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“Distingida amiga: Arribo al despatx mort de son, per culpa de vostè. M’he passat la nit en blanc llegint la seva novel·la, sense poder deixar-la. Feia molt de temps que cap llibre no m’havia tret el son d’aquesta manera. Trobo aquesta novel·la simplement formidable. És la seva obra mestra.” (Carta de Joan Sales a Mercè Rodoreda, 1961)
“Totes aquestes pàgines, poètiques i patètiques, sense un gra de sentimentalisme, m’han emocionat profundament, i les últimes m’han deixat sense alè. Sembla mentida que amb elements tan simples es pugui arribar a una tensió tan extraordinària, a estones inaguantable. Se m’ha nuat el coll tres o quatre vegades, hi ha pàgines d’una veritat que esborrona. Aquest equilibri perfecte entre el dramatisme, la poesia i la banalitat, molt poca gent el deu haver aconseguit. I t’ho dic, no després de llegir una novel·la policíaca, sinó després d’acabar —immediatament després d’acabar— Els posseïts de Dostoievski.” (Carta d’Armand Obiols a Mercè Rodoreda, 1960)
“Pocas personas saben fuera de Cataluña quién era esa mujer invisible que escribía en un catalán espléndido unas novelas hermosas y duras como no se encuentran muchas en las letras actuales. Una de ellas —La plaza del Diamante— es, a mi juicio, la más bella que se ha publicado en España después de la Guerra Civil. Mi deslumbramiento fue apenas comparable al que me había causado la primera lectura de Pedro Páramo, de Juan Rulfo, aunque los dos libros no tienen en común sino la transparencia de su belleza.” (Gabriel García Márquez, 1983)
Aquesta nova edició inclou un postfaci sobre l’original retrobat de la primera Colometa i el seu capítol V. Amb una introducció de Meritxell Talavera sobre la història d’aquesta obra mestra.
288 pages, Paperback
First published January 1, 1962
“En casa vivíamos sin palabras y las cosas que yo llevaba por dentro me daban miedo porque no sabía si eran mías…”Quimet encontró a una Natlia que no había empezado a ser, que no “sabía muy bien para qué estaba en el mundo”.
“Mi madre muerta hacía años y sin poder aconsejarme y mi padre casado con otra. Mi padre casado con otra y yo sin madre, que sólo había vivido para cuidarme. Y mi padre casado y yo jovencita y sola en la Plaza del Diamante...”Por su parte, Natalia se vio deslumbrada por la vitalidad y la seguridad de Quimet, y este le metió a la Colometa en el cuerpo y como la Colometa vivió al lado de Quimet, sumisa y resignada ella, manipulador y controlador, él.
“Si quería ser su mujer tenía que empezar a encontrar bien todo lo que él encontraba bien.”Una historia de violencia machista cuando no se sabía qué era eso de la violencia machista, en la que Quimet redujo la vida de su Colometa a sus propios amigos, a la señora Enriqueta, una segunda madre, y a sus hijos. Los acontecimientos del mundo exterior a ese reducido núcleo familiar solo aparecen en sus consecuencias, de pronto llega la república, de pronto llega la guerra, que ni se nombra como tal (“vino lo que vino, que parecía una cosa que tenía ser muy corta”), de pronto termina la guerra y Colometa tiene que sacar a su familia adelante con el estigma de ser la mujer de un rojo.
“…la señora Enriqueta me había dicho que teníamos muchas vidas, entrelazadas unas con otras, pero que una muerte o una boda, a veces, no siempre, las separaba, y la vida de verdad, libre de todos los lazos de vida pequeña que la habían atado, podía vivir como habría tenido que vivir siempre si las vidas pequeñas y malas la hubieran dejado sola.”La historia de Colometa termina con un grito, “un grito de infierno”. Hay quién lo interpreta feliz, aunque… bueno, ustedes lo interpretarán como quieran, yo no soy de esa opinión.
“Un grito que debía hacer muchos años que llevaba dentro y con aquel grito, tan ancho que le costó mucho pasar por la garganta, me salió de la boca una pizca de cosa de nada, como un escarabajo de saliva… y aquella pizca de cosa de nada que había vivido tanto tiempo encerrada dentro, era mi juventud que se escapaba con un grito que no sabía bien lo que era…”
And Mrs Enriqueta once told me we live many lives and they all get entangled and a death or a wedding couldn't always untangle them


“I covered my face with my arms to protect myself from i don’t know what and i let out a hellish scream. A scream I must have been carrying around inside me for many years, so thick it was hard for it to get through my throat, and with that scream a little bit of nothing trickled out of my mouth, like a cockroach made of spit…and that bit of nothing that had lived so long trapped inside me was my youth and it flew off with a scream of I don’t know what…letting go?”
