The history of the Black Sea as a source of Mediterranean slaves stretches from ancient Greek colonies to human trafficking networks in the present day. At its height during the fourteenth and early fifteenth centuries, the Black Sea slave trade was not the sole source of Mediterranean slaves; Genoese, Venetian, and Egyptian merchants bought captives taken in conflicts throughout the region, from North Africa, sub-Saharan Africa, the Balkans, and the Aegean Sea. Yet the trade in Black Sea slaves provided merchants with profit and prestige; states with military recruits, tax revenue, and diplomatic influence; and households with the service of women, men, and children.
Even though Genoa, Venice, and the Mamluk sultanate of Egypt and Greater Syria were the three most important strands in the web of the Black Sea slave trade, they have rarely been studied together. Examining Latin and Arabic sources in tandem, Hannah Barker shows that Christian and Muslim inhabitants of the Mediterranean shared a set of assumptions and practices that amounted to a common culture of slavery. Indeed, the Genoese, Venetian, and Mamluk slave trades were thoroughly entangled, with wide-ranging effects. Genoese and Venetian disruption of the Mamluk trade led to reprisals against Italian merchants living in Mamluk cities, while their participation in the trade led to scathing criticism by supporters of the crusade movement who demanded commercial powers use their leverage to weaken the force of Islam.
Reading notarial registers, tax records, law, merchants' accounts, travelers' tales and letters, sermons, slave-buying manuals, and literary works as well as treaties governing the slave trade and crusade propaganda, Barker gives a rich picture of the context in which merchants traded and enslaved people met their fate.
Understanding human slavery is something many people lack. Often it is understood only in the more modern context of American, Colombian, or Brazilian slavery that was often brutal in terms of life expectancy.
This book uses a broad amount of sources from the Genoese, Venetians, Mamluks, Byzantines, and Ottomans regarding mid to later medieval slavery and how each treated it. These societies were influenced by 1)religion, 2)economics, and 3) changing political situations and alliances. With an emphasis on Venice, Genoa, and the Mamluks we learn how they valued slaves based on where they were from, what their ethno-religious affiliation was, and what the legalities were on treatment and manumission.
It does seem to get a bit repetitive at the end. And I wish there was more regarding the crusader states and North Africa. But with such a dearth of sources to organize into a cohesive argument, its probably best those are left for a different book or study.
En muchos libros se mencionan este tema sin ahondar mucho en ello. Cuando se habla de esclavitud, se centran en en la atlántica, dejando mucho de lado el tema en la edad media, Barker, hace un gran esfuerzo al mostraron con amplio detalle esta horrible práctica. Cuenta con muchas fuentes, ideas y tesis muy claras, en verdad que es un gran libro, con conclusiones de cada capítulo que sintetiza bien lo que la historiadora quiere mostrar.
El libro versa, sobre el comercio de esclavos en el mar negro, es allí donde se centraba principalmente esta empresa, aunque también se podían conseguir esclavos capturados en guerras o en África del norte. A ambas religiones aceptaban la esclavitud, había una legitimidad religiosa y era un comercio muy lucrativo. La esclavitud tenía 3 fundamentos: era legal, se basaba en diferencias religiosas y era una amenaza universal. Toda persona podía comprar un esclavo si era de una religión diferente, toda persona también podía ser esclavizada por piratas, en este caso se convertían en cautivos y podían ser rescatadas y mantener su religión, cosa contraria a los esclavos que debían convertirse a la religión de sus amos. La esclavitud era legal en todo el Mediterráneo, los esclavos eran libres en su naturaleza, pero no en el ámbito jurídico, cristianos relacionado a la esclavitud con el pecado, los esclavos ante todo eran objetos y propiedades. La esclavitud se debía ejercer en personas de otras religiones y no de la misma, la conversión no hacía libre al esclavo, los católicos llegaron a esclavizar católicos ortodoxos, inclusive había algunos que defendían esta práctica, la mayoría de los ortodoxos eran rusos y no griegos. Dentro del ámbito musulmán también había esclavitud entre ellos, algunos habitantes de la horda de oro eran musulmanes, por ejemplo. Se justificaba la esclavitud para que no cayeran estas personas en manos de la religión rival. El derecho romano eh que se servía para la legislación de la esclavitud, había tribunales para abordar estos temas en lugares como Génova, algunos esclavos que llegaron a ser católicos podían llegar a liberarse igual que los ortodoxos. La esclavitud era un peligro del que ninguna persona podía ser salvada, por lo que había un constante miedo a ser capturado en una guerra, ser tomado como prisionero por piratas o eran muy susceptibles de ser aprisionados los habitantes costeros. La forma en que se pasaba de ser un cautivo a un esclavo era por medio de un documento, como se mencionó antes algunos cautivos podían ser rescatados antes de llegar a ser esclavos, pero siempre hubo una zona gris entre ser cautivo y esclavo. Se finaliza este primer capítulo afirmando que los esclavos eran de baja jerarquía, cualquier persona podía ser esclavizada y ambas religiones justificaban esta práctica atroz. Algunas personas tenían más probabilidades de ser esclavizadas que otras, la cuestión es que era difícil clasificar un esclavo según su religión, por lo que se usaban más categorías como la raza o el idioma para esclavizar a una persona. El concepto de raza en la Edad Media era complejo, para la época, los habitantes del mar negro eran clasificadas como personas negras. Una forma de llegar a esclavizar a una persona es que su idioma fuera extranjero o pagano, en El Mundo musulmán era fácil ya que el árabe era la lengua del islam, mientras que en el cristianismo había diversidad de lenguas en su religión, una práctica común era cambiar el nombre de los esclavos para estar más relacionados con sus dueños. Los esclavos mamelucos por ejemplo contaban con nombres no islámicos mientras que los cristianos sí tenían nombres como tales. La religión era una categoría permanente y fija en el Mediterráneo, por lo que se llegaba a relacionar la raza con la religión. Para el islam las personas que se podían esclavizar eran turcos y sudaneses, personas no árabes o que hablaba lenguas no árabes, podían llegar a ser esclavos. Para los cristianos también se podían llegar a esclavizar personas denominadas como bárbaras, pero muchas veces la raza ni siquiera era puesta en los contratos de esclavitud. El color del cuerpo era importante para la esclavitud, aunque estaba más relacionada con la medicina galénica, el autor menciona que para los habitantes de la Edad Media el color de los esclavos no llegaba a ser tan importante, también se tomaba en cuenta otros aspectos físicos como el color del cabello o estatura. Por lo que el idioma y la raza eran importantes para la esclavitud aparte de la religión. Los esclavos podían llegar a ejercer varios trabajos, dependiendo de sus habilidades o de su género. Los mamelucos fueron los que llegaron a tener más propiedades de esclavos en comparación con los italianos, siendo los hogares militares los que tendían a tener más de estas personas, la persona que llegó a tener más esclavos fue el sultán el cual pueda llegar a tener miles de estos. Se preferían a mujeres más adolescentes y a los hombres entre los 15 y 25 años, siendo las mujeres las más preferidas. El precio de un esclavo podría equivaler a lo mismo de una casa, se podía llegar a ver como una inversión que podría aumentar si el esclavo desarrolla habilidades o bajaba sus precios si enfermaba o envejecía, los esclavos como propiedades podían ser alquilados. Lo más importante de estos es que servían para dar prestigio a los amos, los cuales podían dar esclavos como regalos o ser intercambiados en gestos diplomáticos. Muchos esclavos trabajaban en el servicio doméstico, los eunucos eran importantes en las casas mamelucas y muchos esclavos en Italia servían para trabajar en el comercio y la producción artesanal. Los niños mamelucos servían como soldados en el sultanato mameluco, su entrenamiento era bastante rígido desde pequeños, tenían la ventaja estos esclavos de tener la libertad garantizada, aunque tenían una estrecha vigilancia para que no escape, los que se escogen principalmente para estas labores militares serán los turcos. Las mujeres esclavas eran las que llevaban la peor parte al ser explotadas sexualmente, hombres casados podían tener relaciones con ella, si un amo en el islam tenía hijos con una esclava este nuevo niño podía tener libertad, cosa que no pasaba en el cristianismo, la usamos podían dar libertad a sus esclavos en los testamentos, aunque, con el tiempo en El Mundo Cristiano también las mujeres empezaron a reclamar el estatus de libertad a sus hijos. Las únicas personas que podían ser mamelucos eran los que eran entrenados en el ámbito militar, por lo que ningún otro tipo de esclavo civil podía acceder a estos cargos, por lo general lo que hacía un esclavo era seguir el oficio de su amo, algo interesante es que los sacerdotes también tenían esclavos y por lo general los esclavos pasaban por varios dueños en los que a veces podían cambiar sus funciones y trabajos como algunos mamelucos que podían tener habilidades para hacer eruditos o poetas, los amos algunas veces también en sus testamentos entregaban su riqueza a los esclavos, pero por lo general muchos esclavos murieron en la esclavitud y era común que los amos abusarán físicamente de sus esclavos, el huir muchas veces no era una opción y más en Egipto a causa de sus desiertos, el suicidio funcionaba como un acto de resistencia y si los esclavos mataban a sus amos eran ejecutados, por lo que no había una limitación de la violencia que podía ejercer un amo contra sus esclavos. La compra y venta de esclavos, se realizaba como si fuera la adquisición de cualquier otro bien, se fijaban unos precios y se los trataba como un objeto pasivo. Había subastas de esclavos, donde se podían llegar a realizar en el mercado sus espacios privados. Había intermediarios para la compra de los esclavos llamados corredores, los cuales podían llegar a realizar trucos para hacer subir el precio de los esclavos, En Egipto ellos debían confirmar el estatus legal del esclavo, indagar por su religión, asegurar que los niños esclavos estén con su madre y llevar un registro de las ventas. Se hacía una inspección física de los esclavos como una forma de humillación y para ello se servían de manuales médicos para inspeccionar a los esclavos principalmente en El Mundo islámico, era común tocar a los esclavos para mirar su piel y sentidos, luego se miraban sus habilidades. La compra del esclavo contaba con regateo, y había muchos factores para hacer fluctuar el precio como el género, la edad, el origen y el precio que había en el mercado, por lo que estos precios varían con el tiempo, las mujeres eran más caras en las ciudades italianas mientras que los hombres lo eran más en Egipto. Ya que las mujeres servían para el servicio doméstico y sexual en Italia y los hombres eran valiosos para hacer soldados mamelucos. El color de la piel si hacía variar un poco el precio. Había un contrato de compra con testigos, donde se hacía una descripción detallada del esclavo, una garantía sanitaria de estos y al final del contrato había una parte en el que el esclavo reconocía ser vendido, por lo que la estructura del contrato era similar al de otras mercancías de la época. La esclavitud en el mar negro se debía a las capturas hechas en guerra, las grandes conquistas mongolas generaron muchos esclavos, y algunas regiones como Bulgaria o Rusia daban tributo a la horda de oro en forma de esclavos, también eran comunes las incursiones de la horda de oro para conseguir esclavos, inclusive dentro de los nobles mongoles tenían cientos de esclavos, no solo eran mongoles los que tomaban esclavos sino también turcos y lituanos. Los niños también eran vendidos como esclavos a causa de la pobreza o codicia de sus padres. Los dos principales puertos de exportación de esclavos controlados por los italianos eran Caffa y Tana, en estos puertos se conseguía granos, miel y pieles, las cuales muchos eran exportadas hacia Constantinopla, las ciudades italianas a cambio entregaban hierro, telas, vino y aceite. Los puertos debían contar con la aprobación del Khan, en los ámbitos políticos fue muy importante la alianza entre mamelucos y la horda de oro, había mercaderes sirios y del Cairo en el puerto genovés de Caffa, pero muchas veces era compleja la relación entre tártaros e italianos que llevaban muchas veces agarras y destrucciones de los puertos comerciales. Otras luchas que se llevaban a cabo eran entre los propios italianos por el control de estas aguas, las guerras civiles y crisis económicas dentro de la horda de oro aumentó la esclavitud. Con el tiempo los tártaros de Crimea se independizarían de la horda de oro, a consecuencia de las invasiones de Tamerlan, en esa época también Génova se hizo con el monopolio casi total del comercio de esclavos en el mar negro. El gran cambio luego fue con la conquista otomana de Constantinopla y la alianza entre los tártaros de Crimea y los otomanos por lo que los esclavos ahora se dirigirán para este nuevo imperio que eliminaría luego el sultanato mameluco con ella haciéndose del monopolio de esclavos. No había un personas dedicadas solamente al comercio de los esclavos puesto que comerciaban con más productos, se alentaba mucho este comercio debido a los beneficios que traían, el mayor pico de precios de los esclavos fue a finales del siglo XIV, muchas veces cuando los genoveses no estaban centrados en la importación de esclavos los mamelucos aumentaban más su exportación, en el mar negro se podían encontrar los barcos italianos y también los de los mamelucos, en Venecia estas embarcaciones iban en convoy mientras que los de Génova tenían más flexibilidad a la hora de elegir rutas, habían puertos intermedios para reabastecerse, también existían rutas terrestres aparte de las marítimas donde se usaban los puertos de anatolia en los que algunos lugares como Alepo se centraban en las castración para crear eunucos. Había 3 puntos importantes en la geografía del comercio de los esclavos, el mar negro, el estrecho del Bósforo y la costa sirio-anatolia. Desde 1348 Génova tenía el monopolio del mar negro, luego de una guerra contra los bizantinos, el bósforo era controlado por los bizantinos y desde 1261 tenía derechos para comerciar allí Génova y pisa, aunque luego incluiría a Venecia, también con los años incluiría a los mamelucos, aunque finalmente serían los otomanos los que controlarían el estrecho del Bósforo. Los mamelucos controlaban las costas de Anatolia y Siria, pero nuevamente los otomanos controlaron esta ruta, un lugar ilegal para comerciar luego de la caída de Acre en 1291 fue Armenia de Cilicia. Los mamelucos dieron incentivos a los comerciantes de los esclavos puesto que no controlaban la mayoría de los puntos estratégicos de este comercio, llegaban a pagar precios altos, eran importantes esos esclavos para aumentar el tamaño de su Ejército y así su legitimidad política, los traficantes de esclavos eran tratados con respeto. Los barcos de la Edad Media no estaban hechos para transportar esclavos como si lo fueran posteriormente los del Atlántico, por lo que los esclavos estaban al lado de otras cargas, con el tiempo se limitó el número de esclavos debido a que podían haber revueltas o enfermedades. Había seguros para transportar los esclavos por mar debido al peligro de los piratas o el naufragio. Había gastos de flete, la alimentación del esclavo y los impuestos. Cómo decirlo al principio los mercaderes especializados en esclavos eran escasos, muchas veces los compradores de esclavos lo hacían para ellos mismos o para ser intermediarios con otros, por lo que la compra de esclavos tenía fines diversos, también había agentes formales e informales en esta venta. Por lo que se combinaba la compra de esclavos con otras mercancías como las que se mencionó que se podían conseguir en el mar negro. Los comerciantes debían dar los mejores esclavos al sultán. En el capítulo final es importante a destacar que durante toda esa época de Comercio de esclavos había una guerra religiosa entre musulmanes y cruzados, los mamelucos se veían como los defensores del islam ante cruzados y mongoles para ello necesitaban los mamelucos en sus fuerzas militares. La misma dinastía mameluca se fundó por esclavos turcos, por lo que era necesario la esclavitud para alejar a estas personas de la religión contraria, algo interesante es que los cristianos veían a los mamelucos como cristianos renegados que en algún momento cambiarían de bando y se rebelarían contra los mamelucos. La pérdida de Acre a manos de los musulmanes fomenta entre los cristianos un embargo comercial, en esta estrategia siempre se miraba mal a los italianos debido a sus relaciones comerciales con Egipto, la cuestión era sobre cómo llevar a cabo este embargo, el problema es que aunque la idea de cruzada continuaba la guerra de los 100 años y el cisma de Occidente debilitaba esta idea, desde hacía tiempo ya habían evidencias de embargos cristianos contra los musulmanes, el problema es que hará difícil su aplicación debido a que Egipto controlaba las especies que llegaban de Oriente que eran muy necesarias para Occidente. No obstante, muchas veces se inspeccionaba barcos para mirar que no se llevaran esclavos hacia Egipto. En las conclusiones se retoman muchas de las ideas que se han abordado a lo largo del libro, donde hay una legitimidad religiosa para esclavizar personas, estas últimas eran una carga entre las muchas que habían en los barcos de los comerciantes, estas personas eran un activo financiero muy importante hay claras diferencias entre las esclavitud que se ejercía en las ciudades italianas y en la corte mameluca, siempre existieron intereses políticos de por medio para conseguir este bien tan preciado, esto último se debía a que estas personas podían hacer cosas de humanos cosa que no podía hacer otra mercancía, lo más sorprendente es que en la época casi ninguna persona aborrecía esta práctica.
The title’s antecedent is a quote from a Dominican friar who noticed a slave market while passing through Alexandria. He went on to say, “That merchandise was rational creatures of God,” (pg 209). Barker argues that there was a religious underpinning of the Mediterranean slave trade: enslaved people were acknowledged to be image bearers of God and providentially assigned their station in life. Furthermore, religious differences determined enslavement, i.e. Christians could not enslave fellow Christians. She goes on to assert that slavery in this region and during this era was legal, socially acceptable, and a universal threat, i.e., anyone could find themselves enslaved if they stumbled into the wrong circumstances.
The strength of the book is its robust use of primary sources to provide a fact-based account of the Mediterranean slave trade. Barker’s narrative is well-written, objective, and avoids presentism. While the Italian (Genoa/Venice) and Mulmak slavers were two branches of a single system, she draws out the distinctions between them. Genoa’s hegemony over the port at Caffa gave them taxing power and economic power. Mulmak slavery focused on military conscription while the Italians predominantly deployed their slaves in domestic service.
This is an outstanding academic monograph. It is well-written, fact-based, accessible, and eminently citable.
A comprehensive and well-written look at an aspect of medieval history that gets consistently ignored. It’s definitely dense but very readable. Given the heaviness of the subject matter (and the fact that I’m reading it more or less at random), I ended up skimming or skipping significant portions, hence the DNF.