¿Cuáles son las formas en las que cristaliza la soledad? ¿Qué hacer con ellas, cómo pensarlas? ¿Nos es dado imaginar una comunidad de genuinos solitarios? Éstas son las preguntas que parecieran yacer bajo las dos conferencias de Pascal Quignard que conforman el presente volumen, dictando su despliegue, lo que podría llamarse, sin exagerar, su desarrollo melódico. Con lenguaje plástico y erudición lúdica, Quignard nos lleva de Henry Purcell a Georges de la Tour o a François Couperin, y de allí a las ruinas ya inexistentes de Le Havre o de Port-Royal, atreviéndose a esbozar esta confluencia de soledades, esta congregación imposible, en el espacio sin límites de la palabra escrita. Pascal Quignard nació en Verneuil-sur-Avre, Francia, en el año 1948. Es autor de numerosas novelas, como Terraza en Roma, Villa Amalia o Todas las mañanas del mundo (famosamente llevada al cine por Alain Corneau). Asimismo, es un célebre ensayista, habiendo publicado volúmenes como Retórica especulativa, La noche sexual, El odio de la música, George de la Tour (Pre-Textos, 2010) y la conocida serie Último reino, cuyo primer volumen, Las sombras errantes, le valió el Premio Goncourt en 2002.
Romancier, poète et essayiste, Pascal Quignard est né en 1948. Après des études de philosophie, il entre aux Éditions Gallimard où il occupe les fonctions successives de lecteur, membre du comité de lecture et secrétaire général pour le développement éditorial. Il enseigne ensuite à l’Université de Vincennes et à l’École Pratique des Hautes Études en Sciences Sociales. Il a fondé le festival d’opéra et de théâtre baroque de Versailles, qu’il dirige de 1990 à 1994. Par la suite, il démissionne de toutes ses fonctions pour se consacrer à son travail d’écrivain. L’essentiel de son oeuvre est disponible aux Éditions Gallimard, en collection blanche et en Folio.
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Pascal Quignard is a French writer born in Verneuil-sur-Avre, Eure. In 2002 his novel Les Ombres errantes won the Prix Goncourt, France's top literary prize. Terrasse à Rome (Terrasse in Rome), received the French Academy prize in 2000, and Carus was awarded the "Prix des Critiques" in 1980. One of Quignard's most famous works is the eighty-four "Little Treatises", first published in 1991 by Maeght. His most popular book is probably Tous les matins du monde (All the Mornings in the World), about 17th-century viola de gamba player Marin Marais and his teacher, Sainte-Colombe, which was adapted for the screen in 1991, by director Alain Corneau. Quignard wrote the screenplay of the film, in collaboration with Corneau. Tous les matins du monde, starring Jean-Pierre Marielle, Gérard Depardieu and son Guillaume Depardieu, was a tremendous success in France and sold 2 million tickets in the first year, and was subsequently distributed in 31 countries. The soundtrack was certified platinum (500,000 copies) and made musician Jordi Savall an international star. The film was released in 1992 in the US. Quignard has also translated works from the Latin (Albucius, Porcius Latro), Chinese (Kong-souen Long), and Greek (Lycophron) languages.
Leí las páginas 66, 67 y 68 mientras merendaba unas mandarinas y están esas páginas, ahora, completamente subrayadas, algo que se debe a la conjunción entre las vitaminas de las mandarinas y la belleza de esas páginas del libro
«No pienso a través de argumentos; siempre pienso a través de imágenes, escombros de sueños, mociones, emociones, partidas, fugas, éxtasis, escenas novelescas».
"Il est étonnant qu'à l'intérieur de tous les groupements humains existe depuis toujours un désir de fuir qu'aucun groupe n'assume. (...) Au sein même du mouvement d'association des êtres, de focalisation des foyers, de culte des morts, d'architecture quadrangulaire des portes et des temples, de fétichisation du site, de dialogue de tous avec tous dans la langue parlée commune, il y a une trouée." (p65)
Maravilloso como todos los ensayos de Quignard. Este en particular tiene, en mi opinión, una sucesión de fragmentos muy bien escogidos, que cobran mayor sentido a partir de la segunda mitad del libro. Sin duda un ensayo para solitarios, soñadores y amantes de lo silencioso. Y pensar que la primera vez que me lo leí no me gustó ni un pelo...