El amor, la venganza y la justicia poética detentan la misma fuerza que los conjuros de sus hechiceras y la audiencia de sus protagonistas, para quienes una pasión, cuando es verdadera, puede reivindicarse después de la muerte. Los aparecidos, la brujería, el ensalmo liberador, la predicción, el maleficio y el dominio de lo oculto se presentan como una sombra que borra los limites de la realidad. Si existe el gótico argentino, los cuentos de Tu, que te escondes perteneces definitivamente a el. Ambientados en un momento preciso de la memoria de un pueblo y definidos por su autora como histórico-fantásticos, varios de ellos están inspirados en antiguas leyendas. En "Retrato de dama sin nombre", en el instante que linda entre la vigilia y el sueño, una joven atisba en un espejo un crimen que supone ha sucedido años atrás; en "Aquesta confusa tierra" aparece la enamorada del primer poeta argentino, al que nunca ha visto, y asiste a una cita fantasmal en una casona donde acecha una víbora coral; en otro cuento excepcional, una mestiza extremara sus plegarias contra la plaga para liberar a una mujer cautiva en la habitación de una estancia. Algunos hechos tienen de fantástico solo la temeridad de sus mujeres, como el que transcurre durante las invasiones inglesas -basado en unas líneas de Walter Scott-, y el de aquella mulata que quería casarse a toda costa, en momentos en que la mayoría de los hombres estaban ocupados en contiendas y revoluciones. La guerra civil, impiadosa, marca una realidad mas terrible que cualquier horror imaginado, pero una joven y su primo, que se aman a pesar de estar en bandos opuestos, y una niña que adora las rosas.
No hay nada que haya escrito, o vaya a escribir, Cristina Bajo que no me guste. Es absolutamente perfecta. Su manejo de la historia conjugada con la ficción, y en este libro, con las leyendas aborigenes sobre seres fantasticos y aparecidos convierten este libro en uno mis favoritos de siempre. Por favor dense un gusto y lean a esta autora.
3.5 Desconocía por completo la obra de Cristina Bajo, pero cuando mi vecina me recomendó su “ficción histórica de la Córdoba colonial” y me prestó este libro no me pude resistir. Hace tiempo que estoy intentando acercarme más a los autores argentinos y la idea de leer ficción ambientada en la época del Virreinato era algo que me entusiasmaba mucho. Tú, que te escondes no decepcionó; para ser una primera aproximación a la autora me gustó mucho.
La narración de Bajo es pulcra, correcta y anticuada y eso me encantó porque a pesar de algunas complejidades que se presentaron al momento de abordar los relatos fue inevitable no sentirme transportada a esa época colonial (con todo lo que eso implica). Se nota que detrás de cada historia hay creatividad e imaginación, pero también mucha investigación histórica y eso es algo que destaco mucho a la hora de leer novelas que se publicitan como ficción histórica.
Los relatos entrelazan de una forma muy natural la historia, el romance, la fantasía, la leyenda urbana. Además, la autora incluye una especie de apéndice al final de los relatos con información bibliográfica sobre el contexto o algún acontecimiento clave que se ve reflejado en la historia. Siento que eso le dio mucha verosimilitud a los relatos (a pesar de todos los tintes de ficción y realismo mágico que se presentan) y que me permitió, de alguna manera, poder adentrarme aún más en el contexto histórico e incluso hasta justificar muchas veces el accionar de los personajes.
Las protagonistas de Bajo son mujeres fuertes y bien construidas que saben cuál es su lugar en la sociedad, pero también que desafían las convenciones que se les plantean y se esperan de ellas. Algunas son de alta alcurnia, otras mulatas, pero todas heroínas a su manera.
La diversidad de las protagonistas contrasta con la de la sociedad. Bajo pinta un retrato muy interesante de la sociedad colonial argentina que uno desde la contemporaneidad puede apreciar desde otra mirada. Justamente muchas de las voces o situaciones que hacen a los relatos particulares devienen de personajes cuyas voces eventualmente fueron extinguidas y erosionadas. El lector no puede más que cuestionar a esa sociedad y admitir la pérdida de la riqueza cultural en favor de la mirada blanca y eurocentrista.
Como toda colección de relatos, algunos son más extensos y otros más breves. En lo personal, disfruté mucho más los relatos extensos – que consideraría casi como noveletas – porque sentí que Bajo tenía mucho más lugar para expresar mejor sus ideas, construir a los personajes y desarrollar las tramas. La mejor es, sin dudas, la que le da nombre a la colección aunque también me gustaron mucho «Buscando un marido a una mulata», «Aquesta confusa tierra» y «El agnus dei».
En líneas generales fue un libro que leí rápido y que me resultó muy ameno, a pesar de no se convertirá en un favorito. Siento que podría haberlo disfrutado mucho más si hubiera tenido los acontecimientos históricos que hacen de marco espaciotemporal más claros (o frescos).