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263 pages, Paperback
First published January 1, 2006
In the world I was not I. I was a reflection that someone vaguely remembered. I was a reflection that someone was dreaming without believing.
Every time I could not help thinking that my life, diminished by those afternoons, was exactly like the suspended mechanism of a piano - the fragile silence of the aligned strings, the perfect geometry of its almost death, able to be resuscitated at any moment that never came, a simple moment like so many others would be enough, a moment which would arrive, but which never arrived.
Like blood I ran through the veins of Lisbon, touched its heart, penetrated its heart, and then, more slowly, extracted myself, undid myself and came out. A secret from myself.
“Los días volvieron a ser la superficie sobre la cual soñamos”Afortunadamente, la retomé y la calma que dio paso a la tormenta, no pequeña, se pasó animadamente con la historia contada a dos voces por Francisco padre y Francisco hijo, alternándose y confundiendose en el relato de una vida que, como una maldición, parecen heredar el uno del otro, como también las hijas toman el triste relevo de la madre, lo que les convierte en una “familia infinita”, según palabras del propio autor.
"Miraba los pianos muertos, recordaba cómo había piezas que resucitaban dentro de otros pianos y creía que toda la vida podría ser reconstruida de aquella manera. Todavía no estaba enfermo, mis hijos crecían y se convertían en los muchachos que, muy poco tiempo atrás, yo mismo había sido. El tiempo pasaba. Y tenía la seguridad de que una parte de mí, como las piezas de pianos muertos, seguiría funcionando dentro de ellos. Entonces, me acordaba de mi padre: su rostro en la fotografía, la caja de medallas, sus historias contadas por la voz de mi tía o por la voz de mi tío: y tenía la seguridad de que una parte de él seguía viva en mí, la resucitaba todos los días en mis gestos, en mis palabras y en mis pensamientos. Una parte de mi padre resucitaba cuando me veía en el espejo, cuando existía y cuando mis manos seguían construyendo todo aquello que él, en secreto, tan próximo y tan distante, había comenzado. Entonces, pensaba que había una parte de mi padre que permanecía en mí y que les entregaba a mis hijos para que permaneciese en ellos hasta que un día empezasen a entregársela a mis nietos. Lo mismo sucedía con aquello que era solamente mío, con aquello que era solamente de mis hijos y con aquello que era solamente de mis nietos. Nos repetíamos y nos separábamos y nos acercábamos. Éramos perpetuos los unos en los otros"Un paralelismo de existencias que se entreteje con un continuo y enredado flujo de flashbacks en párrafos que no tienen inicio o son continuación de otros párrafos que en otras páginas se quedaron sin acabar, mezclado con un presente en el que Francisco hijo, carpintero y deportista como su abuelo, corre un maratón en los juegos olímpicos de Estocolmo como homenaje a otro Francisco Lázaro real que participó en las olimpiadas de 1912 (no lean su biografía si no quieren spoilers).
“Mi memoria soy yo distorsionado por el tiempo y mezclado conmigo mismo: con mi miedo, con mi culpa, con mi arrepentimiento”No obstante, durante muchas páginas —la infancia del padre, el encuentro con su mujer y los primeros años de matrimonio—, y aunque la puntuación fuera muy particular y la no linealidad exigiera máxima concentración, se mantenía el relato de una apacible vida familiar, contada, eso sí, de una forma bella e interesante, solo enturbiada por las misteriosas idas y venidas de un tío tuerto y el accidente en un ojo que tiene uno de los hijos mientras jugaban los hermanos, otro paralelismo más. Hasta que Peixoto, sin avisos ni amagos previos, te da el primer puñetazo en la boca del estómago, el primero de muchos, un parrafito que envilece un aire donde, por lo demás, siguen flotando las notas de un piano.

“well defined in time. Now. Now is a demarcation implanted in the surface of time, but it could as well be a demarcation implanted in the ground. All the ropes of time are leaning on this point and it could hold a tent as gigantic as the sky itself. The gardens around the entrance of the sports arena were left behind long ago, or not so long ago, or long ago or not so long ago. A different now with every step. I am running and I am carrying the time with me. I am making a step right now, I am making another step, another now and I go on: now, now, now. I don’t feel afraid anymore. I am enlightened by my certitudes. I naturally accept that now, my dad has just died; just like now my sister Maria has fallen from her bike while we were having a picnic in Montsanto; just like now, my niece Elisa has just been born; just like now, I am here, stuck in this moment, making this step and then the next one, and the next one. Anywhere my wife is right now, this moment exists. It’s so different, but it’s exactly the same, exactly the same. Anywhere my mother is right now, this moment exists, which for her, lasts a lot more or a lot less. Anywhere I would be. Here on this road. Here where I could be if I closed my eyes. All the time, years and tens of years that I have lived, that I haven’t lived, that I will live, that I will not live exist in just this present moment.”(my translation).
“Peixoto is one of the most surprising revelations of the recent Portuguese literature. I am convinced that he will be a great writer”.
.....ระหว่างสิ่งที่ปรารถนาอยู่เช่นกัน เวลาหมุนเวียนผ่านอยู่ในวังวนของมันเอง เพราะความวิตกกังวลและความปรารถนา เวลาไร้ซึ่งความต้องการ มีเพียงสัญชาติญาณ เวลานั้นต่างจากสัตว์ที่กำลังวิ่ง เพราะมันไม่ได้คิดว่าจะไปยังทิศทางใด เมื่อใดที่หยุดเดิน ก็หยุดเพราะความวิตกกังวลหรือไม่ก็ความปรารถนา.....

Oggi e per sempre. Non c'è differenza tra quello che è veramente accaduto e quello che ho distorto con l'immaginazione, ripetutamente, ripetutamente, nel corso degli anni. Non c'è differenza tra le immagini sbiadite che ricordo e le parole crude, crudeli, che credo di ricordare, ma che sono soltanto riflessi costruiti dalla colpa. Il tempo, come un muro, una torre, una costruzione qualunque, fa sì che non ci sia più distinzione tra verità e menzogna. Il tempo mescola la verità con la menzogna. Quello che è accaduto si mescola con quello che vorrei fosse accaduto e con quello che mi hanno detto sia accaduto. La mia memoria non è mia. La mia memoria sono io distorto dal tempo e mescolato a me stesso: alla mia paura, alla mia colpa, al mio pentimento.