El niño Antonio ha oído desde su habitación el ruido de las fichas de dominó que su abuelo agita abajo, y sale en carrera a presenciar el juego, solo que esta vez él jugará un juego mucho más serio: «El dominó es como la vida», ha sentenciado el abuelo, y le obsequia su doble nueve como talismán. Por las páginas del libro discurre la vida de Antonio en La Habana hasta los treinta años aproximadamente. Unas veces el juego se tranca. Otras, gana y otras tantas, pierde. Cada lance tendrá el nombre de una mujer. Siete en total: siete rostros de La Habana humana y profunda. Botagorda se puede leer como una novela de autoficción en ocho capítulos o como una colección de ocho relatos. Con esto ya queda claro que no es un texto tradicional. Su estilo, ligero y costumbrista, está cargado de un humor serio que después de la risa llama a pensar. Sus cuadros de costumbres constituyen, sin lugar a dudas, el testimonio literario de una Cuba finisecular.
Mi nombre es Oliet Rodriguez Moreno, nací en la Habana, Cuba en Septiembre del año 1971. Escribo desde niño como hobby, principalmente cuentos cortos y poesía. Mi preparación como escritor es completamente autodidacta, mucha lectura y esporádicas participaciones en talleres de escritura. En 1989 estudio Ingeniería Mecánica en la Universidad Técnica de la Habana, justo al comienzo de la peor de las crisis en la Historia moderna de Cuba: “El Período Especial”. Despues de graduado como mejor estudiante de mi curso trabajo como ingeniero un tiempo, mas tarde agobiado por el sistema decido convertirme en taxista privado, siendo un testigo directo de la degradación económica y moral de Cuba a todos los niveles. Una época que sin duda me marcó como persona y como escritor. En Enero del 2001 salgo de Cuba en dirección a Alemania, donde hoy vivo todavía con mi Familia. Tras tres años de trabajo en México, que finalizaron en el 2018. Me decidí a recopilar algunos de mis mejores escritos y nació mi Libro “Botagorda”.
Botagorda. Siete caras del destino en La Habana de los 90. Del escritor cubano –radicado desde 2001 en Alemania– Oliet Rodríguez Moreno. Como dice en la propia contra portada este libro se puede leer como un texto de autoficción en ocho capítulos o como una colección de ocho relatos. Resulta increíble cada anécdota que relata, tiene un ritmo narrativo ágil y entretenido. Logra captar la difícil realidad de los años en que se ambienta. Leerla ha sido para mí como revivir esas historias que me resultan tan cotidianas como sorprendentes. En muchas ocasiones leyendo me descubrí riendo de lo terrible, costumbre que tenemos los cubanos de divertirnos con nuestras propias desgracias. Lo único que quizá me encendía las alarmas eran los discursos (diálogos, pensamiento e ideas) sexistas, machistas… que tenía el protagonista u otro personaje, todo esto propio del imaginario y cultura no solo del cubano sino de esta parte del mundo latino. Imagino que el autor al querer retratar un momento, una época, este detalle le fue imprescindible, por lo demás, es una lectura muy recomendable tan enriquecedora como entretenida, llena de momentos conmovedores, hilarantes y hasta eróticos. Gracias al autor por permitir leer su libro