No es fácil vivir entre dos mundos, y la niña Maryse lo sabe. En casa, en la isla caribeña de Guadalupe, sus padres se niegan a hablar criollo y se enorgullecen de ser franceses de pura cepa, pero, cuando la familia visita París, la pequeña repara en cómo los blancos los miran por encima del hombro. Eternamente a caballo entre la lágrima y la sonrisa, entre lo bello y lo terrible, asistimos al relato de los primeros años de Condé, desde su nacimiento en pleno Mardi Gras, con los gritos de su madre confundiéndose con los tambores del carnaval, hasta el primer amor, el primer dolor, la vocación literaria, la primera muerte. Los recuerdos de una escritora que, muchos años después, echa la vista atrás y se zambulle en su pasado, buscando hacer las paces consigo misma y con sus orígenes.
Maryse Condé was a Guadeloupean, French language author of historical fiction, best known for her novel Segu. Maryse Condé was born as Maryse Boucolon at Pointe-à-Pitre, Guadeloupe, the youngest of eight children. In 1953, her parents sent her to study at Lycée Fénelon and Sorbonne in Paris, where she majored in English. In 1959, she married Mamadou Condé, an Guinean actor. After graduating, she taught in Guinea, Ghana, and Senegal. In 1981, she divorced, but the following year married Richard Philcox, English language translator of most of her novels.
Condé's novels explore racial, gender, and cultural issues in a variety of historical eras and locales, including the Salem witch trials in I, Tituba: Black Witch of Salem and the 19th century Bambara Empire of Mali in Segu.
In addition to her writings, Condé had a distinguished academic career. In 2004 she retired from Columbia University as Professor Emeritus of French. She had previously taught at the University of California, Berkeley, UCLA, the Sorbonne, The University of Virginia, and the University of Nanterre.
In March 2007, Condé was the keynote speaker at Franklin College Switzerland's Caribbean Unbound III conference, in Lugano, Switzerland.
Maryse Condé en este pequeño libro de memorias alterna los recuerdos de su infancia luminosa en el Caribe con el descubrimiento progresivo y doloroso de sus problemas de identidad. Nacida en una familia burguesa de la isla de Guadalupe –colonia francesa– sus padres se identifica con el idioma y los valores de la metrópoli y de alguna manera renuncian a su herencia cultural y a su condición racial.
La niña ingenua cavila sin cesar sobre situaciones que no entiende, como cuando la familia va a las terrazas de París y ella percibe un trato despectivo por parte de los camareros:
Los buscadores de propinas, chaleco negro y mandil blanco, se erguían altivos ante sus generosos clientes. Hacían gala, como si nada, de esa identidad francesa que, a pesar de su buen aspecto, a mis padres se les negaba, se les prohibía.
A pesar de hablar un perfecto francés, ella entiende que la integración es imposible debido al color de su piel, pero al mismo tiempo, se siente alejada de los que son como ella:
Sin embargo, una incongruencia me traía de cabeza. Por más que mi color me hermanase con los vulgares negritos, trabajadores de la caña, esclavas de las plantaciones, pescadores, vendedoras ambulantes, obreros de los muelles y Dios sabe qué más, me encontraba más lejos de ellos que las doncellas de piel clara que me rodeaban.
A través de una serie de anécdotas aparentemente intrascendentes, seguimos el proceso vital de Maryse que progresivamente va asimilando todas las contradicciones culturales, raciales y de clase que su origen le impone. Al final del libro ella es plenamente consciente de la situación y se siente preparada para superar sus problemas de identidad y desarrollar su trayectoria literaria y vital.
Primero me dio por pensar, indignada, que la identidad es como un vestido que tienes que ponerte, lo quieras o no lo quieras, te quede bien o no. Después sucumbí ante la presión y probé a ver si el hábito hacía al monje.
En conjunto creo que es una reflexión interesante sobre las consecuencias del colonialismo y la esclavitud así como los conflictos de identidad racial y cultural que conllevan en generaciones posteriores. Me ha parecido especialmente interesante la descripción de cómo una niña va haciéndose progresivamente consciente de toda la complejidad social que la rodea y cómo ello afecta también a las relaciones con su propia familia. 3,5*
This childhood memoir set in Guadeloupe and Paris is a portrayal of an upper class family in a Francophone island. Written before Guadeloupian independence, Maryse Conde writes of life through the eyes of a privileged child growing up and learning. From the onset, Conde writes of and from the privileged position her family occupies in Guadeloupian society and what this meant growing up.
The French colonial rule was different to the other European rules in its promise of assimilation. The colonized were expected to conform to French tradition and culture and systems in a bid to be equal to the French. Of course although the Francophone countries adapted this system, equality was never reached and as a result some of the colonized abandoned their native traditions in order to be French, regarding the French way superior to their own. This, I believe, is important to remember while reading this book as much of it deals with the writer coming to terms with the sense of alienation she feels with her parents and their class, journeying to find her sense of identity.
In beautiful prose, Conde writes of her home country and her childhood filled with restrained adventure and searches for questions of race, class and one’s place in the world.
3 de 5 estrellas ⭐️⭐️⭐️ (me ha gustado) Una novela corta que se lee prácticamente de una sentada. La novela son retazos de vida de la propia escritora, Maryse. Ella cuenta escenas y momentos de su infancia, de su juventud y su crecimiento. Como le influyó ser la octava e inesperada hermana, l la relación con sus padres y el descubrimiento en Paris de su raza negra. La relación con su madre es única, verdadera y con una influencia tremenda sobre los sentimientos y la personalidad de la autora. A mí me han gustado mucho las anécdotas más familiares y cotidianas, descubrir cuanto le importaban a sus padres las apariencias, llegar a comprender de verdad que es estar alienado. Es una lectura sencilla, que no profundiza mucho en los personajes pero que te lleva perfectamente a cada uno de ellos. Una lectura interesante, diferente y cargada de valor.
Entusiasta y motivada quedé con la lectura de Corazón que ríe, corazón que llora, un universo prometedor y estimulante se abrió ante mí, la literatura de Maryse Condé.
Retazos de recuerdos componen el texto, un ejercicio autobiográfico matizado con la fabulación inevitable de la memoria. Con sencillez, ingenio y humor Maryse nos va contando los primeros 16 años de su vida en las Antillas francesas en el seno de una familia burguesa que ostentaba privilegios y una imagen impecable de negros cultos y educados. Imagen que contrasta con la exotización padecida al visitar París, ciudad en la que cambiaban su cómoda posición de poder por una de opresión y por miradas condescendientes. La identidad de Marisé está fuertemente atravesada por la raza y la clase, elementos que se palpan en gran parte del libro. Sus recuerdos están marcados por el descubrimiento de esas diferencias con las que se va tropezando y adentrándose a un mundo crudo, excluyente y racista. Es una historia estupenda para el análisis interseccional, para entender cómo se tejen elementos distintos de una misma identidad aportándole complejidad.
El texto también es una declaración de amor, amor puro y entrañable hacia su madre, al igual que Marisé, toda una mujer junco. En el prólogo del libro nos dicen de las mujeres junco, tan presentes en la obra de la autora, que son esas mujeres que resisten estoicamente los envites de la existencia doblándose como tallos al viento, pero sin llegar nunca a partirse por más que el viento arrecie. Las mujeres junco, son esas que ningún huracán quiebra.
El ritmo es pausado, pero muy sentido, es difícil permanecer indiferente ante textos de tal sinceridad. Un libro inolvidable.
A brilliant set of short vignettes that introduces us to a unique child, the 8th child of older parents, whose siblings span 20 years.
As at home in Paris as she was in Guadaloupe, these glimpses into the more significant and memorable aspects of childhood that shaped her are insightful, engaging and honest.
Well educated and somewhat privileged, thanks to the steely determination of her mother, whose own education, thanks to the colonial authorities pulled her out of an endless cycle of poverty and oppression, she rebels a little at first, determined in her own way to break free from the protective bonds of family, which only once she has left, will she really realise how valuable they were.
Finishing on the cusp of her finding her authorial voice, I want to read more!
Absolutely loved this and couldn't stop reading it, happy at least to have her novels to read next, because her nonfiction is excellent.
Voy a ser clara, Corazón que ríe, corazón que llora es un gran libro, es un libro bello, es un libro crítico, es un libro conmovedor, especialmente si eres sensible o te afectan las problemáticas raciales, en Francia o México o Tailandia, no importa dónde estés, este libro habla desde el corazón de una mujer en su descubrimiento del mundo, del paso de la infancia a la "madurez" y ese despertar doloroso, amargo a la realidad racial.
Condé nos lleva a través de breves y coloridas estampas infantiles por las memorias que le dejo empezar a vivir en la autoconsciencia, saberse ella, saberse negra, saber el papel que por lo tanto se esperaría de ella en la sociedad y la constante lucha de los adultos a su alrededor por separarse de los negros vulgares que no tienen ni educación ni posición, es darse cuenta de que el racismo también puede estar al interior.
También hay lugar para el amor y la amistad, las descripciones realistas de la madre de Condé destacan por ser sinceras, pero llenas de gran afecto, reconoce en su madre no solo defectos, sino también virtudes, trata de describirla en un sentido balanceado y humano, en la narración proyecta un gran respeto y una necesidad real por reconocerla en sus limitaciones también. De los muchos aspectos del libro este me parece uno de sus puntos más fuertes y que debe ser destacado, el como desprendernos de la idealización de nuestros seres queridos también es una forma de construir amor.
Sí tienen oportunidad de leer el libro, léanlo, es un libro conciliador y cálido sin dejar de ser por ello crítico de sus realidades y problemas.
When you read a memoir by an author that you admire very much, and the memoir is not only quite badly written but in addition she comes across as shallow and unlikeable. I will go sit in a corner and cry now.
1.5* rounded up because I couldnt bring myself to give 1* to a book by Condé...
Esta obra de arte se lee, parafraseando a su propia autora, con la serenidad que posee la amistad entre los niños, pero con la sensación de la violencia del amor. Esta lectura viene a engrosar no solo una de mis favoritas de este año, sino la que hasta ahora es mi mayor sorpresa, (...) La prosa de Maryse es fluida y limpia, libre de artificios, suave; sin embargo, logra atravesarte con la apabullante grandeza que tiene la humildad en las cosas honestas. (Más que recomendable) reseña completa » https://www.instagram.com/p/CDZc0bqFA...
En “Corazón que ríe, corazón que llora” Maryse Condé hace un resumen de los primeros años de su vida como la menor de ocho hermanos y la hija de un matrimonio ya mayor, y nos habla, desde la inocencia de una pequeña Maryse hasta el despertar de su carácter con la adolescencia, de sus dudas, su rebeldía y sus ganas de descubrir qué hay más allá de su entorno familiar.
Una pequeña autobiografía contada con humor y desgarro, sencilla pero llena de pensamientos y mensajes. Me enganchó muchísimo y no se lleva las 5 estrellas porque me supo a poco. Me habría gustado que indagase más, que los capítulos fuesen más largos y que la historia siguiese con su vida adulta. Aún así os la recomiendo totalmente, Maryse es una mujer inspiradora.
I've been a fan of Maryse Condé's ever since 2020 when I discovered her brilliant novel Moi, Tituba sorcière noire de Salem. I fell in love with her writing style, the stand-out characters she chose to center in her narratives and her unique lens of writing back, (re-)claiming stories that historically marginalise and side-line Black characters. I then read her re-imagination of Emily Bronte's Wuthering Heights in 2021, a reading experience that solidified her as one of the writers I definitely wanna check out more from.
Thus, my reading goal for 2022 to read at least two books by her. Unfortunately, the ones I ended up with this year – Conversations with Maryse Condé and Le Coeur à rire et à pleurer – were both shockingly disappointing. I'm still holding out hope that Condé's nonfiction simply isn't for me (I'm definitely not (!) gonna read another of her memoirs or interview books) but I can't lie, learning more about her (her personality & character, her approach to life & writing) has kind of lessened my excitement for her fiction as well. It's shocking, believe me, I know.
Maryse Condé comes across as extremely selfish, unreflective, aloof and stuck-up in the two nonfiction texts that I read by her. An author whom I came to love through her fiction, I came to loathe through her nonfiction. Well, the peep behind the curtain is not always a success story. I'm still gonna read the Ségou novels ... some day ... but for now, I think I've had enough of Condé.
Le Coeur à rire et à pleurer is a walk down memory lane, a memoir in which the author recounts her childhood days, spent in the 1950s and 60s in Guadeloupe and France. Unfortunately, the slim book is seemingly of no interest except for the author herself. We learn nothing of interest. Condé keeps talking about the most mundane things, and I asked myself multiple times why she chose to write this book. It's not badly written per se, it's just that there's little to no interesting or relevant information in it.
Each chapter is devoted to a different story, but all in all, Condé moves through her childhood chronologically. As the eighth child of a middle-class West Indian couple who didn't want her or her siblings to engage with other Black children on the island, her memories are often bitter ones. Her resentment towards her parents seeps through the book. She thinks of them as too proud, as Black people who deep in their hearts want to be white. She paints them as racists themselves, as people with no dignity.
And whilst I understand Condé's feelings towards her parents, I was also annoyed by it. Generally, I'm not the biggest fan of people blaming their parents for everything. I've come across this trope too many times (in literature and real life) and it always leaves a bitter taste in my mouth. In most cases, there are two sides to the same story. Condé doesn't examine the immense pressure, internalised racism and the colonial mindset that her parents were raised in. Her parents are aggressors as well as victims. Condé fails to recognise the latter.
Yet in the same breath, Condé loves to paint herself as the victim. Misunderstood at home, misunderstood in school, she cannot find her "true place" anywhere. Bla bla bla. Cry me a river. We've heard this tale many times before. And it's never nothing but boring. Condé doesn't move out of her "child state", there is no reflection of the socio-economic situation of her family, the class struggle as a whole, the power struggle in Guadeloupe at the time, the place of women in society, Guadeloupe's relations to France... the reader has to search for answers to these questions elsewhere, they're not in Condé's book.
No exploration why her parents preferred France to the US, why Condé ended up studying in France, being given most of her higher education there. No, it's all about her loathing their annual family vacations in Paris; not recognising her own privilege in even being able to go on these vacations in the first place. It's just such a weird book. In some passages, she even mocks her parents and makes fun of them for their love of France. She even calls her childhood friend – with whom she claims she's still besties now – ugly in one earlier chapter. Why, why, why?
But it's not all bad. There are moments of brilliance in this book. In my favorite chapter, "À nous la liberté?", Condé reflects about the end of her childhood at age 16, about how much her mother means to her after all, how she finds freedom in the simple movements of riding back. It's a beautiful chapter that speaks ot the universal human condition, grief, and the importance of solitude.
All in all, definitely not a favorite. Not much of interest (at least for me) and unfortunately, a memoir I will quickly forget. Don't be discouraged from picking up Condé though, find out for yourself if she is the writer (or person) for you! If you wanna take my advice, I'd also recommend starting with Moi, Tituba sorcière noire de Salem. That novel is a revelation!
I've read and enjoyed and admired two of Maryse Condé's books: Segu and Crossing the Mangrove. They're very different from each other, and have stuck with me because the writing in both is so vivid. I've always meant to read more of her books and just keep not getting around to it. So when I saw Michael’s review of this collection of her childhood memoirs, I was very curious.
This volume is deceptively slender. Each chapter is a self-contained vignette about an event/experience, set in roughly chronological order (although often Maryse doesn't mention what age she was at the time). And each is packed with discoveries and realizations about herself and the world. Some are happy discoveries; some, especially the realization over and over of how her race affects how other people see her, both in Guadeloupe and France, are less pleasant. Some are downright tragic. All are told with few but powerful, deeply expressive words.
Reading this has fired my determination to get to more of her novels in the not-too-distant future. Her writing seems to seep into my bones and become part of me, and these recollections are continuing that tradition.
Me gusta la forma de armar autobiografía en estampas temáticas (Reinaldo Arenas también lo hace): "La escuela", "La familia" (por decir algo), y se van conectando. También me gustan las frases cortas, sentenciosas, que casi no pueden ponerse en duda, o más bien, que no se ponen en duda, son verdades.
También me gusta que diga que cuando le regalaron una bicicleta le nacieron alas. Y que diga de Fanon, de su White Skin Black Mask, que es un "libro que escribió para mí".
Ahora más que nunca creo que este tipo de libros han de ser leídos. Maryse Condé es una escritora negra de origen guadalupeño. Este libro, probablemente el más conocido de la autora es en verdad una autobiografía en la que no solo te transporta a las Antillas y a su cultura, si no que también te habla de temas que ocurrieron en su vida y que tristemente siguen estando a la orden del día. No podemos olvidar que al igual que Condé muchas personas siguen siendo educadas de acuerdo a su color de piel.
Para la familia Condé cuanto más negro seas más tienes que esforzarte en parecer que no lo eres. La familia jamás hablaba criollo, solo se permitían hablar en francés, de lo contrario estarían demostrando que eran menos franceses que sus compatriotas, una de sus hijas se casó con un médico africano y de alguna manera ésta y su hija fueron repudiadas por sus padres porque no veían con buenos ojos que un miembro de su familia se casara con un africano, alguien para ellos, inferior. Situaciones que nos pueden parecer ridículas y que sin embargo siguen ocurriendo, tristemente, hoy en día.
La familia siempre tenía que demostrar su valía siendo los mejores en todo. La autora recalca la importancia que se le daba a los estudios, las criadas, las joyas, el coche... todo eso que hacía diferente a los Condé del resto de guadalupeños. Sin embargo, siempre que iban a Francia de vacaciones eran tratados como inferiores. A nadie le importaba las joyas que llevaba la madre o lo bien vestidos que iban todos, la gente se seguía sorprendiendo por su buen nivel de francés. En la familia nadie hablaba de esto, del racismo que estaban viviendo. El único que parecía darse más cuenta era su hermano, Sandrino, a quien la autora siempre acudía en busca de respuestas. Esto me lleva a uno de los grandes problemas que seguimos teniendo hoy en día y que preferimos ignorar: el hecho de que no se hable de racismo no quiere decir que no exista.
Estas situaciones solo empeoran cuando Maryse entra en la Universidad y su profesora se dedica a insultar a las chicas negras y a tratar de enfrentarlas con la máxima de: divide y vencerás, aunque afortunadamente el tiro le sale por la culata a la "profesora" en cuestión.
Aunque el libro es importante y recomiendo leerlo por el tema que toca, la verdad es que no me ha entusiasmado. He aprendido mucho sobre la cultura antillana y sobre todo, me he podido educar más en el racismo que viven las personas no blancas. Sin embargo, el libro se me ha hecho muy lento y algo pasable. Supongo que recomiendo otras lecturas antes que este, aunque ya os digo que todos deberíamos leer y escuchar las diferentes experiencias de las personas que están siendo aun discriminadas por nuestro sistema.
Apesar de já ter feito um curso sobre a Maryse Condé esse é o primeiro livro que leio dela e o terceiro publicado no Brasil. A epígrafe do livro nos traz Proust dizendo que nem sempre o passado contado é o mesmo que aconteceu e ficamos com isso pairando pelo livro sobre a infância e adolescência de Condé. Pouco importa se essas memórias foram ou não condizentes com a realidade, o mesmo acontece em psicanálise, pouco importa se o paciente mente ou não, é a natureza do discurso do momento que reflete a vida do analisando, a mãe de Condé provavelmente teria um discurso bem diferente do dela sobre esse passado, mas aí já não estaria imbuída da fantasia que reflete a si mesma como escritora. Gosto do posfácio da Maria Carolina Casati que compara a escrita memorialista de Condé à escrevivência de Conceição Evaristo, faz sentido compará-las no quesito de escrita em primeira pessoa que dá voz à mulher negra e suas vivências, tornando dona de si.
¡Uno de los mejores libros que he leído en este año! Una serie de relatos que recuerdan la infancia de una pequeña Maryse Conde que va descubriendo los entrecruces del racismo y del clasismo. Es un libro que plantea reflexiones profundas en torno a la identidad, ¿nuestra familia se avergüenza de nuestro pasado y la cultura de la que venimos? Sin tapujos, desentraña las formas de educación que recibió, la hipocresía de la sociedad de la época y los episodios más íntimos de sus recuerdos.
La vida no me da para escribir..., así que brevemente dejaré cuatro pinceladas.
Ha sido este un libro corto y muy fácil de leer. Las historias que narra la autora sobre su infancia no son en sí nada del otro mundo, pero lo he leído con mucho agrado porque me ha ofrecido una perspectiva del racismo y del clasismo diferente a la que estamos habituados. La autora nos relata historias desde la perspectiva de una niña de raza negra pero de la alta sociedad de la colonia francesa Guadalupe, donde los miembros de su familia reproducen los mismos esquemas de los blancos.
El tema del racismo me interesa mucho y es mucho más complejo de lo que podemos pensar y va más allá del racismo más extendido, blancos frente a negros.
Un año viviendo en Sudáfrica me dio para ver el racismo de blancos a negros, negros a negros, negros a mulatos, negros a indios sudafricanos... Vamos, el racismo no deja de ser el miedo y el rechazo a lo que es diferente.
Si este tipo de temas te interesan creo, lector de esta reseña, que este libro te puede aportar algo y además se lee en un plis plas.
TALES FROM THE HEART: True Stories from My Childhood by Maryse Condé, tr. From the French by Richard Philcox, 1998 (fr) / 2001 (en)
#ReadCaribbean #ReadtheWorld21 📍 Guadeloupe
Arranged in 17 vignettes, Condé paints her childhood - imaginings of her family before her birth & during her mother's pregnancy, through her move to France as a teen. This memoir in pieces is short in page count, but plumbs the depths in content.
She begins the book with portraits of her parents, wealthy Guadeloupeans who regularly holiday in the métropole of Paris. Young Maryse was the "surprise" (her words) when her mother was 43, and her father, in his 60s. Her siblings were much older, and while she had relationships with them, they're not the same closeness of siblings because she didn't "grow up" with them. She describes her brother Sandrino more in terms of a trusted friend and mentor, where she can go to ask questions and get honest answers.
Friendships, revelations, education, discovering her own identity fill these pages. Some vignettes are poignant with a sting of sadness, and some are amusing. Having read some of Condé's novels, I enjoyed this memoir to give context of her own life, and in turn, parallels in her work.
On being born during Carnival: "I like to think that my first scream of terror went unnoticed in the midst of the town's rejoicing. I like to think it was a sign, a sign that I would know how to cover up deep grief under a laughing countenance."
On a book that changed her life, her identity, and her worldview: "La Rue Cases-Nègres (Black Shack Alley) by Joseph Zobel. Set in Martinique... Reading Zobel, more than any theoretical discourse, opened my eyes. I understood then that the milieu I belonged to had absolutely nothing to offer and I began to loathe it. I had been bleached and whitewashed... I was a "black skin, white mask" and Frantz Fanon was going to write his book with me in mind."
On her parents: "'Papa and Maman are a pair of alienated individuals.' ...An alienated person is someone who is trying to be what he can't be because he does not like what he is."
A slim book of reckoning & memories from an exemplary writer.
La prosa de Maryse me ha echo olvidar el invierno que me rodeaba. Me han llevado a un mundo lleno de color e imágenes, concretamente a Guadalupe, un archipiélago caribeño de Francia.
“Me gusta pensar que mi primer aullido de terror pasó desapercibido en mitad del jolgorio de la ciudad. Quiero creer que fue un signo, el presagio de que sabría reír las penas más grandes.”
La menor de ocho hermanos e hija de unos padres ya entrados en años Maryse relata momentos de su vida, pequeños momentos que serán el germen de su obra, la génesis de sus creaciones. La desigualdad, la raza, el feminismo, están sutilmente presentes en los capítulos, cada uno poniendo el foco en un determinado aspecto de su niñez o adolescencia.
“Maryse se las arreglará para venir a este mundo llorando sin llorar del todo. Riendo la pena. Su vida y su extensa obra narrativa discurrirán bajo el signo de lo insólito. Eternamente a caballo entre la lágrima y la sonrisa. Lo bello y lo terrible, como escribiera Rainer Maria Rilke.”
Ha sido una lectura diferente, ligera, que me deja con ganas de conocer más de esta escritora. Mi primera vez con la autora y con la literatura antillana.
الرياح بمجملها مُزعجة، أو لأقل إنها تزعجني أنا. ولكن هناك شيءٌ رهيفُ الوجود واخترنا له اسم "النسمة" لنصف أجمل اللحظات ولا سيما العابرة منها، نُلبسهُ جماليات رياحنا ونختار لهُ أسماها. فالنسمة فيها ما ينعش الروح في صاحبها، وما يبلُّ رغبة رئوية مادية، ونفسية بدفعة من رياح تُعين الحزين في لحظة حياة. وهذه الحكايات هكذا؛ تُشبه النسمة في رقتها، وأهميتها الناعمة، وإن تخللتها رياحٌ عاتية. إنها كما الحياة، وكما أي قلب هو للضحك كما للبكاء، قلبٌ واقعيٌّ يعيش حياته الجميلة التي لا يسمح لها أن تنتهي والعصية على الفهم والهضم!
كتابٌ فيه الكثير من الحميمية والبوح الشخصي الدافئ والكريم، ونحن دائمًا بحاجة إلى بوح أصيل في سؤاله الوجودي ليلامس فينا الإنسان وأسئلته ولحظاته الجميلة.
وأنا كنت في لحظة بأمس الحاجة إلى ما يشبه هذا الكتاب. فشكرًا لهدايا القدر.
Encore une fois, Maryse Condé ne m’a pas déçue ! Et je me suis demandée comment je pouvais être autant fascinée par son autobiographie que par ses fictions.
➕ - J’ai retrouvé le style et les thèmes que Maryse Condé affectionne tant : la quête d’identité, les questionnements, la solitude et elle a même réussi à parler de sexe.
- Elle arrive à poser un regard critique sur ses parents qui souhaitaient toujours prouver quelque chose, toujours bien se faire voir. Mais ce n’est pas pour autant qu’on sent de la haine et de l'énervement dans ses propos.
- La grande question du jour : que veut dire être aliéné ? Que veut dire être libre ?
➖ - C’est trop court ! - J’aurais aimé la voir plus interagir avec ses frères et sœurs. - La fin ! Mon Dieu, comment on peut terminer sur ce point et espérer qu’on ne souhaite pas une suite.
Un día, no me ha durado más esta lectura. Me ha impactado en esta lectura el término alienación. Acostumbrada a utilizarlo en otras situaciones, no podría estar más acertado en esta. Una niña nacida a destiempo en una familia burguesa que mide hasta cada movimiento para no salirse de un papel que se han impuesto quizás porque a veces nos han enseñado que para sobrevivir hay que imitar...tal que al final la niña siente que no pertenece a ningún lado. La adolescencia, la pilla en una casa vacía de vida, con camas que pertenecieron a hermanos que no han sido tales para ella... La adultez temprana también a destiempo lejos de esos padres que quizás no creyó echar tanto de menos. Encontrar el camino a veces es difícil, si encima nunca has sabido a donde perteneces, más difícil..
Me ha gustado este libro tanto que no lo he dejado hasta terminarlo. Narrado en un tono lineal rozando lo trágico sin drama, lo cómico sin risas, una siente que navega en un mar de emociones retenidas en esa tragicomedia que es la vida. Condé tiene una vida interesante que me encantará seguir descubriendo en otros libros que caerán.
This entire review has been hidden because of spoilers.
3.5. En este libro, la autora nos habla de sus primeros años de vida y juventud. Nacida en Guadalupe, en el seno de una familia adinerada y afrancesada, creció dentro de unas rígidas costumbres que idealizaban la cultura francesa, y daban la espalda a las tradiciones e idioma de su propia gente. Y no fué hasta que se trasladó a estudiar a París, cuando entró en contacto con otros estudiantes procedentes de otras colonias, que empezó a ser consciente de la riqueza e importancia de su propia cultura. La prosa del libro es sencilla. Está dividido en capítulos cortos, lo que hace que la lectura sea ágil. A destacar la relación de tira y afloja de la autora con su madre. Una mujer inteligente, que proviene de un linaje de mujeres con vidas muy difíciles, y que gracias a su inteligencia y tesón, ha logrado tener un nivel de vida que no está dispuesta a perder. Es ese miedo a la perdida de estatus, la diferencia de edad entre ellas ( la tuvo tarde y después de otros siete hijos) y ese duro pasado del que proviene, los que la convierten en una mujer estricta y que no sabe demostrar sus sentimientos por su hija pequeña. La verdad es que el libro termina cuando más emocionante se está volviendo la vida de la autora. Entiendo que su relato continuó con un segundo libro, que espero, esté pronto disponible
5 estrellas!!!! Amé pasar por cada página de este libro! Me encanta cuando la lectura despierta esa curiosidad de saber más de lugares, de culturas! Nos permite viajar a puntos del mapa que desconocemos, en este caso las Antillas, descubrir su historia y mil cosas que te muestran lo grande que es el mundo y lo poco que sabemos! Me pasó todo el tiempo mientras avanzaba!!! Y aún más, la autora lo hace de una forma maravillosa, totalmente honesta. Este libro autobiográfico muestran el proceso de crecimiento de la autora, el camino desde el desconocimiento de los porqués que la rodean hasta la salida del cascarón en el que se encontraba. Su crecimiento, la búsqueda de su identidad y su historia. Me quedo con ganas de conocer más de su futuro, pero intuyo que volveré a su obra a descubrirla...
17 maravillosos relatos: entre la mezcla perfecta entre memoria y algo de ficción que se cuela en una joven narradora (Maryse Condé) que comienza a dar cuenta de sus diferencias en una Guadalupe francesa. Ser negra, en una familia negra, pero con un alto estandár de vida no le permite entender el porqué de los diferentes tratos en torno a su persona, a su familia y a una madre que ha logrado ganarle a la adversidad de ser negra y pobre. Cada uno de sus relatos no sacará alguna sonrisa y una reflexión en torno al ser diferente, al comprendernos por fuera de una norma y de una actitud propia de una Europa que comenzaba a dejar atrás la Segunda Guerra Mundial. Ganadora del Premio Nobel Alternativo de 2018, su escritura se va colando en cada una de tus lecturas y te dejan con la sensación de querer conocer y saber todo en torno a su prosa y lo que nos quiere contar. Una excelente forma de velar por buenas lecturas que nos insuflen ánimo en esta parte final del año, en donde estamos cayendo agatodas y agotados.
Una autobiografía muy interesante, en la que se puede aprender de cómo era la vida para una chica en Guadalupe a principios del siglo XX.
Es muy ágil de leer y entretenido, ya que la autora tiene mil anécdotas divertidas a la vez que chocantes que contar, que van desde dus propias experiencias con su familia, amigos, hasta su viaje a la adultez.