El género del cuento queda, en esta obra de Juncal Baeza, salvaguardado bajo alientos que inspiran poemas sin forma, que avivan fuegos internos. Son relatos íntimos de almas complejas, de energías concentradas, de tramas, contextos y descripciones que explotan la belleza de los sentimientos a través de la emoción, que todo lo puede. No hay márgenes entre la crudeza, el dolor, el amor o la conquista, porque todos ellos son una conexión entre el ser y la vida.
Este libro de relatos de Juncal Baeza me ha hecho estremecer. Me ha puesto la piel de gallina con el dolor, la pérdida, la soledad, el miedo de sus personajes. He leído cada relato absorta ante las descripciones tan realistas y tan potentes de su narrativa, hacía tiempo que no me sentía "personaje" de la lectura.
La mayoría de nosotros estamos unidos a alguien, ese hilo invisible que nos conecta hacía esa otra persona y que muchas veces supone la pérdida de nuestra propia vida ya sea real o en sentido figurado, por el otro.
Creo que este puede ser el nexo en común de los personajes de este libro, la pérdida. La pérdida de tu propia vida por cederla a otro a quien cuidar hasta la extenuación, la pérdida de tu amor propio por un "amor" que te trata mal, la pérdida de la propia consciencia, la pérdida de tu "yo" físico.....
Los relatos de Juncal son ejemplos de la vida misma, por eso no hay dolor, angustia o incluso brutalidad gratuita, porque son reales, sin drama o vísceras añadidas.
No podría elegir alguno favorito porque ante tanta calidad es difícil, quizás me quedo con Dextrina y en Enrico y los gusanos.
Juncal Baeza es una escritora española galardonada en varias ocasiones por sus producciones, siendo merecedora, entre otros de los premios literarios del "Certamen Literario de la Fundación Clara Campoamor" y el "Concurso Internacional de Cuentos Todos somos diferentes de la Fundación de Derechos Civiles".
En esta ocasión, Juncal, compone una deliciosa obra de quince relatos independientes y completamente humanos que deja en mano de Dieciséis, una nueva editorial que arranca con ilusión y nuevos proyectos literarios tratando de acercar otro tipo de literatura al lector.
La narrativa es exquisita, deliciosa, cercana, sencilla, concisa y con ligeros toques poéticos. Toda la obra está llena de una forma u otra de un simbolismo fácil de distinguir, aunque con un significado profundo.
Tanto las historias como los personajes podrían estar basadas en hechos reales, pues la trama de cada uno de los relatos es sencilla, cotidiana, real, humana. Es muy probable que el lector se sienta identificado con alguno de ellos de una forma u otra en situación y emociones.
Los relatos son desgarradores y tristes, algunos impactantes y otros sorprendentes. La autora presenta una serie de intensas premisas a través de un ambiente complejo, potente y embaucador que alcanza su momento apoteósico y que el lector debe terminar de construir, e incluso en algunos casos, imaginar su final.
Los temas recurrentes son el paso del tiempo, la soledad, la ausencia o pérdida de seres queridos, el encuentro personal y la búsqueda de sí mismo, el amor o el miedo, entre otros, sin embargo, en cada una de estas historias predomina la pérdida real o simbólica de todos los personajes.
La autora busca que el lector se desplace hacia una visión más allá de lo que principalmente puede aparentar la trama, realiza una indagación sobre el sufrimiento humano en sus múltiples facetas y según la condición de cada uno, haciendo una apología de este factor que invade las vidas de todas las personas sin indiferencia. Es por ello que, en general, la obra me ha gustado, ya que me ha resultado muy sencillo empatizar con los protagonistas, así como abrir mi mente tanto hacia las necesidades ajenas como a las posibles historias llenas de drama y dolor que se ocultan detrás de cada vida con la que nos cruzamos.
Sin duda es un libro que recomiendo abiertamente por la gran humanidad que se encierra entre sus páginas, así como la capacidad de la autora de transmitir tanta emoción y reflexiones con tan poco texto.
Los relatos son independientes y tratan diversos temas: ahondan en las relaciones materno/paterno filiales, la soledad, la enfermedad, el abandono, la muerte..
A pesar de ello, hay un hilo conductor "tirante que está a punto de romperse" entre todas las historias:
la sensación de pérdida, ya que prácticamente todos los personajes han perdido algo, de sí mismos quizá, o a alguien, de alguna manera, ya sea real o simbólica.
A mí me gusta muchísimo, y esto es ya algo personal, la literatura del silencio o de los entresijos. Me encanta que el escritor no te lo cuente todo, no te dibuje el cuadro entero; creo que la buena literatura es esa que uno como lector termina también de construir. Y Juncal nos ha pintado 15 maravillosos relatos donde nos deja pensando continuamente, moviéndonos a imaginar y a construir junto a los personajes. Así que yo, de repente, me he encontrado muriendo entre geranios y con las manos manchadas de tierra: "necesito un jardín en el que no me importe morirme", echando de menos, como Enrico, "el idioma en el que aprendió a hablar" o mirando la cicatriz en forma de cordillera de la muñeca de Cam (que casualmente yo también tengo).
Me siento agradecida de haber leído este maravilloso libro y se va directo a mis favoritos de este año.
Relatos sórdidos, breves y recreados en los sentimientos negativos de los protagonistas. Emociones como la frustración o el desengaño se desprenden de estas narraciones, sin llegar a producir una catarsis o servir como punto de inflexión o reflexión.
Lo imaginado son una serie de 15 relatos cortos. Aunque éstos no guardan ninguna relación los unos con los otros (o casi ;). La temática común de todos diría que es el sufrimiento del ser humano, manifestado de múltiples maneras. Sin embargo y pese a estar centrado en la parte más oscura de nuestra conducta, la autora escribe de una manera tan dulce y exquisita que querrás saber más de cada historia.
“Lo imaginado” es un libro precioso. Relatos que entran con suavidad y mucha fuerza, con una personalidad abrumadora que deja al lector al borde de los sentimientos. Juncal Baeza nos demuestra con estas historias no solo su talento literario, sino también su capacidad para mirar más allá de la superficie.
Excelente libro de relatos. De la prosa de Juncal Baeza destaco los pequeños detalles que va deslizando en la narración, dotándola de una autenticidad que casi puede tocarse, olerse, respirarse... Como en todo libro de relatos, unos me han gustado más que otros. Mis favoritos han sido: Honolulú, Úteros y el que da título a la antología.
Los relatos de Lo imaginado te desgarran el alma de formas que no creías que fueran posibles. Te atrapan y no te sueltan hasta que apareces al otro lado y, una vez allí, no hay vuelta atrás. ¡Espectacular!
La idea detrás de este compendio de relatos es brillante - relatos cortos e impactantes pero cercanos a la naturaleza humana, a las emociones más desgarradoras. Las historias tramadas son muy originales y sirven como perfecto vehículo para transportar al lector a situaciones extremas pero probables, cargadas de una realidad cruda, sin tapujos, sinceras.
Sin embargo, el lenguaje no me convence del todo, la forma en algunos de los relatos no está tan bien ejecutada. Hay explicaciones de más, clarificaciones obvias, uso cliché de algunos enunciados. La forma de narrar algunos de los relatos es muy similar, por lo que le resta verosimilitud a los personajes que nos introducen a la historia, a sus pensamientos. No siempre adapta de forma adecuada los diferentes registros a las diversas personalidades.
Aún así, recomiendo muchísimo leerlo y adentrarse en esos universos de emociones agudas, de desencuentros y encuentros genuinos del ser humano.