En El rio que nos lleva, Sampedro dota al titulo de una significacion rica y resonante. El rio es el Tajo, lejos del idealizado por Garcilaso, que nos convierte a todos en una madera ciclica que un dia se estrellara contra el embalse de la muerte. Toda una exaltacion de la dignidad y la libertad.
Es la historia de los gancheros, los hombres que llevaban río abajo miles de pinos, desde las aguas altas del Tajo hasta Aranjuez. En esta ocasión se incorporan a la gancherada dos personajes ajenos a ellos: Paula, una misteriosa mujer que desata las pasiones de los rudos hombres que dirigen los troncos, y Shannon, el irlandés recién salido de la guerra europea, que descubre la dignidad viral de estos esforzados héroes desconocidos. José Luis Sampedro, siguiendo la mejor tradición literaria, consigue una magnífica novela que nos conmueve y nos devuelve un mundo perdido.
José Luis Sampedro Sáez fue un escritor, humanista y economista español que abogó por una economía «más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos». En 2010 el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España por «su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo». En 2011 se le concedió el Premio Nacional de las Letras Españolas.
Una novela que fluye al ritmo del río Tajo que, para mí, es su principal protagonista. Una novela que muestra el viaje interno, el más difícil de hacer, de un grupo de gancheros mientras guían troncos por el río. Una novela sobre la dignidad, algo que no todo el mundo posee. Una novela muy recomendable. 📖❤️
✍️"Todo estaba dispuesto, aunque nadie lo supiera porque la vida no avisa. A veces se divierte soplando en sus trompetas para nada; otras, en cambio, su corriente reúne a la callada ciertos seres y cosas, y deja que pase lo que tiene que pasar. Sólo mucho después se reconoce lo decisivo de cierta circunstancia, de tal gesto."
Este río me hizo recordar a otro río a través de la música; con la canción "Oración del remanso". Para el que la quiera escuchar, un chamamé argentino.
La prosa compacta de Jose Luis Sampedro rinde bien al servicio de una historia que a ratos bordea la epopeya y la mayor parte del tiempo se sumerge en esa suerte de costumbrismo rural que tan buenos frutos dio a la literatura española en las décadas intermedias del periodo franquista. El narrador describe situaciones y escenarios intercalando aquí y allá sus propias impresiones, por medio de una voz que no es neutra. El recorrido de los gancheros por el río Tajo a lomos de la maderada, desde Zaorejas a Aranjuez, es desarrollado en sus distintas etapas, pueblo a pueblo, a caballo entre las descripciones del entorno, realizadas con un rico vocabulario, y los acontecimientos personales de los distintos miembros del grupo. Sampedro da una gran importancia a la figura de la mujer y a los efectos que tienen las relaciones de algunos de los personajes con ellas. Con las que se encuentran en los distintos pueblos y, principalmente, con Paula, que viaja con el grupo, una mujer valiente entre recios gancheros. El punto de vista externo lo aporta Shannon, un irlandés llegado de Italia tras la Segunda Guerra Mundial que se une al grupo. Pero la acción es coral, y todos los personajes cobran, de un modo u otro, relevancia. Son ellos, de hecho, el mejor elemento del libro En ese sentido, el trasfondo de esa España inmencionable para los escritores de entonces, obligados siempre a ocultar con ingenio lo que querían denunciar, está encarnado en Benigno, un cacique de pueblo que pretende a Paula y que acaba siendo protagonista de la tragedia que cierra el libro. Sampedro escribe pasajes de acción de gran intensidad, como el que tiene lugar en la plaza de toros de Sotondo, o como el del rescate en el río, pero trufa la novela de momentos de reflexión. Alguno, cercano al final, pesa de más en el ritmo de la narración. A pesar de ello, una gran novela.
El río que nos lleva relata el recorrido de un grupo de gancheros que transporta la madera desde Guadalajara hasta Aranjuez, a través del río Tajo. En junio de 1936 se vive la última maderada por los bosques del Alto Tajo, y actualmente el oficio es representado cada año por descendientes de gancheros. En cada parada del trayecto, desde el "Kan" (Invierno) hasta el "Li" (Verano) pasando por el "Tchan" (Primavera), cada territorio es protagonista de una historia de deseo, instinto, penuria, miserabilidad y camaradería en la que una mujer llega a la maderada y levanta incluso más la naturaleza masculina, viril y primaria de los hombres del río. En un lenguaje coloquial o instruido en función de los personajes que dialogan, los hombres se ven violentados por cuestiones de honor y dignidad, imbuidos de reflexiones filosóficas que personajes secundarios —y religiosos— inoculan en sus identidades lineales, toscas y auténticas. Pan y navaja es lo que son, si bien se reconocen mutuamente y entre ellos se rinden lealtad. Hace poco leí un post que afirmaba que la autenticidad es un acto creativo y deliberado, y no una identidad orgánicamente devenida, automática o esencial. Puedo estar de acuerdo, pero hay algo muy genuino en vivir con el cuerpo y agitarse como una tempestad sin siquiera haber de pasar por el razonamiento. Sirve para la guerra y para el amor, el perder la cabeza. En el libro el personaje más razonable, un irlandés que acaba ahí por casualidad, siente que su vida acaba de comenzar. Más que una romantización de la barbarie, pareciera que la naturaleza humana goza de mayor presencia en estos casos. Hay identidades que nunca hubiesen sido felices dejándose llevar, pero la violencia cruda como revancha ante una vida jodida, el amor sin parangón y el deseo más irreprimible ejercido sobre los otros terminan haciendo de estos personajes unos hombres muy queridos, de los que su misoginia resulta en una cuestión menor. El conocimiento, el raciocinio y el autocontrol son para muchas de nosotras una liberación; no así en este caso, o al menos no de manera tan determinante. Por eso me gustan cada vez más las personas que no piensan tanto, o que no hacen de su pensamiento un baluarte de sí mismas. Si bien la novela se rige por la naturaleza del río y de los hombres, algunos de ellos reflexionan ampliamente sobre cuestiones como la pasión, la libertad, la verdad e incluso la lucha de clases, en un estilo narrativo similar al de Marguerite Yourcenar en Opus Nigrum, reflexiones dialogadas a partir de apariciones de personajes que estimulan y conducen las ideas de los protagonistas —porque pensar y vivir no se niegan la una a la otra, a pesar de toda mi argumentación; ambas van de la mano, pero trato de medir a qué altura el pensamiento catapulta o paraliza—. Escrito con gran poeticidad, es uno de los libros más bonitos y entretenidos que he leído nunca, combinando acción y estética con una gracia envidiable.
“Más allá del horizonte, mientras acababa de extinguirse el día, la luna esperaba su momento para asomarse a tender puentes de plata sobre los abismos de la noche” Página 9.
Una historia basada en las maderadas y el trabajo de los gancheros, como llevan grandes troncos de pinos desde las aguas altas del Tajo hasta Aranjuez. Los personajes son variopintos, con un trasfondo lleno de recuerdos y vivencias, ideas y pensamientos que no te dejan indiferente. Hay un personaje misterioso, Paula, que viaja junto a la cuadrilla de gancheros y es la imagen de la dignidad humana.
Gran riqueza de lenguaje lo que te hace situarte en los paisajes que describe de manera clara. La trama nos narra la vida de los gancheros del Tajo a mediados del siglo XX con peripecias y problemas en el transcurso del rio. Novela intensa y entretenida que muestra con dureza la vida del campo de todos sus personajes, en especial la de las mujeres. Se ha hecho un poco largo y a veces la acción se hace muy espesa. Correcto y poco más
—¡Si es lo más sencillo y lo más claro! —concluyó—. Sí, en realidad, llevo ya tanto tiempo desprendiéndome poco a poco de todo, alejándome de todo, que esto es sólo llegar a lo último... Créeme, compañero, así se arrancan de raíz los problemas.
Shannon lo comprendía, pero no sentía válida para él la solución. Porque... mirando a la luna encontró la clara explicación en palabras:
—Tus problemas sí se arrancan de raíz porque antes crecieron y se abrieron. Los míos, no. Mira; para que la luna llegue, allá en lo alto, a tan ardiente candor, a tan pura y absoluta indiferencia, es preciso que antes haya cuajado en la tierra, haya brotado de la tierra, haya sido monstruosa y de sangre. En este mundo, el blanco que antes no fue rojo es una farsa. Sobre todo si le faltaron agallas para serlo... Yo ahora empiezo a ser de sangre. Por eso tengo esperanza.
—¿Entonces, tus problemas de entonces? —inquirió, tolerante, el hombre que ya estaba a salvo.
—Yo no puedo evadirme... Mejor dicho, no quiero. Me han puesto en la tierra y aquí permanezco. No lo pedí, no es culpa mía, pero acepto el reto de lo alto y ésa es la grandeza del barro humano: asumir bien erguido la responsabilidad de la vida, que echaron sobre mis hombros sin pedirla. Ésa es la dignidad: el peso de la vida aceptado sin resignación, pero sin desesperanza...
[...]
—Yo también tengo mi esperanza —murmuró, al cabo, el Americano.
—¡Oh, no, no! —protestó arrebatadamente Shannon—. Tú tienes la certeza, tú tienes ya la paz, mientras yo aún sufro. No es una frase, no; más de una vez me duele físicamente el corazón. Pero ése es mi papel, lo siento adentro. Déjame a mí la frágil, la incierta, la delicada, la reconfortante esperanza. Gracias a mi esperanza, me sostengo ahora bien en pie.
"Ser digno de la hoguera —se dijo Shannon—. Ésa es la cuestión."
Estupenda novela. Maravillosa prosa la de Sampedro. Brutal manejo del castellano.
Ambientada al final de la segunda guerra mundial, asistimos al final de un mundo, de una forma de vida. De la mano de Shannon, irlandés, recién licenciado en Italia tras el final de la guerra, recorremos España, en busca de algo que lo reconcilie con el género humano, algo que le devuelva a las raíces y a la dignidad del hombre, que ha visto pisoteada y destrozada en los horrores de la guerra de la que ha sido partícipe.
En este deambular por el territorio celtibérico, como dice el autor, en el alto Tajo, se topa con una tropa de hombres cuyo ancestral oficio está condenado a desaparecer. Los gancheros que, desde hace cientos de años, se encargaban de transportar madera desde los pinares de la cabecera del Tajo, hasta el real sitio de Aranjuez. Intrigado por estos hombres y su dura y primitiva vida, en pleno siglo XX, se une a la cuadrilla y participa de los duros trabajos que permiten que los maderos avancen por el intrincado y encajonado recorrido que sigue el río, sobre todo en sus tramos más serranos.
Los parajes, el habla, las expresiones, las costumbres nos transportan a esta zona de Guadalajara y crean un monumento literario que, al modo de Viaje a la Alcarria, quedará como testimonio literario y antropológico de estas gentes y estos territorios, para que generaciones posteriores podamos conocer el mundo y la forma de vida de nuestros antepasados, sobre todo de aquellos que vivieron en zonas rurales.
Testimonio de un mundo próximo a desaparecer, sobre todo el de los gancheros, sustituidos por el moderno transporte por carretera, pero también el entorno, con la construcción de los grandes embalses de la cabecera del Tajo: Entrepeñas y Buendía, que van a alterar profundamente el río y sus riberas.
Tampoco Sampedro escatima en crítica social, de un mundo rural todavía dominado por señoritos y caciques. Unos pueblos que todavía laten al son de las estaciones, las cosechas y las fiestas religiosas, donde las voces que pedían libertad, dignidad, educación y modernidad han sido acalladas, muertas, huidas o acojonadas, en el conflicto civil, como quien dice recién terminado.
Y os preguntaréis porqué tras todas estas flores, le he puesto sólo 3 estrellas. Pues hay un aspecto en que este libro, escrito en 1961, ha envejecido muy mal. El tema del tratamiento de la mujer, me ha chirriado durante toda la novela. La cosificación de la mujer es absolutamente insoportable durante todo el libro. La presencia de una mujer en la cuadrilla ganchera, un mundo tradicionalmente de hombres, convierte a todos ellos en seres babeantes, para los cuales su único objetivo en el mundo pasa por llevarse al huerto a la pobre Paula. Pueblo por el que pasa, se ve asediada por todos aquellos lugareños con los que se cruza. Convierte a una mujer sola en una pieza de caza mayor. El resto de las mujeres que se asoman a las páginas del libro no salen mucho mejor paradas, beatas camino del convento, viudas alegres que bajan sus sayas al primero que se presenta, viejas arpías, mujeres casadas e insatisfechas que también se bajan las sayas en cuanto tienen oportunidad...No sé si este hombre era machista, feminista, o solamente quería reflejar el comportamiento del ser humano más primitivo, el patriarcado profundamente enraizado en nuestra sociedad, entonces y ahora, el instinto más básico. Lo que está claro es que me ha desagradado y no lo puedo soslayar.
Teniendo esto en cuenta, es un clásico de nuestra literatura que hay que leer.
José Luis Sampedro se ha convertido en uno de mis autores preferidos. Está novela está cuajada de simbolismo, me encantan las imágenes que crea y cómo te atrapa la novela.
La historia central está enfocada en Shannon y Paula, dos personajes fuera de lugar en el rudo mundo de los gancheros. Sin embargo, en realidad es una novela coral porque cada ganchero tiene peso en la trama. De hecho, todos los personajes cumplen con su arco dramático y son muy carismáticos. Son tan entrañables que acabas encariñándote y acompañándolos en cada escena en el río.
Por supuesto, Sampedro logra emocionarte y el momento de clímax de Shannon te tiene en vilo hasta que se resuelve. Sin duda esta novela es una puerta abierta hacia un mundo que ya se extinguió pero que permanece en el recuerdo con libros como este. Gracias a Sampedro por mantenerlo vivo y regalarnos esta literatura ❤️
Doar două romane de Jose Luis Sampedro au fost traduse la noi, „Apele care ne poartă” (1977) și „Zâmbetul etrusc” (2011). Scriitor de „bazin hidrografic” precum Llosa sau Alex Haley. La 19 ani, Sampedro lupta în Războiul Civil spaniol într-un batalion de anarhiști în provincia Guadalajara, iar în anii 1950 se număra printre arhitecții Planului de stabilizare economică a Spaniei. În rătăcirile sale din tinerețe prin ținuturile lui Don Quijote, prin tărâmurile colonadelor maure, ochiul lui Sampedro a fost hipnotizat de lumea plutașilor din Alto Tajo. Celebrii „gancheros”, cărora le dedică în „Apele care ne poartă” un fascinant roman topografic în cheie spaghetti western. „Am fost un bun servitor al vieții”, declara în 2013, înainte să moară. O, și cum se simte asta în roman.
«¡Hablar! —despreció—. ¡Pa qué hablar! ¡Qué tienen que hablar un hombre y una mujer, si tienen sangre, y si saben lo que hay que saber! ¿O me ha engañao tu cara cada vez que la he mirao? —concluyó. 🏞️ —Qué voy a hacer —confesó Paula sumisa—, si tenía que ser... Y luego harás conmigo lo que tos, cuando tenéis una mujer entregá: tirarla... ¡Ah, Antonio, mira que no soy de esas! ¡Que yo me esgarro el alma, que esta vez me mato, Antonio, que ya no tengo na! 🏕️ Hasta aquel hombre seguro se impresionó con la verdad clavada en aquel grito. Dejó de sonreír y dijo gravemente: —Esta vez es pa que vivas».
Una historia poderosa, llena de mensajes, reflexiones y la magnífica descripción de una España que parece lejana en el tiempo, pero que es nuestro anteayer.
Siguiendo el mítico curso de los gancheros por el Tajo, el variado elenco de personajes que componen la obra nos hablan de religión, del progreso que está por venir pese a las dificultades para su llegada, el machismo atávico, el compañerismo, la dignidad...
Como me sucedió con "La sonrisa estrusca", a veces se hace farragoso, pero el poso que deja es tan bueno, que merece la máxima calificación y recomendar encarecidamente la lectura de ambos libros.
Una novela preciosa sobre un mundo desaparecido. A través del recorrido de un grupo de madereros por el Tajo, Sampedro despliega un mosaico de personajes que retratan una España que ya no existe. La narración es rápida, con abundantes diálogos. La dignidad y la libertad adquieren verdadero sentido en el río y entre sus gentes. Como el destino: "todo estaba dispuesto, aunque nadie lo supiera porque la vida no avisa".
Librazo. Qué bonito y qué bien escribía. Qué lujo.
Aprovechando el día a día de un grupo de gancheros nos vamos adentrando por completo en una época de postguerra: trabajo, compañerismo, generosidad, represión (sexual sobre todo), machismo, naturaleza, religión, creencias, violencia, tradición, cultura, educación…
Sampedro nos introduce en la España profunda y con gran maestría relata la historia de los últimos gancheros que bajaban los maderos por el río Tajo. Hoy parque Natural del Alto Tajo en Castilla la Mancha.
Mezclando picaresca y costumbrismo, confrontando la escuela de la vida y la de los libros, y plasmando con realismo a la España profunda, Sampedro navega entre las dos Españas al ritmo de unos gancheros por el Tajo. Con ligero sabor a Cela y Unamuno, acaba desembocando en una reflexión existencial, propia del autor, de la que no he podido salir indemne.
La caracterización de los personajes, prosísticamente poco elaborada, ayuda a mantener la conexión con el principal de la novela, y lo compensa irradiando matices para aquellos ojos familiarizados con los trabajos de campo y la escuela de la vida. --------------- Todo estaba dispuesto, aunque nadie lo supiera porque la vida no avisa --------------- Pan y navaja --------------- Qué lástima que matarte sea sólo hacer justicia.
It's a quite enjoyable novel, using as stage for the characters one traditional activity that stopped long ago. Cutting trees from the upstream forests and then drive the tree trunks down by the river. It was very risky and many people died. Still this activity is practice once a year to remember those days in the pyrenees but no longer in Guadalajara, the province to which belong all titles of the chapters, which are actually villages' names. The river seems to wash out the people sins while they drive the trunks down the current.
Hace 13 años que lo leí y curiosamente lo recuerdo perfectamente aunque lógicamente no puedo entrar en detalles. Trata la vida de los gancheros, que bajaban troncos por el río Tajo y sus peripecias. A diferencia de otras obras del autor recuerdo que esta me pareció un peñazo, posiblemente no he sido capaz de sacarle el jugo porque la critica lo ponía bastante bien, es claro que no tengo capacidad para evaluar adecuadamente una novela porque esta la terminé de leer por cabezonería, porque no era nada atrayente. En resumen un auténtico tostón.
I read this book in the original Spanish (I honestly don't know if it's been translated to English) and found the experience quite enjoyable. I read it in audio, and a brief section of reading and a greeting at the end in the author's own voice was a heartwarming touch.
Es una maravilla leer a Sampedro y si conoces la zona y a sus habitantes, puedes darte cuenta de lo fielmente que recrea desde el paisaje, a sus costumbres, hablares, carácter,... Aunque de otra época, muchas veces parece que no está tan lejos. Muy recomendable.