En este necesario y perspicaz ensayo, Carlos Peña se hace cargo críticamente del menos precio del que, de un tiempo a esta parte, es objeto la filosofía. En base a acusaciones de despilfarro e inutilidad, ha sido progresivamente desplazada de los planes educativos en pro de una enseñanza enfocada en lo técnico y lo útil. Es por eso que el autor se pregunta si efectivamente la enseñanza de la filosofía carece hoy de justificación y sentido.
No hay mejor forma de ilustrar la importancia de la filosofía, afirma Peña, que introducir al lector en el tio de reflexión que esta lleva adelante. Sirviéndose de ilustrativas anécdotas y de algunas de l as más importantes ideas del siglo XX (formuladas por Heidegger, Wittgenstein u Ortega), se explica en este ensayo de qué modo la filosofía se asoma a la estructura de la vida humana para descubir, finalmente, que ella es una realidad que se interpreta a sí misma.
En otras palabras, si con la filosofía no se puede hacer nada, quizá ella sí pueda hacer algo con nosotros.
Si bien da una respuesta muy interesante, es un libro de difícil lectura y digestión. Con un tema como este, creo que podría intentar tratarse más en sencillo para que las personas que es tan alejadas de la filosofía puedan entender su importancia.
La filosofía está amenazada. Por quién? La amenaza provendría de la concepción del mundo propia de la modernidad. Esta concepción del mundo racionalizante, para la cual los objetos del mundo están para servirse de ellos y que por lo tanto mide todo con el rasero de la utilidad. En pocas palabras, lo valioso es aquello que resulta útil. En ese contexto la modernidad desafiaría a la filosofía a demostrar su utilidad. Para responder a este desafío Carlos Peña recurre a Heidegger y Wittgenstein, dos filósofos cuya virtud no es precisamente la claridad. Con ese telón de fondo, por más que el autor se esfuerce en explicar, lo que sin duda es uno de sus talentos, es difícil para quien no tiene conocimientos al menos básicos de filosofía y no maneja algunos rudimentos de Heidegger, entender el libro. Dicho lo anterior, y yendo al fondo, el autor, siguiendo a Heidegger, plantea que la filosofía tendría una especie de carácter de ciencia originaria, ella nos permitiría comprender la contingencia del mundo, que éste es uno entre otros posibles. La filosofía nos recuerda la concepción del mundo que hemos olvidado porque estamos inmersos en ella, lo que serviría por sí solo para justificar su praxis e inclusión en la enseñanza universitaria. Se trata entonces de una justificación filosófica de la filosofía.
Me parece que es desde ya sospechoso que los filósofos dediquen y hayan dedicado tanta tinta a justificar la existencia de la filosofía. En mi opinión, la amenaza más seria a la filosofía, más que los presupuestos universitarios o los oscuros designios de un mundo utilitarista, es la ciencia. Ella ha hecho enormes avances en la comprensión sobre nuestra forma de entender el mundo y actuar en él. La filosofía no puede eludir esa amenaza. No hacerlo es darle la razón a Borges cuando clasificaba a la filosofía como una de las ramas de la literatura fantástica.
Es una exposición interesante de la importancia de la filosofía desde la filosofía misma. El autor básicamente expone el problema de la "utilidad de la filosofía" que tiene mucho que ver con el tema de la modernidad.
Aprecio de Peña que explica los conceptos como lo esperaría de un buen profesor de filosofía. Y desde Chile al menos hace falta una discusión con un mayor grado de perspectiva, tocar temas que sean más trascendentales, tocarlos en serio y con profundidad sin quedarse en lo contingente, aunque sea la contingencia lo que te lleve a un tema u otro. El ensayo de Carlos Peña no es un libro que sólo sea relevante para Chile o para un momento determinado. Es un ensayo filosófico al fin y al cabo, no un alegato político e incluso su lectura invita a investigar más, así como a hacernos preguntas y reflexionar sobre la propia filosofía y sobre nuestra posición en el mundo.
Sin embargo, el libro tiene el inconveniente de que el título y el marketing dan a entender que este libro podría ser de alcance masivo, es más bien un libro que trata de justificar a la filosofía dentro del campo académico pero no es un texto fácilmente digerible por gente que no lea filosofía. Lo recomendaría para cualquiera que esté interesado en la filosofía y la lea o para gente del sector de la educación, pero sí es verdad que si no tienes una exposición a la filosofía del siglo XX, el existencialismo, las ideas de Heidegger sobre todo, puede ser complicado de leer.
Me resulta extraño que otros comentaristas sientan que este libro es dificil. A mi gusto ha sido escrito con pedagogía, y ofrece una aproximación amena a Heidegger, a Wittgenstein y a Weber, volviendo sobre puntos oscuros del argumento de manera continua y aclaradora. E incluso si su simpleza fuera una dificultad, supongo que funciona como libro de filosofía si deja rumiando algo. Quizás ahí sería bueno que los demás se explayaran en qué fue lo difícil del libro antes que descartarlo como complicado.
Más que una defensa de la filosofía, el libro es una crítica al predominio del utilitarismo y “la técnica” en la cultura moderna, como verdades absolutas, una realidad en que la propia filosofía surgiría como la herramienta para desenmascarar a estas imposturas.
Como es de esperarse de su autor, el libro es lúcido y está bien escrito, el pensar es ordenado, y la exposición clara.
Sin embargo, el texto tiene a mi juicio dos grandes inconvenientes:
(1) Si el lector no sabe nada de filosofía, puede resultar árido, inaccesible, por la densidad de citas y el nivel de abstracción con que se presentan las ideas de algunos filósofos de hace un siglo (principalmente Heidegger y Wittgenstein). En cambio, si el lector ha tenido aunque sea una afición pasajera a la filosofía alguna vez, como es mi caso, el libro resulta liviano, algo reiterativo y carente de novedad en su paseo filosófico, con pocas ideas propias y una regurgitación elegante de las de estos autores. No se entiende bien a qué público se dirige, entonces, este repaso literario, que por lo demás se lee bien, al ser entretenido, bien articulado y bien escrito, pero no aporta mucho más.
(2) En la cuestión de fondo, se traiciona a sí mismo en su premisa, ya que, a pesar de sostener que la filosofía es en esencia inútil y que en ello radicaría su valor, la justificación que finalmente el rector termina otorgando para su inclusión en el quehacer universitario, ¡es manifiestamente utilitarista! Serviría -digo bien serviría, siguiendo al autor- de contrapeso, evitando que impere lo útil, que domine la técnica sin la duda acerca de sus bases. O sea, es útil... Tal vez sea una ironía intencional, como en la que se ve envuelto el propio manuscrito de “Ser y Tiempo”, en la anécdota que abre el libro, pero parece más bien una incoherencia bastante profunda. Quizás sería mejor reconocer que es útil y ya, pero eso podría debilitar la crítica al utilitarismo y “la técnica”, un precio que el autor parece no estar dispuesto a pagar.
Sin embargo, a pesar de lo anterior, es un libro que vale la pena ser leído, especialmente considerando que no es muy largo (170 páginas y no las 320 que se señalan en la ficha de Goodreads), aunque sea más material para convencidos que para detractores.
Carlos Peña personifica al intelectual chileno por lejos: rector, columnista habitual de diarios y revistas, invitado a cuánto programa existe para hablar de cuánto tema hay y aun así tiene tiempo para escribir al menos un libro al año. Pero como buena lógica chilena, muestra su erudición pero sin decir absolutamente nada nuevo o con algo de acervo en la realidad. Desde Heidegger, Wittgenstein, Kant, Weber y otros filósofos más, realiza la defensa de esta disciplina y ciencia como la que ayudara a guiar todo el debate en torno a la técnica y avance de la modernidad. Algo que sabemos que es necesario estar pensando, pensándonos e intentar de ir definiendo rumbo hacia dónde se va. Me ocurrió lo mismo con su libro anterior (Lo que el dinero si puede comprar), muestra muchas cosas interesantes, escribe muy bien y entretiene, pero no deja nada de sustancia a la hora de decir algo sobre el contenido. Al terminar este libro y citar una frase de Ortega y Gaset, podría haberse ahorrado todas estas páginas. No lo recomendaría, pero si léanlo en sus columnas dominicales.
Si pretende un primer acercamiento a la filosofía, tal vez esté no es su libro. Carlos Peña da explicación a una de las preguntas qué tal vez Heidegger no se hizo. Porque está en baja el interés por la filosofía hoy ?. Este libro escrito por el catedrático, rector de Universidad, abogado y Doctor en Filosofía, si bien no está escrito en lenguaje sencillo y requiere de una lectura pausada y concentrada, no por su densidad filosófica , sino por su prosa, lo que sí provoca aparte de la respuesta que plantea, es un interés a indagar más en los mounstruos de la filosofía que han cuestionado nuestra existencia. Muy bueno y ameno una vez que le agarras la mano!!
Si bien el libro se pone muy técnico y profundo, la prosa de Peña compensa el no haber leído algunos de los autores mencionados en el texto. Es más, el mismo Peña se muestra como explicativo y preciso presentador que te lleva a cuestionar los planteamientos de otros autores - sin importar si uno cómo lector los ha enfrentado - en pos del argumento que está analizando.
Quizá leí el libro con una expectativa distinta. El libro no es malo en ningún sentido. Sólo extremadamente difícil de leer y digerir, y evidentemente dirigido a una población extremadamente erudita y no general. Me habría gustado que fuera más amable y más didáctico.
Amé la parte de la filosofía y la universidad. No sabía de la crítica de Kant. Le pongo 5 estrellas porque calificar libros me parece muy de la época moderna y de la técnica. ;)
Libro desordenado, lleno de palabras escritas en paradojas y en trabalenguas que parecen mas ocultar que esclarecer, un libro inspirado en Heidegger y como el mismo infumable
Este libro es una exploración de la relevancia de la filosofía en el mundo actual. A través de un análisis profundo y reflexivo y recurriendo a distintos pensadores Peña defiende el valor de la filosofía como una disciplina esencial para el desarrollo humano y la comprensión del mundo que nos rodea.
No es un libro fácil y es necesario seguir detenidamente al autor en su desarrollo para entender su enfoque. A través del libro nos hace acompañarnos de distintos filósofos con sus tesis y visiones del mundo, la sociedad y el ser humano. Termina el libro con una discusión acerca de la importancia de formular y responder preguntas y con una mirada al rol de la filosofía en las universidades.
Recomendable aunque requiere disciplina y atención para aprovecharlo.
Me ha servido bastante. Sobre todo considero que es una muy buena introducción a Heidegger. Y si lo comparamos con el texto del profesor José Maza Sancho: "Somos polvo de estrellas", ambos llegan al mismo atolladero.