Una serie de historias cruzadas sobre el turismo y su evolución en los últimos tiempos.
De repente, en el país que presume de ser el mejor destino turístico del mundo ha surgido un movimiento de rechazo a su industria más próspera. Los españoles viajamos cada vez más pero también empezamos a darnos cuenta de los defectos que se ocultan al otro lado de la postal. ¿Qué ha pasado? ¿De dónde sale la turismofobia? ¿No estábamos todos de acuerdo en que el turismo era una actividad rentable, simpática y limpia?
En todo el mundo, no solo en España, han surgido voces críticas y se han organizado protestas; la gente rechaza ver cómo su vida recibe el impacto de un negocio al que parece que se le permite todo. Un negocio que cambia, crece y se extiende a toda velocidad gracias a la tecnología y a las contradicciones de los territorios que lo sufren sin dejar de potenciarlo. El turismo genera empleo pero este es precario y estacional. El turismo aporta músculo a la macroeconomía pero afecta cada vez más el mercado de la vivienda. El turismo es una oportunidad para el encuentro pero puede devenir en invasión. Y, sí, es muy contaminante.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cuáles son las claves del sector? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Cuánto turismo es suficiente y cuánto es demasiado? ¿Cómo nos afecta? ¿Se puede hacer de otra manera? ¿Se puede viajar de otro modo? De todo esto trata Exceso de equipaje, algo así como una guía turística por el negocio turístico.
Gracias. Destaco esto: “no existe el derecho al turismo. Sí hay, en cambio, derechos humanos, derechos laborales, derechos sociales, económicos y culturales e incluso derechos de la Tierra (o se está debatiendo que los haya). Viajar es estupendo y puede llegar a ser muy enriquecedor, pero no deberíamos hacerlo a toda costa”. Tenemos que promover destinos más sostenibles y un turismo responsable.
Este libro es una crítica al modelo actual de viajar. Interesante reflexión de como nos estamos cargando el planeta a pasos de gigante. Plantea el hecho que deberíamos ser mucho más conscientes de que no deberíamos hacer lo que no queremos que nos hagan en nuestro territorio. Que no siempre se debe analizar de forma positiva el crecimiento del turismo porque en muchas partes del mundo ya ha llegado a límites insostenibles. Tambien crítica el poder que tienen las multinacionales para esquivar según que normativas y contribuir a destruir el planeta.
Lo empecé como una lectura rápida pero el análisis es más profundo de lo que parece y realmente sí me ha dado nuevas ideas sobre un tema que me preocupa. Recomendado.
Imprescindible para cualquiera interesado en la industria de los viajes y el turismo antes del Covid. Sería genial que hubiera una continuación tras este ¿cambio? de paradigma
Libro ameno pero con la suficiente seriedad para abrir un debate necesario sobre los excesos del turismo. Digo abrir el debate y no continuarlo porque, por desgracia, salvo los cuatro exabruptos cuando lo de la turismofobia allá por 2017, más bien se ha debatido entre poco y menos en nuestro país, ese que en cuestión de un par de décadas pasó de la nada al estrellato al calor de su sol, sus playas y sus sangrías que eran un reclamo bien different y exitoso. Sea como sea, el autor (por cierto, antiguo periodista de viajes) no preconiza un cambio radical en lo que atañe a la industria turística -y mucho menos realiza ataques gratuitos algunos-, sino que se limita a poner cifras y ejemplos sobre la mesa y a partir de ellos propone repensar la gestión de un turismo que, hoy en día, de sostenible ya no tiene nada. Bravo estructura su interesante ensayo introduciendo en cada capítulo un destino turístico concreto junto con sus características que lo convierten en especial, y a partir de esa idiosincrasia ofrece datos, cifras, motivos que, cuanto menos, deberían hacernos reflexionar. Así, se nos contará que la misma ciudad de San Francisco, cuna de plataformas como Airbnb, pasó a regularlas porque su ideal inicial de economía colaborativa ya se ha esfumado, o que Venecia ha perdido el 70% de su población en cuestión de medio siglo, ante la mirada cómplice de la UNESCO, o que si destinos como Mallorca y otros de nuestra Españita son tan competitivos es debido a que son muy baratos.
Constituyendo un relato útil que, por desgracia, también resulta novedoso -ya he dicho que escasean esos debates-, y pese a que podría indagar más en las soluciones propuestas, "Exceso de equipaje" se trata de una obra bastante seria y muy necesaria. Ojalá más libros así.
Leído estando de viaje por vacaciones, me ha hecho reflexionar mucho sobre este acto tan cotidiano de "transportarnos" para disfrutar de nuestro tiempo de ocio. Aunque será imposible cambiar de hábitos (eso supondría pretender seguir viva haciendo la fotosíntesis y nada más), sí me ha despertado por lo menos la conciencia para planificar mis futuras vacaciones con más respeto por la sociedad de acogida y por el medio ambiente, algo que ya había empezado a hacer, supongo que por madurez y por el propio "efecto expulsión" que la estructura actual turística ejerce sobre mí. El libro se lee muy bien a pesar de todas las notas de refencias a las que remite al presentar datos, opiniones, etc. Escrito de forma muy amena e incluso divertida, pero con un lenguaje cuidado y una exposición de la información muy didáctica.
Libro ligero sobre cómo el turismo afecta a nuestras ciudades y monumentos, y aunque tiene un buen material bibliográfico y de búsqueda, no aporta nada nuevo más que un resumen de muchas cosas que ya se han dicho durante estos mismos estudios académicos.
Muy bien escrito, describe los efectos del turismo, de dónde venimos y hacia dónde vamos. En Madrid está cambiando el paisaje urbano a pasos agigantados desde que es destino preferido.