En estas historias, las autoras procuran dar respuesta al interrogante acerca de cuál debería ser el rol de la escuela cristiana ante hechos de bullying. (Maltrato entre pares) "Te sorprenderá comprobar que cada historia puede tener dos finales, porque jugamos con lo que hubiera podido pasar si no se hubiera realizado el encuentro que cambió tantas vidas. A veces, los finales tristes sirven para reflexionar, para anticiparse y no cometer los mismos errores, o para influir sobre otras personas a fin de ayudarlas a modificar sus conductas."