Para los interesados en la construcción del espacio urbano. Algo denso, pero de enorme profundidad. Un grandísimo descubrimiento el de la obra de Manuel Delgado.
«El espacio público urbano no es tanto el proscenio de la puesta en escena de las diferencias como el de la puesta en escena de las desigualdades (y de la explotación)»
Me ha gustado mucho. En resumen, el libro es estos párrafos: “La noción de espacio público (…) funcionaría como un mecanismo a través del cual la clase dominante consigue que no aparezcan como evidentes las contradicciones que la sostienen, al tiempo que obtiene también la aprobación de la clase dominada al valerse de un instrumento —el sistema político- capaz de convencer a los dominados de su neutralidad”.
“Es eso lo que hace que una calle o una plaza sean algo más que simplemente una calle o una plaza. Son o deben ser el proscenio en que esa ideologia ciudadanista se pretende ver a sí misma hecha realidad, el lugar en el que el Estado logra desmentir momentáneamente la naturaleza asimétrica de las relaciones sociales que administra y a las que sirve”.
Esta ideología ciudadanista se refleja en las "normas de convivencia", criticadas por el autor: “(…)como si las instituciones y las autoridades administrativas se hubieran convertido en realmente neutrales, los dispositivos de producción, intercambio o distribución hubieran quedado al margen y los segmentos sociales que mantienen entre sí antagonismos crónicos e insuperables hubieran decido firmar una tregua en sus conflictos”.
"Si los individuos definen una situación como real, esa situación es real en sus consecuencias". “El orden social, en efecto no es un reglamento declarado, sino un orden realizado, cumplido por interactuantes”. Así, “el espacio público urbano, no es tanto el proscenio de la puesta en escena de las diferencias como el de la puesta en escena de las desigualdades”. (espectacular)
También habla de los desposeídos del anonimato. El sistema y el espacio que se vanagloria de ser igualitario “está pensado por y para una imaginaria pequeña burguesía universal que es la que puede reclamar ejercer el derecho al anonimato, es decir, el derecho a no identificarse, a no dar explicaciones, a mostrarse sólo lo justo para ser reconocida como apta para "presentarse en sociedad””.
Por último me gusta mucho, y estoy totalmente de acuerdo, cuando habla de la vivienda social en bloque —de los höfe austriacos, los grand ensembles franceses o los new towns británicos— y plantea que entre los factores que condenaron a muerte a estos modelos de vivienda estaba “la evidencia, perfectamente constatada, de que acababan constituyendo un núcleo de conflictividad difícil de fiscalizar políticamente y complicado de someter en cuanto experimentaba alguno de sus periódicos estallidos de descontento social”. Este tipo de agregaciones potenciaron expresiones de vida colectiva, entre ellas la movilización para la lucha social.
Nada es casual. Decía Le Corbusier “que los suburbios son los descendientes degenerados de los arrabales" y luego, que “el suburbio es una especie de espuma que golpea la ciudad".
También, como explica el libro, Vacquant advierte de que las políticas presidiarias son una continuación de las políticas de guetización. Que la cárcel es hoy una continuación natural del gueto. "El gueto es una especie de 'prisión social', mientras que la prisión funciona como 'gueto jurídico'. Ambos tienen como misión confinar a una población estigmatizada con el fin de neutralizar la amenaza material y/o simbólica que esa población plantea para la sociedad de la que, por decirlo así. ha sido extirpada"
“Cada sitio es un diálogo con otros sitios, de igual modo que cada momento interpela a otro momento y lo que esos otros sitios y momentos valen o significan. Cada sonido y cada sombra es así, en la ciudad, de pronto, además, juicio, recuerdo, precio o señal, todo lo que está ahí, aunque no esté”.
"El espacio público como ideología" és un llibre imprescindible per trencar amb la idea de la neutralitat de l'espai públic. Segons Manuel Delgado, el relat suposadament democràtic amb què s'ha definit darrerament l'espai públic (coeixistència pacífica, harmoniosa i racional d'allò que és heterogeni) amaga les desigualtats i la dissidència política o cultural. Aquesta suposada absència d'ideologia i de conflicte en l'espai públic és, segons l'autor, una fal·làcia, un "efecte òptic" i l'estratègia que fan servir els poderosos continuar sotmetent els dominats.
La idea central del text és que la lògica ciutadanista (normes pactades per uns ciutadans que les respecten i deixen les diferències per a l'espai privat) és una forma de dominació molt més subtil i efectiva que la coacció: "és un consens coercitiu o una coacció consensuada". És, en definitiva, un llibre important per entendre la crítica a la idea democratitzadora de l'espai públic que ha colonitzat els discursos polítics i les pràctiques d'una part de l'esquerra durant els últims anys. L'autor alerta que aquesta és justament la manera que ha trobat el capitalisme per mantenir el seu model d'explotació.
Un llibre que ja s'ha convertit en un clàssic. Molt recomanable!
Leído para una materia de la maestría. Es una compilación de ensayos de 2006 y 2008, donde nos describen el espacio público desde el punto de vista de la antropología urbana y nos brinda un panorama conceptual de la teoría social urbana y su desigualdad.. Interesante y tema de conversación que vale la pena discutirlo en foros o mesa de trabajo.