Ho sento, però no em surt. Conjuro els meus fantasmes per composar relats que no us deixin dormir quan us arrauliu sota dels llençols. Però les històries es tornen lluminoses com la carícia d'un espectre: un càlid calfred.
Vaig pensar en el concepte de sunshine horror, terror lluminós -en anglès sona millor-, per a descriure'ls. Tinc clar que no va amb mi la sang vessada per les parets i els fantasmes venjatius. Vull creure que si algú es queda enganxat en aquest costat ha de ser més per amor que no pas per odi. Vull creure que els que van marxar no m'han abandonat del tot i que, quan sento un calfred, ha estat una abraçada seva.
LJ Salart empezó a contarse cuentos de pequeño, en L'Escala, las noches que le costaba dormir. Ese mundo propio fue tomando forma gracias a la influencia de autores como Asimov, Lovecraft, Zimmer-Bradley, Rowling, Herbert o Sánchez Piñol; y referentes televisivos como Historias imprevistas, La dimensión desconocida, Star Trek: The Next Generation o Buck Rogers en el siglo XXV.
Sociólogo y publicitario, usa el género fantástico como vehículo para reflexionar sobre las contradicciones y los retos del mundo diario: cree que quienes escriben deben provocar inquietud (en forma de dudas, reflexiones, revelaciones...) a quien los lea. Gay y padre, preocupado por cómo preparar a su hijo para que se enfrente al mundo, transmitiéndole los valores de la no normatividad.
Ha publicado dos libros, ambos en formato fix-up. Proyecto Marte (ed. Cazador de Ratas) recorre la terraformación de Marte y la evolución de la humanidad a partir y hasta ese momento. Un cálido escalofrío es un relato íntimo sobre la naturaleza de las relaciones humanas y un viaje sobre los propios miedos a través de historias de fantasmas. Además, algunos de sus relatos han aparecido en SuperSonic, Fantasía Austral, Origen Cuántico y Dolunai I, entre otros. Colabora donde le dejan, ahora en el Podcast del Diluvio.
Intensito de la Navidad, fuera por él pondría la decoración el 2 de noviembre, como manda Mariah, y la mantendría hasta primavera. Bea Aguilar dice que fui creado por la mente de una ardilla purpurinosa que se cayó en un bote de purpurina y algodón de azúcar en Navidad.
No es nada sencillo hacer un comentario sobre este libro, al igual que no es sencillo sacarle todo el jugo mientras lo estás leyendo. No es un libro para leer en el metro, ni para leer con ruido ni rápido ni seguido; pero lo puedes leer del tirón y con un niño llorando a tu lado mientras viajas en el suburbano. Porque lo importante de este libro no es lo que está escrito, ni siquiera las estupendas ilustraciones interiores. Lo importante de este libro es lo que tú sientes mientras lo lees. Sentimiento que puede variar de un momento del día a otro, de la primera lectura a la tercera, de tu estado de ánimo y, sobre todo, de tu predisposición a abrir la mente a algo diferente.
Como veis, es imposible explicar lo que te vas a encontrar cuando abres Un cálido escalofrío. En el mismo párrafo me he contradicho, he hablado de momentos, de estados de ánimo, de lugares y hasta de niños llorando, pero no he hablado del texto. Tal vez esa sea la magia que encierra esta obra y que no se puede describir. Lo que tengo muy claro es que ha conseguido algo que a estas alturas pocos textos consiguen: que pare, me aleje de mi rutina y me pregunte a mí mismo el motivo por el que leo.
Pues al final he terminando rellenando toda una página de apuntes sobre este librito de escasas 100 páginas. Una novela corta que, por su composición y los elementos que incluye, tiene una función que va más allá de lo exclusivamente literario: propone una experiencia que se disfruta prácticamente con los 5 sentidos. Su lenguaje poético ayuda a ello. En fin, son muchas cosas que desarrollo en la reseña completa de Libros Prohibidos: https://libros-prohibidos.com/l-j-sal...
Un cálido escalofrío cuenta una historia hecha de historias. Es un raro híbrido entre la novela corta y el libro de relatos. Podríamos decir que la trama principal requiere de las otras historias más cortas y puntuales para completar el hechizo. Porque esa trama es, en realidad, la argamasa que une a los personajes y sus respectivas situaciones. Y, por qué no decirlo, también une a sus fantasmas. Crítica completa: https://libros-prohibidos.com/l-j-sal...
Me ha dejado con un nudo en el pecho, dos sonrisas en el alma y tres lágrimas en los ojos. Menudo viaje íntimo y personal. En unas semanas reseña en el blog :)
«Cuando los astros nos contemplen, ya no estaremos.»
«El corazón puede estar herido o cansado, pero no tanto para dejar de latir, para desistir.»
«Aunque no siempre se puede hacerlo que uno quiere, no hacerlo cuando se puede es de tontos.»
No sé muy bien qué decir de este libro. Literalmente, me ha dejado sin palabras. Pero llena de emociones. Y es que a mi no se me da bien expresar mis emociones. Pero sí sé que es un libro escrito con el corazón, eso se nota. La única manera que se me ocurre de expresar lo que sentí al leerlo, es compararlo con una caricia en el alma, algo que te estremece, pero al mismo tiempo te hace sentir bien. Por eso recomiendo leerlo con calma y tranquilidad, a ser posible en un ambiente relajado, para dejarse acariciar el alma sin interrupciones, y disfrutarlo al máximo. Cuando tenga mi edición especial, con algunos grabados a mano, probablemente editaré esta entrada para comentar algo de las ilustraciones, que aún no he podido disfrutar del todo, aunque sí veo que son el complemento perfecto para las letras de Lluis.
Un libro bien escrito, arriesgado y muy personal. El autor ha volcado parte de su alma (y ha hecho participar en la obra a personas importantes para él) en una pieza que me ha dejado impresionado. El texto admite casi tantos niveles de lectura como lectores pueda tener. Cada persona lo interpretará de un modo al mismo tiempo que a todos nos sonarán los tópicos que hacen avanzar la narración. Delicioso.
No soy el lector objetivo de este libro. Es una especie de antología, sobre cuentos oníricos de fantasmas, y además es un libro artístico, donde se mezcla la fotografía, la ilustración y una prosa lírica, bien escrita. En algún momento casi parecen poemas más que cuentos. Se basa en historias de gente que ya no está, pero en las que los que se han quedado los sienten e interactuan con ellos. No es un libro de miedo, si no de historias de nostalgia, amor e historias inconclusas.
Como decía, no es la descripción de algo que me llamase especialmente. En general, no consigo que me llenen las antologías, ni tengo una sensibilidad artística que me lleve normalmente a apreciar una buena edición. También, aunque me gusta lo fantástico, no me llaman las historias que dejan demasiado a la interpretación del lector. Suelo necesitar que al final me aten cabos, que haya una explicación clara, un principio y un final.
Un cálido escalofrío no es nada de eso. Y sin embargo...lo he disfrutado, y mucho. Mas bien, lo he 'sentido'. Es un libro que busca y consigue que sientas cosas...La mejor explicación es esta: estas leyendo en la cama, dejas el libro en la mesita, apagas la luz...y te encuentras pensando en esas historias, y en como serían las tuyas. ¿A quien volverías a ver? ¿Que necesitarías decir o arreglar de irte mañana? Creo que el autor acierta: si alguien puede volver de algún 'otro lado' seguramente lo haga por amor y no por odio.
A veces hay que salir de la zona de confort. A veces empiezas algo pensando que te va a llevar un esfuerzo leerlo, y cuando te das cuenta estas mirando la contraportada y pensando en la sensibilidad del autor, y en que no es diversión todo lo que hay que sentir cuando se lee. A veces hay que sentir una cálida tristeza. Como decía Sabina, no ha nostalgia peor que añorar lo que nunca jamas sucedió. O en este caso, sucederá. Pero que bonito sería...
Una lectura maravillosa. Uf! Sé que pensareis que es un inicio cursi pero me da igual. A los aficionados al género fantástico y a la ciencia ficción nos encanta que nuestras lecturas nos produzcan sentido de la maravilla (sense of wonder). Y Un cálido escalofrío me ha hecho sentir, imaginar, soñar, recordar y vivir cosas maravillosas. Me encanta sumergirme en la lectura, haciéndola poco a poco, aunque no siempre lo consigo, dejando que mi mente imagine paisajes, escenas, personajes, en definitiva, que me haga viajar a sitios extraordinarios y que me haga tener sensaciones que me cautiven. Estas historias, con sus escalofríos cálidos lo han conseguido. Esta colección de relatos y de cuentos me ha atrapado y me ha hecho sentir cosas maravillosas. He imaginado a los agradables fantasmas del recuerdo de los que se han ido, recogidos de forma cálida y entrañable por L.J.Salart en sus cuentos y relatos. Me ha hecho pensar en y hablar con mis fantasmas, y hacerlo con satisfacción. He buscado momentos y lugares tranquilos para disfrutar los escalofríos (más cálidos que fríos), he leído a ritmo tranquilo, haciendo pausas para dejarme inundar por sensaciones astrales a veces y dejarme sorprender agradablemente en otras. Eso sí, como ya comenta el autor, sin sustos, sin miedos, sin terror. No son cuentos de miedo, al contrario, Salart ha sabido tratar lo que hay más allá de la vida, el recuerdo de los que ya no están, de la manera que yo siempre había reclamado a esta sociedad: serenamente, de forma natural y lo más agradable posible dentro del dolor que provoca echar a faltar a seres queridos. Mientras la sociedad trata estos temas como un tabú, o los retuerce para hacerlos girar hacia el terror. Darle esta visión de escalofrío cálido me parece genial. Hice caso a quien me regaló el libro (lástima que sea una edición limitada) y busqué el ambiente y el momento sin prisas y sin estrés, y lo he disfrutado mucho, he tenido sensaciones que pocas lecturas me han hecho sentir. Leedlo si podéis y dejar que os haga sentir cálidos escalofríos. Notas: Se merece un 4,5 o 4,7 sobre 5* , no sé si me daba miedo o vergüenza ponerle un 5, quizás porque es un regalo... Me parece que es una traducción del català, quizás el autor lo confirme, si es así me hubiera encantado leerlo en el idioma original, todo y que la traducción ha dejado un texto estupendo.
Este librito (entiéndase como un apelativo cariñoso) habla sobre muchas cosas. Dice Salart en la sinopsis que no dan miedo estos fantasmas, pero a mí en cierto modo sí que lo dan. Porque son fantasmas con significados importantes; no divertidos. Fantasmas que implican ausencia, vacío, esperanza vana e inútil. Que se fraguan en las mentes y las personas que habitan entre estas páginas. Con un componente urbano importante, aunque a veces se desdoblan de la realidad. La realidad que este autor y la ilustradora parecen entender como gris, como extraña. Confusa. Una realidad que si la tocas sí o sí te va a quemar. O te va a dejar completamente helada.
Confieso que no conocía a L.J. Salart. Gracias a Consuelo Abellán, impulsora de la iniciativa "Diseccionadores de novelas", me animé a participar en la lectura de Un cálido escalofrío sin tener apenas referentes, desconociendo por tanto a qué me iba a enfrentar. Afortunadamente, es esta una de esas ocasiones en las que la sorpresa ha sido tremendamente positiva.
«Un cálido escalofrío» es un precioso experimento, un curioso contenedor de historias y reflexiones, casi un diario —o, como dice el autor, un dietario—. En este volumen encontramos una serie de relatos cortos de fantasmas, aderezados por fotografías, dibujos, pensamientos y citas literarias. Reconozco que no soy muy fan de este tipo de conjunciones, pero he de decir bien alto que en este caso el resultado es fascinante.
Aunque al principio el lector puede sentirse algo descolocado ante la sucesión de textos e imágenes, pronto se intuye un hilo conductor que abraza todo lo que leemos y vemos en «Un cálido escalofrío». No es fácil de describir, pero L.J. Salart despliega su obra con una absoluta naturalidad, logrando que todo discurra de un modo totalmente intuitivo. Es casi como si un fantasma nos guiara en la lectura. Una vez que empezamos a leer, se hace muy difícil parar antes de alcanzar el final. Esto se debe a que cada una de las páginas se nos susurra en voz baja, apelando a nuestros propios recuerdos y experiencias, o tal vez a otra cosa, a algo que tenemos aletargado en nuestro interior. El autor consigue despertarlo y emocionarnos con ello.
Este librito (entiéndase como un apelativo cariñoso) habla sobre muchas cosas. Dice Salart en la sinopsis que no dan miedo estos fantasmas, pero a mí en cierto modo sí que lo dan. Porque son fantasmas con significados importantes; no divertidos. Fantasmas que implican ausencia, vacío, esperanza vana e inútil. Que se fraguan en las mentes y las personas que habitan entre estas páginas. Con un componente urbano importante, aunque a veces se desdoblan de la realidad. La realidad que este autor y la ilustradora parecen entender como gris, como extraña. Confusa. Una realidad que si la tocas sí o sí te va a quemar. O te va a dejar completamente helada.
El año pasado solo le di 5 estrellas a dos libros y uno de ellos fue este. Es una colección de relatos de terror luminoso para disfrutar poco a poco, sin prisas.
Es ese abrazo de los seres queridos que se fueron y que nos gustaría mantener. Un homenaje a los recuerdos bonitos aún con su tristeza. Un homenaje a los que ya no están como nos dice el autor.
Historias espontáneas, delicadas que hablan mucho más allá de su aparente sencillez.
Un libro, a mi parecer, concebido como un bello objeto con el que se puede jugar, trastear. Un libro vivo que nos invita a acercarnos y deshacernos de la monotonía de, simplemente, pasar páginas.
xAhora que han pasado unos días desde que terminé el libro, y puedo sentarme a recapacitar, creo que las cinco estrellas que le di en su momento están más que bien merecidas. Un cálido escalofrío no es un libro al uso, más bien podríamos tratarlo como un producto artesano en el que conviven: fotos, textos y ¿manchas? Los relatos que en él aparecen, algunos independientes, otros continuaciones y otros con algo que ver, pese a su extensión, te dejan "el cuerpo raro". Es el claro ejemplo de que lo Bueno, si breve, dos veces bueno.
Una idea espléndida y un librito espléndido, a medio camino entre la prosa y la poesía, de prosa que se lee como si fuera poesía, una de esas raras joyas que consiguen sumergirte sin que te des cuenta en un ambiente sutil y especial de sensaciones y percepciones aumentadas. Tremendamente original. Unas habilidades narrativas y una técnica del cuento excelentes también. Lástima grande que sea una edición tan limitada y que no tengáis la oportunidad de leerlo más gente. 4,5*
No sé què m’esperava trobar-me, però no això. Ha sigut una bonica sorpresa. Un estil calmat, reflexiu, una reinterpretació optimista de les històries de fantasmes, un cant a la vida. Al principi costa entrar-hi, costa sobretot aquesta calma, aquest lirisme, però quan entres en la fluidesa de les paraules, no en pots sortir. Penso que el llibre va millorant i els contes (o microcontes) interconnectats lleument entre ells són millors a mesura que vas avançat. Els del final, els de l’Eva i en David sobretot, són excel·lents.
El título es perfecto. Son relatos de terror, pero de terror cotidiano, cercano, "blandito"... y bueno tampoco es una antología de relatos, exactamente... Me ha sorprendido gratamente y creo que lo acabaré comprando en formato físico. Porque lo leí en digital y me doy cuenta de que con todas las ilustraciones (e incluso algún relato con componente gráfico) el libro en sí mismo será un preciosidad. Muy satisfecho.