Sentido y ceguera del poema de Mario Montalbetti es un texto que se resiste, de entrada, a la noción de género literario. Poema que piensa la escritura, escritura que ensaya, ensayo en verso que poetiza los problemas del lenguaje, su indisponibilidad, su estallido opaco. «Leer un poema es como subirse a un submarino / en medio de la noche / y realizar una inmersión bastante profunda / en un mar poco transparente», leemos. La ceguera del poema, así, aparece en este texto como presencia de una no relación entre decir y ver, entre palabra y mirada. No relación que nos habla de un límite, deslinde de la lengua que Montalbetti piensa, allí, cada vez que escribe y que escribe cada vez que piensa.
Si no lo tienen, deberían correr a comprarlo. Es un viaje delicioso a lo largo de un río de preguntas y posibles respuestas sobre el lenguaje y sus límites. Si bien el autor se refiere al lenguaje del poema, creo que cualquier escritura debiera cuestionarse así sus alcances, sus posibilidades. Me gustó mucho. Ganas de releerlo cada día. De llevarlo con una a todas partes, para tenerlo a mano cuando se pierde la fe en el lenguaje, cuando se duda si vale la pena o no lo que se está escribiendo/leyendo/haciendo con su vida. Una belleza de libro, una edición muy cuidada que se nota incluso en el sencillo dibujo de la tapa que (tras leer el libro completo) se convierte en la síntesis visual perfecta de su contenido. #leoyrecomiendo esta belleza de @bisturi.10 que me dejó con ganas de leer todo lo de #mariomontalbetti.
El otro día conversaba con un amigo peruano y le decía que la poesía era tan variada como la gastronomía peruana. Muchas personas temen enfrentarse a un poema porque se les pierde el significado, no entienden lo que dicen ciertos poemas. No sé si los poemas deben comprenderse a cabalidad. Pero sí creo que deben ejercer algún grado de seducción. Hay tanta diversidad en el género poético que resulta difícil o innecesario elaborar afirmaciones tajantes sobre la poesía. En mi caso, no me hago expectativas al enfrentarme a un poema. Me sumerjo en la lectura y solamente le temo a la indiferencia. No sabría decir si este libro de Montalbetti es un ensayo en verso, un poema que ensaya o una indagación poética-filosófica sobre el lenguaje del poema. Pero puedo decir que me ha seducido y me ha puesto a pensar. Sin duda, la temática del lenguaje del poema es una temática que me convoca. No creo que el lenguaje construya realidad ni que la realidad esté hecha de lenguaje, pero es indudable que el lenguaje es fundamental en nuestra experiencia de seres humanos. Esta escritura de Montalbetti me parece atractiva, interesante. Le tengo cariño a los poemas y al lenguaje que permite crearlos. Este libro da vueltas sobre esta temática y lo hace de una forma atractiva para mi gusto.
¿Hay lenguaje que en el poema valga la pena? Para gustos, colores. Algunos disfrutan de la opacidad, otras del objetivismo, mientras que gran parte opta por la ciberpoesía. El problema que Montalbetti afronta va harto más allá de los géneros o formas de adoptar una lengua. Invita a subirnos al submarino de la poesía, a mirar por la pequeña ventana circular los peces extraños con figuras difíciles de discernir.
Mediante la escritura en verso, este ensayo poético traslada por diversas zonas de enunciación en el poema. Su lenguaje implica discernimientos que ponen en jaque la interpretación:
“el lenguaje mismo nos incita al traslado y nos ilusiona con un más allá, con otro lugar, al que el lenguaje mismo nos impide acceder” (33)
Nos ilusiona sacando la realidad. Páginas atrás, menciona aquel eterno conflicto humano de que cuando no se puede soportar algo “lo trasladamos, / lo llevamos a otro lugar, / lo hacemos ser otra cosa / (más amable, más bella)” (17). Las metáforas bajan la pesadumbre de la realidad machacante, no tanto porque sean un remedio, sino más bien porque son el reemplazo que evitan observar “el peso abrumador de cierta literalidad” (17).
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el lenguaje del poema es más bien una invitación a sumergirse? Cuando contiene “un decir que / dadas ciertas circunstancias / se puede ver” (46). Se palpan los párpados de un decir discontinuo, donde cada palabra referencia algo en sí misma, para entrelazar alamedas con un decir continuo donde todas las palabras tienen relación entre sí. En este camino, el decir y ver se va separando cada vez más hasta llegar a un punto de no-relación, donde se concibe el lenguaje poético realmente valioso para el autor:
“el lenguaje (del poema) vale la pena cuando habla de lo que no es visible en un sentido absoluto,
cuando habla de lo que solamente se puede decir.” (53)
¿Para qué hablar de lo que se puede ver? ¿Por qué no aprovechar los recovecos del lenguaje en el que reside el fenómeno de “lo indecible es una construcción de lo decible” (53)? La poesía abre puertas de la percepción para nombrar aquello que nos ha sucedido un montón de veces, pero no supimos cómo detenernos a ponerle nombre. El lenguaje habla a través nuestro para hacer sentido del mundo y cobijarnos en una referencialidad que haga levitar la existencia. Si aprovechamos la ceguera del poema a nuestro favor, entraremos a esa puerta “de emergencia, de salir de la nada / a la inmanencia del mundo” (56).
Mario Montalbetti, de manera nada ingenua, nos (se) pregunta: cuándo es que el lenguaje del poema vale la pena?
Y para responderla, nos lleva a un recorrido impresionante por -y con- el propio lenguaje, para desmenuzar las decenas de implicancias que tiene tal pregunta. Y lo hace de manera deliciosa, especialmente para quienes amamos el lenguaje y la lengua.
En 56 páginas, vamos a atravesar los límites de las palabras, mirar el agotamiento de la metáfora, observar el juicio del "deber" del poeta de mantener vivo y salvar su poesía tras escribirla, y conocer la no relación entre el "decir y ver".
En definitiva, esta es la invitación a un buceo en el lenguaje, ir allá a lo más profundo... a ver cómo se vuelve desde allí (o no).
Mario Montalbetti expresa reflexiones e ideas que me parecen muy sugestivas e interesantes. Estas son producto de un hiperfoco en el lenguaje y la lengua, la poesía y el significado. No sé si muchas personas podrían leer un libro así y disfrutarlo, pero para quienes -como yo- aman pensar en cómo opera el lenguaje y el poema, este libro es oro puro.
El mejor libro que he leído en harto tiempo. Una joya. Ensayo poético sobre los límites del lenguaje, sobre los por qué de este y que sentido tiene el escribir (y subterráneamente) el leer. Una maravilla.
esa clase de libros que no se terminan de leer cuando se acaban las páginas, necesario.
"Leer un poema, en cambio, es como subirse a un submarino en medio de la noche y realizar una inmersión bastante profunda en un mar poco transparente."
la responsabilidad de salvar el poema <3 me hizo recordar a mis clases de imagen, cuerpo y afectos. me gusta cuando las cosas me hacen recordar otras cosas y no paro, no paro, no paro. creo que debería leerlo varias veces.
Leer una novela es como viajar en avión, leer poesía es como subirse a un submarino. Montalbetti desarrolla un ensayo en verso que termina en algo así como una "guía de campo" para la poesía.
Articula de forma muy clara lo que dice Deleuze en sus cursos sobre Foucault (si mal no recuerdo el final el I (el Saber) en particular): el problema de lo visible y lo enunciable, medidados por su no-relación. Rescata la inmanencia de lo decible como tarea del poema, en cuanto dice lo no-visible en absoluto.
Siendo un ensayo breve escrito en verso, el autor reflexiona sobre el valor de la palabra en la poesía. Guiado con preguntas interesantes, citas a juego y una escritura atractiva, “Sentido y ceguera del poema” se convierte en un texto que cuestiona al lenguaje y la lengua, al decir y el ver como elementos claves de un género que expresa aquello que no puede ser visto.