"Durante la primera mitad del siglo XX, cultivar en México la escritura fantástica basada en quebrantar la razón y la realidad era una actitud de vanguardia, totalmente al margen del cauce literario posrevolucionario. La narrativa de Ana de Gómez Mayorga sugiere un cambio de mundo, una existencia nueva, desconocida y paralela; una realidad/otra esperanzadora en algunos casos, amenazante en los más. El hilo conductor en los cuentos aquí antologados es precisamente la rebeldía frente al espacio y al tiempo; la probabilidad de traspasar uno y otro. En cada una de las historias lo habitual se agrieta para dar paso a lo recóndito, hacer posibles los traslados abruptos a través del tiempo en una conjunción espacio temporal que perturba y sobresalta. La vida común sufre la invasión paulatina, aunque no por ello menos violenta, de una desgarradora otredad". Reyna Paniagua Guerrero
Decir que la literatura fantástica mexicana del siglo XX quedó sepultada por el realismo post-revolucionario y el realismo mágico es ya un lugar común, pero afortunadamente una serie de entusiastas y estudiosos han logrado rescatar a autores que han recuperado un puesto de honor en la literatura mexicana. Un caso reciente es el de Ana de Gómez Mayorga, una autora prácticamente desconocida cuya obra merece un rescate total, comenzando por Entreabriendo la puerta (publicado en 1946, uno de los pocos libros que no fue autopublicado por la autora). Su manejo de lo fantátisco le mereció comparaciones con la obra de Borges o Bombal y esas comparaciones no son en vano.
Pocos son los escritores de literatura fantástica que manejan con tal precisión el punto de transición entre la realidad de los personajes y la irrupción de los elementos fantásticos como lo hacía de Gómez Mayorga. Ya sea una puerta o una reja literal, un clásico espejo o un fenómeno natural, los personajes (ya sean individuos relativamente aislados de la sociedad o parejas que ven resquebrajadas su unidad) ven su mundo transformado de manera radical o se ven transportados a otros mundos (de los que no siempre regresan). Los mundos a los que son transportados los protagonistas no están poblados por extraterrestres o figuras infernales, pero no por eso dejan de causar incomodidad o sembrar una duda existencial constante en personajes y lectores por igual. Aunque la autora es capaz de imaginar arquitecturas dignas de una película expresionista (como ocurre en "La puerta", uno de los mejores cuentos de una colección impecable), incluso sus escenarios con elementos más familiares resultan perturbadores y desconocidos tras pasar por el tamiz de lo fanástico.
De Gómez Mayorga quizás aún no goce del reconocimiento y el estatus de culto de Dávila, Dueñas o Tario, pero la calidad de sus cuentos sin duda merecen un reencuentro con el público, sea éste o no apasiado de la literatura fantástica. Y deberemos agradecerle a Reyna Paniagua Guerrero la encomiable labor que ha realizado para rescatar su obra del olvido. La introducción en que nos cuenta las peripecias que tuvo que realizar para conseguir fotocopias (¡sí, fotocopias!) de Entreabriendo la puerta y se recopilan los pocos datos biográficos disponibles sobre de Gómez Mayorga es una lectura apasionante por sí misma.
Como señalé en mi reseña de Entreabriendo la puerta de la misma autora, esta selección (a cargo de Reyna Paniagua Guerrero, para la colección Relato Licenciado Vidriera (54) de la UNAM) incluye 8 cuentos (de los 30 incluidos en Entreabriendo...): "El viaje", "La casa", "La fuga", "El señor cura", "El espejo", "La puerta", "La excursión" y "El mar". Todos ellos de una calidad rebosante de imaginación y elegancia. Tal vez mis favoritos son "La puerta" y "El mar", por sus cualidades terroríficas (en el primero) y surrealistas (en el segundo). Una autora que afortunadamente ha sido rescatada del olvido. Ahora nos toca a nosotros leerla, releerla y recomendarla.
Cuentos fantásticos, en todos los sentidos de la palabra, que, de una u otra forma, me recuerdan a The Twilight Zone y, de repente, a los cuentos de Michael Ende...
Llegué a esta autora gracias a Miguel Lupián y Penumbria. Y desde el primer cuento, Ana de Gómez Mayorga me atrapó. Sus cuentos son terror puro. Ese terror que nos enfrenta a lo desconocido, a la otredad y al vacío.
Una lástima que este autora mexicana de género fantástico sea muy poco conocida tanto en nuestro país como en otros lados.
No le doy las 5 estrellas porque en ratos parece que soltara la narración para llegar rápidamente al desenlace. Pero son precisamente sus finales, que realmente no lo son, lo que da a estos cuentos su valor.
¿Harta de leer a puro señor rancio? Leer a Gómez Mayorga es excelente opción. ¡Saquemos a las narradoras del siglo pasado de la invisibilidad!
Es increibleeee descubrir autoras fantásticas mexicanas. Estos cuentos son fabulosos y entreabren una mirada a lo recóndito, el cambio de realidad y la metamorfosis. Un antecedente de la hermosa literatura escondida y que es importante rescatar.
Me lo recomendó un amigo y ahora quiero leer todo de esta mujer talentosísima. Siento que tiene reminiscencias a Borges, a Cortázar pero CÓMO SI ELLA ERA MEXICANA EN LA ÉPOCA SE LA POSTREVOLUCION??? Sus cuentos son elegantes fluidos y desconcertantes. Me encantó. Que LAMENTABLE que no haya muchas más cosas de ella publicadas 😭