Este poemario es intimista, nace de la necesidad de expresar lo que llevo dentro, lo que vivo y las experiencias vitales más significativas. Hay mucho realismo y trato algunas cosas por las cuales todos hemos pasado alguna vez. Como dice un poeta: "Mis palabras dan crédito al pasar de mis días, desnudan mi alma y la hacen eterna. Lloran vivencias acérrimas con el degollar de los días".
La introducción es una reflexión sobre lo que me lleva a escribir. La nota del autor es una declaración de intenciones, expresar mi contribución a la poesía. Hay variedad de estilos, todos al servicio de los temas tratados, como un estuche con diferentes lápices de colores y, en función del cuadro que se pinta, se usan unos u otros. Los haikus son entes en sí mismos, pero a la vez sirven de introducción al siguiente apartado. El poemario se estructura en cinco partes que están introducidas por haikus siguiendo las estaciones del año; excepto la primera, que no tiene introducción:
–Inicio: empieza con el poema “Nacimiento” y acaba con el poema “La cara oculta del miedo”. Esta parte hace referencia a mi discapacidad intelectual y mi infancia.
–Verano: este bloque trata sobre las amistades y los vínculos.
–Otoño: en este bloque están todos los poemas relacionados con dolor, tristeza, depresión y sinsentido.
–Invierno: aquí sobre la muerte y reflexión acerca del final.
–Primavera: en esta parte abordo mi relación con Dios.
El orden de las estaciones no es casual y acaba en primavera, por ser la estación más vital de todas, reflejo de mi personalidad.
Finalmente acaba el poemario con “El milagro de la existencia”, un poema vital de reflexión sobre la vida
Nuevo poemario de un escritor independiente que he tenido la gran fortuna de adquirir y disfrutar gracias a la iniciativa #yomequedoencasa, lanzada a raíz de la cuarentena que estamos experimentando actualmente por la pandemia mundial del coronavirus. Ya conocía esta obra desde hacía unos meses por un post de su autor en uno de los grupos de Goodreads en los que coincidimos, pero no había podido conseguirla hasta que Coloma se sumó a esta causa a la que nos hemos unido varios artistas. Además, a muchos nos está sirviendo para conocer y promocionar el talento indie. Desde aquí quiero agradecerle su ofrecimiento. Metiéndonos ya de lleno en el asunto que nos ocupa, "Fragmentos de vida" es una antología poética que trata temas reales y cotidianos en diversas formas métricas incluyendo sonetos, haikus (introductorias de cada parte del poemario) y una prosa poética. Las piezas del libro están divididas en cinco secciones, que son el inicio y cada una de las cuatro estaciones del año. Según se puede deducir, cada parte tiene una línea argumental concreta:
1. El inicio es la sección más autobiográfica de Coloma, describiendo las circunstancias que rodearon a su nacimiento y sus primeros años de vida. Según he podido saber, el autor tiene una discapacidad intelectual que le marca su existencia y de pequeño sufrió bullying en el colegio. 2. El verano es una aproximación a las relaciones personales. Hace mucho énfasis en una mujer en particular, que bien podría ser una amiga o un amor. De aquí me gustaría destacar algo curioso que descubierto recientemente con otros artistas: muchas veces definimos a nuestra pareja como nuestra mejor amiga y en otras ocasiones describimos una fuerte amistad como un gran amor aunque sin llegar a ser romántico. 3. El otoño trata de los sentimientos negativos como el dolor, la tristeza, la soledad o la depresión. Aunque son emociones frecuentemente usadas en poesía, te llegan más al aproximarse a situaciones reales vividas por el escritor. Aquí incluso me ha parecido leer acerca de traumas del pasado. 4. El invierno, la sección más breve de todas, habla de la muerte. Esta parte me ha emocionado mucho porque la plantea exactamente igual que hice yo en mi libro "La ciudad dormida", especialmente en su texto "Epitafio", en donde incluso ha usado la palabra hebrea "Sheol" con hermosos guiños al cristianismo. 5. La primavera es la última sección de la antología, dedicada a la espiritualidad y la fe de Coloma en Dios. Nuevamente, esta parte también me ha entusiasmado porque conforme iba leyendo iba descubriendo que se refería otra vez más al Creador. Aquí concluye el libro con el poema "El milagro de la existencia", relatando su resurgir y su autosuperación personal en todos los sentidos. Y es que yo no he notado para nada que David fuera discapacitado ni mucho menos, sino todo lo contrario.
Leer "Fragmentos de vida" me ha resultado muy gratificante por la cantidad de cosas que tengo en común con el autor y porque ha sabido dar una justificación o división precisa a poemas que tratan temas bastante diferentes entre sí. Yo tengo una manía muy marcada a la hora de escribir antologías poéticas, y es que han de ser estrictamente temáticas para darle un sentido o si no, buscarles un desarrollo que sepa conectar bien entre todas las piezas. Por otra parte, Coloma cuida mucho la ortografía y las reglas de puntuación en sus poemas, algo que me sirve a mí para perfeccionarme porque yo suelo redactar los versos sin puntos ni comas, como si fueran letras de canciones. Saliéndonos del aspecto literario y al igual que sucede con las obras de Mireia Oliver García, "Fragmentos de vida" está muy bien editado y maquetado, algo que le da puntuación extra porque lo hace más profesional y atractivo a la vista del lector. Se lo recomiendo a cualquiera para iniciarse en la lectura de poesía (y a quienes ya sean ávidos lectores de este género aunque acostumbren a una pluma más "culta") y para descubrir potenciales dentro de la escritura independiente.
Este libro es un poemario (con alguna prosa poética) que destaca por el fuerte contraste que hay entre la simpleza del vocabulario y la complejidad de las estructuras y figuras retóricas. Cada uno de los poemas tiene una apariencia diferente, aunque predominan los versos con rima consonante (si bien encontramos algunas rimas asonantes). Se mezclan versos de arte mayor (más de 8 sílabas) y arte menor (menos de 8 sílabas), así como estrofas de cualquier categoría; de hecho, algunas de las estructuras mezclan varios tipos de estrofas a la vez. Pese a este aparente caos, todos los poemas gozan de musicalidad y presentan un buen ritmo que dota al poemario de una inusitada armonía.
Cuando digo que las figuras retóricas denotan una gran complejidad me refiero a que el trasfondo de los versos, es decir, su significado más allá de la metáfora, la hipérbole o el símil, puede ser difícil de detectar; aunque el autor nos da algunas pistas en la descripción del libro.
Pese a que muchos poemas versen sobre temas como la discapacidad, la depresión, la muerte o la pérdida de seres queridos, tras todo este dolor hay fuertes atisbos de esperanza, ilusión y amor, como en la vida misma.
En general, es una obra que me ha gustado bastante y que recomiendo a todos los amantes de la poesía.
Como su propio título indica, el poemario navega por la vida, y lo hace a través del arco temporal de las cuatro estaciones: verano, otoño, invierno y primavera. En verano nos encontramos con la amistad y la alegría, pasando al otoño donde la melancolía, la pérdida y la tristeza son emociones presentes. Cuando el poemario llega al invierno las pérdidas aparecen, tal como lo harían en la vida misma; al final la alegría, el amor la esperanza y lo divino nos acerca a la primavera. A través de las estaciones recorremos esos fragmentos de vida con los que todos nos sentimos identificados, en mayor o menor medida, porque la vida es ese abanico de emociones que el autor nos presenta en su obra. Recomiendo este poemario a los amantes de la poesía, pero también a los quieran iniciarse en ella.
Pequeño poemario del autor en que se explayará en cada uno de sus versos en que contará una historia diferentes con varios fragmentos en que finalizará con sentimientos diferentes. Protagonizarán diferentes temas como la lucha, el amor, la muerte entre otros como, también, estarán presente la primavera, invierno, otoño y verano que darán inicio y divide cada título en su grupo en común que se da entender que es un ciclo de la vida hasta llegar hasta el esperado final.
Detrás de la aparente simplicidad de estos poemas se esconde un torbellino de emociones y reflexiones bien hilvanadas, dando un resultado bello y armonioso. Aquí está reflejada la vida del poeta, con sus estaciones y altibajos, con la sensibilidad palpitando en cada fragmento del ser.
Lo curioso de esta antología poética es que está organizada por estaciones del año y teniendo en cuenta las etapas de la vida: empieza con el verano y el nacimiento, el surgir a la vida, el luchar por ella. Luego pasa por el otoño y la tristeza que esta estación tiene sobre el ánimo. A continuación, y casi sin darnos cuenta (como en la vida misma), el invierno nos trae la muerte y con ella un epitafio. Pero en este caso, la muerte no es el final, sino un paso más, pues el libro termina en la primavera con un nuevo resurgir a la vida: el amor. Lo cual añade esperanza a todo el proceso vital, que no es más que un aprendizaje personal. De lectura rápida y reflexiva.
Usando hábilmente el paso de las estaciones, David nos muestra su viaje personal extendiendo un paralelismo: las estaciones asociadas con la tristeza hablan de sus luchas y las asociadas con la alegría hablan de sus motivos para ser feliz. Su rango como poeta es amplio, pasando de estructuras muy estrictas a prosa poética sin mostrar carencias, y sus imágenes son ricas como pocas veces se han visto en poetas de este tiempo.
Sin duda, un gran libro para aquellos interesados en poesía. No les dejará indiferentes.
El autor describe en versos de rima consonante fragmentos de su vida, ficcionada según las estaciones del año. Especial mención a las estaciones de otoño e invierno, a mi parecer las más intensas y acertadas de todo el poemario.
Poemario conseguido y dedicado de manos de su autor David, una persona extraordinaria. Directo de su interior a todos los lectores que quieran adentrarse a conocer los sentimientos más profundos de su mundo personal. Poemas hilados a través de las estaciones, con un carácter único.