Esperaba mucho más de este libro. Desde la introducción, el autor se ofrece a abordar el tarot desde una perspectiva objetiva, despojándolo de elementos supersticiosos o sobrenaturales. Ese objetivo sólo lo logra en la semblanza histórica que hace del tarot, desde sus orígenes medievales y renacentistas hasta su resignificación como herramienta adivinatoria por parte de los ocultistas del siglo XVIII. Sin embargo, los planteamientos del autor en cuanto al tarot como herramienta terapéutica son tan esotéricos y subjetivos como los de cualquier cartomante: un palabrerío que significa cualquier cosa, siempre y cuando uno le busque el sentido. En suma, el libro presenta algunos datos de historia y simbología que resultan interesantes, pero que no compensan tragarse sus otras partes áridas.
Este libro es bastante útil para los principiantes en el tarot. Tiene una cantidad suficiente de información y realmente despierta tu intereés por aprender más del tema. Recomedable para principiantes.