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Narrativa reunida
Todos los cuentos del escritor uruguayo que deslumbró a Cortázar, Onetti, García Márquez e Italo Calvino.
Un autor magistral cuyos relatos aúnan con gran originalidad lo cotidiano con lo extraordinario.
Los relatos de Felisberto Hernández, en su esfera de rarezas y a veces en el borde de lo fantástico, abordan la realidad de una manera tan inaudita como certera, para devolvérnosla de tal forma que nos hace pensar que lo que los demás llamábamos así es una construcción arbitraria que tan solo presentíamos, pero que no acertábamos a nombrar.
La suya es una literatura del recuerdo, de la memoria como ficción y como espejo de la verdad al mismo tiempo, con una marca autobiográfica de fronteras difusas que a la vez es superada por una imaginación desbordante.
Felisberto Hernández es, por estos motivos, entre muchos otros, una de las figuras decisivas de la literatura uruguaya y, también, de la narrativa en lengua española del siglo XX.
Con prólogo del escritor español Ray Loriga.
Se ha dicho sobre el autor y su obra:
«Ya sé que para admirarte basta leer tus textos, pero si además se los ha vivido paralelamente, si además se ha conocido la vida de provincia, la miseria del fin de mes, el olor de las pensiones, el nivel de los diálogos, la tristeza de las vueltas a la plaza al atardecer, entonces se te conoce y se te admira de otra manera.»
Julio Cortázar
«Si no hubiese leído las historias de Felisberto Hernández en 1950, hoy no sería el escritor que soy.»
Gabriel García Márquez
«Felisberto Hernández es un escritor que no se parece a nadie: a ninguno de los europeos y a ninguno de los latinoamericanos, es un "francotirador" que desafía toda clasificación y todo marco, pero se presenta como inconfundible al abrir sus páginas.»
Italo Calvino
«Uno de los más importantes escritores de su país; mi admiración por él se mantiene fresca.»
Juan Carlos Onetti
«Usted tiene el sentido innato de lo que será clásico algún día.»
Jules Supervielle
«Leídos hoy, sus cuentos aún señalan nuevos caminos a cualquier lector o escritor curioso. Me refiero a esa modernidad que hay en algunas cosas, y que, con independencia de la fecha en que sean leídas, las hace enteramente contemporáneas. [...] Rebosan de un desafiante humor: tenebroso y sutil, en el límite de lo disparatado, donde la realidad es desviada de sus estándares para cuestionar qué es una visión, y si tras esa visión hay alguna existencia útil para conjugar el extrañamiento del mundo, extrañamiento sin el cual la escritura es mero documento de compraventa de un inmueble.»
Agustín Fernández Mallo
«La literatura yo la veo más bien como un cuarto oscuro en el que se oyen voces todo el rato. Paradójicamente, para ver el mundo mejor, para ampliar nuestro mundo, nos metemos en ese cuarto. Algunas voces se han callado para siempre y otras no dejan de sonar. [...] Lo de FH sería un susurro, al principio casi imperceptible. No quiere competir con nadie. Es el rezo de un autista, un bisbiseo. Poco a poco ese susurro va, de alguna forma, anulando a las otras voces, que se convierten en ruidos incómodos, como coches que pasan por una autopista y a los que ya no atendemos. Queda ese susurro, ese rezo misterioso, y dejamos de ver la oscuridad.»
César Aira
«La felicidad que produce la lectura de sus páginas es de naturaleza muy particular y se parece poco o nada a la que provocan otros autores. La música de Felisberto es única, o casi única, como reconocerá cualquiera que haya frecuentado su obra.»
Eloy Tizón
«Su voz no se parece a ninguna otra en la literatura. Conecta con lo más profundo de la mente.»
Ilan Stavans, The Nation
«Un gigante de la literatura latinoamericana.»
Publishers Weekly
«Cuando escucho el nombre de Felisberto Hernández me pongo de rodillas. Contaba sus cuentos y tocaba al piano a la vez, en una radio escondida en un sótano. Ese es el motor de todo lo que escribo. Si ese hombre lo soñó, yo puedo soñarlo también.»
Ray Loriga
Un autor magistral cuyos relatos aúnan con gran originalidad lo cotidiano con lo extraordinario.
Los relatos de Felisberto Hernández, en su esfera de rarezas y a veces en el borde de lo fantástico, abordan la realidad de una manera tan inaudita como certera, para devolvérnosla de tal forma que nos hace pensar que lo que los demás llamábamos así es una construcción arbitraria que tan solo presentíamos, pero que no acertábamos a nombrar.
La suya es una literatura del recuerdo, de la memoria como ficción y como espejo de la verdad al mismo tiempo, con una marca autobiográfica de fronteras difusas que a la vez es superada por una imaginación desbordante.
Felisberto Hernández es, por estos motivos, entre muchos otros, una de las figuras decisivas de la literatura uruguaya y, también, de la narrativa en lengua española del siglo XX.
Con prólogo del escritor español Ray Loriga.
Se ha dicho sobre el autor y su obra:
«Ya sé que para admirarte basta leer tus textos, pero si además se los ha vivido paralelamente, si además se ha conocido la vida de provincia, la miseria del fin de mes, el olor de las pensiones, el nivel de los diálogos, la tristeza de las vueltas a la plaza al atardecer, entonces se te conoce y se te admira de otra manera.»
Julio Cortázar
«Si no hubiese leído las historias de Felisberto Hernández en 1950, hoy no sería el escritor que soy.»
Gabriel García Márquez
«Felisberto Hernández es un escritor que no se parece a nadie: a ninguno de los europeos y a ninguno de los latinoamericanos, es un "francotirador" que desafía toda clasificación y todo marco, pero se presenta como inconfundible al abrir sus páginas.»
Italo Calvino
«Uno de los más importantes escritores de su país; mi admiración por él se mantiene fresca.»
Juan Carlos Onetti
«Usted tiene el sentido innato de lo que será clásico algún día.»
Jules Supervielle
«Leídos hoy, sus cuentos aún señalan nuevos caminos a cualquier lector o escritor curioso. Me refiero a esa modernidad que hay en algunas cosas, y que, con independencia de la fecha en que sean leídas, las hace enteramente contemporáneas. [...] Rebosan de un desafiante humor: tenebroso y sutil, en el límite de lo disparatado, donde la realidad es desviada de sus estándares para cuestionar qué es una visión, y si tras esa visión hay alguna existencia útil para conjugar el extrañamiento del mundo, extrañamiento sin el cual la escritura es mero documento de compraventa de un inmueble.»
Agustín Fernández Mallo
«La literatura yo la veo más bien como un cuarto oscuro en el que se oyen voces todo el rato. Paradójicamente, para ver el mundo mejor, para ampliar nuestro mundo, nos metemos en ese cuarto. Algunas voces se han callado para siempre y otras no dejan de sonar. [...] Lo de FH sería un susurro, al principio casi imperceptible. No quiere competir con nadie. Es el rezo de un autista, un bisbiseo. Poco a poco ese susurro va, de alguna forma, anulando a las otras voces, que se convierten en ruidos incómodos, como coches que pasan por una autopista y a los que ya no atendemos. Queda ese susurro, ese rezo misterioso, y dejamos de ver la oscuridad.»
César Aira
«La felicidad que produce la lectura de sus páginas es de naturaleza muy particular y se parece poco o nada a la que provocan otros autores. La música de Felisberto es única, o casi única, como reconocerá cualquiera que haya frecuentado su obra.»
Eloy Tizón
«Su voz no se parece a ninguna otra en la literatura. Conecta con lo más profundo de la mente.»
Ilan Stavans, The Nation
«Un gigante de la literatura latinoamericana.»
Publishers Weekly
«Cuando escucho el nombre de Felisberto Hernández me pongo de rodillas. Contaba sus cuentos y tocaba al piano a la vez, en una radio escondida en un sótano. Ese es el motor de todo lo que escribo. Si ese hombre lo soñó, yo puedo soñarlo también.»
Ray Loriga
- GenresSpanish Literature
584 pages, Paperback
Published May 21, 2019
9 people are currently reading
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About the author
Felisberto Hernández
95 books163 followersUruguayan writer and pianist.
Considered to be the forefather of fabulism, predating writers such as Gabriel García Márquez, Italo Calvino and Julio Cortázar, who all note Hernández as a major influence.
Considered to be the forefather of fabulism, predating writers such as Gabriel García Márquez, Italo Calvino and Julio Cortázar, who all note Hernández as a major influence.
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Community Reviews
Displaying 1 - 9 of 9 reviews
December 12, 2024
nunca había leído nada parecido a felisberto. no es un raro es realmente una cosa insólita. genio yoruga como pocos... además; alguna sabía que una se puede enamorar de las letras impresas en una página? i ♥️ felisberto
March 20, 2021
Narrativas, contos sob una escrita eximia de un autor siempre atento. Con un estilo nostálgico y melancólico, Hernández logra comunicar las honduras de su alma y sus percepciones. El contenido es extremamente observacional, llevando el lector a una inmediata reflexión acerca de la manera de existir de cada cosa.
November 1, 2020
Nunca antes había leído un autor que tomara los recuerdos como esencia creativa de la forma en qué Hernández lo hace. La memoria tiene en sus relatos otro sustrato, más vivo, más orgánico y cotidiano. Él no recuerda nada heroico, glorioso o memorable desde el punto de vista colectivo. Sólo cosas que pasaron; una luz y su reflejo, el parecido de una mujer y una vaca, y sus tantos fracasos como pianista.
Una frase se conjugó en mi mente como al tercer o cuarto cuento: "recuerdos de un libro que nunca empecé". Así puedo resumir mi experiencia al adentrarme en el mundo de Felisberto, un amigo que recuerda cosas que me llevan a pensar en otras que yo creo recordar.
Una frase se conjugó en mi mente como al tercer o cuarto cuento: "recuerdos de un libro que nunca empecé". Así puedo resumir mi experiencia al adentrarme en el mundo de Felisberto, un amigo que recuerda cosas que me llevan a pensar en otras que yo creo recordar.
April 18, 2024
Por mucho tiempo tuve difuso el foco de la sensibilidad en la narrativa, me acostumbré a lo no ficticio. Los cuentos de Felisberto que en su mayoría son de su memoria y recuerdos los vuelve no ficticios, sin embargo hay algo en ellos que me hacen recordar la conversación que hay entre una copa con agua y la luz del sol, dando el nacimiento de un cáustico que danza destellando tonos rojos, verdes, azules y se difuminan en blancos, y si esta copa de agua se mueve el cáustico ya tendría otra forma. Son un sueño, son recuerdos que no son míos pero me pertenecen, como él lo dice con las memorias de Margarita en “La Casa Inundada” Ahora guardo memorias ajenas que difumino con las mías.
March 11, 2020
Después de devorar este volumen me atrevo a afirmar que Felisberto Hernández es uno de los escritores más importantes del siglo XX.
January 27, 2022
La compilación de la obra literaria del autor permite analizar su evolución, y descubrir diferentes patrones que se repiten. Gusta su estilo único, en el que es sinceramente él mismo, aunque a veces la sobreabundancia de metáforas abruma un poco.
Muchos de los cuentos me resultaron disfrutables, en especial "Genelogía" o "Hace dos días", pero otros no tenían el mismo efecto atrapante.
Muchos de los cuentos me resultaron disfrutables, en especial "Genelogía" o "Hace dos días", pero otros no tenían el mismo efecto atrapante.
April 29, 2023
Es una obra por la que tengo un cariño particular;
la vida de felisberto, pianista y escritor, te hace viajar con el espíritu, a pesar de ser un genio o limitado, incluso viendo cosas que realmente sucedieron o historias creadas ad hoc.
Su vida es en parte mía, aunque no soy uruguayo, pero cada vez lo extraño más.
la vida de felisberto, pianista y escritor, te hace viajar con el espíritu, a pesar de ser un genio o limitado, incluso viendo cosas que realmente sucedieron o historias creadas ad hoc.
Su vida es en parte mía, aunque no soy uruguayo, pero cada vez lo extraño más.
November 4, 2021
No hay mucho que pueda decir sobre la narrativa de Felisberto que no quede claro con esas cinco estrellas. Es un autor que a veces se siente como Borges, otras como Cortázar, y la mayoría de veces como ningún otro. Empleando la memoria para muchos de sus cuentos, a veces se percibe como un flujo de conciencia que no para de escarbar hasta alcanzar el cofre del tesoro. En cambio, cuando se trata de ficción, puedes esperar cosas inimaginables, filosóficas y existenciales.
Felisberto es uno de esos autores a los que costaría llegar por tu propia cuenta, y es por eso que deberías empezar a leerlo. Historias que van desde la obsesión de un hombre por un cigarrillo aplastado; una piedra filosofal que parece albergar el sentido del universo, aunque sirva a un propósito tan vano como ser el ladrillo de una pared; una mujer que termina enamorándose de un balcón, hasta aquellos donde una presencia celestial basa su existencia en mirar fijamente un planeta porque, de otro modo, se caerá. No hay relato que se pueda considerar risible o excesivo, aunque sí demandante, porque no es un autor que puedas leer en el camión, sino en la comodidad de tu casa, lejos del ruido.
Felisberto es uno de esos autores a los que costaría llegar por tu propia cuenta, y es por eso que deberías empezar a leerlo. Historias que van desde la obsesión de un hombre por un cigarrillo aplastado; una piedra filosofal que parece albergar el sentido del universo, aunque sirva a un propósito tan vano como ser el ladrillo de una pared; una mujer que termina enamorándose de un balcón, hasta aquellos donde una presencia celestial basa su existencia en mirar fijamente un planeta porque, de otro modo, se caerá. No hay relato que se pueda considerar risible o excesivo, aunque sí demandante, porque no es un autor que puedas leer en el camión, sino en la comodidad de tu casa, lejos del ruido.
February 21, 2022
La obra de Felisberto Hernández destaca y desespera, en igual medida, por sus protagonistas. No los personajes que navegan el pastiche de ficción y realidad en el que el autor introduce elementos de su vida cotidiana (e.g., conciertos de piano en salitas a medio llenar, escenas y esencias de Montevideo), sino los verdaderos protagonistas de sus relatos: recuerdos borrosos, percepciones equívocas, malentendidos pero sin demasiada importancia, incluso alguna obsesión que apenas si alcanza lo grotesco o la tragedia. A estos elementos de la cara B de la vida se los conoce en literatura más como motores (¿Otto? ¿Diésel?) de las historias, pero lo que hace Felisberto -y por lo que a fin de cuentas merece ser leído y recordado- es que los pone a hacer de jefe de máquinas... y pasa lo que pasa.
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