En el prólogo a esta Prosa completa de la mítica poeta argentina Alejandra Pizarnik, Ana Nuño nos habla de este libro imprescindible y esperadísimo en los siguientes términos:"El interés que presenta esta edición, respecto del ominoso imperativo de la novedad editorial, es triple: ofrece una ordenación cronológica de un material que en su momento fue recogido en volumen, tanto en Argentina como en España; rescata textos, sobre todo mas no exclusivamente, de crítica literaria d e la autora, publicadas originalmente en revistas literarias de difícil consulta, y da a leer este conjunto como un todo, lo que permite subrayar la coherencia y correspondencias múltiples entre prosa de creación y prosa ensayística, por un lado, y, por otro, el conjunto de la prosa y la obra poética. Conviene destacar dos aspectos de la prosa de Pizarnik. Los relatos, en primer lugar, cuajados de motivos y figuras recurrentes enla obra poética: la seducción y la nostalgia imposibles, la tentación del silencio, la escritura concebida como espacio ceremonial donde se exaltan la vida, la libertad y la muerte, la infancia y sus espejismos, los espejos y el doble amenazador. Importa menos, en este sentido, la extensión de losrelatos que la intensa concentración en ellos de un trabajo de escritura que busca exaltar los poderes del lenguaje. Este es (y no la muerte o la locura o el suicidio) el gran motor de la obra de Pizarnik."
Born in Buenos Aires to Russian parents who had fled Europe and the Nazi Holocaust, Alejandra Pizarnik was destined for literary greatness as well as an early death. She died from an ostensibly self-administered overdose of barbiturates on 25 September 1972. A few words scribbled on a slate that same month, reiterating her desire to go nowhere "but to the bottom," sum up her lifelong aspiration as a human being and as a writer. The compulsion to head for the "bottom" or "abyss" points to her desire to surrender to nothingness in an ultimate experience of ecstasy and poetic fulfillment in which life and art would be fused, albeit at her own risk. "Ojalá pudiera vivir solamente en éxtasis, haciendo el cuerpo del poema con mi cuerpo" (If I could only live in nothing but ecstasy, making the body of the poem with my body).
Empecé leyendo con ansia y deseo, luego de terminar la poesía completa de Pizarnik. Esperaba encontrar a la misma autora con las mismas palabras brillantes y la misma problematización de ideas cotidianas, con la misma humanidad que me hacía temblar leyendo, sin embargo, me encontré a una Alejandra mucho más incisiva con sus palabras, mucho más experimental. Inquietante e irónica, casi inentendible. Al inicio fue una decepción porque me parecía no entender apenas los textos y su profundidad, aunque algunos juegos de palabras eran ciertamente excitantes. Sin embargo, al avanzar en la lectura, pude apreciar a una Pizarnik mucho más refinada en su escritura, tan o más humana que en su poesía. Dialogando y Referenciando libros y autores e incluso parodiando sus obras, como "El Tuyo Nod", o el personaje de "Segismunda". Una montaña rusa de emociones, con muchos bajos y apenas unos cuantos altos, pero que, sin lugar a dudas, me hacen tener a Alejandra Pizarnik como una de mis autoras predilectas.
Amo a Pizarnik, pero no terminé de entender su humor, lo demás soberbio como siempre, en especial la parte de los artículos y entrevistas que nos muestran la visión que tenía Pizarnik de la literatura.
"Hablo de un poema que se acerca. Se va acercando mientras a mí me tienen lejos. Sin descanso la fatiga, infatigablemente la fatiga a medida que la noche -no el poema- se acerca y yo estoy a su lado y nada, nada sucede. Solo una voz lejanísima, una creencia mágica, una absurda, antigua espera de cosas mejores." (1964)
También en ella, como en Valente, hay una búsqueda de la palabra, del poema que llegue al fin, del verso perdido. Pero en Pizarnik, esa palabra y ese poema que están por llegar son punzantes, se manifiestan como agujas clavándose en el alma y siempre revelan una honda frustración, tal vez por la novela jamás escrita. La obra editada por Lumen nos acerca aún más al universo poético de Alejandra Pizarnik y se hace imprescindible para comprender "por qué se dolía de esa manera" en su escritura.
Brillante Pizarnik. Sólo le pongo cuatro estrellas debido a que la sección de humor es prácticamente incomprensible, como si se tratara de cosas que únicamente ella era capaz de encontrarles la gracia. El resto, maravilloso, como aquel pasaje llamado "Niña en Jardín".
"Un claro en un jardín oscuro o un pequeño espacio de luz entre hojas negras. Allí estoy yo, dueña de mis cuatro años, señora de los pájaros celestes y de los pájaros rojos. Al más hermoso le digo:
- Te voy a regalar a no sé quién.
- ¿Cómo sabes que le gustaré? -dice.
- Voy a regalarte –digo.
- Nunca tendrás a quien regalar un pájaro –dice el pájaro".
“Entre otras cosas, escribo para que no suceda lo que temo; para que lo que me hiere no sea; para alejar al Malo (cf. Kafka). Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En este sentido, el quehacer poético implicaría exorcizar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos”.
te amo pizarnik!!! le pongo 4 estrellas porque la parte de humor no me gustó, no lo entendí, pero el resto me pareció precioso igual que su poesía y que sus diarios, no puedo creer sus imagenes y lo hermoso que escribe
Casa de citas: - Sólo quería ver el jardín. - ¿Y ahora? - Siento deseos de huir hacia un país más hospitalario y, al mismo tiempo, busco bajo mis ropas un puñal.
Los perturbados entre lilas: SEG: Cada uno su especialidad. (Pausa.) Siento deseos de huir hacia un país más hospitalario y, al mismo tiempo, busco bajo mis ropas un puñal. (...) La realidad nos ha olvidado y lo malo es que uno no se muere de eso.
La condesa sangrienta: "De pronto, los senos maquillados de la dama de hierro se abren y aparecen cinco puñales que atraviesan a su viviente compañera de largos cabellos sueltos como los suyos".
CAR: Ya no existe la realidad. "Decidió morir en la misma ciudad donde había nacido".
"El jardín es verde en el cerebro" Le pongo solo tres estrellitas porque aunque la primera parte 'Relatos' y ciertos ensayos y artículos son maravillosos, el apartado dedicado al humor es realmente insufrible, no sé si será una opinión compartida, pero parecen una especie de borrador en el que Alejandra apuntaba cosas (que para ella son) graciosas. Ahora solo me quedan los diarios para completar el tríptico.
Bueno, Alejandra, qué decirte. Te esperaba en tu prosa de una forma distinta. Habiendo leído tu poesía y todos tus diarios me imaginaba en tu prosa esa misma pasión, esa crudeza, esa embriaguez que marcas en tus letras... Pero aquí me encuentro con relatos muy divertidos y cortos, una carpeta de humor que no termino de entender, unos ensayos magníficos que nos enseñan el amor persistente por la literatura tanto clásica como contemporánea, y unos artículos de lo más interesantes acerca del feminismo.
Quizás al tenerte demasiadas expectativas no he disfrutado al completo tu prosa. Sigues siendo mi poeta favorita pero sin duda la prosa no me ha llegado tanto como lo demás.
Sí recalcar que el ensayo sobre la condesa sangrienta de Hungría ha sido increíblemente brutal. Me ha puesto los pelos de puntas...
En resumen, su prosa no me ha encantado pero me ha ayudado a conocer más la mente de la autora... Me esperaba mucho más de ella pero no me ha decepcionado del todo. Te sigo leyendo, A. P.
Pude leerte y sentirte, querida Alejandra. Una mujer más madura, más soñadora, más atrevida. Pude sentarme a un ladito tuyo, viendo como escribías, y déjame decirte que fue extraordinario. Leerte siempre lo es. ❤️
Que bonito y que padre fue este libro. Más aún, poder conocer más a fondo a Alejandra y sus días en la escritura. ✨
La prosa de A.P. se construye a partir de su altísima comprensión de la literatura y un vagaje intelectual exquisito, tanto en lecturas, como manejo de la palabra.
Destaco la estructura poética de algunos de sus relatos y el uso permanente de conceptos como fuego, lluvia, locura, miedo, muerte y jardín. Sin embargo, a pesar de que haya pasajes que nos evoquen la poesía de Pizarnik, en su prosa podemos encontrar a una Alejandra libre, sin etiquetas, ilimitada, no maldita.
Es un texto abierto, que nos muestra una A.P. sublime intelectualmente, inalcanzable en su lenguaje, pero totalmente humana, comprensible para simples mortales como uno. Nunca es tarde para amar los espejos.
Casi lo único que justifica leer la prosa de Pizarnik es su poesía. Los relatos no tienen personajes ni tramas pero con frecuencia yuxtaponen y superponen cuadros de extraña belleza, aliteran musicalidades reveladoras o sorprenden con un verso surrealista que no pierde su frescura ("estalla el aro de fuego verde vivamente abrazado al aro de fuego azul...", "yo intento evocar la lluvia o el llanto", "la desparramada rosa imprime gritos en la nieve"). Me agrada también su sensibilidad con las palabras y, habiéndome alejado bastante de las lecturas en español por diez años, me (re)encontré con algunas desconocidas u olvidadas (oquedad, arrebujar, endecha). La sección de humor es idiosincrática hasta el cripticismo: no da gracia proporcional al esfuerzo que requiere descifrarla. "Los perturbados entre lilas" es un ejercicio en el teatro del absurdo que transcurre sin pena ni gloria. Donde su prosa sí es precisa y elegante como prosa es en sus artîculos y ensayos. Es una lástima que mi interés por la literatura vieja sea bastante limitado (gracias que llegué a Pizarnik), así que no le presté mucha atención al contenido. Por último, los reportajes publicados tienen cierto valor histórico (ejemplo: es increíble que se haya avanzado tan poco con la legalización del aborto desde que le preguntaban a la escritora por este tema más de 40 años atrás) y quizás filosófico (me encantó esta pregunta y su respuesta: "No serîa mejor transformar la vida en poesîa que hacer poesïa con la vida?" "ojalâ pudiera vivir solamente en èxtasis, haciendo el cuerpo del poema con mi cuerpo, rescatando cada frase con mis dîas y con mis semanas, infundiendole al poema mi soplo a medida que cada letra de cada palabra haya sido sacrificada en las ceremonias del vivir").
Hay partes de la prosa de Pizarnik que resultan casi inentendibles. Sus juegos de palabras son increíbles, pero me quedo con la sensación de haberme perdido la mitad del significado del texto y sus intenciones.
He sido incapaz de entender las páginas de humor con mi conocimiento actual sobre ella y su obra. Los artículos y ensayos dicen más sobre sus contemporáneos que sobre sí misma, aunque los párrafos que dejan vislumbrar pedacitos de su pluma me han gustado mucho. Aún con todo, lo que más me ha gustado de este libro son sus relatos y sus artículos y ensayos, pues es donde más se puede ver su forma de escribir.
Tengo ganas de leer más de ella, y creo que he elegido empezar a leer su obra por el peor libro posible para ello. Volveré a él cuando la conozca más y mejor.
"El destino de estas prosas es curioso: nacidas de la desgracia, sirven, ahora, para que otros se entretengan (o no) y se conmuevan (o no)". Prosa completa es una compilación cronológica de material rescatado principalmente de revistas literarias. Desde mi punto de vista lo más destacable de su prosa son las críticas literarias a obras poéticas. Pizarnik encuentra cierta complicidad con las obras de Cortázar, la antología poética de Ricardo Molinari, Fernando Pessoa, Luis Cernuda, André Breton entre otros y se acerca a ellos en un intento descriptivo de su obra por medio de ensayos y artículos.
—Todo es imaginación —replicó la muerte —, en realidad no tiene la menor tristeza. —Pero sufre igual, entonces no hay ninguna diferencia —dijo la niña.
La prosa completa de Alejandra Pizarnik nos ofrece una recopilación de sus no tan conocidos relatos, sus escritos de humor, una obra de teatro fantástica así como también sus propios criterios literarios dentro de sus varios ensayos y entrevistas; todo dentro de su naturaleza poética. Un gusto enorme leer a una gran poeta argentina como Pizarnik , a esa niña eterna y a esa mente caótica.
Me gustaron mucho las partes de "Relatos" y de "Prólogos y reportajes": 5 estrellas. La parte de "Humor" me resultó aburrida salvo algunas cosas: 2 estrellas. La obra de teatro, ni: 3 estrellas. "Artículos y ensayos" me lo pasé de largo, en su mayoría eran reseñas sobre libros que no leí o ni siquiera conocía, y no me dieron ganas de leerlos.
Creo que me gusta Pizarnik por sus poemas y relatos, pero sobre todo me interesan y me encantan sus cartas y diarios. Eso es lo mejor: su parte más íntima, la que no está velada, la que no fue escrita necesariamente para ser publicada.
La Pizarnik en prosa quizás no sea tan perfecta, poderosa, sintética y cautivante como la de sus mejores poemarios, como Árbol de Diana, pero conserva muchos de los tópicos más importantes que aparecen en sus versos, tales como la infancia perdida, el jardín, el bosque, los pájaros, las flores, el absurdo, la soledad, la muerte, y además tiene cierta frescura relacionada con la prosa poética, con el simbolismo, con los juegos de palabras, las paradojas y los sinsentidos. Muchos de los textos que componen este volumen fueron publicados a lo largo de su vida en diferentes medios periodísticos, como la revista Sur o la Revista de Occidente. Muchos, además, son reescrituras pizarnikianas de cuentos populares, de fábulas, y de libros clásicos como Alicia en el País de las Maravillas, solo que resignificados, atravesados por temas propios de la poesía de Pizarnik como la soledad, la angustia y la pérdida, e intervenidos por citas y fragmentos de los autores que más leía Alejandra, especialmente de los surrealistas y poetas malditos franceses. Una forma diferente de encontrarse con la que, según Aira, fue la última poeta verdadera.
Este libro no respira. Cada página es un cuerpo ajeno, una palabra perdida que no encuentra eco. Il lui manque le fil secret. Esa música subterránea que hace danzar al lenguaje. Tout se brise avant de naître: las imágenes no se miran entre sí, las frases no se tocan. Como un sueño mal contado, sin centro, sin fiebre.
beautiful beautiful proseeee. tiene perspectivas muy interesantes, definitivamente te abre el mundo. tiene un estilo increíble y creo que no hay nadie que explique tan bien los sentimientos cómo pizarnik lo hace
Venía de leer Poesia completa, asi que estaba emocionada por encontrarme caasi lo mismo pero obviamente no fue así. Todavia no soy capaz de leer prosa tal vez mas adelante pueda entenderlo mucho mejor. Tambien estaba con lecturas mucho mas ligeras y meterme en este libro fue demasiado.
Lamentablemente no conecté con muchos de los textos, me faltan muchas referencias para hacerlo. Me gustaron aquellos (que son los menos en esta colección) de ficción, y los pensamientos dispersos, como asomarse a una libreta privada de la autora.
Quitando pequeños fragmentos, el libro en general me pareció super denso y no pude disfrutarlo. El capítulo "humor" se me hizo insufrible. Tal vez no es mi momento para leer a esta autora o simplemente su estilo no es para mi.
Los relatos, artículos y en especial La condesa sangrienta son facinantes, sus textos humorísticos y la obra de teatro me costaron mucho más trabajo de comprender.
pizarnik es para siempre de las mejores escritoras que he leído. de su prosa completa, mi sección favorita - sin dudas - fueron los ensayos. lo demás complejo y muy diferente a sus otras obras. recomendaría a quiénes ya conocen y les gusta su trabajo :)