Ella recién está empezando su vida, entre una última adolescencia tardía y el posible amanecer de una mujer. Milita en una agrupación política de moda entre los jóvenes progresistas y escribe sus primeros artículos en diarios alternativos allegados a la militancia kirchnerista (…) Una muchacha chic de los setenta expulsada hacia el futuro, fuertemente politizada. Él tiene cincuenta y dos años y un montón de libros editados; novelas, cuentos, guiones de cine, textos de historia, psicoanálisis, filosofía, política, investigaciones periodísticas. (…) Un hombre de mirada firme, guapo de una manera no convencional. No ostenta medallas. En Los días de Kirchner, la fricción entre ambos mundos se precipita en un thriller político atomizado de sexo, feminismo, drogas, discursos, pasiones, traiciones y muerte.
Rodolfo Páez, más conocido como Fito Páez, es un cantautor, compositor, músico y director de cine argentino, integrante de la llamada Trova rosarina, y uno de los más importantes exponentes del rock argentino.
Lo leí sin expectativas y terminé perpleja. Está bastante bien escrito, me sorprendió, nunca había leído nada de Fito. Tengo la sensación de que quiso abarcar un tema muy grande y complejo y se quedó a mitad de camino estancado en los detalles explícitos que le dan personalidad a su escritura, pero que aportan poco al problema principal. Me gustó el desarrollo de los personajes y la evolución en la relación entre el Mono y la China, está bien lograda la transición. Lo encontré muy por fuera de lo que a mi me gusta leer y se me hace imposible calificarlo mejor, sin embargo, no quita que esté bien hecho. Unas cuantas cosas que pulir, pero una lectura sólida al fin y al cabo.
Fito es crack del rock nacional. La novela es divertida, te atrapa (no mucho) y se lee rápido, pero tiene muy pocos renglones admirables. Nos cuenta, creo, hipotéticamente y literariamente, su historia con Mengolini y parte de su pensar ante algunos de los momentos de los días kirchneristas. Pero lo K es más un gancho que una mención que tenga relevancia en el libro (y quizás debería ser más que eso).
3,5 sería lo exacto. La historia me atrapó. Compre totalmente todo el enredo de militancia, amor, locura, obsesión. Me creí todo. Me parece que la historia estuvo más que bien pero me faltó algo, quizás mayor profundidad en la construcción de los personajes. Sobre el final, lo sentí medio apurado; como que resuelve muy rápido y me quede con ganas de más detalles. Igual, y para ser sincera, todo lo que contenga la K... tiene un lugarcito ganado en mi corazón. Dato aparte: amé la paleta de colores usada en frente y dorso, así como las mil K en las solapas.
Es un libro muy rápido de leer, tiene escenas muy bien elaboradas y otras que pudieron hacer tenido más profundidad. Me gustó la cronología que iba moviéndose sin razón aparente. Amo cuando Fito se autorreferencia en sus escritos. Como fan, me encanta poderme meter de algún modo en su cabeza.