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One of today's most widely read philosophers considers the shift in violence from visible to invisible, from negativity to excess of positivity.
Some things never disappear—violence, for example. Violence is ubiquitous and incessant but protean, varying its outward form according to the social constellation at hand. In Topology of Violence, the philosopher Byung-Chul Han considers the shift in violence from the visible to the invisible, from the frontal to the viral to the self-inflicted, from brute force to mediated force, from the real to the virtual. Violence, Han tells us, has gone from the negative—explosive, massive, and martial—to the positive, wielded without enmity or domination. This, he says, creates the false impression that violence has disappeared. Anonymized, desubjectified, systemic, violence conceals itself because it has become one with society.
Han first investigates the macro-physical manifestations of violence, which take the form of negativity—developing from the tension between self and other, interior and exterior, friend and enemy. These manifestations include the archaic violence of sacrifice and blood, the mythical violence of jealous and vengeful gods, the deadly violence of the sovereign, the merciless violence of torture, the bloodless violence of the gas chamber, the viral violence of terrorism, and the verbal violence of hurtful language. He then examines the violence of positivity—the expression of an excess of positivity—which manifests itself as over-achievement, over-production, over-communication, hyper-attention, and hyperactivity. The violence of positivity, Han warns, could be even more disastrous than that of negativity. Infection, invasion, and infiltration have given way to infarction.
116 pages, Kindle Edition
First published January 1, 2011
"La violencia mítica es fundadora de derecho. Es culpabilidadora y expiatoria a la par. La violencia divina, en cambio, es destructora y redentora."
"Al fin y al cabo, el súbdito solo está sometido a sí mismo, es decir, a su propia voluntad, que a su vez es la voluntad de todos. Aquel que se queje de una injusticia del soberano se está quejando de algo cuya autoría él también ha asumido. Se queja, pues, de sí mismo. El súbdito como ciudadano se ve a sí mismo en el soberano y se encuentra a sí mismo en todas y cada una de sus negociaciones. Esta compleja estructura de mediación, que tiene como objetivo el beneficio común (common benefit) es lo genuinamente político."
"La violencia Macrofisica:
-des-interioriza al sujeto invadiendolo y destruyendolo (el exterior destruye el interior)
-destruye toda posibilidad de acción: la victima sufre pasividad radical.
La violencia microfisica:
-des-interioriza al sujeto dispersando lo con un exceso de positividad, es un exceso de lo mismo, abrumando a la percepción
-exceso de acción: la víctima sufre hiperactividad."
"Paradójicamente, la nueva prisión se llama libertad. Se parece a un campo de trabajo forzado, donde uno está prisionero y a la vez es el vigilante.
La sociedad premoderna de la soberanía está habitada en su interior por la violencia de la decapitación. Su medio es la sangre. La sociedad moderna disciplinaria es, todavía más, una sociedad de la negatividad. Está dominada por una coacción disciplinaria, por la 'ortopedia social'. Su forma es la deformación. Pero ni la decapitación ni la deformación pueden definir la sociedad de rendimiento tardomoderna. Está gobernada por una violencia de la positividad, que no permite distinguir entre libertad y coacción. Su manifestación patológica es la depresión."
"La sociedad expuesta es una sociedad pornográfica. Todo se dirige hacia fuera, se revela, se descubre, se desnuda y se expone. El rostro expuesto sin el 'aura de la mirada'. se convierte en un face superficial. El face es la forma mercantil del rostro. El exceso de exposición convierte todo en una mercancía, que sin secreto queda entregado al consumo inmediato. Obscena es la exposición total, la mirada desinhibida que se expone. Obscena es la hipervisibilidad. Las cosas no desaparecen en la oscuridad, sino en la sobreexposición y la hipervisibilidad: 'Más en general, las cosas visibles no confluyen en la oscuridad y el silencio: se desvanecen en lo más visible que lo visible: la obscenidad.'"
"Pero la sociedad contemporánea se caracteriza por el hecho de que el sentimiento e pertenencia ha desaparecido en todos nosotros, en todas partes. Y la apatía y la indiferencia, unidas a una infantilización de la sociedad cada vez mayor, hace que sea muy improbable una actuación colectiva. El mundo globalizado no está habitado por singularidades que plantean una resistencia colectiva decidida contra el imperio, sino por egos aislados en sí mismos, que se comportan de un modo antagonista entre ellos. Todos aquellos que están integrados en el proceso de producción capitalista son víctimas y verdugos a la vez. Y cuando la víctima y el verdugo coinciden ya no es posible resistencia alguna."
At some point, excess proximity lapses into distanceless indifference. That is the dialectic of proximity. Excess proximity destroys proximity, which is closer than distancelessness.and
The politics of transparency is a dictatorship of the same.and
The enemy, who according to Schmitt would simply be the other, has positivized itself into the competitor today.So, plenty cool. Dunno if I'm board with him, but it's definitely interesting.