Becca Price se ha rendido. A sus 17 años, solo es capaz de sentir alivio deslizando una cuchilla de afeitar sobre su piel. Tras un intento de suicidio, su madre decide internarla en el Centro de Salud Mental Delva, un psiquiátrico de Londres, en contra de su voluntad. Por suerte, no estará sola. Anna, su compañera de cuarto, es descarada y decidida, aunque los límites que le impone su mente son más férreos que las paredes del psiquiátrico. Elizabeth prefiere ocultar su cuerpo tras anchas sudaderas para que nadie pueda decirle lo que su reflejo le repite día tras día. Gus vive obsesionado con la idea de poder ser contagiado por todo tipo de gérmenes. Y Alec esconde un océano embravecido tras sus ojos azules que no duda en calmarse cuando Becca se cruza en su camino.
Aquel lugar, una prisión para ella al principio, pronto se transformará en lo más parecido a un hogar que ha tenido nunca. Martha, psicóloga del centro, buscará encontrar la causa de esa tristeza que lleva años consumiéndola, aunque Becca no se lo pondrá fácil. Sus demonios, siempre presentes, solo le ofrecen un descanso cuando la música los aleja.
Becca y sus amigos descubrirán la importancia de perdonar y perdonarse, además de aprender una valiosa lección: que siempre podrán volver a caer, pero nunca romperse.
Carolina Casado (Madrid, 1996) es escritora y amante de las buenas historias, especialmente las de amor del bueno, sin toxicidades. Trabaja como psicóloga y compagina esta vocación con su verdadera pasión: la escritura. Prefiere tocar la guitarra, los videojuegos y leer sin descanso a un día de playa.
Ha publicado tres novelas contemporáneas con Ediciones Versátil: Un acorde menor (2019), Ayer, nosotros, hoy (2020) y Aquel y otros veranos (2022), historias en las que la salud mental, los vínculos sanos y aprender a aceptarse a uno mismo están muy presentes. Su novela más reciente, Alquimia y fuego (2023, Ediciones Versátil), es una reedición de su primer libro de fantasía, ambientado en un mundo lleno de magia, traiciones, engaños... y amor.
Hay historias que nacen del pasado. De una época interminable en la que el reloj se resistía a mover sus manecillas para que siempre pareciera la hora de dormir. De un tiempo en el que la soledad parecía tu única compañía, la mejor manera de seguir siendo alguien. De una etapa en la que la tristeza marcaba el compás y el dolor orquestaba el miedo a su antojo.
Hay historias que nacen del diario que hicimos una vez en nuestra piel. De las cicatrices, que nos recordaron que podíamos seguir sintiendo. Que existíamos, a pesar de que no quisiéramos hacerlo. Que existíamos, porque éramos más fuertes que todo ese daño que solo desaparecía envuelto en una espiral roja. Que existíamos, incluso aunque el invierno más frío besara nuestros brazos, nuestros muslos. Toda nuestra piel.
Existíamos. Existimos.
En 2017, me encontré frente a la temida página en blanco. Era el momento de escribir una nueva historia, de crear vida a través de la palabra. Sin embargo, mi cabeza estaba vacía, aunque mi corazón latía con fuerza. Porque había llegado la hora de plasmar sobre el papel algo que fuera más que una simple historia. Algo que sirviera de guía, la historia que podría haberme ayudado cuando nada más parecía poder hacerlo.
Así, nació Becca. Así, volví a mi pasado.
Cuando tenía 15 años, me diagnosticaron distimia. Aquella época estuvo marcada por una tristeza tan profunda que parecía no tener fin. Por el daño que me hacía al no entenderme, al no quererme. Por lo sola que me sentía, aunque estuviera rodeada de gente. Por la inexistencia de un futuro que todo el mundo se empecinaba en venderme, pero que no parecía contener el arcoíris en él. Solo era negro. Negro y oscuro.
Pero de aquella época también me quedo con otras cosas. Cosas que hicieron que los colores volvieran a cobrar forma, que me alejaron de todo ese dolor. Mi familia, y los hilos que entretejían a mi alrededor con su esperanza. Mis amigos, que nunca se cansaron de luchar por mí. La escritura y la música, llenando mi cabeza de cosas bonitas, cosas que sí merecía. Mis psicólogos, que sujetaron la puerta que conducía al futuro y no cesaron de animarme a que la traspasara, que siguieron ahí tras mi primer paso. Yo, que quise rendirme cien veces, pero me levanté ciento una.
Y tras unos años que parecían haberse adueñado de toda mi vida, me recuperé. Dejé de odiarme. Dejé de buscar excusas para no salir de la cama. Dejé de guardar silencio cuando quería escuchar mi voz. Dejé que me quisieran, me permití querer. Me curé.
Y sobre eso trata Un acorde menor. La historia de Becca (y un poquito, la mía) está escrita para sanar. Para mostrar que es posible recuperarse de una enfermedad mental. Para enseñar que la esperanza nunca nos abandona y que tenemos que aprender a confiar para vivir. Para querernos.
Cuando el presente se convierte en un pasado continuo, pedir ayuda es la única opción que puede salvar(nos). Espero de corazón que esta historia os ayude, de una manera u otra. Con eso, me basta.
Becca es una joven de diecisiete años que ha intentado suicidarse, al ser menor de edad, sus padres son los tutores legales y deciden ingresarla en un centro de salud mental para ayudarla, algo que ella no ve necesario porque no cree que tenga un problema, bueno sí, que su enésimo intento de suicidio ha fracasado. Esto es básicamente el argumento del libro, una niña a la que le detectan distimia o trastorno depresivo persistente, enfermedad mental que se caracteriza por un estado de ánimo depresivo, triste y apático durante la mayor parte del día y una incapacidad para realizar actividades y sentir placer por ello (esto que os cuento lo dice la autora en la novela). A través de la vida de Becca en el psiquiátrico vemos los distintos problemas mentales de los jóvenes que nos rodean y que pueden padecer el hijo del vecino del 5º que siempre que nos ve agacha la cabeza y pensamos que es muy mal educado por no dar los buenos días. Vemos como se vive en un centro interno de adolescentes, con problemas como la agorafobia, trastornos alimenticios, bipolaridad, agresividad y un largo etcétera. ¿A quién recomiendo esta novela? Al publico adolescente por si se ve reflejado en alguno de estos personajes que acuda a un amigo, a un médico o a sus padres para salir de esta situación, porque aunque no lo reconozca tiene un problema. A los padres de hijos adolescentes, si ven algún síntoma de estos que se cuentan en la novela, ayuden inmediatamente a sus hijos y puedan mitigar el dolor que sienten, porque aunque no nos lo cuenten, están sufriendo mucho. A cualquier persona que tenga un/a amigo/a porque nunca sabes quien lo puede necesitar. Muy recomendable
Ha sido un libro fantástico, una historia de superación increíble y maravillosa que nos enseña lo importante que es querernos a nosotros mismos, además no sólo tendremos la historia de Becca también los diferentes trastornos que sufren sus amigos. Ha sido un libro duro de leer porque yo sufrí varios de esos trastornos y de verdad que este libro me ha dejado huella. Tendremos una historia de amistad y amor que nos deja mensajes muy importantes, por lo tanto lo recomiendo completamente porque muchos de nosotros nos sentiremos muy identificados con sus historias.
Cuando vi este libro entre las novedades enseguida me llamó la atención porque abordaba el tema de las enfermedades mentales. Cada día se les da un poco más de visibilidad pero aun así hay mucho que no sabemos de ellas, se les quita importancia o se crean muchos estereotipos. La última vez que leí un libro que abordaba el tema aprendí mucho así que esta era una buena oportunidad, porque además partía de una premisa que me resultaba muy interesante. Becca tiene depresión, se realiza cortes y ha intentado suicidarse varias veces. Tiene muchos problemas con su madre pero no sabremos exactamente cuales son hasta que la novela está bien avanzada. Es la protagonista y narradora y eso nos permite conocer un poco mejor de donde viene esa necesidad de cortarse. Yo padezco ansiedad, así que sé un poco como puede afectar una enfermedad mental al día a día, pero nunca entendí qué es lo que lleva finalmente a una persona a autolesionarse y obviamente la respuesta no es nada racional. La depresión de Becca en el centro psiquiátrico se aborda únicamente con terapia, no sé mucho del tema, pero creo que la medicación a veces es muy importante porque la falta de dopamina en el cerebro puede hacer que mejorar nuestro ánimo si tenemos depresión sea muy difícil. Sin embargo, este es el enfoque que se le da y es realmente interesante ver cómo poco a poco va evolucionando su manera de pensar. No obstante, la clave, creo yo, para la mejora de Becca y de sus amigos reside en la amistad que los une. Salir de la rutina de sus vidas, donde sus enfermedades dieron comienzo, y empezar esa nueva vida y hacer amigos es una gran motivación. Y además de conocer mejor como se siente una persona con depresión y la autoestima baja, sabremos un poco más sobre otras enfermedades. Yo las conocía todas pero se juega un poco con ir adivinando qué le puede pasar a cada uno de los amigos de Becca, ya que desde el principio aceptan no hablar acerca de ello. Los grandes temas del libro son esos, las enfermedades mentales por un lado y luego la amistad por otro, y creo que este último ingrediente es el que hace que la novela sea tan interesante, porque los chicos se ayudan unos a otros a medida que se van conociendo más. También entra en juego el romance con una relación bonita y natural, muy dulce, si os gusta lo romántico la disfrutaréis. Lo que quizá menos me ha convencido de la historia es lo abiertos que se muestran a colaborar los personajes protagonistas, a veces no sé si ser adolescentes hace que sea más fácil conseguirlo que si son adultos, pero en las terapias grupales en las que se organizan diferentes actividades veo un poco difícil que aceptasen de tan buen grado, ese aspecto que me ha parecido un poco utópico, pero es la única pega que le pongo. La historia, en conjunto, presenta una trama completa y cerrada, con un buen recorrido y que cuenta con unos personajes bien construidos y un tema de fondo interesante. Valores como la amistad, la solidaridad, el amor, el quererse a uno mismo, etc son los grandes protagonistas de una novela que, a mi juicio, merece mucho la pena. Lo dicho, una historia bonita que habla de superación, amistad y amor, amor por los amigos, por los padres y por uno mismo. Un ritmo ágil y una narración amena que consigue que en ningún momento sea aburrido, con algunos picos de emoción, un poco de aventura, incluso. Se nos nos abre a la posibilidad de empatizar con los personajes y entender un poco lo que se siente al estar bajo el influjo de las enfermedades mentales que se tratan, ya que a veces para las personas que nunca las han sufrido o no tienen cerca a alguien que las padezca puede ser difícil comprender cómo se vive con ellas. La edición está muy cuidada, la portada me encanta, me parece muy correcta y hace referencia a la protagonista, es tapa blanda con solapas y al final incluye unas ilustraciones sobre los personajes, que también venían a color acompañando al libro. El papel es de buena calidad y me ha gustado mucho que se incluyeran teléfonos gratuitos que ofrecen ayuda psicológica. Si os llama la atención la sinopsis os animo a darle una oportunidad, creo que es un libro con muchas posibilidades de gustar en general y tiene la ventaja de ser un libro único.
“Todos tenemos en común que no sabemos vivir fuera de los límites de nos impone la mente. Vivimos bajo sus imposiciones, acostumbrándonos al dolor que eso nos produce, porque pensar que podemos perder el control nos aterroriza casi tanto o más que la oscuridad en la que estamos inmersos. “
Un acorde menor ha sido mi primer contacto con la autora y estoy muy contenta. Me ha parecido un libro duro, doloroso, pero también bello y esperanzador. Muy necesario. Creo que lo debería leer todo el mundo. Estoy deseando leer más libros de Carolina.
Qué novela más bien escrita. Qué gusto cuando cae en mis manos algo así. Esta es una historia de salud mental y de superación. No es mi punto fuerte como lectora, pero la narración ha sido tan bonita y los personajes tan increíbles, que la he disfrutado de principio a fin. Becca Price, te quedas conmigo para siempre.
Una historia donde a través de la ficción conoceremos las enfermedades mentales y sus repercusiones.
Un acorde menor de Carolina Casado es una historia sobre el mañana, una aventura que nos guía hacia la superación y sanación, una gran andadura para afrontar lo que nos tortura y atemoriza, cogiendo las riendas de lo que nos pasa y dar la voz de alarma, liberándonos de esta forma de la cárcel mental que nos aprisiona y nos impide ser felices.
Un libro más que interesante que comienza con una fuerte tragedia, el hundimiento personal de una adolescente hasta el límite del suicidio, y el progreso paso a paso, peldaño a peldaño para salir de esa terrible depresión.
Es un libro con el que aprender, porque todos tenemos días malos, todos tenemos esa vocecita que nos corta las alas para hacer las cosas que no nos atrevemos, que nos da vergüenza, que nos compara con los demás y nos infravalora.
Aunque parte de la premisa de un intento de suicidio, con una voz en primera persona de alguien con depresión... Es un libro muy positivo.
Sin duda lo recomiendo sobre todo para leer con la mente abierta a comprender a los demás y ser empáticos, aunque está enfocado en adolescentes, todos podemos aprender dónde buscar apoyo y que no importa cuántas veces se tropiece... Siempre nos podemos volver a levantar y empezar de nuevo.
He podido conocer a una autora que pasa directa a mi lista de fidelidad porque ha sabido conmoverme tanto con sonrisas como con lágrimas. (...)
Aunque en conjunto la novela esté muy equilibrada entre los buenos y los malos momentos, como advierte la propia autora antes de iniciar el primer capítulo, debemos tener claro que podremos afrontar una lectura así porque ya desde el principio comienza con escenas duras (que no morbosas). Con esta advertencia, me preparé para lo peor, para una novela al estilo de Por trece razones que me hundiría en un mar de lágrimas, moqueos e impotencia, pero no ha sido para nada (pero para nada) como me lo esperaba. Sí que es cierto que me he emocionado en muchísimas de sus escenas porque es evidente la carga sentimental que envuelve toda la trama y en más de una ocasión, sobre todo hacia el final, los giros argumentales me han dejado con el corazón en un puño, pero no se puede obviar que se trata de temas serios y que no es una novela light si lo que se busca es mero entretenimiento y diversión.
Las relaciones que se crean entre Becca y el resto de personajes son fundamentales para que la trama vaya avanzando tanto a lo largo como en profundidad. (...) En realidad las emociones que se van cruzando por las páginas nos llevan a ir conociendo paulatinamente a cada personaje, algunos de ellos con el pequeño misterio añadido de por qué están ingresados en un psiquiátrico y que no llegaremos a descubrir hasta bastante avanzada la novela. Es increíble como Carolina Casado ha conseguido dotarles de una personalidad tan diferente entre ellos y que a la vez me caigan bien todos por igual. Puede que parezca difícil conectar con un personaje que, por ejemplo, sufre anorexia si nunca hemos tenido de cerca ningún caso personal con este trastorno alimenticio, pero la autora se las ingenia para darle una naturalidad restándole dramatismo a la situación de forma que lo comprendamos como si se tratara de cualquier otra enfermedad física, que solemos comprender mejor. (...) Todo el entorno (amig@s, profesor@s, padres y madres, parejas…) de los personajes que aparecen pueden reflejar a personas reales que tienen que convivir día a día con un enfermo mental adolescente y aunque toda la novela se desarrolle en un centro de salud mental, son muchas las reflexiones externas que hace Becca para sí misma en las que va mostrándonos cómo era su vida antes de ingresar, y cómo la falta de empatía y de comprensión tanto de los demás como de ella misma ante lo que está ocurriendo puede agravar un problema ya de por sí complicado.
Carolina Casado escribe desde la experiencia, directa o indirecta, y eso es algo que se aprecia a lo largo de toda la novela, ya sea por vivencias propias o por documentación académica. Cada uno de los trastornos mentales que aparecen son parte de nuestra sociedad y en muchos casos desconocemos sus síntomas y sus tratamientos (ya no digo tratamientos clínicos, sino saber tratar a una persona que padezca uno de estos trastornos). Al ser una novela juvenil, incluso se puede hacer una lectura a modo educativo porque la mayoría de la gente no sabe ni cómo actuar ante un problema así ni cómo comportarse ante los sentimientos de un enfermo mental, por eso tampoco he entendido muy bien el sentido de ambientar esta historia en Londres cuando sería mucho más cercana si tuviera lugar en cualquier ciudad española. Aquí se puede ver todo eso expresado en las interacciones entre todos los personajes que forman el grupo de amigos de Becca, cada uno sufriendo su propio calvario personal por nimio que nos parezca al resto que no estamos dentro de sus mentes. Por ello, los temas clave que envuelven la trama son la importancia de la salud mental, del bienestar emocional y del apoyo anímico en el entorno familiar y social.
La narración es exquisita en cuanto a estructuras y metáforas, logra que conectemos con los pensamientos y los sentimientos. La forma de escribir que tiene Carolina Casado me ha enamorado desde las primeras páginas y reconozco que es algo que no me esperaba y no sé muy bien por qué porque no llevaba ninguna idea concreta sobre su estilo. (...)
En otras palabras, una lectura necesaria que nos abre las puertas de un mundo para la mayoría desconocido: el de la salud mental. Pese a que se desarrolla a través de los ojos de una adolescente, la envergadura del público puede ir mucho más allá del juvenil porque los problemas mentales no solo afectan a los jóvenes incluso si son ellos los enfermos. Me ha parecido una lectura súper completa, que abarca varios casos de problemas mentales que podemos tener a nuestro alrededor incluso sin ser conscientes de ello y me ha resultado en cierto modo una historia incluso educativa para llegar a comprender a las personas que tienen que enfrentarse a enfermedades invisibles. Así que no tengo ninguna duda de que tanto Un acorde menor como Carolina Casado pasan a ser recomendaciones fijas por mi parte.
Normalmente paso por aquí solamente para poner la nota a los libros que leo, pero esta vez no puedo hacerlo. Este libro se ha ganado mi corazón de mil maneras distintas. Siento que he aprendido muchísimo leyéndolo, y además creo que me ha cambiado un poquito como persona ya que no soy la misma que empezó a leerlo. Durante la lectura me he emocionado en muchos momentos; he reído, he (casi) llorado... He sentido tantas emociones que es difícil expresarlo con palabras. Tengo que destacar la prosa de Carolina Casado, que me ha parecido PRE-CIO-SA. La manera de tratar las enfermedades mentales y expresar ciertas cosas a través de algunas metáforas me ha encantado; solo por eso ya merece la pena leerlo. Después tenemos a los personajes, y es que es imposible no enamorarse de Becca, Gus, Anna, Elizabeth y Alec. Su evolución a lo largo de la historia es brutal, a la vez que inspiradora. Y algo que me ha gustado muchísimo es que la escritora recalca que no están condicionados por su enfermedad, que son mucho más. Sinceramente, me ha sorprendido mucho y no sabéis lo que me alegro de haberle dado una oportunidad. Si os interesa el tema de las enfermedades mentales creo que deberíais leerlo porque es una historia muy bonita, y os aseguro de que os vais a alegrar de conocer. Ahora mismo, después de escribir esto, me siento un poquito vacía. Definitivamente el libro se ha acabado y, no sé, me da muchísima pena que sea así. Cinco estrellas se quedan cortas para puntuar este libro, se merece mil más.
"Pero lejos de enfadarse y ponerse como una fiera a gritar que la he decepcionado y que soy una irresponsable, se inclina y me dedica una de esas sonrisas que salvan vidas, de esas que forman un puente, que buscan tenderte una mano y llevarte a la otra orilla, a un lugar de aguas limpias y no envenenadas, a una cama vestida de seda y no de alambre de espino."
He leído ya varios libros similares a Un acorde menor. Y aunque ninguno ha sido igual, todos parten de la misma idea: los trastornos mentales. A pesar de jugar con cierta desventaja, es el que más me ha gustado de todos los que he leído. Puede que no sea la primera vez que me adentre en una historia así, pero este libro cuenta con dos puntazos que lo vuelve especial.
1. La narración es segura. Cuando has aprendido a convivir con pensamientos intrusos, cuando has dejado atrás una etapa gris y al agujero negro que tenías dentro del pecho, adentrarte en este tipo de libros puede ser muy peligroso. Te expones sin darte cuenta y los pensamientos enfermos de los protagonistas acaban impregnándote. A pesar de estar en primera persona, Becca en ningún momento me ha contagiado su tristeza o pesimismo. Su enfermedad está muy bien plasmada y se diferencia qué pensamientos son tóxicos.
Tampoco se me ha hecho taaaaan pesimista como para abandonarla de aburrimiento.
2. Es una historia de recuperación. Muchas novelas no me terminan de convencer porque la recuperación se resume en el epílogo. Sí, llega un día, pero dentro de mucho y nunca se muestra. Un acorde menor no es solo la historia de unos jóvenes en un psiquiátrico, también de cómo aprenden a superar sus trastornos. Me ha pasado, incluso, que en cierto momento Becca se vuelve muy cursi y el libro se me hizo más pesado, pero la ves tan resplandeciente y la comparas con el inicio, que no me importa.
Además, no es solo la recuperación de la protagonista, también la de sus amigos. Me ha encantado poder conocer a todo del grupo y ver crecer a los cinco.
Por ponerle una pega, en algunos momentos la narración me ha sacado fuera de la historia. Hay algunos diálogos que no parecían del todo reales o se abusa mucho de los adjetivos, pero aun así es un libro muy bonito sobre amistad y salud mental.
Recomendado a todo el mundo. Sin excepción. Si te sientes identificado en alguno de los protagonistas, te vendrá bien ver el avance. Si no, va perfecto para saber exactamente qué le pasa por la mente a una persona que tiene una enfermedad mental.
Me ha encantado, no tengo palabras para describir la sensación que me ha dejado este libro cuando lo he acabado. Me he puesto nerviosa, he reído, y he llorado, mucho. Pero gracias a ello puedo entender un poquito más cómo se sienten las personas con enfermedades mentales. Gracias a ella puedo entender un poquito más a una gran amiga con depresión que por desgracia la sufre mucha gente. Todo llega con tiempo y esfuerzo.
La historia de Becca es una historia que te atrapa y no la puedes soltar.Es un historia dura, pero con mucho sentimiento, que hace que te encariñes de los personajes y sientas que son parte de tu familia. Eso si! la autora me ha hecho sufrir( un poquito) con el final. He soltado alguna que otra lagrimilla.
Yo ya estoy esperando una peli o una serie de "Un acorde..."
Este libro me ha llegado al corazón. Sin duda, te toca el alma, visibiliza las enfermedades mentales de una forma brillante, cruda, sin dulcificar... Pero a la vez te enseña la esperanza de la curación y el proceso. Gracias por tanto, Carolina, has sido tremendamente valiente expresando todo esto de una manera respetuosa y realista.
Una historia que remueve por dentro, que pone al lector en la piel y la desolación de su protagonista, Becca. Narrada en primera persona, te lleva en un viaje de fragilidad, de miedos y de tristeza, pero a la vez bello y emocionante, con la vista puesta en un horizonte mejor. Es un viaje en el que la acompañan personajes a los que tomas tanto cariño como a la protagonista: Martha, Anna, Elizabeth, Gus, Alec... Aviso: no es una historia de un manicomio; es una historia de reparación vital, de lucha, de reencontrarse y sanarse. Del valor de la amistad y de su fuerza. Muy recomendable.
Un acorde menor es una historia que está llena de melodías tanto graves como agudas. Conocer a este grupo de adolescentes y verlos evolucionar de esta manera es una auténtica delicia. Becca, Anna, Alec, Elisabeth y Gus se han ganado un huequito en mi corazón para siempre.
La realidad se cuela en estas páginas y nos hace ver que no es todo como nos imaginamos, que hay mucho más detrás de una depresión, que esa enfermedad no nos define al igual que sufrir de hipertiroidismo (por ejemplo) no nos dicta quiénes somos.
Creo que es necesario que conozcamos más las enfermedades mentales, saber que son tan normales como una enfermedad física, que a veces no podemos controlarlas por nosotros mismos, pero que siempre va a haber alguien que nos ayude a ver el mundo de otra manera y a atrevernos a combatirla.
¿Y qué decir de su autora? Carolina es una persona que tiene mucho que ofrecer, que tiene historias que te llegan al corazón, que te lo retuercen, pero que luego ella misma te ayuda a sanarlo. Te hacen abrir los ojos y observar su propia realidad. Las palabras de Carol son magia pura. Ella es magia.
Necesitamos más historias como esta. Necesitamos más novelas de Carolina Casado.
5/5⭐️ Me ha ENCANTADO, los personajes son maravillosos y están súper bien construidos, la historia me ha gustado mucho porque te enseña muchas lecciones de vida. Solo puedo decir que este libro es MARAVILLOSO y que se ha convertido en uno de mis libros favoritos, sin lugar a duda releeré este libro en unos meses.❤️
Tarde tanto tiempo en leer este libro no porque sea malo, ni mucho menos, es un libro increíble. El motivo por el que tarde, fue porque este libro de destroza, te vuelve a reconstruir, te hace reír, llorar y sufrir.
Es un libro para leer en un buen momento anímico, porque te hace reflexionar sobre el daño que somos capaces de hacernos a nosotros mismos. Me ha gustado bastante en esencia, pero ha habido un par de cosas que no me han encajado (concretamente la relación entre Alec y Becca y la rapidez con la que arreglan las cosas ella y su madre), pero por lo demás ha estado genial y os lo recomiendo mucho. Me voy a leer el otro de la autora, sin duda :)
Un acorde menor es un drama precioso que os hará sentir y con el que disfrutaréis a lo largo de toda la lectura. En él, vemos claro que todos merecemos la oportunidad de ser felices y siempre habrá alguien ahí para escucharnos.
El motivo principal para esa nota es que no es lo que esperaba, buscaba otra cosa y no lo he encontrado.
Al tratar el tema de enfermedades mentales esperaba que indagara más en ellas, que mostrara el lado más turbio y oscuro de cada una de ellas y … ¡No, desde casi el inicio todo ha sido muy light, dulce y ñoño!
Al final creo que es una cuestión de espectativas, y en este caso ha quedado demasiado lejos de cumplir las mías.
Tenía muchas ganas de adentrarme en la lectura de esta novela. Como ya comenté en el IMM de mayo, cuando recibí esta novedad por parte de la editorial, la sinopsis me transmitía la sensación de que sería una historia intensa pero llena de mensajes motivadores y de superación; una novela que hay que leer para comprender la complejidad de la mente humana y lo estereotipadas que se encuentran las enfermedades mentales. Esta novela de Carolina Casado nos permite adentrarnos en profundidad en la vida de sus personajes, en especial de Becca, y ver más allá de las apariencias, de entenderlos y normalizar situaciones y enfermedades que, de la noche a la mañana, pueden adueñarse de nosotros.
Un Acorde Menor es una historia que nos habla de la lucha de Becca, principalmente, y de cuatro jóvenes más con los que comparte estancia en una institución psiquiátrica. La vida de Becca ha estado llena de dolor desde la muerte de su padre y se ve incapaz de enfrentar la vida desde entonces, situación que la ha llevado a tratar de suicidarse tres veces. Y así, tras su último intento fallido de suicidio, su madre y su pareja, Tom, toman la decisión de internarla en un psiquiátrico para que la ayuden. Becca, en principio, se toma esa decisión a desgana y con odio hacia su madre, con la idea de que solo quiere alejarla de su vida para poder ser feliz con Tom sin distracciones. Sin embargo, lo que de primeras tenía aspecto de cárcel y encierro, acaba convirtiéndose para Becca en un lugar donde, con la ayuda de Martha, su psicóloga, y un grupo de jóvenes con diversos problemas y enfermedades mentales, será capaz de enfrentarse a sus demonios, aprendiendo en el proceso a afrontar sus miedos con valentía y con la ayuda y el apoyo de personas que llegarán a formar parte importante de su vida y su día a día. [...]
He escuchado esta novela en audiolibro y debo decir que me ha gustado mucho. Era mi primera vez leyendo a la autora y me alegra decir que se han cumplido todas mis expectativas. Quiero destacar la evolución de cada personaje a lo largo de la historia, especialmente, la de Becca. Siento que esta es una historia necesaria que debería conocerse y leerse mucho más. Introduce y da visibilidad a patologías de las que apenas se habla y que no dejan de formar parte de nuestro día a día, por ejemplo, bipolaridad, agorafobia, anorexia, depresión... Sin duda, mi parte favorita ha sido el final. Un libro sobre salud mental que me ha dejado muy buen sabor de boca.
Que bonita historia, definitivamente te da una perspectiva distinta Acerca de las personas que sufren algún tipo de trastorno mental. Cada personaje aporta un tema importante y esta muy bien construidos, una novela muy recomendada para poder comprender mejor temas como el suicidio, anorexia, bipolaridad y demás.