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La ilusión de los mamíferos
Apasionado, dulce, ambiguo, doloroso, el encuentro entre dos varones se repite domingo a domingo en un pequeño departamento. Desde allí se asoman al balcón frente al que se despliega el horizonte majestuoso de árboles y edificios de una Buenos Aires pobre y necia, que grita su ruina. Vendrán inmediatamente los días que los separen, los de la semana, la que los seres humanos dedican al trabajo y la familia. Y volverá luego el día de la entrega y la celebración.
A la cálida primavera que anuncian los jacarandás de las plazas, la precedió la lluvia y le sucederá el frío. A la luz del ocaso, antes y después, el sol de la mañana. Y sobre la superficie clara y mínima de esas horas juntos -las del sexo y la conversación de pocas palabras, un banquete que sacia y desespera- se extienden irremediablemente las sombras de las que está hecho el amor.
A la cálida primavera que anuncian los jacarandás de las plazas, la precedió la lluvia y le sucederá el frío. A la luz del ocaso, antes y después, el sol de la mañana. Y sobre la superficie clara y mínima de esas horas juntos -las del sexo y la conversación de pocas palabras, un banquete que sacia y desespera- se extienden irremediablemente las sombras de las que está hecho el amor.
176 pages, Paperback
First published June 1, 2018
48 people are currently reading
1043 people want to read
About the author
Julián López
8 books50 followersJulián López (Buenos Aires, 1965) es un escritor argentino. Su primera novela, Una muchacha muy bella (2013), fue llamada «un libro inolvidable» por María Moreno, y fue elegida como «la novela del año» por Revista Ñ, además de haberse editado tiempo después en Francia, Holanda y Estados Unidos, entre otros. Desde 2006 codirige el ciclo de lecturas Carne Argentina.
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Community Reviews
Displaying 1 - 30 of 203 reviews
September 14, 2025
Qué es el amor, qué es el sexo, qué es el erotismo, qué es la pornografía en la relación de dos hombres que se encuentran en secreto todos los domingos. Julián López no narra, sino que construye grandes castillos literarios. La ilusión de los mamíferos es un tratado sobre el amor en el SXXI
October 8, 2018
Un libro sobre el lenguaje más que de cualquier otra cosa. Me gustó la escritura, pero dada su verborragia me fue imposible conectar con la trama y sus personajes. Todo se perdía entre oraciones ingeniosas y violentas que me gustaron pero que no me aportaron nada más que eso. De todos modos, lo recomiendo.
May 5, 2023
¿Cómo reseñar las caminatas de a dos, bajo el sol frío, con el placer de llevar el abrigo del otro?
Puedo decir que un hombre se encuentra cada domingo con otro hombre, y que cada domingo casi llegan a saciar el hambre y el deseo del otro, que cada uno ha acumulado en la semana; que se arman rutinas para que la ansiedad no le quite la belleza del encuentro, con sus desayunos con mantel bordado; que hay sexo explícito, de maneras que nunca hubiera imaginado y que tal vez hubiera preferido no conocer.
Puedo decir que los dos amantes, más allá de sus encuentros, son hombres que también aman.
Y debo decir que esta pequeña historia, esta ficción, es posible por el excelente lenguaje de Julián López; en alguna reseña he leído que el lenguaje es recargado y barroco; yo creo que no sobra ninguna palabra.
Una novela por momentos perturbadora, de gran calidad.
Puedo decir que un hombre se encuentra cada domingo con otro hombre, y que cada domingo casi llegan a saciar el hambre y el deseo del otro, que cada uno ha acumulado en la semana; que se arman rutinas para que la ansiedad no le quite la belleza del encuentro, con sus desayunos con mantel bordado; que hay sexo explícito, de maneras que nunca hubiera imaginado y que tal vez hubiera preferido no conocer.
Puedo decir que los dos amantes, más allá de sus encuentros, son hombres que también aman.
Y debo decir que esta pequeña historia, esta ficción, es posible por el excelente lenguaje de Julián López; en alguna reseña he leído que el lenguaje es recargado y barroco; yo creo que no sobra ninguna palabra.
Una novela por momentos perturbadora, de gran calidad.
August 8, 2018
2,5
No me gusta el estilo de López; muy cargado de metáforas a las que no les encontré sentido dentro del texto. La historia de amor entre los dos personajes no me produjo nada y no me gustó su desarrollo. A partir del segundo tercio se desinfla y el final no está a la altura; por supuesto, todo esto que manifiesto es una opinión subjetiva. Veo que, en general, el libro gusta. Creo que la propuesta del autor en la novela pasa casi pura y exclusivamente por el registro que intenta ser poético. Entonces, si su forma de escribir no me convenció ni me conmovió, habría sido prácticamente imposible que la novela en su totalidad me terminara gustando.
No me gusta el estilo de López; muy cargado de metáforas a las que no les encontré sentido dentro del texto. La historia de amor entre los dos personajes no me produjo nada y no me gustó su desarrollo. A partir del segundo tercio se desinfla y el final no está a la altura; por supuesto, todo esto que manifiesto es una opinión subjetiva. Veo que, en general, el libro gusta. Creo que la propuesta del autor en la novela pasa casi pura y exclusivamente por el registro que intenta ser poético. Entonces, si su forma de escribir no me convenció ni me conmovió, habría sido prácticamente imposible que la novela en su totalidad me terminara gustando.
August 7, 2018
3.5 Un libro bien escrito, que me gustó sólo por momentos. Algunas partes de la trama, como la de la abuela o el padre estuvieron muy buenas. La historia de amor me resultó distante, nada emotiva. Tiene pasajes y frases muy lindas, poéticas y otras que rozan lo vulgar. Me pasó lo mismo que con su libro anterior, no es una escritura que me llegue profundamente, que me emocione o que me invite a pensar. Es un buen libro y para mi gusto, mejor que el anterior.
September 5, 2018
Por momentos me pareció demasiado cargado, que no era necesaria tanta metáfora y frases matadoras. Pero, me tocó de lleno el libro. Quizás un poco por mi propia historia con mi sexualidad, con la soledad, la marginalidad de ciertos momentos. Me terminó gustando, fue más un transitar que otra cosa. Un sentir.
May 17, 2020
Es como leer un mail de despecho sin el despecho ni el sin puterío. El amor entendido como adolescente y señora paqueta a la vez. Una especie de soliloquio interminable de un barroquismo innecesario con metáforas del tipo "la desnudez del edificio del atardecer" que adornan una historia inexistente. Cojan más.
January 19, 2019
Una ilusión muy bella
Cada vez que escucho que alguien comenta que un texto es como una poesía en prosa temo lo peor. Es como esas películas definidas como climáticas en las que uno sabe que no pasa nada, la tormenta nunca llega. Bueno, La ilusión de los mamíferos es para mí uno de esos textos que pueden definirse como poesía en prosa solo que esta vez es para bien, pura ganancia.
Conocií a Julián López, creo que como todo el mundo, con "Una muchacha muy bella" una novela conmovedora. Esta ilusión también tiene momentos conmovedores, entre la evocación de un amor y un padre maltrecho.
Son capítulos cortos, cada uno parece un trabajo de orfebre, llenos de imágenes, detalles, destellos de belleza y observaciones profundas. Leer a Julián López es un placer que requiere una atención especial. Yo por ejemplo empecé a leerlo un poco incómodo en el transporte público y tuve que reservármelo para este viernes en que pude sentarme tranquilo y leerlo casi todo de un tirón. No es un libro que puedas leer mientras vas caminando por ejemplo.
Es híper recomendable. Van 4 estrellitas en vez de 5 por dos motivos: uno porque me gustó más "Una muchacha muy bella" y otro porque tiene algunos párrafos de progresismo fácil donde despotrica contra la modernidad, edificios donde antes había baldíos y una crítica a la constante repavimentación de las calles. Sí, somos más en Buenos Aires y Argentina en general (pasamos de 25 millones de habitantes en el 78 a casi el doble 40 años después) y antes, hace un siglo y medio, el querido barrio de Caballito era un descampado. Pero esto es más un problema mío que de la novela en sí. No se lo pierdan, Julián López es uno de los mejores escritores argentinos del momento.
Cada vez que escucho que alguien comenta que un texto es como una poesía en prosa temo lo peor. Es como esas películas definidas como climáticas en las que uno sabe que no pasa nada, la tormenta nunca llega. Bueno, La ilusión de los mamíferos es para mí uno de esos textos que pueden definirse como poesía en prosa solo que esta vez es para bien, pura ganancia.
Conocií a Julián López, creo que como todo el mundo, con "Una muchacha muy bella" una novela conmovedora. Esta ilusión también tiene momentos conmovedores, entre la evocación de un amor y un padre maltrecho.
Son capítulos cortos, cada uno parece un trabajo de orfebre, llenos de imágenes, detalles, destellos de belleza y observaciones profundas. Leer a Julián López es un placer que requiere una atención especial. Yo por ejemplo empecé a leerlo un poco incómodo en el transporte público y tuve que reservármelo para este viernes en que pude sentarme tranquilo y leerlo casi todo de un tirón. No es un libro que puedas leer mientras vas caminando por ejemplo.
Es híper recomendable. Van 4 estrellitas en vez de 5 por dos motivos: uno porque me gustó más "Una muchacha muy bella" y otro porque tiene algunos párrafos de progresismo fácil donde despotrica contra la modernidad, edificios donde antes había baldíos y una crítica a la constante repavimentación de las calles. Sí, somos más en Buenos Aires y Argentina en general (pasamos de 25 millones de habitantes en el 78 a casi el doble 40 años después) y antes, hace un siglo y medio, el querido barrio de Caballito era un descampado. Pero esto es más un problema mío que de la novela en sí. No se lo pierdan, Julián López es uno de los mejores escritores argentinos del momento.
July 1, 2018
Un deleite. Imposible no enamorarse de la prosa de López y de esa exquisita manera con la que juega con las palabras. Emotivo y recomendable.
April 16, 2021
La portada, barroca y saturada, es un adelanto de los que nos espera en este libro. Miles de palabras de más, verborragico y barroco. En muchos momento me encontré pensando en otra cosa sin prestar atención a lo que leía. Es muy difícil conectar cuando solo se pretende llenar páginas con palabras.
Parafraseando a López, era como estar en una película de Fassbinder, todo era pequeño y demodé, dorado pero opaco, nadie se movía demasiado...
Las escenas de sexo no me produjeron NADA. Se nota que pretendía provocar, pero solo me hicieron bostezar.
Sí rescato las relaciones con el padre y la abuela, como así también sus últimos interacciones con el balcón. Me dejaron compungido.
En escala de Borges es un "acaso atendible"
Parafraseando a López, era como estar en una película de Fassbinder, todo era pequeño y demodé, dorado pero opaco, nadie se movía demasiado...
Las escenas de sexo no me produjeron NADA. Se nota que pretendía provocar, pero solo me hicieron bostezar.
Sí rescato las relaciones con el padre y la abuela, como así también sus últimos interacciones con el balcón. Me dejaron compungido.
En escala de Borges es un "acaso atendible"
June 13, 2022
Nunca había leído un libro escrito por un hombre en un tono tan Marguerite Duras: doliente, sentido y fagocitante. Dos hombres se dan cita cada domingo para vivir su amor a puertas cerradas. Uno de ellos, siempre de visita. Quien juega de local lo llora en vida. En su presencia. Lo ama. Preciosas imágenes líricas en medio de una prosa inteligente, elegante y sinuosa.
4.5 ⭐️
4.5 ⭐️
August 26, 2021
Es un texto bello, conmovedor. A principio de año lo empecé a leer y por alguna razón que no recuerdo no lo continué. Lo retomé ahora, 5 meses después, y leí prácticamente de corrido las primeras 80 páginas pero hubo algo en la historia que me distrajo o me hizo perder interés y tuve que dejar uno o dos días la lectura. Cuando lo retomé nuevamente, pude volver a leer de corrido y encontrarme con otros elementos que me hicieron amar el libro. Igualmente creo que para ser un monólogo interior, un fluir de conciencia, le sobran algunas páginas o reflexiones.
October 5, 2022
Esta novela se sostiene en una prosa preciosa. Me daban ganas de agarrar cada párrafo y marcarlo, compartirlo. En ese sentido, creo que este libro tiene más aspiraciones poéticas que narrativas. Lo que está bien, supongo.
Sin embargo, ya que la prosa está tan cargada a la retórica, se pierde tanto su belleza como su argumento. No sería capaz de recordar ningún segmento, ya que el anterior siempre quedaba opacado por el siguiente. Tampoco, como lectores, nos enteramos mucho sobre lo que sucede en el relato, porque la trama pasa a un segundo plano.
Sin embargo, ya que la prosa está tan cargada a la retórica, se pierde tanto su belleza como su argumento. No sería capaz de recordar ningún segmento, ya que el anterior siempre quedaba opacado por el siguiente. Tampoco, como lectores, nos enteramos mucho sobre lo que sucede en el relato, porque la trama pasa a un segundo plano.
September 11, 2018
Puras metáforas sin sentido. Historia para nada atrapante. Verborragia florida inútil.
November 21, 2018
2,5
Con este libro tengo una dicotomía, no sé si es una obra maestra o una porquería. La historia no tiene plot, no existe, es un monólogo constante que está terriblemente bien escrito, repleto de metáforas ingeniosas, frases reflexivas, poesía en prosa, todo hermoso. Pero no va a ningún lado, no te lleva, no te engancha, es literatura masturbatoria por puro placer del escritor, no hay una búsqueda de disfrute del lector.
Un mal libro terriblemente bien escrito.
Con este libro tengo una dicotomía, no sé si es una obra maestra o una porquería. La historia no tiene plot, no existe, es un monólogo constante que está terriblemente bien escrito, repleto de metáforas ingeniosas, frases reflexivas, poesía en prosa, todo hermoso. Pero no va a ningún lado, no te lleva, no te engancha, es literatura masturbatoria por puro placer del escritor, no hay una búsqueda de disfrute del lector.
Un mal libro terriblemente bien escrito.
July 5, 2018
Impresionante. Intenso, incisivo. Es imposible no salir roto de la lectura de esta novela.
May 19, 2020
Hace poco leí un ensayo de Borges en el que, como parte de la argumentación de una tésis que no viene al caso, comenta que « para el pensamiento mágico los nombres no son símbolos arbitrarios sino parte vital de lo que definen. »
Cerré este libro y pensé: Claro, Julián López.
No es arbitrario, no es sólo el nombre de un autor. Es una prosa deliciosa, cargada de metáforas, que exprime el lenguaje hasta sus posibilidades menos pensadas. Es un libro para lectores que buscan una estética mucho más que una historia.
La ilusión de los mamíferos cuenta una historia de amor entre dos hombres, aunque ese detalle es casi accesorio porque el amor está expresado desde lo primitivo de la pasión, como una pulsión animal.
Es una historia de amor contada desde la óptica del dejado, del que ama más fuerte, del que se despoja de todo lo inherente al hombre y deviene únicamente un amante entregado en cuerpo y alma. Porque el amor es la ilusión de los mamíferos.
Pero también es un retrato de Buenos Aires, con pequeños guiños de actualidad que me hicieron sonreir. Un Buenos Aires selvático, salvaje, depredador, donde dos hombres enamorados fijan, como una guarida del prejuicio y los mandatos sociales, una rutina dominguera en un dos ambientes con balcón.
Cerré este libro y pensé: Claro, Julián López.
No es arbitrario, no es sólo el nombre de un autor. Es una prosa deliciosa, cargada de metáforas, que exprime el lenguaje hasta sus posibilidades menos pensadas. Es un libro para lectores que buscan una estética mucho más que una historia.
La ilusión de los mamíferos cuenta una historia de amor entre dos hombres, aunque ese detalle es casi accesorio porque el amor está expresado desde lo primitivo de la pasión, como una pulsión animal.
Es una historia de amor contada desde la óptica del dejado, del que ama más fuerte, del que se despoja de todo lo inherente al hombre y deviene únicamente un amante entregado en cuerpo y alma. Porque el amor es la ilusión de los mamíferos.
Pero también es un retrato de Buenos Aires, con pequeños guiños de actualidad que me hicieron sonreir. Un Buenos Aires selvático, salvaje, depredador, donde dos hombres enamorados fijan, como una guarida del prejuicio y los mandatos sociales, una rutina dominguera en un dos ambientes con balcón.
July 22, 2018
Hay que leer y releer este libro en voz alta para apreciar su lírica, su sonoridad poética e hipnotizante.
February 12, 2025
he de admitir que hay cachos en los que he sido incapaz de conectar por las idas de olla que le dan al señor en cuanto a estilo… pero hay muchos factores que hacen que subjetivamente el libro me haya pegao bien bien fuerte jeje
April 4, 2020
Poesía, hay que leerlo como poesía, con disfrute, tranquilidad, cariño, de a poco, el libro es la confrontación con el amor, con la soledad que este deja en evidencia, es la reflexión sobre ello, sobre la ilusión de creernos solos, autónomos, libres, capaces de hacernos por fuera de la vida del otro. En vez de escapar de ello, reconciliarnos andá a saber, yo entendí eso y como no es infundado: "la soledad/el amor es la ilusión de los mamíferos", cómo le habla a él en la plaza de la esquina de Corrientes y Esmeralda, etc. me conformo con esta interpretación sencilla, incapaz de atar tantos cabos que no fueron escritos con la intención de ser atados detectivescamente, es solamente arte. Y lo es con creces, hermoso, nos habla de la vida, del amor, nos invita a sentipensar nuestra sexualidad y los mandatos sociales, así como esa cosa inmensa que es el otro. Groso
December 26, 2023
Me gustó mucho cómo escribe el autor, conecte con él más que con el personaje que narra. Si bien en algunas reflexiones poéticas se iba para cualquier lado (o eso sentí yo), hay otras que estuvieron bien logradas.
No hay trama, hay una escritura bella sobre los encuentros de domingos entre dos varones. Sabemos poco y nada de ellos, porque el protagonista en esta novela es la palabra, el lenguaje.
Lo recomendaría? No creo que sea un libro para todo el mundo, pero si te interesa más el proceso que el producto diría que si.
Lo volvería a leer? No, pero a Julian Lopez si lo leeria en algún otro proyecto.
P.D: la historia del padre, sobre todo al final, me golpeó el corazón, única instancia donde verdaderamente sentí cosas.
No hay trama, hay una escritura bella sobre los encuentros de domingos entre dos varones. Sabemos poco y nada de ellos, porque el protagonista en esta novela es la palabra, el lenguaje.
Lo recomendaría? No creo que sea un libro para todo el mundo, pero si te interesa más el proceso que el producto diría que si.
Lo volvería a leer? No, pero a Julian Lopez si lo leeria en algún otro proyecto.
P.D: la historia del padre, sobre todo al final, me golpeó el corazón, única instancia donde verdaderamente sentí cosas.
November 13, 2018
…Si me hubiera visto sin que la cercanía con mi cara confundiera las perspectivas habría sabido que no hay tristeza en estar solo, que lo que entristece es la impaciencia, la tiranía del hambre que gobierna bajo el mandato de la sociedad. Si me hubiera visto tal vez habría comprendido que estaba solo y que estar con vos era mi garantía para una soledad sustentable, una transacción frecuentemente difícil de aceptar y de sostener…
La sinopsis de este libro me llamo mucho la atención, tanto, que me hizo querer leerlo, y realmente no sabía lo que me encontraría, y es que si bien este libro cuenta una historia, esta se va perdiendo a través de las paginas al grado que el autor no hace que introduzcas en ella y conectes con la trama y personajes, sobre todo por la manera en que está escrito, que si bien tiene fragmentos muy lindos y que en cierto punto me hizo sentirme identificado, la verdad es que tanta metáfora hace que llegues a perderte y parezca una historia sin pies ni cabeza, reconozco que tiene frases muy ingeniosas y la manera en que se va narrando pareciera un poco poético, todo esto solo queda en eso, realmente esperaba más de este libro, y solamente me dejo con incógnitas a las cuales no les podre dar respuesta y con un intento fallido de una historia de amor que podría haber explotado muchísimo el autor a pesar de los pasajes lindo que tiene el libro, bien valdría la pena darle una oportunidad ya que es un libro corto y fácil de leer.
La sinopsis de este libro me llamo mucho la atención, tanto, que me hizo querer leerlo, y realmente no sabía lo que me encontraría, y es que si bien este libro cuenta una historia, esta se va perdiendo a través de las paginas al grado que el autor no hace que introduzcas en ella y conectes con la trama y personajes, sobre todo por la manera en que está escrito, que si bien tiene fragmentos muy lindos y que en cierto punto me hizo sentirme identificado, la verdad es que tanta metáfora hace que llegues a perderte y parezca una historia sin pies ni cabeza, reconozco que tiene frases muy ingeniosas y la manera en que se va narrando pareciera un poco poético, todo esto solo queda en eso, realmente esperaba más de este libro, y solamente me dejo con incógnitas a las cuales no les podre dar respuesta y con un intento fallido de una historia de amor que podría haber explotado muchísimo el autor a pesar de los pasajes lindo que tiene el libro, bien valdría la pena darle una oportunidad ya que es un libro corto y fácil de leer.
August 23, 2025
Con una prosa hermosísima Julián López responde a preguntas sobre el amor, el sexo, la intimidad, el engaño. Quisiera poder decir que alguna vez he amado tanto como para escribir algo así a alguien. Qué puta belleza!
July 28, 2025
“A veces decíamos que el acto de leer era más el momento de abandonar el libro que el de abrazarlo y te confesé orgulloso que el que más me había impactado alguna vez era el mismo que había dejado sin terminar, abandonado en una cesta insólita y casual al costado de una ruta, prendido por combustión espontánea, incinerando su materialidad para siempre. No temo a la angustia, que otros terminen, que otros encadenen un libro al próximo y nunca sientan la sed que desahucia ni se pierdan nada. Yo voy a dejar todas las ventanas abiertas, que la casa se vuele desde adentro y dé la bienvenida al tornado. Que siempre falten páginas.
Pero esa mañana mientras hacíamos no sé qué cosas, escuchábamos un mal disco de Rickie Lee Jones y nuestro amor era sorprendente: de pronto nos encontrábamos mirando el mismo punto y asociábamos lo mismo en el mismo instante. Después de esos choques fabulosos nos quedábamos sonriendo durante toda la semana.
Habíamos hablado ya de ese mal disco: es un mal disco de Rickie Lee Jones, habíamos dicho, pero en medio de una canción particular vos soltaste: ¿ves qué mala?, y yo dije, en el mismo medio de la misma canción: qué buena.”
~
“Mucho antes de que apareciera yo, mi cuerpo ya sabía todo de mí y la falta de pudor despuntaba solo en la intimidad de un cuarto, solo cuando no hubiese nadie cerca, solo cuando el cansancio o la comodidad aflojaran las aduanas en los pasos fronterizos de la vida cotidiana.
Solo ahí, esa primera vez, pude sacarme la polera de algodón con la que todos los inviernos mis padres me cuidaban del frío, hasta que el frío fue una estación permanente.
Solamente ahí pude quedarme quieto por si me miraba.
Pero esa vez, por gracia, había un pomelo fragante y había palitos chinos y había un sol mecánico y había penumbra en su cuarto. Y yo me encontré por primera vez con alguien que sin pretensiones y sin afectación fabricó un amanecer con lo poco que tenía.”
~
“No sé si entendí bien, o si me pareció que de verdad era posible que en el horizonte se dibujara el perfil montevideano, pero esa mañana de invierno mi amigo me invitó a ver la costa más lejana. Creo que fue ahí mismo que entendí algo de la urgencia, de la invitación y del deseo, algo de correr al sol frente al vacío, algo del riesgo mortal para lograr estar vivo.
Bueno, no fui yo, yo no suelo entender, fue mi cuerpo, mi cuerpo comprendió la urgencia.”
~
“Recuerdo esos larguísimos parlamentos de un silencio sostenido nada más por el deleite de saber que estábamos respirando juntos, no teníamos nada para decir, o lo que nos contábamos nos aburría y nos alejaba, pero igual queríamos estar.”
~
“Estar juntos era nadar contra la corriente caudalosa que necesita que todos sean sí mismos, que todos se conozcan a sí mismos y se mediten y se analicen y se cuestionen. Qué aburrimiento mortal ser uno mismo, quién podría preferir la ilusión de conocerse a la posibilidad de que ese conocimiento o esa confusión vengan de la ciénaga oscurísima del choque con un otro. Qué absurdo.”
~
“Estar con vos fue la manera más hermosa de mí, una suspensión entre el horror de estar obligado a ser y la delicia de entrar al ritmo un poco más allá de tus ingles.”
~
“Hasta entonces había intentado con otros pero nadie me había descubierto; hasta tus ojos, que parecieron reconocer algo perdido y recobrado, nadie me había visto.”
~
“Quedar enfrentado a vos, en medio del verde, para siempre, saber que tu cuerpo existe, las ondas de un lago interrumpido por un guijarro que se hunde. Verte detenido en el cruce, antes de lanzarte, sonriendo hacia los costados porque vas a cruzar, porque estás tranquilo.
Saber que usás esas alpargatas y esos pantalones anchos, que te pasás la mano por el pelo antes de mirar para otro lado.
Acercarme a la esquina para siempre, para sonreír un poco, para vernos existir en medio de todo, antes de meternos en la cueva, antes de invitarte a caminar entre los tilos de esta cuadra que se despedían del invierno por las puntas de las ramas más angostas.”
~
“Venías desde la cocina de mi casa y llegabas al living donde te esperaba; para mí era como si hubieses atravesado la estepa rusa después de la guerra para saciar mi hambre. Entonces me di vuelta y nos miramos, eso era caer en el abismo y era rescatarme, todo así, al mismo tiempo: haber sobrevivido a la semana sin verte.”
~
“Hoy también es domingo pero los días no guardan lugar para la historia y quizás fue el viento solar, una explosión termonuclear que solo dejó la sombra: es domingo y mañana no será el primer día de la espera. Es domingo y es de mañana, eso debería bastar al hombre que conoció el milagro de lo casual: nuestras parábolas se interceptaron indolentes una vez.
Es domingo, a pesar del desaliento.”
~
“Algunos domingos amanecían lluviosos, o llenos de una bruma húmeda y opaca. Eran jornadas de una belleza que me costaba el doble: un rato largo de entender a qué me despertaba. ¿Hay que vivir?
Algunos domingos amanecían lluviosos, en esas mañanas llegabas temprano, te desnudabas ni bien traspasabas la puerta y venías a acostarte un rato conmigo, yo dormía profundo, en una especie de fricción constante, no quería perderme nada de tu entrada pero todo lo que buscaba era dejarme estar en mi inconsciencia porque sabía que llegabas, me abrazabas lleno de olor a lluvia y encendías los motores del día compartido.
Mi sueño era dormir sostenido por la cercanía de tu cuerpo, una noche y otra noche y otra noche, la única condición de fidelidad que respetaba de la idea del matrimonio.
(Hubiera podido pincharme un dedo con el huso de una rueca y dormir cien años si después de la centuria me despertaban los ruidos silenciados de ese hombre preparando el desayuno.)”
~
“Sin decir nada me abrazaste desde atrás y pusiste tu cara en el hueco de mi cuello; yo no podía parar de llorar pero no lloraba, mi hombre me sostenía desde atrás y firmaba cada una de las actas inmateriales que estaban pendientes. Muy tarde esa noche, en el centro del living y tal vez un poco incómodos, el aire, acaso como una corte, reconoció todo lo que éramos, el uno, el otro, y juntos, pero también separados.”
~
“Salimos a caminar; aunque nuestra primera escala fue el balcón, nos pusimos las camperas, yo elegí la tuya para abrigarme el doble, nunca se gasta ese truco, nunca se termina de colar la tibieza y siempre queda algo del aire alrededor, algo del cuerpo inmaterial, el otro como una idea que basta para hacer frente al frío.”
~
“La soledad es la ilusión de algunos mamíferos.”
~
“Canto eso y también improviso mi propia letra sobre esa música, una especie de scat vergonzante del que por suerte nadie se entera y tiene partes en las que te insulto y otras en las que me quedo en silencio, bailando en medio de la fiesta. Bailando para siempre en medio de la fiesta.
Qué fuertes sus caderas / parece que hacen señas / si conmigo vinieras / cosquillas y jadeos / Monotemático.”
~
“Voy a mirar al mundo después del meteorito y voy a acercarme a esa roca venida desde el cielo para limarla un poco, para llevarme en un frasco de vidrio con tapón de corcho limaduras de ferrum sidereum para inhalar de ese polvo cuando te extrañe mucho.
Voy a volver a mi balcón, al departamento de dos ambientes en el que hubo ramalazos de otro siglo y ocurrió la desaparición total de periódicos y la visita de un muchacho de siete años y varones que se vieron una vez y para siempre.
Voy a salir al balcón para hacer acopio del amarillo de las flores del ibirá pitá y voy a mirar al azul del cielo para tener un verde nuevo para mí, uno menos seco. Voy a tomar whisky en sorbos largos como un río y voy a dejar que se me suba lento a los ojos y desborde, entonces voy a cantar muy bajo que tu mirada se clavó en mis ojos y mi sonrisa se instaló en mi cara, voy a guardar una estampita de Sandra en el bolsillo interno de todos los abrigos que pude robarte. Voy a mirar al sol del atardecer fijo y de frente como si mirara al último león de una manada que atravesó la Historia.
Voy a estar en la marea fabulosa del balcón, en la deriva amable del balcón que habitamos los domingos. Voy a quedarme un rato en el balcón, solo, eso no tiene nada de triste. Voy a envejecer con un hombre.”
~
Pero esa mañana mientras hacíamos no sé qué cosas, escuchábamos un mal disco de Rickie Lee Jones y nuestro amor era sorprendente: de pronto nos encontrábamos mirando el mismo punto y asociábamos lo mismo en el mismo instante. Después de esos choques fabulosos nos quedábamos sonriendo durante toda la semana.
Habíamos hablado ya de ese mal disco: es un mal disco de Rickie Lee Jones, habíamos dicho, pero en medio de una canción particular vos soltaste: ¿ves qué mala?, y yo dije, en el mismo medio de la misma canción: qué buena.”
~
“Mucho antes de que apareciera yo, mi cuerpo ya sabía todo de mí y la falta de pudor despuntaba solo en la intimidad de un cuarto, solo cuando no hubiese nadie cerca, solo cuando el cansancio o la comodidad aflojaran las aduanas en los pasos fronterizos de la vida cotidiana.
Solo ahí, esa primera vez, pude sacarme la polera de algodón con la que todos los inviernos mis padres me cuidaban del frío, hasta que el frío fue una estación permanente.
Solamente ahí pude quedarme quieto por si me miraba.
Pero esa vez, por gracia, había un pomelo fragante y había palitos chinos y había un sol mecánico y había penumbra en su cuarto. Y yo me encontré por primera vez con alguien que sin pretensiones y sin afectación fabricó un amanecer con lo poco que tenía.”
~
“No sé si entendí bien, o si me pareció que de verdad era posible que en el horizonte se dibujara el perfil montevideano, pero esa mañana de invierno mi amigo me invitó a ver la costa más lejana. Creo que fue ahí mismo que entendí algo de la urgencia, de la invitación y del deseo, algo de correr al sol frente al vacío, algo del riesgo mortal para lograr estar vivo.
Bueno, no fui yo, yo no suelo entender, fue mi cuerpo, mi cuerpo comprendió la urgencia.”
~
“Recuerdo esos larguísimos parlamentos de un silencio sostenido nada más por el deleite de saber que estábamos respirando juntos, no teníamos nada para decir, o lo que nos contábamos nos aburría y nos alejaba, pero igual queríamos estar.”
~
“Estar juntos era nadar contra la corriente caudalosa que necesita que todos sean sí mismos, que todos se conozcan a sí mismos y se mediten y se analicen y se cuestionen. Qué aburrimiento mortal ser uno mismo, quién podría preferir la ilusión de conocerse a la posibilidad de que ese conocimiento o esa confusión vengan de la ciénaga oscurísima del choque con un otro. Qué absurdo.”
~
“Estar con vos fue la manera más hermosa de mí, una suspensión entre el horror de estar obligado a ser y la delicia de entrar al ritmo un poco más allá de tus ingles.”
~
“Hasta entonces había intentado con otros pero nadie me había descubierto; hasta tus ojos, que parecieron reconocer algo perdido y recobrado, nadie me había visto.”
~
“Quedar enfrentado a vos, en medio del verde, para siempre, saber que tu cuerpo existe, las ondas de un lago interrumpido por un guijarro que se hunde. Verte detenido en el cruce, antes de lanzarte, sonriendo hacia los costados porque vas a cruzar, porque estás tranquilo.
Saber que usás esas alpargatas y esos pantalones anchos, que te pasás la mano por el pelo antes de mirar para otro lado.
Acercarme a la esquina para siempre, para sonreír un poco, para vernos existir en medio de todo, antes de meternos en la cueva, antes de invitarte a caminar entre los tilos de esta cuadra que se despedían del invierno por las puntas de las ramas más angostas.”
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“Venías desde la cocina de mi casa y llegabas al living donde te esperaba; para mí era como si hubieses atravesado la estepa rusa después de la guerra para saciar mi hambre. Entonces me di vuelta y nos miramos, eso era caer en el abismo y era rescatarme, todo así, al mismo tiempo: haber sobrevivido a la semana sin verte.”
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“Hoy también es domingo pero los días no guardan lugar para la historia y quizás fue el viento solar, una explosión termonuclear que solo dejó la sombra: es domingo y mañana no será el primer día de la espera. Es domingo y es de mañana, eso debería bastar al hombre que conoció el milagro de lo casual: nuestras parábolas se interceptaron indolentes una vez.
Es domingo, a pesar del desaliento.”
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“Algunos domingos amanecían lluviosos, o llenos de una bruma húmeda y opaca. Eran jornadas de una belleza que me costaba el doble: un rato largo de entender a qué me despertaba. ¿Hay que vivir?
Algunos domingos amanecían lluviosos, en esas mañanas llegabas temprano, te desnudabas ni bien traspasabas la puerta y venías a acostarte un rato conmigo, yo dormía profundo, en una especie de fricción constante, no quería perderme nada de tu entrada pero todo lo que buscaba era dejarme estar en mi inconsciencia porque sabía que llegabas, me abrazabas lleno de olor a lluvia y encendías los motores del día compartido.
Mi sueño era dormir sostenido por la cercanía de tu cuerpo, una noche y otra noche y otra noche, la única condición de fidelidad que respetaba de la idea del matrimonio.
(Hubiera podido pincharme un dedo con el huso de una rueca y dormir cien años si después de la centuria me despertaban los ruidos silenciados de ese hombre preparando el desayuno.)”
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“Sin decir nada me abrazaste desde atrás y pusiste tu cara en el hueco de mi cuello; yo no podía parar de llorar pero no lloraba, mi hombre me sostenía desde atrás y firmaba cada una de las actas inmateriales que estaban pendientes. Muy tarde esa noche, en el centro del living y tal vez un poco incómodos, el aire, acaso como una corte, reconoció todo lo que éramos, el uno, el otro, y juntos, pero también separados.”
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“Salimos a caminar; aunque nuestra primera escala fue el balcón, nos pusimos las camperas, yo elegí la tuya para abrigarme el doble, nunca se gasta ese truco, nunca se termina de colar la tibieza y siempre queda algo del aire alrededor, algo del cuerpo inmaterial, el otro como una idea que basta para hacer frente al frío.”
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“La soledad es la ilusión de algunos mamíferos.”
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“Canto eso y también improviso mi propia letra sobre esa música, una especie de scat vergonzante del que por suerte nadie se entera y tiene partes en las que te insulto y otras en las que me quedo en silencio, bailando en medio de la fiesta. Bailando para siempre en medio de la fiesta.
Qué fuertes sus caderas / parece que hacen señas / si conmigo vinieras / cosquillas y jadeos / Monotemático.”
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“Voy a mirar al mundo después del meteorito y voy a acercarme a esa roca venida desde el cielo para limarla un poco, para llevarme en un frasco de vidrio con tapón de corcho limaduras de ferrum sidereum para inhalar de ese polvo cuando te extrañe mucho.
Voy a volver a mi balcón, al departamento de dos ambientes en el que hubo ramalazos de otro siglo y ocurrió la desaparición total de periódicos y la visita de un muchacho de siete años y varones que se vieron una vez y para siempre.
Voy a salir al balcón para hacer acopio del amarillo de las flores del ibirá pitá y voy a mirar al azul del cielo para tener un verde nuevo para mí, uno menos seco. Voy a tomar whisky en sorbos largos como un río y voy a dejar que se me suba lento a los ojos y desborde, entonces voy a cantar muy bajo que tu mirada se clavó en mis ojos y mi sonrisa se instaló en mi cara, voy a guardar una estampita de Sandra en el bolsillo interno de todos los abrigos que pude robarte. Voy a mirar al sol del atardecer fijo y de frente como si mirara al último león de una manada que atravesó la Historia.
Voy a estar en la marea fabulosa del balcón, en la deriva amable del balcón que habitamos los domingos. Voy a quedarme un rato en el balcón, solo, eso no tiene nada de triste. Voy a envejecer con un hombre.”
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September 19, 2018
#LaIlusiónDeLosMamíferos de #JuliánLópez
Que forma de escribir la de este señor!!! Increíble!!!
Es una novela poética, musical, no sé bien como describirla. La forma en la que está escrita es todo. No tiene un efecto sorpresa ya que en la primeras páginas sabemos que habla de un amor que se terminó.
Nos vamos a encontrar con la historia de 2 amantes varones que su mundo era cada domingo, día en que se encontraban.
Me repito, como está narrada la novela es sensacional.
Además tenemos como tema la relación del narrador con su padre, con su abuela y la relación con Buenos Aires, por momentos caótica.
Cómo consejo para los editores les podría decir que en este tipo de historias tan musicales deberían incluir un código QR con la lista de temas a Spotify.
Que forma de escribir la de este señor!!! Increíble!!!
Es una novela poética, musical, no sé bien como describirla. La forma en la que está escrita es todo. No tiene un efecto sorpresa ya que en la primeras páginas sabemos que habla de un amor que se terminó.
Nos vamos a encontrar con la historia de 2 amantes varones que su mundo era cada domingo, día en que se encontraban.
Me repito, como está narrada la novela es sensacional.
Además tenemos como tema la relación del narrador con su padre, con su abuela y la relación con Buenos Aires, por momentos caótica.
Cómo consejo para los editores les podría decir que en este tipo de historias tan musicales deberían incluir un código QR con la lista de temas a Spotify.
August 30, 2020
"Nos conocimos una vez, tus pies parecían apuntar para el lado contrario del destino, estuvimos juntos unos cuantos domingos apoyados en la baranda del balcón, sonriendo hasta el dolor de las mejillas, con los ojos navegando las copas de los árboles, juntos en el aire, suspendidos, inyectándonos la sangre del alcohol del vino compartido y un intensísimo y sexy bla, bla, bla."
January 17, 2024
La historia de un amor. Preciosa, afilada, por momentos nostálgica y desoladora.
Me gustó mucho la prosa del autor, y la forma -acertadísima- de retratar las dinámicas posibles de la intimidad entre varones hoy día. Un pasito más para comprender la complejidad de los vínculos que ¿elegimos? (o nos suceden)
Me gustó mucho la prosa del autor, y la forma -acertadísima- de retratar las dinámicas posibles de la intimidad entre varones hoy día. Un pasito más para comprender la complejidad de los vínculos que ¿elegimos? (o nos suceden)
September 18, 2020
<< si el amor es una psicosis, a mi locura se le agregaba la de una devoción absoluta por el funcionamiento del universo: que estuviéramos juntos era razón sideral, pura y dura razón sideral... >>
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¿ Qué se puede decir de algo que ya sabes que está condenado a no ser a pesar de existir todos y cada uno de los días?
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Está es una historia de amor que nace y muere cada domingo, que se abre y se cierre como las campanillas al amanecer y al atardecer. Un hombre que, paciente y deseante, espera a su dios que llega siempre el séptimo día. Una historia que, pese a estar condenada a la ausencia de luz, lucha por conseguir su lugar en la historia.
En una especie de flujo de conciencia y narrada desde un tiempo ya pasado, el protagonista relata a aquel que quiera escuchar como su vida quedó reducida a la llegada de ese hombre que pertenecía a otro mundo. Cada domingo el atravesaba la puerta de su casa y se fundía en ese microcosmos que sólo vivía veinticuatro horas. Después el desierto, la oscuridad, la nada, un padre en el geriátrico que muere solo, unos hijos y una mujer... cualquier otra cosa que no sucede en ese ecosistema no tiene sentido. Veneno y antídoto siempre han ido de la mano aunque lo conveniente es que uno no sepa de la existencia del otro...
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Con un lirismo que solo un virtuoso puede alcanzar #julianlopez crea una novela que habla del amor cuando éste ya es otra cosa. Si el amor se transforma cuando se diluye, sin duda, esta novela es capaz de recoger los restos fragmentados y crear, de nuevo, esa ilusión.
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¿ Qué se puede decir de algo que ya sabes que está condenado a no ser a pesar de existir todos y cada uno de los días?
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Está es una historia de amor que nace y muere cada domingo, que se abre y se cierre como las campanillas al amanecer y al atardecer. Un hombre que, paciente y deseante, espera a su dios que llega siempre el séptimo día. Una historia que, pese a estar condenada a la ausencia de luz, lucha por conseguir su lugar en la historia.
En una especie de flujo de conciencia y narrada desde un tiempo ya pasado, el protagonista relata a aquel que quiera escuchar como su vida quedó reducida a la llegada de ese hombre que pertenecía a otro mundo. Cada domingo el atravesaba la puerta de su casa y se fundía en ese microcosmos que sólo vivía veinticuatro horas. Después el desierto, la oscuridad, la nada, un padre en el geriátrico que muere solo, unos hijos y una mujer... cualquier otra cosa que no sucede en ese ecosistema no tiene sentido. Veneno y antídoto siempre han ido de la mano aunque lo conveniente es que uno no sepa de la existencia del otro...
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Con un lirismo que solo un virtuoso puede alcanzar #julianlopez crea una novela que habla del amor cuando éste ya es otra cosa. Si el amor se transforma cuando se diluye, sin duda, esta novela es capaz de recoger los restos fragmentados y crear, de nuevo, esa ilusión.
August 28, 2025
Qué problema esta novela. No quedan dudas de que Julián López es un poeta, capaz de un trabajo meticuloso con el lenguaje y dueño de un estilo narrativo preciso. Pero el tema con La ilusión de los mamíferos es que se nota mucho, demasiado, que no hay historia. Y sin historia, no hay novela, hay un puro exhibicionismo lingüístico que se termina volviendo repetitivo. Algún que otro episodio de unas pocas páginas, como el de la abuela, nos dan un respiro como lectores y nos permiten salir a la superficie de todo ese preciosismo metafórico para tomar un poco de aire fresco; otros momentos, como el del encuentro con la familia del amante, creo que están desaprovechados, podrían haber sido usados para producir episodios interesantes. Arriesgo una hipótesis: creo que Julián López venía de haber escrito un libro maravilloso, un gran éxito como fue Una muchacha muy bella, y la presión por cumplir el contrato con una gran editorial (pensemos que pasó de un salto de Eterna Cadencia a Random House) derivó en este libro pretensioso y carente de historia, que debería haber permanecido marinándose durante años y años adentro de un cajón cerrado. Se publicó en 2018 y en 2025 ya suena anacrónico; creo que se va a leer cada vez peor.
December 20, 2023
Recuerdo la conciencia de que era necesario preservar la nocturnidad de la conversación, preservarla incluso de la sorpresa que nos provocó el fenómeno mismo, preservarla de cualquier palabra que diera cuenta de su existencia y pudiera desvitalizarla, obligarla a participar del universo estrecho en el que todavía nos movíamos.
Hay libros malos, hay libros buenos. Y después están esos libros que lees en el preciso momento en que los tenías que leer, y sabes que aunque los releas en el futuro el sentimiento que te produjeron en el momento de la primer lectura nunca va a ser comparable.
Este es un de esos libros. Desgarrador y excelente.
Tenía que llegar diciembre para poder dar mi primer y único 5/5.
Estar juntos era nadar contra la corriente caudalosa que necesita que todos sean sí mismos, que todos se conozcan a sí mismos y se mediten y se analicen y se cuestionen. Qué aburrimiento mortal ser uno mismo, quién podría preferir la ilusión de conocerse a la posibilidad de que ese conocimiento o esa confusión vengan de la ciénaga oscurísima del choque con un otro. Qué absurdo.
Hay libros malos, hay libros buenos. Y después están esos libros que lees en el preciso momento en que los tenías que leer, y sabes que aunque los releas en el futuro el sentimiento que te produjeron en el momento de la primer lectura nunca va a ser comparable.
Este es un de esos libros. Desgarrador y excelente.
Tenía que llegar diciembre para poder dar mi primer y único 5/5.
Estar juntos era nadar contra la corriente caudalosa que necesita que todos sean sí mismos, que todos se conozcan a sí mismos y se mediten y se analicen y se cuestionen. Qué aburrimiento mortal ser uno mismo, quién podría preferir la ilusión de conocerse a la posibilidad de que ese conocimiento o esa confusión vengan de la ciénaga oscurísima del choque con un otro. Qué absurdo.
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