¿Para qué sirve el futbol? Para lo mismo que la ternura. Arrigo Sacchi dijo alguna vez que el futbol es la cosa más importante entre las cosas que menos importan. ¿Y en el futbol qué es lo importante? ¿Los goles? ¿Vencer o ser vencido? ¿Volverse, al menos cada cuatro años, parte de un todo? Esta Breve historia del ya merito no es una apología del perdedor ni una representación lógica de nuestras miserias. Tampoco un estudio de la proclividad nacional al fracaso. No somos analistas de daños. Este ya merito es una franja de resistencia ante la tecnología del razonamiento estadístico y económico del juego. La historia no la escriben los que ganan ni los que pierden. La reescriben los que renuncian al tiempo. Si cada año mundialista es una escenificación de la épica al alcance de todos, cabe aclarar que lo sobrenatural y lo inesperado juegan un papel fundamental en la construcción de esa heroicidad lírica que en algún momento dejó de preguntarse quién ganó para comenzar a cuestionarse qué significa ganar. Quizá por ello Manuel Negrete (y su épico gol en el Mundial de México 86) sigue ahí, suspendido sin medida, ajeno a la gravedad y a los dictámenes de los victoriosos o los derrotados, como un astronauta flotando en el infinito cosmos de la memoria.
¿Un libro sobre futbol mexicano a días de comenzar el mundial de Rusia 2018? Pues sí, aunque suena a idea para vender, debo decir que es bastante más que solo eso.
Y es que no se dedica a relatar (ooootra vez) sobre ídolos, historias de mundial y vida y obra de nuestros ídolos mexicanos. No señor, este libro se dedica a rascarle a toda esa historia que a nosotros como mexicanos nos cala, la historia de nuestros mil y un fracasos mundialistas. Y lo hace de la mano de varios escritores que, cada uno agarrando un mundial apartir desde 1962, y mediante alguna anecdota, cuento, situaciones hipotéticas, nos dan una prespectiva diferente sobre cómo nos hemos vuelto de los pueblos más sufridos y abnegados en estos asuntos mundialistas.
Es un buen libro y una lectura facilita para entender un poco por qué estamos tan traumados algunos por culpa de esos ratoncitos verdes con ganas de superarse.
Inesperado y diverso, breve historia del ya merito nos acerca a narrativas que quien haya estado cerca o lejos del fútbol en México puede haber tenido. Propone interpretaciones osadas sobre la identidad y hasta abre posibilidades para interpretar "lo nacional" a través de la esférica caprichosa que siempre le juega en contra a los ratones verdes. Las voces de BEF y Villoro, tan familiares a mi lectura, se acompañan de una multitud que hace una ola arítmica de relatos para ir de la carcajada al llanto. Aunque hay algunos textos que no me encantaron, Francia 98 por ejemplo, creo que las diversas aproximaciones lo hacen un libro disfrutable para una leída rapidísima o para tomarlo a cucharadas y descubrirte en la nostalgia, cuál Jamaicón Villegas, sin salir de casa.
Disfruté leyendo la totalidad del libro, principalmente las partes de Villoro, Márquez, Amara, Ortuño, Vilchis, Wolfson y Villalobos. Sin duda que el balón es un vehículo que recorre el césped del tiempo con nuestras emociones. Por otra parte, no me agradó el relato de Claudina Domingo, no lo califico negativamente, pero me hubiera gustado que (siendo escrito de otra forma) hubiera profundizado en otros aspectos del mundial '98.
No somos un ente ni una idea, no somos una sustancia ni una esencia, somos una historia, un proceso dinámico temporal mutante, una realidad en perpetuo movimiento.
Salvo un par de textos (los de Domingo y de Herbert que, en honor a la verdad, no son malos; bueno, en realidad son buenos textos, pero, confrontados con los demás que aparecen en el libro, desentonan, se sienten metidos con calzador a la antología. Pareciera que les pidieron un trabajo escolar sobre un tema que desconocen absolutamente, y escribieron lo primero que les vino a la mente, y a fuerzas incrustaron los nombres de los países a los que se enfrentaba la decepción nacional, únicamente para disimular que no saben nada de nada), este libro merecería las cinco estrellas: sólo en el caso de que seas un apóstata del futbol (porque, incluso si no eres fan, si ni le entiendes pero ni te va ni te viene) podrías no sentir compasión (en el sentido etimológico del término) ante los recuerdos, las descripciones, los datos y, sobre todo, las sensaciones que se generan al leer. Evocar lo que ha sido el tricolor a lo largo de los Mundiales, incluso los que pasaron sin el que esto escribe haber nacido, o aquellos que ya no vi tras perder el interés en la yamerita selección tricolor, tienen el resabio gozoso de echar sal a la herida. Tenía mis dudas antes de comenzar el libro, pero estas se disiparon hasta recular: ¡qué grata lectura!
En el papel sonaba bien, pero el resultado final no es tan bueno. Varios escritores colaboran con un ensayo respecto a la participación de la selección nacional de fútbol mexicana en cada uno de los mundiales. Como toda obra en la que se mezclan estilos, algunos te gustan y otros no. Todos tienen en común la frustración del aficionado que se ilusiona cuando ve al equipo jugar bien, o crecerse contra rivales mayores, pero que de alguna forma u otra termina perdiendo. Algunos, los que más me gustaron, si se meten a analizar y contar, o por lo menos rememorar, los sucesos de los partidos y las circunstancias que los rodearon (después de todo el título del libro es "Breve historia"); otros, los que menos me gustaron, tocan a la selección y sus partidos como ruido de fondo para sus quejas y reflexiones de corte más personal, político o socio-económico (nada que ver con la historia). El colmo del asunto fue el de Claudina Domingo que usó su relato para quejarse de que el Mundial no le permitió perder su virginidad a gusto, con la típica visión femenina de "odio el fútbol porque no lo entiendo". Fue triste encontrar este tipo de relatos porque se pierde la oportunidad de análisis y remembranza de ese Mundial en particular, que otro autor podría haber explotado de mejor manera. En particular me interesaba leer a Villoro y BEF, el primero me gustó y el segundo me quedó a deber. En general me costó trabajo leerlo por lo densos que se pusieron algunos autores, y el sabor en general fue de decepción, aunque el objetivo se cumplió: quejarnos amargamente de nuestro amado equipo.
La historia de Juan Villoro acerca del mundial de Inglaterra'66 es fantástica, en especial el último párrafo con el que me identifiqué mucho: "... En el presente de hace medio siglo, yo aprieto los dientes, México es eliminado y Antonio Carbajal alza las manos desnudas para despedirse. No se va él, se va el tiempo..."
No está mal pero hubiera preferido algo más factual en lugar del formato anecdótico que tienen la mayoría de los relatos (particularmente quería rememorar Francia 98 y es el relato que se alejó más del tema). En fin, no es un mal libro pero no me encantó.
Cada anécdota que México vivió (y sigue viviendo) es un pretexto para platicar, entablar un juicio y volvernos expertos deportivos. Humor y crítica es lo encontrarás en estás breves historias de México en los mundiales.
Muy buenos relatos sobre la historia de Mexico en los Mundiales, principalmente los que hablan del ‘30 al ‘94. Refrescan la memoria y evidencian que la selección mexicana vive en un círculo vicioso
Mis favoritos Antonio Ortuño, Juan Pablo Villalobos y Fadanelli. Todos son un lujo y un goce de la utilización del lenguaje con el fútbol y la (des) esperanza nacional. Es el libro que te recuerda que estamos a años luz de ser campeón mundial, pero desde una perspectiva literaria.