Dos tiempos coinciden en esta novela de Eduardo Lalo. El tiempo mítico y el histórico se entrecruzan en el relato de una montaña desde sus orígenes volcánicos hasta el presente. La que probablemente es la montaña más querida de los puertorriqueños, recupera aquí su nombre indígena y sirve de escenario para que fuerzas humanas y naturales luchen y se reconcilien, formen alianzas y defensas. Historia de Yuké es además un novedoso acercamiento a la conquista del Caribe, verdadero laboratorio para las posteriores incursiones europeas en el continente americano, que aquí es narrada lejos de las lógicas de los cronistas de Indias y de las historias eurocéntricas.
Lalo tiene mi admiración desde el día uno, no obstante, esta novela ha sido un poco difícil de digerir para mi. No se trata de la historia pues claramente se ve bien desarrollada, mas bien, diría que la manera en la que fue narrada parecía un cuento o una narrativa dirigida a un público infantil.
Luego de ir a su presentación y entender cómo surge la idea de publicar esta historia puedo comprender sus razones, pero, esperaba quizás un poco más de Eduardo Lalo.
La primera parte de esta novela está buena para leérsela a un niño antes de acostarse a dormir ya que la historia mezcla algo de fantasía con hechos reales. Ya en la segunda entra más en la cruda historia de la conquista y sus consecuencias para todos los bandos envueltos. Lalo vuelve a atrapar con un relato bien escrito y cautivante, fantasioso y a la vez serio. Es bueno leer a Lalo en otra cosa que no sea el caminando por alguna ciudad.
Lalo alcanza gran pureza narrativa en este relato. Es una novela dirigida a un público juvenil, y por juvenil quiero decir que le habla a esos corazones que no han sido conquistados por las obligaciones del status quo y el lugar común. En un nivel es una narrativa fundacional sobre el elemento taíno en la historia puertorriqueña, en otro nivel es una puesta en juicio del efecto del coloniaje y la conquista en la constitución de eso que llamamos "pueblo". Un relato de gran potencia que debería ser lectura obligada en los currículos escolares de Puerto Rico, si estuviéramos en ambiente saludable intelectualmente, pero ahí no estamos.
Me tomó unas cuantas páginas darme cuenta de lo que intentaba hacer el autor en la primera parte de esta historia. La mitología no es mi literatura favorita. Cuando por fin se me abrió el entendimiento, creció mi admiración por esta obra. Valió el esfuerzo mental ver la historia desde otro punto de vista.
Tiene que ser leído con una perspectiva diferente para poder ser entendido. Como dicen mis compañeros aqui, comienza y parece un libro de niños. Unica manera de entenderlo es leyendo todo el libro y sintiéndolo. Excelente lectura.