Książka Georges’a Didi-Hubermana Przed obrazem dokonuje gruntownego przewartościowania zasad stojących u podstaw historii sztuki i stawia podwaliny pod jej nową koncepcję. Didi-Huberman rozwija pytanie: jak patrzymy? Według autora, nie tylko za pomocą oczu i spojrzenia. W jego ujęciu widzenie wiąże się w wiedzą, co sugeruje, że oko naiwne nie istnieje, że obrazy obejmujemy również słowami, procesami poznania i myślowymi kategoriami.
Sposobów nowej krytyki poznania obrazu szuka Didi-Huberman u Freuda. Akt patrzenia jest u niego dosłownie „otwarty”, to znaczy – jak pisze autor – najpierw rozdarty, potem rozpostarty: między reprezentacją a prezentacją, między symbolem a symptomem, określeniem i nadokreśleniem, a ostatnio – między widzialnością a wizualnością. W ujęciu Didi-Hubermana spokojne, metafizyczne i pozytywistyczne równanie między widzeniem a wiedzą ustępuje miejsca zasadzie niepewności, w której spojrzenie opiera się na „nie-wiedzy”, a obraz wymyka się oku. Tak przedstawiają się, według autora, pryncypia nowej historii sztuki.
Georges Didi-Huberman, a philosopher and art historian based in Paris, teaches at the École des Hautes Études en Sciences Sociales. Recipient of the 2015 Adorno Prize, he is the author of more than fifty books on the history and theory of images, including Invention of Hysteria: Charcot and the Photographic Iconography of the Salpêtrière (MIT Press), Bark (MIT Press), Images in Spite of All: Four Photographs from Auschwitz, and The Surviving Image: Phantoms of Time and Time of Phantoms: Aby Warburg's History of Art.
Maneja conceptos interesantes, sin embargo sigue siendo curioso que parezca que los más autorizados para hablar y definir las imágenes sean filósofos, psicólogos y no sean quienes las trabajan y producen quienes las definan.
El autor se refiere en varias ocasiones a la obra del artista visual chileno Alfredo Jaar, de quien he tenido oportunidad de investigar más, utilizando su obra para ejemplificar algunos de sus conceptos.
La segunda parte es aún más rebuscada ya que los concpetos que maneja tienen que ver más con psicología.
El tache a la edición fue encontrar la palabara lienzo escita con falta de ortografía, lástima.
Un libro sin lugar a dudas indispensable para los que pretendemos hacer imágenes que no queden en el cliché visual. La primera parte es sumamente poética y fácil de digerir, pero la segunda se apoya del psicoanálisis y diversos pensadores que hacen la lectura un poco compleja y hasta cansada, pero que sin lugar a dudas vale la pena revisar. Didi propone más que hacer arte, realizar estudios visuales, el arte al final del día no arregla nada. No es la salvación. Léanlo.
Este libro me ha parecido muy bonito, pero Didi-Huberman tiene el problema de no proponer nada filosóficamente potente, aun teniendo una intuición filosófica. Es más útil para pelear con sus planteamientos que para construirse a partir de él.
Sin duda, uno de los mejores autores para saborear lo que realmente es el Arte. A partir de una urdimbre donde se da cita la antropología, la psicología, la estética o la literatura, Didi-Huberman nos interroga sobre el deseo de las obras de arte y su reflejo en nuestras (oscuras) intenciones humanas.
Como todos sus ensayos, siempre en diálogo con historiadores del arte de la talla de Mitchell, Belting, Debray o Warburg, Didi-Huberman pone en crisis los cimientos capitalistas y academicistas del arte, transgrediendo los relatos sentimentaloides y escolares. El autor hace política y propugna una ética existencial, de hecho. ¿Requisitos? Estar familiarizado, previamente, con Nietzsche y Hegel, con Schopenhauer y Freud, con Heidegger y Lacan, con Deleuze y Derrida, con Shostakovich y Lachenmann, con Quignard y Bernhardt, con Celan o... más fácil. Estar dispuesto a posicionarse en una situación de carencia y de falta. Eso, nada menos, es lo que nos demanda el Arte.
Mediante un discurso que es de por sí "artístico", ofreciéndonos una circumnavegación por los límites de la lógica y de las clasificaciones formalistas de pacotilla, se pone en evidencia que, precisamente, el arte habita los lugares que los discursos científicos e historicistas no pueden sondear. Son los intersticios inconscientes de lo que no puede ser expresado de otra forma, sino a través de la música, la poesía o las artes plásticas, lo que constituye el mensaje inmanente -y trascendente- del arte. Y eso es lo que, en bandeja, nos ofrece el autor.
Tras leer este tipo de ensayos uno se da cuenta de lo renqueante que la historia del arte se encuentra a nivel de institutos, universidades y publicaciones.
Como siempre, un libro de Didi-Huberman me parece fascinante y me adhiero incluso a sus subjetividades más personales. Una indagación acerca de la validez de la historia del arte como disciplina, de la verdadera materia y objeto del estudio artístico, de la limitación de lo interpretable y de la iconología, de la imagen como síntoma, de su relación con la muerte...
Es un libro sugestivo aunque la lectura es difícil sin antes haber leído a Vasari, Panofsky, Warburg y Freud. Didi-Huberman cuestiona desde la base a la tradición occidental de la historia del arte, en especial en su noción de tiempo eucronico y su pretensión de objetividad que termina por hacernos olvidar a la imagen puesto que empezamos a "leer" las imagenes envestidas de ideas en lugar de "mirar". Podría resumirse en cuando Wittgenstein nos dice "¡No pienses, sino mira!" Se trata de cuestionar nuestra mirada y abandonarse al no-saber, pues una imagen nunca podrá ser descrita enteramente incluso si sumamos sus aspectos iconográficos e iconológicos, es un campo abierto. Más que una nueva historia del arte el libro propone una antropología del arte, cuya conclusión se apoya en el arte cristiano medieval y la manera en la que se relacionaban las personas con esas imagenes (de autor anonimo y cuyo proposito no era ser expuestas en una galería sino que tenian un valor antropológico). El humanismo de Didi-Huberman como humanismo herido es interesante, pensar la imagen como desgarro y salir de la problemática dualista planteada entre humanismo y antihumanismo me parece que es de lo más bello de esta obra. No obstante, el libro me parece en cierto sentido repetitivo, de difícil acceso por el estilo de escritura "patologicamente francés",como dijo una amiga mía, y cuya crítica a autores como Panofsky es demasiado severa hasta el punto que puede llegar a ser falaz. Además, muchas de las críticas de Didi-Huberman a la cultura del museo y demás me parecen extrañas considerando que él mismo es un curador... en todo caso el libro es sugestivo hasta el punto en que muchos de sus interrogantes pueden aplicarse a otros campos del saber aparte de la historia del arte.
Incredibly dense little book that maintains remarkable clarity even though Didi-Huberman is constantly concerned with the ends of art in a pretty literal sense: the weird, intrusive, non-logical moments in Renaissance paintings. All the while he reflects on the basis of art history as laid out by Vasari, its aims and limitations, outlining the points of contradiction that keep the art-historical project interesting. In a strange and creative Hegelian kind of approach, Didi-Huberman sees the art work as something quite other than what we can describe or define--and he notes that Vasari himself constantly allows his personal admiration for works overrule the system of evaluation that he is trying to develop-- but it is also clear that the work of art would not be conceivable except through the cracks of this image that we construct. This is of course a shameless simplification that fails to do justice to both the complexity and the delightful prose of the book.
"There is, however, an alternative.... Something like a suspended attention, a prolonged suspension of the moment of reaching conclusions, where interpretation would have time to deploy itself in multiple dimensions, between the grasped visible and the lived ordeal of a relinquishment. There would also be, in this alternative, a dialectical moment—surely unthinkable in positivist terms—consisting of not-grasping the image, of letting oneself be grasped by it instead: thus of letting go of one’s knowledge about it. The risks are great, of course. The beautiful risks of fiction."
El libro maneja conceptos muy interesantes del pensamiento filosófico y dentro de la perspectiva de la psicoanálisis de la función de la imagen, producción del arte y formación del imaginario individual y colectivo. Requiere conocimientos previos de principales conceptos y teorías de psicoanálisis así como de filosofía.