de enganchar. Es la primera novela que leo de Nacho Ares, del que sí he leído obras de no ficción que me han gustado bastante más y también sigo sus podcast y canal de Youtube que recomiendo mucho ya que cuenta la historia del antiguo Egipto de una forma muy cercana y comprensible.
Si alguien tiene alguna otra recomendación de una de sus novelas que crea que puede parecerme mejor, bienvenida sea.
El libro es interesante y ameno. Narra el descubrimiento de Deir el-Bahari, por supuesto como buena novela histórica con una trama interesante de traficantes de antigüedades, protegidos por personas “ilustres” que se ven beneficiadas por el tráfico. Al principio, confunde un poco todos los nombres de los personajes, además que está escrita en dos tiempos, el momento del descubrimiento y cuando se trasladan del Valle de los Reyes, varias momias, para evitar que sigan siendo saqueadas.
Dos líneas argumentales una en el Egipto de los faraones, pasada la época de esplendor. En un momento de declive con el faraón en los últimos días de su vida, un funcionariado corrupto y un país empobrecido. Los contínuos robos en tumbas reales preocupan al faraón al extremo de encargar una investigación a dos escribas, Ahmose y Takelot. La otra línea argumental se desarrolla en Egipto también, pero en el s.XIX. Varios egiptólogos europeos y un americano, integrantes del Servicio de Antigüedades Egipcio, investigan la aparición de ciertas piezas de dudosa procedencia en el mercado de antigüedades. Las pesquisas van a llevarles a descubrir la importantísima tumba DB320 en Deir el-Bahari.
No sabía quién es Nacho Ares y no tenía idea de que de esas dos líneas argumentales una era ficción histórica y la otra historia novelada, me sedujeron título y portada (para que luego digan que un libro no se juzga por la tapa) y la sinopsis me acabó de convencer. Las dos tramas son fabulosas. Creo que la basada en hechos reales se ajusta mucho a lo que ocurrió. Aunque en líneas generales el libro me ha gustado se me queda corto en algunas cosas. Me falta ambiente y en determinados momentos me falta tensión. ¿Metes al protagonista en un bazar árabe y no me cuentas los colores, los olores y el bullicio? ¿Llevas al lector a una fantasía y no describes comida, vestimentas, música, perfumes...? He terminado la novela sin saber si la única mujer que sale en ella, una cristiana copta que trabaja en una tienda de antigüedades, viste a la manera occidental o que piensa su familia sobre su trabajo y no ha habido ni un poco de tensión amorosa entre ella y el que acaba siendo su marido. La lectura ha sido un poco desigual, unas veces tediosa, otras interesante, pero volvería a Nacho Ares.
Una cosilla que me repatea: de seis reseñas solo hay visibles dos. ¿Y el resto? ¿Censuradas o pendientes de aprobación por el autor?
La cultura del Antiguo Egipto siempre ha llamado mi atención, aunque debo reconocer que desconozco muchísimas cosas sobre el tema, principalmente por una falta de interés a la hora de documentarme de manera seria, y porque mi memoria no siempre es demasiado buena. Pero tenía muy claro que quería incorporar nuevos géneros a mis hábitos de lectura y que quería conocer más acerca de la época faraónica. He visto la oportunidad con esta novela maravillosa que narra los saqueos a las tumbas de los reyes de Egipto sufridos en épocas distintas pero unidas por un rasgo común: la avaricia. Todo esto enmarcado en las dificultades sociales y una política corrupta característica de la zona, junto con el auge de la arqueología. Quien sea un enamorado de Egipto, de sus colores, de su cultura, de su arte... Tiene que leer esta novela. A mí me ha entretenido y me ha informado, que es lo que quería. Me ha parecido muy interesante lo que en ella se narra, sobre todo porque los hechos sucedidos son verídicos, entremezclados con pinceladas de ficción que dan movimiento a la trama de cara a la lectura. Sin duda me ha gustado mucho y, entre muchas cosas, me quedo con el mensaje de la memoria, de la preservación y la conservación. Como estudiante de Información y Documentación, valoro mucho que la información se conserve y me llama especialmente la atención el caso de ese Hombre Anónimo E, una persona de la que no se conoce nada, cuya memoria fue borrada precisamente no dejando constancia escrita de su existencia por ningún lado. Esta novela me ha provocado un ligero aleteo en el estómago, ese que siento cada vez que descubro cosas nuevas y me siento tan fascinada y conmovida por una cultura que, aunque me quede lejana, siento tan cerca de mí.
De nuevo una obra muy didáctica que nos acerca a uno de los grandes descubrimientos de la egiptología, así como por momentos a las costumbres y vida de la época (última) de los faraones. Lo malo de escribir sobre hechos históricos es que estos suelen dejar poco margen para el misterio y lo novelístico, y eso pesa (y mucho) en este trabajo, muy por debajo en ese sentido de La Tumba Perdida (Que peca de lo mismo, pero menos) y, sobre todo, de mi favorita de Ares, La Hija del Sol, donde el desconocimiento real de lo sucedido ayuda a construir una historia tan plausible como interesante. No obstante, siempre es un placer leer a Nacho, porque traslada como nadie esa época al lector, creando libros entretenidos, de fácil lectura, y que encima nos enseñan y ayudan a comprender. Todo lo deseable en una novela histórica.
Una muy entretenida novela histórica de @nachoaresoficial, quien nos traslada al Egipto de finales del siglo XIX para llevarnos a una fascinante aventura en la que aparecen grandes egiptólogos, ladrones de tumbas, objetos valiosos y el gran descubrimiento de esa época: un importante escondite de momias reales en Deir el-Bahari. Emocionante e instructiva. Totalmente recomendable, sobre todo si, como a mí, os fascina la historia del Antiguo Egipto.
Muy bien ambientada y con una entretenidísima trama entre lo histórico (con personajes reales, no sólo del Antiguo Egipto, también del s. XIX) y la ficción.