"Una historia irreverente de la Literatura que se lee de una manera extraordinariamente divertida" Luis Alberto de Cuenca
A pesar de lo que nos han hecho creer, la literatura no es aburrida y los libros no sirven únicamente para decorar estanterías o calzar mesas. La historia de la literatura está llena de novelas increíbles y autores inclasificables, vidas que superan la ficción y anécdotas desternillantes.
Javier Traité, librero de profesión y vocación, nos habla de estos autores y de sus obras como nadie antes se había atrevido. Con ironía y desenfado, con una inmensa cultura y un inagotable sentido del humor, recorre la historia de la literatura desde mucho antes de la invención de la imprenta hasta casi nuestros días. La épica de Gilgamesh, la Biblia, Shakespeare, el Quijote, Los miserables, Kerouac, Unamuno y muchísimos más tienen cabida en esta obra que es, por encima de todo, una divertida celebración de las letras.
Javier Traité es historiador, escritor y comunicador especializado en Edad Media y dedicado por completo a la divulgación.
Tras dejar la investigación y pasar una etapa como librero, su carrera como autor comenzó en 2010 con la publicación de "Historia torcida de la literatura", a la que siguieron "Historia torcida de España", "Conquistadores secundarios" y "Cuando Colón llegó a Japón". Todas estas obras se caracterizan por divulgar historia con un humor ácido, sardónico e irreverente, estilo que mantiene su primera y hasta hoy única novela, "Los papeles de la troika", todos ellos publicados en Principal de los Libros. La divulgación histórica desde el humor tomó también formato gráfico en los tebeos ilustrados "Historia disparatada de España" e "Historia disparatada de la monarquía", publicados en Bruguera.
En paralelo, comenzó su andadura divulgativa en medios de comunicación, tanto en revistas (ha publicado en National Geographic o en Squire) como especialmente en radio (EITB, RNE, La SER) o en televisión, donde ha colaborado en programas divulgativos como MAPI o El Condensador de Fluzo
Su último libro, "El olor de la Edad Media", publicado por Ático de los Libros, supone un giro en su carrera, ya que aparca el humor salvaje y regresa a sus orígenes con una entretenida investigación en clave divulgativa sobre la vida cotidiana y la higiene durante el periodo medieval, en la que desmiente todos los tópicos y bulos que corren por las redes o vemos en series y películas.
Este libro consigue lo que el sistema educativo se ha encargado de fastidiar y hacer imposible durante generaciones: hace de la literatura universal un tema divertido. Es cierto que Traité tiene cierto gusto por lo escabroso y escatológico y eso facilita la labor, pero es igualmente válido. Con un sentido del humor que no por bruto deja de ser inteligente, Historia torcida de la literatura termina contando de qué va esto de los escritores, sus obras, sus motivaciones y sus respectivos momentos históricos. Un tema que los amantes de los libros sabemos que es ya de por sí apasionante, pero que por culpa de un sistema educativo deficiente, la mayor parte de la población lo considera como un peñazo. Y no me cansaré de repetirlo, señores, pero es que no lo es.Crítica completa: http://www.libros-prohibidos.com/trai...
Javier Traité repasa en esta historia torcida suya a los escritores más representativos de toda la historia de la literatura y más que analizar las obras (o hacer un simple repaso de los títulos de la bibliografía de cada uno) te cuenta la historia detrás de cada escritor, de cada chalao y de cada genio, al fin y al cabo. Desde su perspectiva de librero e historiador, te hace ver por qué las obras más insignes de la historia tienen la relevancia que tienen. Y contado, siempre, con muchísima gracia, pues raro es que se te baje la sonrisa en ninguna página y que en muchas de ellas sueltes auténticas carcajadas por culpa de su particular punto de vista. Una selección particular (obviamente no están todos los que uno querría) que te deja con ganas de saber más historias y que te cuente más argumentos de libro de una forma tan divertida.
Javier Traité demuestra que es un tipo irreverente y divertido, un cachondo mental que reúne algunas obras relevantes de la historia de la literatura, las pone encima de la mesa, te invita a sentarte y te cuenta, de tú a tú, lo que han supuesto, lo que opina de ellas y lo que representan sus autores.
Una selección peculiar de títulos y escritores (ninguna sería ideal o completamente objetiva). No escatima en tacos (y se deben valorar cuando están bien utilizados y dosificados, porque contienen sus propios matices y una expresividad especial), pero aporta unas cuantas reflexiones bien fundamentadas sobre el placer de la lectura, los tópicos sobre cada género, la enseñanza de la literatura y muchos temás más. El resultado es muy ameno.
Me ha servido para repasar la historia de la literatura de una forma amena. El libro es divertido, pero se excede en cuanto al empleo de tacos y en su nivel de escatología, aunque en la parte final se suaviza. Dudaba entre darle tres o cuatro estrellas, me decanto por cuatro porque creo que logra el objetivo de "metértela torcida". La literatura, he dicho.
A veces el tono informal y de trazo grueso pinta unos retratos demasiado bastos, pero a pesar de sus insultos y palabras soeces el libro es un canto al amor por la literatura y por esos personajes turbios y sinvergüenzas que la hacen posible: los escritores.
"Traité es capaz de transmitir la pasión por los libros, y recordarnos a algunos grandes autores ya casi olvidados o descubrirnos pequeños tesoros" <
Historia torcida de la literatura, de Javier Traité.
Explicar la Historia de la Literatura puede parecer así, a grandes rasgos, poco menos que una condena con varios sesudos volúmenes como grilletes. ¿Interesante? Sin duda. ¿Aburrida? Probablemente.
Javier ha sabido extraer lo más suculento del tema y narrarlo de la forma más amena posible, y el resultado es este trabajo. Desde las tablillas sumerias hasta el siglo XX, el autor realiza un recorrido por la Literatura a través de obras o autores representativos de cada período, haciendo especial hincapié en aquellos que destacan por el carácter de sus trabajos o por su personalidad.