«Oscar Wilde tiene el poder de transformar el ensayo en ficción.» Luis Antonio De Villena Estos textos -«La decadencia de la mentira», «El critico como artista», «Pluma, lápiz y veneno», «La verdad de las máscaras» y «Retrato del señor W.H.»- muestran quién fue el Wilde conversador, serio, esteticista y doctrinario, supremo evocador intelectual. Contienen sus páginas de crítica fundamentales, y quizá las más originales que escribiera nunca. La mayoría de sus ideas, que escandalizaron a multitud de intelectuales, son las hoy vigentes entre la critica intelectual mundial. ------------- adj. Perteneciente o relativo a la raíz. «Clásicos Radicales» nace con la misión de recuperar algunos de los libros más emblemáticos del sello que en su día formularon una idea nueva u ofrecieron una mirada original y pertinente sobre las grandes cuestiones universales. Ausentes de las librerías durante demasiado tiempo pero recordados y buscados por los lectores más despiertos, estos textos esenciales de disciplinas como la filosofía, la ética, la historia, la sociología, la economía, la antropología, la psicología y la política mantienen su plena vigencia y vuelven hoy con fuerza para iluminar nuestro presente. -------------
Oscar Fingal O'Fflahertie Wills Wilde was an Irish poet and playwright. After writing in different forms throughout the 1880s, he became one of the most popular playwrights in London in the early 1890s. He is best remembered for his epigrams and plays, his novel The Picture of Dorian Gray, and his criminal conviction for gross indecency for homosexual acts. Wilde's parents were Anglo-Irish intellectuals in Dublin. In his youth, Wilde learned to speak fluent French and German. At university, he read Greats; he demonstrated himself to be an exceptional classicist, first at Trinity College Dublin, then at Magdalen College, Oxford. He became associated with the emerging philosophy of aestheticism, led by two of his tutors, Walter Pater and John Ruskin. After university, Wilde moved to London into fashionable cultural and social circles. Wilde tried his hand at various literary activities: he wrote a play, published a book of poems, lectured in the United States and Canada on "The English Renaissance" in art and interior decoration, and then returned to London where he lectured on his American travels and wrote reviews for various periodicals. Known for his biting wit, flamboyant dress and glittering conversational skill, Wilde became one of the best-known personalities of his day. At the turn of the 1890s, he refined his ideas about the supremacy of art in a series of dialogues and essays, and incorporated themes of decadence, duplicity, and beauty into what would be his only novel, The Picture of Dorian Gray (1890). Wilde returned to drama, writing Salome (1891) in French while in Paris, but it was refused a licence for England due to an absolute prohibition on the portrayal of Biblical subjects on the English stage. Undiscouraged, Wilde produced four society comedies in the early 1890s, which made him one of the most successful playwrights of late-Victorian London. At the height of his fame and success, while An Ideal Husband (1895) and The Importance of Being Earnest (1895) were still being performed in London, Wilde issued a civil writ against John Sholto Douglas, the 9th Marquess of Queensberry for criminal libel. The Marquess was the father of Wilde's lover, Lord Alfred Douglas. The libel hearings unearthed evidence that caused Wilde to drop his charges and led to his own arrest and criminal prosecution for gross indecency with other males. The jury was unable to reach a verdict and so a retrial was ordered. In the second trial Wilde was convicted and sentenced to two years' hard labour, the maximum penalty, and was jailed from 1895 to 1897. During his last year in prison he wrote De Profundis (published posthumously in abridged form in 1905), a long letter that discusses his spiritual journey through his trials and is a dark counterpoint to his earlier philosophy of pleasure. On the day of his release, he caught the overnight steamer to France, never to return to Britain or Ireland. In France and Italy, he wrote his last work, The Ballad of Reading Gaol (1898), a long poem commemorating the harsh rhythms of prison life.
Hace más de una década con la lectura de “De profundis” quedé prendada de Wilde, antes había leído “El retrato de Dorian Grey” y ahora por primera vez leí algunos de sus ensayos. Su escritura y pensamiento siempre me ha resultado muy estimulante con sus posturas sobre el arte al margen de las exigencias morales y funcionalistas que tiene la vida.
Compré este libro hace casi tres años, en la que es la primera y única librería de Barichara, un hermoso pueblo en la cordillera oriental colombiana. Con otras lecturas esperándome, sólo hasta este mes me dispuse a leerlo, montada en un avión rumbo al archipiélago de Malta.
Las ideas que nos ofrece el autor me resultaron fascinantes. Los tres primeros ensayos son para mi los mejores, en los que argumenta poderosas reflexiones sobre: la relación entre el arte y la vida y cómo deslinda al arte de la vida dándole sus propias autonomías; la verdad en el arte como último estado del alma; y el crítico del arte como artista a través de su reflexión de la obra, quien ha cultivado un temperamento y una actitud propia que lo faculta para crear a través y más allá de la obra del artista.
Se quedan conmigo algunas ideas hermosas: el arte cómo el mejor lugar para completar lo que en la vida no nos alcanza, para expandir nuestra sensibilidad y nuestro temperamento. La potencia creativa como una de las facultades de las que más debemos cuidar, a través de una disposición contemplativa, reflexiva e imaginativa que nos permita construir una actitud genuina y expresiva. Reviso y puedo identificar los hábitos de los que cuido en la construcción de mi propio ‘temperamento’: las lecturas, las derivas urbanas, los recorridos en el campo, mi curiosidad observadora y analítica del comportamiento humano. Y pienso en una en especial que inició hace casi tres años: el diálogo estimulante y creativo con el Escritor. El que a través de diferentes figuras, ritmos, disposiciones, medios y silencios; me ha llevado a poderosos lugares en los que expando mi sensibilidad y mi potencia expresiva. Diálogo que incluso cuando es nada más que monólogo, cuido con especial disposición.
Es un breve pero impactante ensayo, aquí Wilde argumenta que la mentira desempeña un papel esencial en la creación artística y en la vida misma. Afirma que la verdad pura y simple carece de valor estético y que la imaginación y la fantasía son fundamentales para darle significado y belleza a la realidad.
A través de ejemplos tomados de la literatura, el teatro y la pintura, argumenta que el artista, al crear una ilusión convincente, es capaz de transmitir una verdad más profunda y universal que la realidad misma. Además, Wilde sostiene que la mentira en el arte es inofensiva, ya que los lectores y espectadores son conscientes de su naturaleza ficticia y la disfrutan como una forma de entretenimiento. También reflexiona sobre el papel de la mentira en la sociedad moderna y advierte sobre los peligros de su abuso.
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Me encantó leer esta faceta del autor , como ensayista entre sus ensayos tiene varias de su posición ante el arte , la crítica literaria , el teatro exactamente a la vida del dramaturgo William Shakespeare con el ensayo el retrato del señor W.H. Hay varias referencias de inspiración en sus obras de Wilde , y se entiende el porque su ideología
Ha sido el último ensayo el que me ha convencido de darle las cuatro estrellas. Ese relato sobre los Sonetos de Shakespeare, con tanta pasión e investigación que se apodera del sentimiento, mejoró muchísimo la experiencia que estaba teniendo con el libro.
Fueron los dos primeros, aquellos escritos como puro diálogo entre dos personajes casi al estilo del teatro, los que se me hicieron más pesados de leer a pesar de las interesantes ideas que presentan. Y durante El crítico como artista incluso me dio bajón por algunas de esas ideas, por lo que han sido del resto de ensayos de los que mejor he disfrutado, y en parte también por la manera en que están narrados. Salgo de este libro queriendo leer prosa de Wilde y poesía de Shakespeare.
3.5 ⭐Sin duda Oscar Wilde mi autor favorito por siempre. Sus pensamientos, la forma de retratar una simple escena con palabras tan descriptivas y volverlas casi poéticas, apasiona. Oscar Wilde tenia confianza en lo que escribía que te hace meter en la historia, envolverte a ella.
Fascinante para aprender sobre el pensamiento y la estética de Wilde. También es a ratos divertido y provocativo, muy de su estilo. Ah, y hace ensayos ficcionales, que siempre es guay.